Páginas Amigas

jueves, 24 de diciembre de 2015

Miranda Mary-Comienzos te escribió




Max estuvo toda la mañana trabajando en la empresa Hoffman, cansado del trabajo llego a su casa para ver a su pequeño que ya estaba en compañía de  Alex viendo un nuevo programa infantil con una particular cancioncita pegajosa,  Max se  divirtió  mucho al ver al niño cantar tan divertido y moverse de un lugar a otro como bailando,  imitando los movimientos de aquellos personajes tan singulares. Pronto el programa se convirtió en lo mejor que hay para los pequeños de casa pero no tanto para los más grandes ya  que llegaba hacer molesto después de verlo y oírlo 6 veces al día, que no tenían algo mejor que pasar en la televisión? Pero claro que había,  el problema era que el pequeño Leo no quería que nadie le cambiara al canal.
Alex: vamos padrino – ya suplicante, tapándose los oídos-
Max: Leo,  peque ya hay que ver otra cosa hijo,  sí.
Leo: no, cantando –decía mientras se mecía  de un lado a otro-
Max: pero eso ya lo viste, no quieres ver otra cosa?
Leo: no, ese, esa no.
Max: grrrr
Al final del día el pequeño Leo gano, Alex se fue a su cuarto a tratar de dormir pero Max se quedó a cuidar a  Leo un rato hasta que finalizó el programa y se quedó dormido.
….
Dos semanas después y tanto Max como Alex  ya estaban con los pelos de punta cada vez que escuchaban esa canción,  pero parecía que a Leo jamás le cansaría  escuchar y ver  eso.
En la mañana Max lo llevo a la guardería,  Alex se fue a la escuela y él se fue a trabajar.
En el trabajo Max estuvo bastante ocupado por buen  rato,   yendo en dos ocasiones a la oficina de su hermano y jefe. Pero se veía cansado,  agotado y no era tanto por el trabajo o tal vez también  tenía que ver   pero era que tenía  todo el día  esa cancioncita  en la cabeza y ya lo tenía vuelto loco. La tercera ves que fue a la oficina de Edward y ya para salirse.
Edward: Max
Max: que paso –contesto enojado y tenso-
Pero Edward solo se le quedo viendo feo por un momento, para después verlo con calma y paciencia.
Max: perdón –dijo casi en automático al ver su contestación-
Ed: que es lo que te pasa?
Max: lo que pasa.. Pasa que Leo tiene como tres semanas viendo un programa infantil con una horrenda canción, lo ve todo el día y no quiere ver nada más y ya me estoy volviendo loco.
Ed: jajajajaja
Max: no tiene gracia –dijo molesto por su desdicha-
Ed: es su época, todos los niños son así… vamos que yo tengo seis hijo y pase por lo mismo no eres el único hermanito… ya le pasara y va a encontrar otro programe que le guste igual o más y vas a cambiar de canción  jeje.
Max: mmmggg
Max salió resignado a terminar su trabajo. En la tarde que estuvo en casa y al saber que Leo no se comió sus verduras lo castigo de la peor forma que el niño pudo considerar… le desconecto el televisor a lo que Leo se puso a llorar.
Leo:  papi quito tele –le decía a Alex acusando a su padre-
Alex: aaaa –se le dibujo una sonrisa- que… que malo verdad, pero te tienes que comer todas tus verduras Leo.
Leo: no quiedo buuaaa.
Max: sin llorar, tienes que comerte tus verduras peque.
Leo: no –cruzo sus manitas y se negó a comerse eso-
Max: pues entonces no hay caricaturas para ti.    
..
Leo hizo un hermoso puchero pero ni con eso convenció a su papá para que le pusiera su caricatura favorita.  Se hizo hora de dormir y Max como todas las noches acostó a Leo. Pero Leo tan inteligente y sin ver visto en todo el día  tv  se escapó a la sala poniendo una sillita,  se trepo y se puso a intentar conectar el televisor que tenía el enchufe alto para su gusto, estaba   de puntitas pero no alcanzaba así que se bajó y consiguió algunos libros pero no conto con que  quitando  los libros rompería la estabilidad de las cosas del estante y se cayeran  alarmando a Max y saliendo del cuarto para ver  que pasaba, solo vio al niño poniendo su dedito en sus labio para que las cosas dejaran de caer y hacer tanto ruido.
Leo: shhhhh…..  yo no fui –dijo en su defensa al ver a su papá acercarse-
Max: Leonardo Enrique que estás haciendo?
Leo: nada papi –escondió el cable en su espalda, pero por obvias razones no estaba ocultando mucho-
Max se acercó rápido, pero calmado no quería que el pequeño se fuera a caer de aquella silla con la pila de libros, lo cargo y apartando todos los libros se sentó y desvistió el pequeño traserito dejando unas pompitas blancas al aire y dejándole en sus piernas para soltar una tanda de palmadas no muy fuertes.
Pass, pas, pass –buaaa, buaa-
Max: no tienes que pararte de la cama…
Pass, pas, pass –buaa no do vuelvo hace-
Max: menos subirte a una silla y jugar con los enchufen de la luz
Pass, pas, pass. –buaa, buaa waaaa-
Max: te pudiste caer peque.
Max abrazo a su niño aun  sentado en la silla subiéndole la ropita en el camino  viendo las pequeñas nalguitas un poquito colorados  por las palmadas.
Max: ya, ya no llores, no tienes que hacer travesuras de acuerdo.
Leo solo puso un pucherito en la boca abrazando a su papá, y después de un rato le pregunto  que si podía dormir con él.
Max: claro que si.
Leo: puedo ve   la tele.
Max: no, es noche,  es hora de dormir… anda. –lo cargo y lo llevo a su cuarto tapándole con la sabana y durmiendo aun lado de él-
En la mañana su rutina fue la acostumbrada,  en la noche no pudo evitar ver esos ojitos suplicantes que le pedían ver su programa favorito a los que por supuesto Max accedió.
Alex: que débil –le dijo con una sonrisa-
Max: aag –cansado pero divertido le devolvió la sonrisa, simple mente el pequeño Leo se merecía todo aunque el quedara traumado con una canción-.
Pero como le dijo Ed el pequeño le tomo interés a otra cosa y por fin Max y Alex pudieron descansar. 

…………….
Miranda espero te guste la historia… espero que pases felices fiestas.



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