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domingo, 27 de diciembre de 2015

NO SIEMPRE SE PUEDEN CUMPLIR ¿LAS PROMESAS? CAPÍTULO 90



NO SIEMPRE SE PUEDEN CUMPLIR ¿LAS PROMESAS?
CAPÍTULO 90

Edward entró al cuarto de Rey, pero el chico no estaba. Se asomó al baño, y nada… el colmo pensó y ahora ¿dónde está Rey?, salió y se puso a buscarlo por todo el piso de arriba, hasta que decidió bajar y cuando iba por las escaleras escucho a Ricky lloriqueando y la voz de Rey de fondo, así que apresuró el paso.
MINUTOS ANTES
Las tripas del chico comenzaron a sonar de manera impresionante.
Rey: Ohh muero de hambreeee, de paso papá decidió castigar a Kyle primero, a no lo que soy yo bajo rapidito me preparo un sándwich y me regreso a esperarlo. Si voy a llorar al menos con la barriguita llena, bueno al menos amortiguada porque un sandwich tampoco es mucho. Rey, abrió la puerta despacio caminó por el pasillo, y escucho a su hermano abogando con que ya era muy grande para ese castigo, a lo que murmuró “sí claro, como si papá te va a parar bola con eso” y siguió al darse cuenta que la cosa iba para largo. Corrió a la cocina, sacó el pan, queso, jamón, y mayonesa. Y trato de prepararlo lo más rápido que pudo, guardo todo y le pegó un buen mordisco.
Rey: Huuum… demasiado bueno me quedo. Se tomó dos dedos de jugo, y siguió su camino, y cuando iba a llegar a las escaleras.
Ricky: Buaaaaaaaa….ish ish buaaaaa… ¿por queeeeeeeee?
Rey, pegó un brinco y se percató que el enano estaba al lado de la mesa del comedor. Estuvo tentado en seguir pero no pudo ante el llanto de su hermanito.
Rey: ¿Que pasa enano? ¿Por que lloras, Ricky? Le hablaba bajito.
Ricky: Miraaa se desbarató todo, papi se va a molestar porque no espere que se pegara mas buaaaaaaaaaa buaaaaa. Le enseñaba la barda que habían estado haciendo con palitos.
Rey: Calma enano, no llores tan duro, mira que estoy escapado...shhh...shh
Ricky: Es que papi buaaa se va a enojar conmigo buaaa y yo no quiero porque la pasamos chevere ish ish  haciendo la granja juntos…
Rey: ¿Que pega usaron?
Ricky: Esta… Le enseñó una pega blanca.
Rey: Tranquilo, no puede enojarse contigo enano porque se iba a desbaratar igual. Uno debieron usar silicon esa pega blanca no sirve y dos los palitos deben ir entrelazados.
Ricky: ¿Tu crees? Pero papá sabe..ish ish
Rey: Oye… imagínate la última vez que papá pudo haber hecho algo como esto para el cole. ufffffffff… al lo mejor lo hacía con bambú y no con este tipo de palitos de altura.
Ricky: jijijii.. estas diciendo que papi es muuuy viejo.
Rey: Shhh no lo digas alto, pero uffff. Yo en cambio hice algo parecido hace poco. Mira te enseño enano, colocamos los palitos asi, un puntito de silicón aquí y verás que en un segundo se pega. Con el tiempo que hicieron esto, ya debería ser algo irrompible, que te lo dijo yo, Ricky.
Ricky: ¿Así Rey?                 Rey: Perfecto ya lo tienes… ¿viste que fácil?
Ricky: Siiip Graciiiiiias. Le dijo abrazando fuerte a Rey.
Rey: De nada Ricky, para eso estamos los hermanos mayores. Ahora me voy de volada porque papá no debe saber que estoy aquí.
Ricky: Upsss. Dijo haciendo una bella mueca en su rostro.            
Rey: ¿Upss? Aayy no ¿está detrás mío cierto?
Edward: Si, justico detrás tuyo.
Rey: Hola..papi… te ¿estarás preguntando que hago acá? Dijo haciendo una mueca divertida.
Edward: Si, me preguntaba porque mi hijo a quien le dije expresamente que me esperara en su cuarto, está en la sala.
Ricky:Me estaba ayudando Papi, mira.. Rey me enseño como hacerla de nuevo.
Edward: Waoo la verdad quedo muchisimo mejor que como la habías hecho.
Ricky: Y no se desarma papi… mira. Dijo moviéndola.
Edward: Si ya veo, pero no la muevas tanto.
Ricky: Voy a ponerla en la mesita de la entrada para que cuando mami llegue la vea.
Edward: Buena idea campeón y ve a bañarte ¿sii?
Ricky: Siiiii… Y salió feliz con su proyecto.
Edward: Y ¿Bieeeen? Desobedecerme será tu nuevo estilo de vida.
Rey: Eso depende de que consecuencias tenga al respeto.
Edward: Ya, bueno cada desobediencia tiene un castigo, pero contigo me estoy pensando si no será mejor dos.
Rey: Ohh vamos papaaa, que la segunda no fue para tanto, ademas que padre castiga a su hijo sin comer, lo hice por tu bien, podrías tener problemas con la LOPNA.
Edward: Yo no recuerdo haberte castigado sin comer, pero si dije que me esperaras en tu cuarto.
Rey: Pues debiste preguntar, si había comido algo…. si me conocieras sabes que siempre tengo hambre.
Ed, sonrio aunque trato de suprimir la sonrisa de su boca, se acercó lo tomó por el cuello con cariño, para guiarlo a su habitación.
Edward: Vamos a tu cuarto a conversar señorito. Una vez adentro Ed, se sentó en la cama y se palmeó la pierna dándole señal clara de donde lo quería, Rey respiro resignado camino a pasos cortos.
Edward: Ya sabes porque será el castigo ¿no?
Rey: Sip, porque no hice caso al permanecer en el carro, y por creer en la gente.
Edward: Alto.. por creer en la gente no, por arriesgarte a entrar a un barrio peligroso Reynaldo Enrique.
Rey: Pero papaaa no era peligroso, la gente fue muy amable es más la pase muy bien, te aseguro que la pase mejor que cuando voy a esos agasajos de caridad de la abuela, donde lo que hay es una cuerda de gente estirada, que lo que hacen es criticar a los demás.
Edward: Hijo no sabías que eran buena gente.
Rey: Y como iba a saberlo si no entro, no entiendo piden que no debo tener prejuicio con la gente pero me dices que por seguridad debo hacerlo, ¿te escuchas? si lo haces y lo entiendes pues mejor dibújamelo porque no entiendo., de pana y todo papá.
Ed, por un segundo no supo cómo abordar el tema. Rey, se dió cuenta, y estuvo a punto de sonreír triunfante, pero se contuvo.
Rey: Entonces papá ¿se le da un voto de fe a la gente o damos por hecho que todos son malos?
Ed: No me quieras enredar Reynaldo, te voy a castigar por desobedecerme. Ven acá. Le dijo dándole un tironcito a su brazo.
Rey: Ya voy voy.. ¿PA? Le dijo mirándolo fijamente a los ojos, con una mirada que reflejaba algo de temor.
Ed: ¿Dime Rey?. Preguntó con cariño y paciencia al notar aquella mirada, y le acarició el rostro con su mano.
Rey: Supongo que mi castigo será peor por no esperarte en mi cuarto, pero paaa  porfis que no todo el castigo sea con la regla, por favoooor. Dijo mirándola de reojo la regla pues Ed, la tenía al lado encima de la cama.
Ed: No campeón, tranquilo. Ed sentó a Rey en sus piernas para hablar un poco con él antes de castigarlo, lo menos que Ed deseaba era que su hijo se angustiara y sufriera de un ataque de ansiedad.
Ed: Se que si Ricky no te hubiera entretenido hubieses bajado, comido y subido y yo no me hubiera enterado jamás. Sabiéndolo te arriesgaste así que tomaré eso a tu favor, así que solo las ultimas 4 serán con la regla. Gracias por ayudar a tu hermanito y arreglar mi terrible trabajo de arquitectura, pero que no te vuelva yo a escuchar que estoy viejo ¿ehh? que así si te llevas una de las buenas.
Rey: ¿Entonces debo mentir? el colmo papaaa.
Ed: Mira carajito. Dijo con falso enfado.
Rey. jajaja.

Ed: Bueno estamos hablando mucho para el tiempo que nos conocemos, no volverás a arriesgarte ¿ehh? y a obedecer a papá ¿Entendido Reynaldo Enrique?
Rey: Si.. señor. Dijo haciendo una mueca, cuando sintió que Ed, lo bajaba de sus piernas para voltearlo y colocarlo sobre sus rodillas, y bajarle la ropa..
PLAS, PLAS, Auauau.. PLAS, PLAS papiiii muy duro valeeee PLAS, PLAS, PLAS AYY PLACK, Nooo… Buaa PLACK, Buaa PLACK, Duele duelee PLACK yaaaaa buaaaaa..
Ed: Ya… mi Rey ya shh shhh calma respira, ya pasó campeón ya papá te tiene hijito. Shh shhh ya mi hermoso no llores así.
Rey: ish ish es que me dueleeee ish ish.
Ed: Ya pasa mi niño ya pasa. Le acomodo la ropa y lo sentó con cuidado en sus piernas de nuevo. Rey, se abrazó fuerte del cuello de Ed, aun lloriqueando un poco, así que su padre se dedicó a sobarle la espalda.
Rey: Odio ish la regla ish muchoooo.
Ed: Si corazón creo que todos los Hoffman la hemos odiado, pero ha logrado convertir a muchos chicos en hombres de bien.
Rey: ¿Conozco alguno?
Ed: Mira tuuu, qué te está abrazando uno de esos. Le hizo cosquillas, moviéndose bruscamente sobre las piernas de su padre.
Rey: auu auu jajaja paaa… no que me duele mi colita.
Toc Toc
Abby: ¿Se puede?
Ed: Amoooor al fin, gracias a Dios que llegaron.
Rey: Mamiiiiiiiii. Dijo corriendo a abrazar a Abby. El papá me castigó y muchoooo. Dijo haciendo un encantador puchero.
Abby: ¡Eduardo! Dijo seria, pero luego le pico el ojo, a lo que Ed, solo se limitó a rodar los ojos. ¿Mucho mi amor? Le pregunto mimando a su hijo.
Rey: Siiii… y de paso no me ha dado nada de comer mami, mira la hora es una vil crueldad.
Abby: Sinceramente Eduardo Enrique Hoffman, una cosa es castigarlos por la que se mandaron pero otra es no darle de comer a los niños...grrrrr. Vamos corazón mami te servirá algo rico. Rey se volteo y le sacó la lengua a su padre.
Edward: Ya vas a ver tu. Le dijo amenazandolo con otro azote.
Abby: No te atrevas, que el que debería recibir un azote eres tu. ¿Y Ray? porque a Kyle, lo acabo de ver durmiendo. ¿Tampoco comió nada?
Edward: No quiso, Ray debe estar en su cuarto, aspiro que el si haya comido algo.
Rey: Ves mami cosas como esas evidencia las preferencias de papá, A Kyle si le pregunto si quería comer a mi me tienen pasando hambre.
Edward: Mira no vengas tú… como dicen ustedes. Después de mimarte te iba a preguntar que querías comer.
Abby: jajaja..vamos ya mi Rey.
Edward, fue a preguntarle a Ray si había comido, y ver si Ricky no había inundado el baño. Al entrar al cuarto vio a Ricky dormido en la cama, aun con el cabello mojado sin arroparse y la toalla en la cama.
Edward lo acomodo, y trato de secarle el cabello como pudo asi acostado para que no se fuera a resfriar. El niño por el movimiento balbuceaba incoherencias, normales por estar dormido.
Ricky: arghh.. papiii.. granja.. mio.
Edward: Shhh shhh tranquilo Ricky papá te está acomodando… shh corazón te acostaste sin secarte el cabello.
RIcky: Sueño… papiii.
Edward: si me imagino mi bebe shhh shh, eso es. Dulces sueños Ricky. Le dijo besándole la frente luego de arroparlo bien. De salida del cuarto de su niño, se encontró a Susan quien se acaba de bañar.
Edward: Hola princesa ¿mucho tráfico? ¿Que tal el ensayo?
Susan: Uyyy terrible papi, Rob estaba que se trepaba del techo del carro. Mamá tiene una paciencia increíble, debe estar agotada de tantas horas de manejo. El ensayo fuerte, por cierto papi ya casi están listos los tutús nuevos para la obra con pedrerías y bueno… son más costosos de lo que habían indicado.
Edward: ¿Más costosos? ¿Que tanto más costosos hija?
Susan: Pues… bastante más…. casi el doble. Dijo despacio.
Edward: ¿EL DOBLE?
Susan: Son bellísimos papi, hoy me hicieron la prueba. Pregúntale a mamá, dijo que parecía un ángel.
Edward: Hijita no lo dudo, pero el doble esa academia se pasa, nos hacen gastar un dineral para que se presenten dos veces.
Susan: Ahhh papaaa acaso no lo valgo. Dijo haciéndole ojitos a su padre en modo manipulación total
Edward: No he dicho eso princesa, claro que vales tu peso en oro multiplicado por el infinito, pero lo que digo es que siempre nos salen con eso, dan un presupuesto y luego se salen con la suya.
Susan: ¿Y entonces? Dijo colocando esos ojos de cordero degollado.
Edward: Entonces papá paga como siempre. ¿Tienes el monto definitivo?
Susan: Sip, lo tengo en mi bolso de ballet. Dijo sonriente.
Edward: Pues buscalo y me traes la chequera que tengo encima de mi mesa de dormir, mejor te lo hago de una vez y lo guardas en el bolso, para que no se nos vaya a pasar.
Susan: ¿Papiiii?
Edward: Dimeeeee.
Susan: Podrías sumarle al cheque unas zapatillas de puntas. Dijo con cara picara.
Edward: jajaja claro consentida. Anda ve. Y le dio una palmadita cariñosa a su hija.
Finalmente entró en el cuarto de Ray, a quien encontró en cuatro patas mirando debajo de la cama, seguro buscando algo que había extraviado.
Edward: ¿Y ahora que se te perdió?. Dijo sin previo aviso asustando a Ray, quien aún tenía la cabeza debajo de la cama golpeándose con la orilla de madera.
Plack Auauau… el coñ…grrr.. Y a tiempo se contuvo.
Edward: ¿Hijo? ¿Estas bien? corrió a verle la cabeza, pero fue más el ruido que el golpe.
Ray: ¡Ahhh papaaaa me asustaste!.
Edward: Perdón corazón pensé que me habías visto llegar. Le dijo sobándose la cabeza y dándole un beso.
Ray: Pues ni que tuviera ojos en la espalda pa.
Edward: Bueno, sentido llegar. ¿Aun duele?
Ray: Ya no tanto, pero segurito me sale un chichón. Dijo poniendo un puchero.
Edward: jaja exagerado, ven acá, lo siento mi vida en serio. Y lo jalo para abrazarlo fuerte, Ray sonrió le encantaba estar así aunque lo negase.Entonces, no me dirás ¿que buscabas?.
Ray: Ah.. mi guante de beisbol. Juraría que lo deje encima de la mesita de mi escritorio, y que tal vez se me había caído al suelo, pero no está. Dijo algo avergonzado, y era que solía dejar las cosas tiradas por todos lados.
Edward: Bueno hijo, si lo dejaste en una mesita pero no de tu escritorio. Me parece que fue en la sala, pues escuche a tu mamá refunfuñar en la mañana cuando lo encontró.
Ray: ¡Ouch¡ Dijo colocando una cara simpática, porque Abby ya lo había amenazado varias veces con lo mismo. ¿No sabrás dónde lo guardo?
Edward: La verdad no Ray, pero te advierto que Abby murmuró algo como. “Unos buenos azotes, es lo que se va a ganar cuando me lo pida”. Yo tú, la enamoró primero antes de preguntarle por el guante.
Ray: O le preguntó por celular.
Edward: jajaja ¿cenaste?
Ray: Sip un pancito, pero creo que quede fallo.
Edward: Pues, bajemos.
Edward: Rey, siéntate a comer como la gente, por favor. Le dijo cuando lo vio parado comiendo.
Rey: ¿sentarme? pero asi no puedo disfrutar la comida.
Edward: ¿Disfrutar?
Rey: Clarooo, es que me duele pa.
Ray: Honestamente, no se como puedes comer después de un castigo.
Susan: Rey siempre tiene hambre.
Robert: Si, es verdad.
Edward: Deja y te traigo un cojín.
Rey: Pero papá, a nadie molesto comiendo parado, le pregunté a mami y dijo que podía.
Edward: Pues a mi no me has sentir el mejor padre del mundo viéndote comer parado, además es de mala educación.
Rey: Pues fácil elimina este tipo de castigos en casa, te aseguro que todos estaríamos de acuerdo.
Ray: Yo voto por eso.
Robert: Y yo.
Abby: Ed, déjalo comer amor. Ray, ¿eso es lo único que comerás, no quieres que te prepare una arepa?
Ray: Estoy bien ma, sólo me faltaba un postrecito. Dijo mientras tomaba algo de frutas.
Rey: Uyyy hay leche condensada en la nevera, puedes picar un cambur, algo de crema batida y sirope de chocolate.
Ray: Claro, y luego pasó toda la noche en el baño.
Robert: Huuum… eso suena rico, mami yo quieroooo.
Abby: mañana tal vez, es demasiada azúcar para la cena mi muñequito.
En ese momento sonó el celu de Ed, era Max quien lo llamaba de casa de sus padres, este había escuchado a Samuel, cancelar una cita con el cliente con el cual tenía semanas trabajando. Y se levantó de la mesa para conversar con su hermano.
Edward: Eyy hermano si llamas para saber sobre tus sobrinos, te aseguro que todos están bien.
Max: Por tu bien más te vale, pero no llamo por eso. Acabo de escuchar a papá conversando por telefono. Al parecer el Sr. Mendoza, quería reunirse el sábado en la mañana, y papá le dijo que eso era imposible que nosotros ya teníamos compromisos previos importantes, que solo podía ser entre semana y si él no podía esperar, lo lamentaba.
Edward: ¡QUEE…! pero papá está loco, acaso no sabe lo que nos hemos matado por conseguir ese proyecto, y lo que significa para la compañía, inclusive para nuestras vidas, hay mucho dinero invertido aquí ¿que le pasa?. ¡No le dijiste nada Maxwell!.
Max: Claro, le quite el teléfono y le pregunte así mismo: ¿Papá te fumaste una lumpia mala o te volviste loco?.
Edward: Vale, vale ya entiendo no tienes que ser tan irónico.
Max: ¿Entonces que hacemos?
Edward: Pues llamarlo a escondidas de papá y reunirnos el sábado en la mañana. ¿Yo puedo y tu?
Max: Pues, necesito buscar una niñera de última hora o arriesgarme con Alex, pero yo pienso lo mismo. Deja ver si puedo llamarlo ya mismo y te aviso.
Edward: Perfecto, deja preguntarle a Abby si puede cuidar a Leo, hablamos.
Edward, no podía creer las cosas que ha veces hacia su padre, no se había percatado que un pequeño lo había oído todo.
Robert: ¿Papi, trabajaras este sábado en la mañana? Dijo mirando fijamente a los ojos, consternado tras la conversación que escuchó.
Edward: Sí, campeón a veces me sale, tu lo sabes, claro que tenía mucho tiempo que no lo hacía pero… te prometo que haremos algo superdivertido en la tarde en familia. ¿Vale?
Robert: Claro… entiendo, es muy importante esa reunión, es porque significa mucho dinero. Dijo aguantando las ganas de llorar, tragó grueso no quería que Ed, se diera cuenta de su tristeza.
Edward: Dinero, esfuerzo la posibilidad de que la empresa crezca más. Algo de adultos, pero sí es muy importante. Tu tío Max y yo, hemos trabajado mucho en este proyecto, para dejarlo perder.
Robert, bajó la cabeza y asintió. Ya..entiendo. Suspiró desconsolado, y se dio la media vuelta caminando a arrastras.
Edward: ¿Campeón, que pasa? Le tomó por el brazo para no dejarlo ir, y bajó a su altura para verlo directo a los ojos, y poder entender porque se había puesto su hijo tan triste en segundos.
Robert, solo lo miró se encogió de hombro con una media sonrisa forzada. No siempre se pueden cumplir las promesas ¿verdad?
Edward: ¿Promesas? Dijo extrañado. Robert, se soltó brusco del agarre su tristeza se convirtió en molestia.
Robert: Lo olvidaste… grrrrr… sueltame, te odio, te odio buaaaaaaaa.
Edward: Robert, hijo pero ¿que pasa?
El pequeño al sentir que Ed, no lo soltaría y que había comenzado a llorar, le soltó una patada a Ed, en toda la espinilla para que lo soltará, efecto que fue inmediata porque así ocurrió.
Plack Ayyy Robert, Roberto Enrique ven acá. El niño salió corriendo desbocado por las escaleras hacia su cuarto.
Abby: Ed..¿ Pero qué paso?
Rey/Ray/Susan: Robbie..
Edward: Eso mismo quiero saber yo grrr, me escuchó hablando con Max, que debía trabajar el sábado en la mañana, de repente se puso triste y luego iracundo, hasta me pateó. Dijo todavía sobandose.
Ray miró a Susan intrigado sin entender.
Rey: Papá pero serás burro.
Abby: ¿Reynaldo? Dijo Abby asombrada de aquello.
Edward: ¿Como es la cosa? ¡Repite eso, FALTA DE RESPETO!. Dijo acercándose peligrosamente ante su hijo.
Rey hizo una mueca con la boca, retrocedió dos pasos y pidió pausa con las manos. Y soltó rápido lo que quería decir.
Rey: Paaa le prometiste al enano que irias a su juego el sábado en la mañana, y ahora le dices que no vas porque necesitas trabajar, lo acabas de matar con eso. Dijo algo molesto pero al mismo tiempo asustado.
Edward, se frenó en seco ante aquellas palabras de su hijo, miró hacia las escaleras y corrió a hablar con su pequeño, mientras subía pensaba, pero cómo había olvidado eso, se lo había prometido, lo había anotado en su agenda de su celular como muestra a su pequeño de que esa cita era muy importante. Ed, entro al cuarto de Rob, y lo encontró llorando inconsolable en la cama.
Edward: Rob, Robbie hijo perdona campeón se me olvido, estaba tan molesto por lo de la reunión, que se me pasó hijito.
Robert: Déjame, buaa y vete a tu estúpida reunión, buaaaa total ya no quiero jugar buaaaaaaaa.
Edward: No digas eso mi niño hermoso, te ganaste ese puesto para jugar y debes hacerlo, y yo quiero verte jugar Rob.
Robert: Dice que quieres pero no iras buaaaa.
Edward: Claro, que iré Rob no me lo perderé. Ed, tomo su celular y llamó a Max, sin dejarlo que hablara.
Edward: Max, olvida la reunión no iré. Papá tiene razón los fines de semana son para la familia, tengo algo muy importante que hacer, mis hijos son primero ni todo el dinero del mundo vale sacrificar el estar con ellos, si él Sr. Martínez no puede esperar pues que se joda, hablamos Max. Rob, sacó su cabeza de la almohada para ver y escuchar a su padre hablar.
Samuel: Muy sabias han sido tus palabras, no sabes de la que te acabas de salvar Eduardo Enrique Hoffman Boulton.
Edward: Papaaaa, ¿pero...como? .. Dijo separando el teléfono para ver si se había equivocado en la llamada, pero el número era el correcto.
Samuel: ¿Como? te dire como, descubriendo lo que estuvieron a punto de hacer a mis espaldas. Buenas Noches Eduardo, te dejo porque necesito terminar la conversación con Maxwell Enrique.
Edward: Ouch..buenas noches papá. Dijo tragando grueso, de repente sintió como Rob, le brincaba encima de Ed, para guindarse de su cuello.
Robert: ish de verdad ish dejaras todo por ish irme a ver… ¿papi?
Edward: Todo, nada es más importante en el mundo que verlos felices, campeón.
Robert: yo...te amo papi, era mentirita que te odio… yo solo..
Edward: Estás dolido mi cielo, lo entiendo. Y siento tanto haberte hecho sentir eso corazón nunca fue mi intención.
Robert: Me entristeció pensar que tu trabajo era más importante para ti que yo. Dijo dejando caer una lágrima.
Edward, le limpio la lagrima y le tomo su rostro con las dos manos, le beso la frente. Nunca corazón óyeme bien nunca, sí trabajo duro es precisamente por ustedes porque nunca le falte nada en la vida.
Robert: Yo solo te necesito a ti.
Edward: Eso es lo más bello que me han dicho. Eso, y que me amas.
Robert: Te amo mucho...ish.
Edward: Ya.. shh yo tambien muchisimo. Y porque te amo, hay algo que no puedo dejar pasar por alto campeón.
Robert: Que te patee. Dijo bajito.
Edward: Si, a papá no se le pega hijo por ningún motivo. Tu lo sabes ¿Verdad?
Robert asintió con la cabeza y dijo un lo siento lastimero.
Ed, lo miró no quería castigarlo pero debía hacerlo, así que no le dio mucho vuelta a la cosa. Se acomodo en la cama y colocó a su niño sobre las rodillas, le bajo la ropita de pijama.
PLAS, PLAS, PLAS A papá no se le patea PLAS, PLAS, PLAS ¿Entendido? Buaaaaaa no lo volveré hacer papitoooo… PLAS, PLAS, PLAS yaaa buaaaaa PLAS perdoname papito te lo suplico...buaaaaa.
Edward: Ya mi cielo, lo vistió y lo acuno en su regazo, con mucha ternura. Todo perdonado Rob, pase lo que pase papá y mamá siempre perdonan todo, porque los amamos con locura.
Robert: ish ihs siempre.
Edward: Siempre nunca lo dudes, es muy probable que siempre sean castigado por lo que hayan hecho, unas veces más severo que otros pero pase lo que pase, siempre los amaremos. Ed, mientras le hablaba lo mecía como cuando era más pequeñito, Rob se calmó y comenzó a darle sueño. Ed, no dejaba de besarle la cabeza, y apretarlo fuerte contra su pecho.
Robert sonrió y le iba a preguntar algo pero le dio un poco de vergüenza.
Edward: Claro que voy a ir a verte jugar, ya te lo dije corazón. Rob, quiero que sepas que sea cual sea el resultado de ese partido, papá ya está orgulloso de ti, si ganas cool si pierdes igual, porque yo no voy por el resultado, voy a ver a mi campeón, y lo que deseo ver es que te diviertas muchísimo jugando. ¿vale?
Robert: Así me salga un churrito de saque.
Edward: así sea un churrito en el saque...jaja.
Robert: ¿sabes que me dijo Rey?
Edward: Ayy Dios, a ver que te dijo Rey.
Robert: Que ese saque que mi profe, dice que es un churrito puedo usarlo a mi favor, contra el oponente. Que podría engañarlo y luego hacer mi super saqué y ganarle. ¿Tu que crees papi?
Edward: Yo no se mucho de tenis mi amor. Sin embargo lo que dice tu hermano es una estrategia que bien puede o no funcionar, eso dependerá del momento hijo. Creo que deberías hacerle más caso a tu profe que a tu hermano.
Robert: pues por mi profe mi juego debe ser prolijo, aunque para ser honesto hasta hace poco supe que quería decir. Sin embargo Rey, casi siempre gana y muchos dicen que por su estilo.
Edward: Puede ser pero el no juega tenis, son deportes diferentes. Tan diferente que en el partido el público debe estar en silencio para que los jugadores se concentren, contenerme en no gritarte para apoyarte me va a costar. Le dijo sonriendo.
Robert, lo apretó fuerte y cerro sus ojitos. En unos minutos quedó dormido, Ed lo levanto y cuando estuvo a punto de acostarlo en la cama, dudo.
Abby: Yo me llevo su almohadita.
Edward: ¿Ahh?
Abby: vamos te mueres por llevarlo a dormir con nosotros.
Edward: Desde cuando ¿estás ahí?
Abby: Lo suficiente para ver porque te amo tanto.
Ya en su habitación Abby, se percató que no habían traído las cholitas de Robert, y para evitar que el mismo se levantará en la mañana descalzo de la cama, fue a buscarlas, topándose con Ray, quien aún buscaba por todos lados su guante.
Abby: Y usted joven que hace levantado.
Ray: Hola ma.. yo… yo... bueno me dio algo de... sed y fui a beber agua. Dijo tratando de salir airoso de la situación.
PLAS, PLAS No me mientas Raynier eres muy malo haciéndolo.  Auau Ay mamiiiii. Dijo sobándose su nalguita izquierda.
Abby: ¿Quieres intentarlo de nuevo? Dijo levantando una ceja.
Ray: Es que te vas a enojar conmigo.
Abby: ¿Enojar? ¿Que hiciste Raynier?
Ray: Nada… solo buscaba mi guante de beisbol, no lo consigo mamita bella. Dijo bajito.
Abby: Ahh con qué es eso, bueno mi vida difícilmente lo vas a conseguir porque YO te lo escondí.
Ray: ahh mami...ves como eres.
Abby: Y no me ¿preguntaras por qué lo hice?
Ray: Ouch… temo hacerlo, en realidad no quiero porque sé que esa respuesta va a ir acompañada de algo más, que no me gusta. Dijo arrugando los ojos de manera cómica.
Abby: ¡Huuum!… y eso será supongo motivado a que te he dicho más de mil veces, que no dejes las cosas regadas por la sala, y sobre la mesa de madera pulida más. Le dijo tomándolo de la oreja izquierda. Auaua mami…mi orejita, lo siento no lo volveré hacer en serio mamiiii.
Abby: ¡Camina! Le dijo soltándole la oreja y dándole un azote PLAS.
Ray: Auu ¿Para donde vamos?
Abby: A buscar tu guante de beisbol que está en el estudio.
Ray: Grrr en el estudio, porque no se me ocurrió.
Abby: Deja de rezongar y camina, que es tarde.
Una vez en el estudio…
Abby: Abre la gaveta donde esta la regla.
Ray: ¿QUEE? no mamaaaa por favor no me castigues con la regla, te prometo no volverlo hacer. Dijo con puchero incorporado.
Abby: Ahí metí el guante Raynier, aunque ganas no me faltan.
Ray: Ahh mamá, como se te ocurre meter mi adorado guante con esa cosa tan horrible. Dijo sacando su guante del escritorio de su padre.
Abby: Era el lugar perfecto jamás se te hubiese ocurrido buscarlo ahí. Ahora, vuelvo a encontrar tirado por ahí, libros, tabla, telefono, guante, chaquetas, etc etc etc y te doy con la regla ¿Estoy siendo clarita?
Ray: Si mami como el agua de clarita.
Abby: Bien. Dijo caminando decidida hacia Ray, lo tomó por el brazo y lo giró.
Ray: No… mamá por favooooor.
PLAS, PLAS, grrr PLAS, auaua PLAS, ayy PLAS mamaaa.
Abby: Ya, mi desordenado desobediente a la cama. Le dijo abrazándolo fuerte y dándole un beso en la frente.
Ray: Ouch… mami pero que pesada tienes la manita. Le decía mientras se sobaba el traste vigorosamente.
Abby: Es todo gracias a ustedes, la práctica diaria mi amor. Le dijo sonriente, y ambos subieron abrazados a dormir.

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