DIGAS NUNCA
Un Marco de siete añitos caminaba entre figuras de cartón gigantes y unas rocas falsas cuando papá lo llamó por milésima vez.
-No quiero que te alejes, es un lugar grande y peligroso. Si tengo que volver a repetir te voy a dar unas nalgadas hijo!!- sentenció Sergio, es que un estudio no era lugar para un niño y aunque no le gustaba tener a su hijo ahí, no le quedaba opción, desde que había vuelto de EEUU tras separarse de Roqui dependía de Norita la niñera y ella se había caído de una silla justo hoy y ahora estaba en el hospital donde atendían su esguince. Así que con la poca paciencia que le quedaba volvió a sentar a su hijo en la silla que decía director y le pertenecía, maldiciéndose por no haber llevado ni un autito de juguete para mantener a su pequeño entretenido.
Pero la verdad es que Marco no necesitaba un juguete todo en aquel lugar parecía un juguete y así se levantó otra vez de la silla, no con intención de desobedecer a su papá sólo que se le olvidó por un momento lo que le había dicho cuando vio una nave espacial de verdad. – esas cosas son muy rápidas si viajaba al espacio y volvía rápido su papá no se molestaría- pensó, aunque no esperaba que la nave ya tuviera tripulación.
Adentro, tocando botones y girando parillas había un nene de cuatro añitos en una misión de exploración a Marte. Gracias al cielo Marco vio a los extraterrestres que se acercaban y tomó las armas para defenderlo del inminente ataque, pero la nave sufrió daños irreparables y cayeron a una selva donde se convirtieron en Tarzán y entre las lianas encontraron una maquina del tiempo y llegaron al viejo oeste (alejándose más y mas).
Pero como todos unos aventureros debían recargar energías así que hicieron una pausa al encontrarse con una mesa servida con los mejores manjares que se le podían ofrecer a los reyes de azgar ( el catering para festejar el programa numero 100 del show de la tarde) y así dignamente se sentaron a comer. Pero no podían comer aquel manjar solos pues había un pueblo hambriento que clamaba por sus salvadores y armados de arcos y flechas los dos Robín Hood empacaron algo de comida en las alforjas y huyeron a tierras lejanas.
En el estacionamiento de la productora se sentaron más calmados Marco compartía su sabiduría y laaarga experiencia con Isaac, su nuevo mejor amigo, quien aprendía atento como alimentar a las palomas para poder atraparlas.
-Yo también “sabo” volar- decía el pequeño saltando detrás de las palomas mientras agitaba los bracitos, él quería aprender pero ya habían estado quietos mucho rato, así que decidió usar otra técnica para atrapar palomas.
-NOOO ya las espantaste, además las personas no vuelan.
-Que si
-Que noo
-Igual no soy persona soy “el hombe agrila”
-Será hombre águila no?- corrigió el mayor
-Eso dije-dijo Isaac haciendo un pucherito, su amigo se dio cuenta de que no hablaba bien y beso no le gustaba.
-En realidad si te pareces a un pájaro… a Tuity (tweety de loony toon), le dijo al verlo delgadito, rubio, de ojos grandes y cabezón.- el pequeño lo tomó como un insulto y cerró su puñito y le borró la sonrisa a su amigo. Marco estaba a punto de devolver el golpe pero el guardia de la entrada los vio y los llevo de la manito a la caseta de entrada para anunciar a su compañero que había encontrado a los niños perdidos.
Una hora antes un papá desesperado dio receso a los actores para buscar a su hijo, tarea en la que todos ayudaron, después de todo adoraban al niño que era la mascota de la nueva película.
-Marcooo….. disculpe vio a mi hijo? Es … -estaba a punto de mostrarle una foto a aquella mujer cuando se dio cuenta que ella lloraba – le pasa algo?- había algo en la tristeza de esos ojos grandes que lo dejaron atónito y despertaron su empatía.
-Mi..mi bebé… estaba aquí... recién me desocupo y me doy cuenta… por Dios como pude ser tan irresponsable – decía la mujer aunque más parecía que hablaba sola en vez de respondiendo la pregunta mientras miraba histérica para todos lados. En eso se acerca uno de los plomos que ayudaba a Mario.
Dice Francisco el iluminador de INCOMPARABLES que vio a dos niños jugando en el depósito de planta baja. Creo que uno era Marco.
-Perdón yo busco a mi hijo que edad tenían los niños?-Pregunto Amalia con la esperanza de encontrar a su niño.
-Uno de 5 aproximadamente y otro más grande como de 6 o 7.-respondió el muchacho.
-Talvez están juntos… mi hijo y el suyo...- sugirió el papá y se dispusieron a buscar juntos a los niños siguiendo las pistas como en un juego de búsqueda del tesoro, sólo que mucho más cruel y desesperado, hasta que por fin el guardia interno les aviso del hallazgo.
Apenas Amalia puso sus manos en su niñito y el guardia se retiro se sentó y colocó a su hijito en sus piernas y le bajo el pantaloncito de gimnasia que llevaba. En todo el proceso el niño gimoteaba y lagrimeaba sabiendo su triste destino.
-No mamiii.-dijo apenas en un susurro.
-Cuando la mama dice que no te alejes no te alejas PLAF PLAF – con esas dos Isaac lloraba a todo pulmón, la mano de su mami cubrían toda su colita y la habían puesto roja al instante – nunca más te alejas de mamá – le decía mientras le daba dos palmadas más.
-Wwuuaa no mami ya noo PLAF PLAF PLAF PLAF bwaaaaaa -habían sido ocho, la paliza más larga en la historia de las palizas de Isaac así que claro lloro en proporción a eso mientras su mamá lo mimaba.
- ya mi bebé, mamá se asustó de no tener a su bebé- le decía mientras Isaac se chupada el dedo - pero no lo haces más verdad? Verdad que nunca más te alejas de mami cuando te lo pida?- Sergio moría de ternura con aquel niñito que asentía con la cabeza a lo que le decía su mamá.
Padre e hijo habían presenciado el castigo pero no se habían movido ni un milímetro, pero cuando Sergio se dio cuenta de lo indiscreto que era aparto la mirada y le susurró a su hijo al oído y ante la mirada atónita de papá y de la mujer que acababan de conocer Marco comenzó a patalear golpeando un par de cosas en el camino y sacudida los brazos armando un berrinche monumental. Papá miraba alrededor identificando los testigos e intentaba controlar a su hijo en vano tratando de que se de cuenta que pasaban vergüenza, lo que poco le importaba a un niño de siete años acostumbrado a conseguir casi todo lo que quería.
Amalia miraba con reproche, como era posible que un hombre deje a su hijo comportarse de esa manera, pero por otro lado era común ver famosos cuyos hijos eran unos insoportables niños malcriados y consentidos.
-Perdón esta nerviosos no le gusta esperar cuando sabe que lo voy a castigar pero es que yo… hay gente y… prefiero algo de intimidad…yo… perdón – decía el hombre apenado por el escándalo y por no saber controlar a su hijo, es que en realidad era nuevo con lo de la paternidad, hasta que tomó conciencia de lo nociva que era para su hijo la vida que él y Roqui llevaban a Marco lo criaban tres niñeras en turnos rotativos.
Hoo.. entiendo y no es bueno que esperé mucho sólo lo estresa, yo no me quiero inmiscuir pero en los vestuarios de las bailarinas tengo una pequeña oficina, no es mucho pero esta bastante apartada.
Sergio entro al lugar guiado por Amalia mientras cargaba a su hijo que seguía en su berrinche, ella se quedo afuera y cerró la puerta para dedicarse a mimar más a su angelito.
PLAF PLAF PLAF PLAF era lo único que se oía y Amalia no pudo evitar contar… veinte le parecía mucho para un niño que apenas parecía un año mayor que su hijo (Marco siempre pareció más chico por su baja estatura) luego de unos minutos de silencio apenas interrumpido por unos sollozos y un murmullo salieron padre e hijo como si nada. El niño apenas tenia los ojos enrojecidos.
-No llora?- pregunto sorprendida, después de tremendo escándalo previo salía tan campante.
-Es mejor lidiando con unas palmadas, una caída o un raspón en las rodillas que con los nervios- dijo el padre de Marco, no podía explicar más porque ni el lo entendía.- soy Sergio- dijo por fin presentándose adecuadamente.
Soy Amalia- dijo ella sentando a su hijo al lado de Marco en una banca ruborizándose por lo inusual de la situación y después de mirarse algo incómodos dijo-parece que se llevan bien.
Ambos padres miraron a los niños, Marco estaba consolando al pequeño que todavía suspiraba entrecortado y se sobraba las nalguitas por el feroz ataque de su mamá y escucharon como el mayor decía.
-Si eres valiente y no lloras te llevo a mi próximo viaje a Marte y vas a ser mi mejor amigo.- causando en Isaac una sonrisa inmediata, le había gustado como su amigo inventaba juegos e historias.
-Dicen que los mejores amigos son hermanos que nacieron en diferentes familias porque nunca una madre los soportaría juntos- dijo él hombre.
-Nunca digas nunca -respondió ella con una sonrisa seductora aunque ninguno se animó a más por varios años.
Me fascino esta lleno de ternura.
ResponderBorrarMe encantó. Tiene sabor, color y está perfectamente bien escrito. Lástima que no aprovecharon la oportunidad que sus chamacos latosos les dieron de conocerse más, tal vez con un poco de tiempo habrían llegado a quererse.
ResponderBorrarGracias x leer y dejar sus comentarios :)
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