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domingo, 26 de julio de 2015

Vuelta a casa Celebrando las 1.700.000


Vuelta a casa

-       Esta pateando...y lo hace tan fuerte. - Sonrió Darla, tomando la mano de Ángel y colocándola sobre su estómago mirándolo con inmenso amor. Es nuestro bebe... el único bien que hemos hecho juntos.- suspiro tristemente mientras se acostaba en la cama, sabía que él bebe no podría nacer al menos que ella muriera. -Prométeme que siempre cuidaras de él Ángel… además júrame que le contaras de cuanto lo ame y que no lo quise abandonar.- así fue como llego Connor al mundo entre las cenizas de su madre y los brazos protectores de su padre, nada haría presagiar que el pasado volviera a tomar venganza.

Ángel tomo a su bebé y salió del lugar con un gran dolor por la pérdida de Darla, le dolía dejarla ahí, pero desde ahora estaba primero su hijo, al salir por la puerta en la calle se encontró con Fred quien miro al bebe que lloraba en la lluvia.
-       ¿Donde lo llevaremos, Ángel? pregunto, observado en todas direcciones ya que todo era muy peligroso aun.
-       vamos a casa. dijo escondiendo al bebe bajo su largo abrigo negro, él no dejaría que nadie lo lastimara... es más no dejaría que nadie lo tocara.
-       ¿Estás seguro?- pregunto Fred en lo que caminaban a paso acelerado de regreso al coche con los demás.
-       ¡Sí! es lo mejor, vamos a casa ahí sabremos qué hacer.
El regreso a casa fue tranquilo y sin ningún contratiempo, pasaron dos horas y ya todos habían regresados al hotel.
-       Qué hermoso bebe...- dijo Cordy, apunto de recogerlo.
-       ¡NO! grito Ángel al ver que se acercaba a tocar a su bebé, frente a los asombrados ojos de Cordy frente a esa inesperada reacción, Ángel giro y le dio la espalda para no pudiera tocarlo.
El momento fue muy tenso, Cordy observaba al resto, como solicitando que alguien le explicara que había hecho mal, en eso Lorne fue el que se decidió a intentarlo, pero antes pidió permiso a un defensivo Ángel.
-       ¿Puedo sostenerlo, Ángel?- le pregunto y miro a su carita por sobre los hombros de Ángel.- Oh no, el chiquitín tiene un rasguño.- dijo y trato de acariciar el pelo del bebé.
-       ¡NO que NO entienden… no quiero que nadie lo toque!- nadie de los presente entendían la manera que Ángel reaccionaba… se estaba comportable totalmente irracional.
Lorner lo entendía, si bien no le gusto la forma en que Ángel le hablo… el comprendía… Ángel trataba de proteger al bebé con garras y colmillos.
-       Awww. No es tierno, es Igual que una mamá oso.- Dijo Lorne.- Ángel, debemos ponerle algo en ese rasguño, ¿porque no dejas que Cordy se encargue? es una mujer, sabe de cuidar bebés.
-       No yo puedo... solo necesito que me digan cómo... se lo prometí a Darla ella dio su no-vida por nuestro hijo y es lo menos que puedo hacer… cumplir con sus deseos.
-       Está bien Ángel...- pero tarde o temprano tendrás que dejarnos el bebe para cuidarlo, así que acostúmbrate a la idea.- Dijo Cordy y le dio una pomada con un bastoncillo de algodón.
-       shu shu… mi bebito… shu shu papá te pondrá una cremita mi bebito.- le sonreía.
Connor solo lo miraba, sacando su lengüita a su papi mientras le sonreía, freta a ese momento todos se le quedaban viendo a Ángel, nunca lo habían visto así y era tan tierno.
-       ese es mi nenito mi campeón, te has portado muy bien mi principito.- tan pronto como lo había lavado, comenzó a llorar con fuerza, el rostro se Ángel cambio a preocupado... esto era nuevo el bebé lloraba y no sabía qué hacer para que dejara de hacerlo.
-       ¿Estás seguro que no necesitas ayuda?.. Tal vez necesite un nuevo pañal, sabes yo prácticamente crie a mi prima desde que tenía una semana de nacida.- dijo Gunn.
-       No… yo puedo...- luego lo pensó mejor.- pero si quieres puedes enseñarme.
-       Está bien, escoge un lugar donde acostarlo mientras cambias su pañal.- aconsejo Gunn y le enseño como cambiarlo, luego le enseño como preparar la leche y con eso Connor se quedó tranquilo y dormidito por un rato, hasta que luego despertó en su cuna llorando de nuevo.

Ángel ya no sabía qué hacer, hizo de todo hasta que finalmente puso su cara de vampiro y el bebe fue feliz, Connor le sonrió a su padre al ver la cara de vampiro, pasaron unos días sin mayores inconvenientes, pero la paz se perdió cuando se llevaron a Connor a una dimensión en el infierno todos buscaron modos de tenerlo de vuelta, pero no encontraron nada. Al cabo de cuatro semanas, Connor cayó de un portal que se abrió y cerró, quedo en el jardín del hotel… el pequeño se movía como un animalito asustado de un lado a otro, al no tener idea donde estaba y como había llegado ahí…Fred que había salido a caminar un rato y entro por el jardín, lo vio y se acercó preocupado.
-       ¿Estás bien?- Le pregunto al pobre y extraño niño, ella no reconocía que era Connor.- Ven... no te hare nada.- trato de acercarse, pero el chico se retorcía como un perrito herido y asustado… estaba todo sucio y flacucho, pero pareció recordar la voz y con su cabeza seguía la voz.
-       Eso... ven aquí pequeño, ven.
Fred le hablaba como si tratara de llamar a un gatito asustado. Con cuidado busco por su bolsa y saco unas papitas fritas que había comprado.- Ven, tómalas...anda, cómelas.- le hablo con dulzura extendiéndolas al chico quien con cuidado se acerco y arrebato el paquete, lo olio y lo boto, Fred sonrió un poco frente a eso.
-       ¿Qué tal esto?- Le enseño una galleta. - Hay más comida adentro, ven conmigo.- Camino para atrás abriendo la puerta, Connor se la comió y la siguió con cautela, Fred abrió la puerta del refrigerador y luego fue alrededor cerró la puerta y silenciosamente fue hacia arriba a la oficina de Ángel.
Ángel estaba aún muy deprimido por su bebe perdido, pero fue a ver el niño del que Fred hablaba, bajo a la cocina y el instante que le miro a los ojos supo que ese era Connor.
-       ¡Connor!- Ángel grito sin poder controlar su voz.
-       Papá.- al darse cuenta de esas palabras, se acogió como un animalito asustado, él no se dio ni cuenta cuando esas palabras salieron de su boca.
-       Connor.- repitió Ángel, no podía creerlo, su bebito ya había crecido en solo las cuatro semanas que pasaron…. se perdió de tanto, pero por fin ahora estaba de vuelta. - ¿De...de dónde llegaste?- Ángel se acerco, sentía una gran necesidad de abrazarlo, besarlo y cuidarlo.
Connor no sabía porque pero se dejo acariciar por papá era su instinto el que lo había mantenido vivo, el mismo que le decía que estaba bien y demás el reconocía ese olor estaba en casa.
-       ahí.- le indico apuntando hacia el cielo.
-       Mi niño... nunca dejare que algo así te pase de nuevo... estas a salvo pequeño... papi te tiene.- Lo abrazo por fin muy fuerte y oliéndolo… era su bebe él lo protegería, cuidaría y se aseguraría que nada le faltara.
-       Papa.- sonrío el muchacho y devolvió el abrazo con gran intensidad.
Ángel le sonrió a su niño y al separarse vio el estado de su pequeño.
-       solo mírate, estas tan sucio y... haz de tener mucha hambre, te hare de comer.- Lo levanto y lo sentó en la silla y se puso a cocinar a lo loco, haciendo una cena grande que serviría para alimentar a todo el equipo de Ángel dos veces, pero todo esto era para su bebe. - Come todo mi pequeñito, hasta que estés lleno.- Le dijo, dándole pan y sopa, asegurándose que no estuviera muy caliente y que su jugo estuviera frio, quería ver que su bebe se alimentara, se veía muy malnutrido y flacucho.
-       Lleno.- se limito a decir Connor después de haber comido como un animal, y se limpio con la manga mientras miraba desorientado el lugar.
Ángel sonrió un poco frente a eso, debía dar el paso siguiente y era que su hijo necesitaba un baño con urgencia.
-       Ven, vamos arriba para que quedes limpio, te sentirás mucho mejor.- Tomo su mano.
Connor se acerco a Ángel y le toco la cara, no comprendía como él podía estar sin manchas en la piel... el no entendía porque papá decía que necesitaba un baño si el ya lo había hecho este año.
-       Steven limpio… lavo este año.- le explico
-       ¿Steven?- Ángel dijo y se quedo pensando un momento… Cierto, su bebe probablemente no sabia que su nombre era Connor.- hijo ¿Solo este año? Los niñitos deben lavarse todos los días.
-       Papá el hombre malo dice que una vez al año… Más peligro llegar al agua.
-       No, mi bebe, no estas en ningún peligro.- Ángel lo levanto para llevarlo al baño.- Ese hombre malo ¿alguna vez te ha lastimado?- Le pregunto, temiendo que le digiera que sí.
-       noooo...- aseguro, pero después le pregunto.- no sé que es lastimar papá.- dijo muy triste, Ángel al oír eso lo abrazo fuerte, le daba penita con pobre bebe… conn era tan inocente, aun no sabía nada.
-       Nunca hizo algo que te doliera o que te diera mucho miedo?- Connor después de pensar un rato respondió.
-       Siii, él hacia dolor aquí.- dijo indicándole el trasero.- cuando Steven peligro… hombre malo cuidaba siempre!
-       Hijo... ¿él lo hacía con su mano?- pregunto Ángel, queriendo asegurarse que entendía que su bebe era castigado así cuando se ponía en peligro, al chico las mejillas se le tiñeron de rojo, Ángel supo que a Connor le daba nalgadas, supo leer la reacción se su pequeño, y lo confirmo cuando le dijo.
-       no hablar de eso... ¡Connor travieso y ya está!
Ángel no le gustaba tanto la idea de que a Connor le dieran nalgadas de castigo, él era su bebe y no imaginaba tener que hacerlo llorar así, pero eso era porque aun no tenia tanta experiencia como padre.
-       Bueno, vamos a bañar, Connor.- Lo sentó en el baño y lleno la tina con agua calientita.
-       no... lago.- dijo con el ceño fruncido.
-       No, Connor, es agua limpia.- Lo levanto y lo sentó en el agua, aún tenía unos juguetes que había comprado cuando era bebe, los hecho al agua con Connor y hecho burbujas, Connor estaba alucinado comenzó a jugar con los patitos y la espuma.
-       gusta a Connor!- Ángel le encantaba ver a su bebe divirtiéndose tanto.
-       Si, a mí también me gusta.- Le sonrió y tomo una esponja para limpiar a Connor mientras jugaba.
-       allá no había de eso.
-       ¿No? Entonces te encantara estar aquí.- Dijo Ángel, un poco triste de que su bebe no haya tenido la oportunidad de tener lo que otros niños tenían.
-       hombre malo dijo que me devolvería a papá.- confeso cuando Ángel ponía shampoo en su pelo.
-       ¿sí?... ¿Fue el que te envió por el portal?
-       busco, busco hasta que me devolvió con papi... dijo que el hombre malo y lo siente.
Ángel no estaba nada cerca a perdonar, pero estaba contento que por fin tenía a su bebe con él y que no estaba gravemente lastimado, Ángel lavo el pelo de Connor y lo lavo de pies a cabeza hasta que estuviera muy limpio.
-       Hora de salir, Conn.- Ángel dejo que el agua se fuera y levanto una toalla para secarlo.
-       quiero volver.- dijo con un puchero indicando el agua.- a Connor gusta.- le sonrió Ángel sonrió a su bebe, pensaba que el puchero era lindo.
-       Lo volveremos hacer mañana Connor.- Lo levanto y lo seco con la toalla. - Vamos a tu cuarto y me puedes decir todo lo que quieres que compre.- Lo abrazo y se lo llevo arriba a su cuarto grande, el cuarto del lado era el de bebe Connor.
-       quiero ahora.- exigió
-       No, Conn. Ahora no, ahora debemos ponerte a dormir.- Le sonrió y le dio un beso.- Mañana tendremos que hacer muchas cosas.- Le puso una camisa color rosa de Fred porque era la talla más pequeña.
-       no gusta.- se quejo, luego indico la camisa de Ángel.- esa quiere Connor.- Ángel sonrió.- Te quedara bastante grande...pero está bien, prometo mañana Cordy ira de compras.- Le quito la camisa y le puso una de las de él.
-       Connor como papá!!
-       Claro que si, y papá es como Connor.- sonrió Ángel y llevo Connor a su cama, antes que lo notara Connor se acostó en piso, el no conocía las camas.
-       Connor, ¿qué haces? ahí no, está muy frio y te enfermaras.- lo subió a la cama.- Aquí duermes calientito.
-       y si Connor se cae.- dijo con un puchero.- el hombre malo decía Steven duerme en el piso te puedes caer... ¿tú quieres me que me caiga papá?- dijo muy triste
-       No, Connor...claro que no...Yo me asegurare que no te caigas.- Se acostó junto a él y lo abrazo. - ¿Lo ves? así no te caes.
-       abrazo...- le sonrió.-el hombre malo lo hacia todas las noches y me contaba como papá me buscaba.
-       Si, papa siempre te buscaba... pero por fin ya te tengo y debes olvidar todo del hombre malo.- le dio un beso. - A dormir.
-       No, el cuidaba a Steven y quería que Connor volviera con papá y dice lo siento por tomarte de papá. Ángel ya no quería escuchar nada de eso, le dolía mucho recordar los días horribles que paso cuando su bebé fue robado.
-       A dormir Connor.- le dijo de nuevo, acariciando su pelo.
-       No puedo papá… uno de los dos debe estar despierto para proteger al otro, el hombre malo dormía primero para que Steven descansa más.- sonrió
-       Connor no, las cosas son diferentes aquí, solo haz lo que yo digo, ¿está bien? Papi ya ha estado aquí mucho tiempo.- Le sonrió.- Duerme hijo ya no más del hombre malo, ¿okay? empezaremos todo de nuevo.
-       No quiero olvidarlo papi…. él era bueno con Connor lo trajo a ti... él se quedo porque no podíamos venir los dos... el cuidaba a Steven daba comida, le enseñaba cosas y le dejaba dormir más y le bañaba una vez al año. Ángel suspiro.
-       Lo sé chiquito... pero me cuesta tener que pensar de cuánto tiempo me arrebataron de ti...y todas las cosas que no pude hacer por ti.- Le acariciaba el pelo.
-       pero yo no quiero olvidar al hombre malo.- se cruzo de brazos, el había sido bueno con Steven.
-       Está bien, no lo olvides...él te cuido, pero aquí debes obedecer a papá porque papá sabe más aquí, ¿está bien?
-       Está bien.- le sonrió, tomo el brazo de Ángel y se abrazo con el, ahora podría dormir tranquilo.- Ángel sonrió y lo miro dormir toda la noche.

El día siguiente se levantaron muy temprano, Ángel llevo a su pequeño al médico para un chequeo completo, debía saber si su bebé tenía alguna enfermedad o algún tipo de daño por el maltrato que según él a su hijo sufrió ese tiempo que estuvo lejos de su padre.
-       Connor Ángel.- llamo una enfermera y Ángel se paro de sus silla en la sala de espera del doctor de Connor
-       Vamos campeón, es nuestro turno.- dijo Ángel, tomando la manita de Connor.
-       Vamos.- dijo sin saber dónde iba, Ángel se sentó en el cuartito a donde los llevaron y sentó a Connor sobre sus piernas.
-       Solo te van a examinar para ver que estés saludable. Le sonrió a sus bebe.
Ángel estaba nervioso no había tenido que llevar a nadie al doctor desde que era humano y llevaba a su hermana Kathy, miro alrededor preguntándose para qué era tanto aparato.
-       Bueno papá yo estoy sanito...- pero se quedo tranquilito para que lo examinara, el doctor lo midió, tomo su peso y todo lo demás.
-       Esta bajo de peso, tomaremos unos exámenes de sangre y tendremos los resultados en veinte minutos.- Dijo el doctor y salió, luego entro una enfermera para sacar la sangre.
Connor seguía feliz no sabía que era todo eso que le decía el médico y Ángel tampoco lo no sabía, lo único que sabía era que el doctor sabía lo que era mejor para Connor, entonces él lo dejaría hacer lo que se debía hacer… eso fue hasta que vio las agujas.
-       ¿Eso es para sacar la sangre?- le pregunto a la enfermera.
-       no quiero que me saquen la sangre es mía!!- a Ángel no le gustaba la idea de que picaran a su chiquito, le hizo muchas preguntas a la enfermera antes de dejar que siguiera con su trabajo, una vez convencido que todo era normal y estaba bien abrazo a su bebe.
-       Está bien Connor, solo tomaran un poquitito...es un piquetito.- Dijo mientas lo sostenía y le daba el brazo a la enfermera.
-       no..... Que es miaaaaa!!!!!
-       Lo sé campeón pero es para que vean que no estés enfermo.- Le dio un abrazo fuerte mientras la enfermera le metió la aguja en el brazo, y sangre corría por el tubo.
-       dueleeeeeeeeeeeeee papá hace doler... papito ella hace doler.- se quejo el pequeñito.- Ángel le gruño a la enfermera por haber lastimado a su bebe.
-        "Shh está bien, Conn. Ya término.- le acaricio el pelo para consolarlo mientras la enfermera quito la aguja y se llevo la sangre al laboratorio.
-       hiciste dolor papá.- lo dijo con un puchero.
-       Yo sé que dolió un poco, chiquito...pero es para tu bien, prefiero que te den un piquetito a que te me enfermes, eso dolería mas.- le dio un beso en la frente.
-       no Connor no se enferma nunca.- le regaño Conn con su dedito a la altura de la nariz, Ángel le sonrió y toco su nariz de Connor.
-       Papi regaña a Connor, no al revés."
-       No, Connor regaña a papá"
-       No, papá regaña a Connor.- Ángel dijo más firmemente
-       Grrr Connor regaña a papá!!!
-       Si Connor sigue discutiendo, papá se enojara con Conn.- Le dijo y en eso entro el doctor.
-       ¿Cuáles son los resultados, doctor?" Pregunto Ángel, el esperaba que Connor estuviera bien y sano.
-       Connor está sano.- le dijo Conn, estaba enfado con papá por dejar que le hicieran daño.
-       Ya Connor.- Ángel lo regaño ligeramente en lo escuchaba al doctor.
-       Connor estaba muy bajo en vitaminas y calcio.- El doctor le receto unas medicinas, Ángel tomo la receta y se llevo a Connor a la farmacia donde compro la medicina y se la llevo a casa.

Nunca le había dado medicina ni nada a sus bebe, así que se armó de paciencia sabía que sería un poco difícil, además sus pequeño aun estaba molesto por el examen de sangre de la mañana.
-       Connor, hora de tu medicina, ven.- Ángel le dijo, poniendo el jarabe en una tasita de medir. - Tomate esto.
-       Noooooo!!
-       Connor, por favor tómalo.- insistió. - tiene sabor cereza.
-       no me gusta, Connor no se toma remedio!
-       ¿Y porque no?- pregunto Ángel a su niñito que cada día era un poco más mal portado.
-       no me gusta…. tiene mal olor, no gusta.- dijo con las manos en garra.
-       Connor, si no te tomas esto te enfermaras y luego tendremos que llevarte a que te piquen de nuevo, ¿eso quieres?
-       no eres malo haces doler a Connorcito.
-       Claro que no, abre la boca.- Le tapo la nariz para tuviera que abrir la boca.
-       Noooooooooooo.- Connor empujo a Ángel con todas sus fuerzas, frente a eso Ángel perdió la paciencia y lo regaño.
-       Connor, te has portado muy mal estos días… si no abres la boca, te daré unas buenas nalgadas.- Le dijo Ángel, un poco enfadado, no podía creer que le hubiera dicho eso, nunca pensó que el haría eso con Connor, pero ahora entendía mas porque lo hacían los padres a los niños traviesos.
-       No.- dijo enojado
-       Connor.- lo miro en los ojos. - Contare hasta tres.
-       Uno.. dos.. tres.- y le saco la lengua
-       Está bien, ven aquí.- Lo tomo del brazo y lo jalo. - Te advertí.- lo puso sobre su rodilla y le dio cinco nalgadas.

Plas….plas…. plas…. Plas… plas
-       buaaaaaaaaaaa me hiciste daño.
-       Claro que no! y cada vez que te portes mal… te daré más.- lo amenazo.
-       Malo.- dijo indignado, no le había dolido fue más que encontró indignante que su padre le hiciera eso y obviamente no había aprendido la lección.

Ángel le bajo el pantalón y le dio otras cinco con más fuerza, quería empezar ligero para asegurar que no lo lastimara seriamente.

PLAS…..PLAS…..PLAS……PLAS…..PLAS
“Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa” esas sí que le habían dolido a Connor.
Ángel se sorprendió frente al llanto de sus hijo, si bien estaba acostumbrado a darle nalgadas a Spike, el lloraba con muchas más, entonces le sorprendió oír llorar a Connor o sentó en su rodilla y lo abrazo fuerte.
-       ¿Te tomaras la medicina ahora?- Ángel le pregunto a su niño.
-       noOOOOOOOOOOOOOOOO.- dijo con un puchero, Ángel frunció el ceño
-       Pero así no te mejoraras.
-       pero es que a mí no me gusta y el hombre malo no me daba esas cosas.- le dijo desafiante
-       Está bien.- Ángel sentó a Connor en el sillón y fue a la cocina, hecho la medicina en un vaso con jugo y regreso. - Quieres un poco de jugo, Conn?
-       bueno papá.- dijo creyéndose triunfal, Ángel sonrió y se lo dio.
-       estaba rico papi ….quiero más.- sonrió Conn
-       Si mi chiquito.- Sonrío y le dio un beso, le trajo más jugo y le puso una película.
-       papi gracias por no darme esa cosa mala.- le dio un besito en la mejilla.
-       No...No era mala Connor, y ya la tomaste.- Le dijo, no quería mentirle a su bebe.
-       Buackkk.- se la escupió en la cara con el jugo que acaba de beber.
-       Connor!" Lo regaño. - Eso no se hace!- Le dio una nalgada por escupir.
-       AUUUU …grrr Maloooo haces doler a Connor!! .- le reprocho molesto… pero Ángel no dijo nada pues ya había logrado que su hijo tomara la medicina.



Ahora solo que quedaba seguir con ensayo y error con su hijo pues Connor era un niño grande y a la vez un bebé que no sabía la mayoría de las cosas, fue cuando se dio cuenta que no se había perdido la infancia de su hijo… solo que debían vivirla de esa manera diferente, a fin de cuentas a Connor le quedaba mucho por vivir y esa era la razón de vivir de Ángel el vampiro con alma.

6 comentarios:

  1. Lindo el capítulo... un millón setecientas?!! Qué bien!! Felicidades, aunque el marcador va por mucho más!

    Me encantó Connorcito! Muy tierno todo, espero con ansias la conti! Amo a éste par!

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  2. Tahii muy muy bueno...continuala pronto me gustan mucho las historias de Angel y su hijo

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  3. Felicidades por ese contador que va veloz!!!
    Y ese coescrito les quedo genial!!!
    jajaja pobre Con lo engañaron con un jugo uuyy que malos!!! lo bueno que en mi casa nunca se les ah ocurrido eso...
    Espero continúen!!! Porque les quedo de lujo!!!

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  4. awww connor <3 me encanta, es un bebé en el cuerpo de un adolescente y descubriendo todo nuevo para él.

    de nada!! y chicas.. estos lindos papá e hijo son de Lady no mio :)

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