Páginas Amigas

lunes, 13 de junio de 2016

La herencia de los Robertson-Cap 5.



────────Andres───────
Ya había pasado algo parecido a un mes ¡Que rápido fue! De verdad que todo marchaba bien, a veces se peleaban Kevin y Ethan, pero nada grave en realidad. Quizás si chocábamos con ciertas costumbres, pero todo se fue normalizando, aunque aún faltaban mis otros dos hermanos menores,  porque ya que estábamos, quería tenerlos ahora a todos juntos y sabía que sería difícil,   pero no sabía que en realidad apenas comenzaba todo.
Pronto me aviso nuestro abogado Donovan,  que había un hijo más. A Kevin casi le da un infarto, pero no tanto como a mí. No pensé que mi padre fuera tan hijo de puta para a ver engañado a mi madre más de una vez. Por lo pronto supe que una chica de 15 años llamada Ana Johnson era hija de Alfred y la necesitaba para que al fin comenzáramos hacer las cosas bien con la herencia.
Mande a investigar por ella y Donovan me informo  más tarde que ella vivía en una casa hogar porque su madre quedo en coma. Ana dejo la casa en la que vivían y se tuvo que ir a una casa hogar porque no tenía más familia y hasta ahora era todo lo que sabía de ella…. Más tarde supe en que casa hogar estaba, así que después de hablar con los chicos, explicarles el asunto y todo el rollo,  fui en busca de ella…
──────────Christopher─────────
Y todo comenzó… en una tarde en viernes, después de llegar cada uno de su trabajo…
Yo había decidido acompañar a Andres porque sabía que no sería fácil para él, no era mi hermano de sangre, pero nos hicimos buenos amigos y quería ayudarle. Tenía mucha carga para su joven edad y yo comprendía lo que es tener la responsabilidad de un adolescente. Decidí ayudarle en lo que estuviera en mis manos. Aquella ocasión no fue la excepción.
-Esta es la dirección-Dijo Andres-Ahí está la casa hogar-
-Estaciónate cerca y bajemos-
Andres se estaciono torpemente, seguramente debido a los nervios. Caminamos hacia la recepción de la casa hogar los dos sin saber que esperar.
Andres explico  a la señora que necesitábamos ver a Ana Johnson y pareció sorprenderse un poco. Tras dudarlo unos segundos nos envió a un despacho en el que según ella, estaba la señora que se encargaba de cuidar a la mayoría de las jóvenes más o menos de la edad de Ana. Nos pidió que esperáramos fuera de su despacho en unos asientos que estaban al costado de la puerta, ya que al parecer la señora estaba atendiendo un asunto.
Cuando nos sentamos y nos quedamos en silencio, inmediatamente distinguimos un sonido de…. ¿golpes…? Si, eran golpes lo que se escuchaba, también unos gemidos algo agudos y otra voz que parecía estar regañando a alguien. Cuando lo oímos ambos nos volteamos a mirar sin saber que decir pero al mismo tiempo diciéndonos que escuchábamos lo mismo.
-…. ¿Qué hacemos?-pregunto Andres.
-Esperar ¿no?-
-Pero… parece que están lastimando a alguien-
-¿Y si molestamos a alguien?-
-Vamos a tocar-
Eso me pareció una buena idea, probablemente no sabían que había alguien esperando su turno para “charlar” si es que alguien ahí adentro charlaba.
-Bueno, hay que tocar-accedí y toque la puerta pero nadie respondió, ni parecieron darse cuenta.
 Toco una vez más Andres y nada… hasta que Andres pareció desesperarse y toco de nuevo, pero a la siguiente vez, dispuesto a no seguir insistiendo abrió la puerta y los dos nos sorprendimos mucho.
Vimos una mujer de unos 38 a 40 años aproximadamente con una jovencita de entre 14 y 16 años. No supimos bien lo que hacía pero no era muy difícil de imaginar, porque la mujer sujetaba bien en alto una vara y la muchacha estaba recargada sobre el escritorio, con sus pies colgando, porque se veía que la chica era baja de estatura.
 A la niña se le notaba tensa y adolorida… nos dimos cuenta que la estaba castigando y se me hizo muy extraño. Yo creía que los únicos anormales que aún castigaban así éramos yo y Andrés, pero al parecer esa señora tenia los mismos métodos, aunque yo jamás usaría una vara ni por accidente, se me hizo muy grotesco, pero no me iba a meter en esos asuntos, porque no me correspondía, ya que yo había supuesto que la jovencita era hija de la señora y no que en realidad ella vivía en la casa hogar.
Andres y yo ni si quiera nos movimos, solo nos quedamos parados mirando a esa chica de piel blanca, que era lo único que podía ver, su cabello rizado tapaba gran parte de su cara. En la posición en la que estábamos no podíamos mirarla muy bien precisamente porque sus rizos caían de tal modo que la cubrían, lo único que medio se alcanzaba a ver eran sus ojos y los tenia apretados y con lágrimas.
La señora tras unos segundos se dio cuenta de nuestra presencia
-¿Quién los dejo pasar? ¿Por qué están aquí?-inquirió molesta la mujer, mientras bajaba la vara con la que golpeaba a la muchacha.
Andres no parecía saber que decir, así que intervine yo.
-Disculpe señora, sucede que nos mandaron a este despacho y tocamos repetidas veces para asegurarnos que había alguien dentro, sin embargo nadie respondía a nuestros llamados y nos tomamos el atrevimiento de pasar para ver si había alguien, no era nuestra intención molestar. Le pedimos una disculpa-
La mujer pareció relajarse, sin embargo no soltó a la muchacha de la cintura, pero al menos ya había bajado la vara.
-¿Necesitan atender un asunto conmigo?-pregunto más tranquila, sin inmutarse porque estuviera la muchacha aun en el escritorio.
-Sí, nos ha mandado la recepcionista con usted para hablar acerca de unos asuntos-le respondió Andres, que de pronto ya pudo hablar sin sentirse nervioso.
-De acuerdo, entonces espérenme unos segundos-
Incorporo a la jovencita, que en cuanto pudo pisar el suelo de nuevo, clavo su mirada en el piso.
-Te vas a la habitación y ahí me esperas. Ni se te ocurra intentar librarte, ahí te quedas esperándome ¿He sido clara?-le hablo con rotunda firmeza la mujer, mientras guardaba su vara.
-Si señora….-musito
-Vete-le dijo y ella se marchó y apenas pude ver un poco su carita, aunque no muy bien porque se fue con la cabeza agachada y su cabellera suelta le tapaba el rostro.
Una vez que salió, la mujer cambio de tono, de aspecto y de amabilidad
-¿Qué se les ofrece?-
Aún estábamos un poco asombrados y yo me preguntaba que había hecho esa chica para que la castigaran… hasta que aterrice de nuevo en la tierra y en lo que pasaba
-Bueno pues…. Sucede que venimos a buscar a una jovencita que se encuentra aquí, tenemos la intención de hacernos cargo de ella-
-Ho… ¿la quieren adoptar? ¿Son pareja?-
Aquella pregunta a los dos nos desconcertó bastante, pero nos relajó a los dos que habíamos estado tensos tras presenciar eso, y el primero en comenzar en reír fue Andres
-Jajaja bueno, no la culpo por pensar eso señora, la verdad es que soy muy guapo-
-No somos pareja-aclaré riendo un poco-Lo malentendió. Queremos ser el tutor de una muchacha que reside aquí, hay unos asuntos bastante importantes que tratar con ella y necesitamos verla para hacerle saber unas cuantas cosas y si es posible, hacernos responsables de ella y su cuidado-
-Ho, comprendo. Necesito saber a qué clase de asuntos se refieren para poder permitirles verla-
-Se trata de una herencia-respondió Andres-Una herencia que ella no sabe que tiene. Traemos los papeles por si duda de nuestra veracidad-saco de su carpeta los papeles con el testamento y se los enseño. La señora solo le echó un vistazo y pareció comprender que decíamos la verdad
-¿Y quién es la chica?-
-Ana. Ana Johnson-
La mujer tuvo una reacción un poco extraña… primero no se sorprendió, luego si se sorprendió, se ensombrecieron sus ojos y después sonrió mirándonos
-¿Ana Johnson?-
-Así es ¿Qué sucede con esa chica?-
-Han pasado muchas cosas con esa niña, hace 6 meses se fue pero…-
En ese momento fuimos interrumpidos por la recepcionista que llego alarmada sin tocar ni nada
-¡Se volvió a escapar!-
-¿Qué?-pregunto la mujer otra vez desconcertada
-¡Hemos puesto las alarmas porque volvió a irse! ¡La vieron trepando por la salida de atrás! ¡Se volvió a ir!-
-¡Maldita sea! ¡Que nunca entiende! ¡Vayan a buscarla pronto! ¡AHORA!-grito enfadada y desesperada y Andres y yo nos quedamos sin palabras.
De nuevo nos desconcertamos sin entender nada.
-¿Disculpe que pasa?-pregunte
-¡Se escapó la chica!-dijo mientras salía de su despacho
Andres y yo nos miramos algo confundidos y una mujer que estaba buscando a la chica nos llamó, entrando al despacho.
-Disculpen, ustedes deben de irse, acaba de escapar una huésped de la casa hogar y estamos buscándola, no es momento para estar aquí ¿pueden retirarse por favor?-
-Disculpe, ya nos vamos-respondió Andres, de nuevo nervioso.
Nos fuimos y pusimos el carro en marcha. La verdad no habíamos averiguado nada ni la habíamos podido ver. En primer lugar, lo único que dijo la señora fue “Hace seis meses se fue pero…” y ahí la interrumpieron ¿Qué demonios significaba eso? Y justo ahora se le acababa de escapar la chica que vimos como castigaba ¿Acaso siempre se le escapaba? De ser así, eso estaba muy mal y a todo esto, finalmente no conseguimos saber realmente nada más que Ana se fue hace seis meses, justo estaba sumido pensando en aquello cuando Andres que parecía pensar lo mismo que yo me hablo.
-Hace seis meses se fue…. ¡Carajo seis meses!-dijo exasperado. Gracias al cielo yo conducía-¿Sabes todo lo que pudo hacer en seis meses? ¿Cómo la vamos a encontrar? ¡Quién sabe dónde este!-
Eso era verdad ¿Dónde podría estar? Luego me pregunte ¿A dónde iría yo con 15 años sin tener madre ni padre? Sinceramente no sabía, hasta que recordé algo que quizás podría ser.
-Su madre y ella vivían en una casa en el centro ¿no? Al lado de un café-
Andres me miro sin comprender a que venía la pregunta-Si… Así es ¿Por qué?
-Si yo tuviera su edad y me escapara de un orfanato, iría a mi casa, donde vivía-
-¿No crees que ya lo habrán hecho los de la casa hogar?-
-Probablemente si… quizás no…. Deberíamos ir-
-No perdemos nada con intentar. Lo mejor será mandar a alguien a que vaya a buscar la casa y ver si ahí esta Ana, en todo caso si es que se encuentra ahí, hacer una “cita” con ella-
Eso me pareció una mejor alternativa
-Excelente, es una buena idea-
Los dos sonreímos más relajados cuando de pronto miramos a la chica que se había escapado, en el parque. Estaba parada otra vez de espaldas, pero sabíamos que era ella por su ropa. A decir verdad la casa hogar no estaba lejos pero tampoco cerca de ese parque y estaba justamente en dirección contraria por donde según ella se había escapado y a donde todos habían ido a buscarla. Probablemente los despisto para darse un tiempo.
Le hice una seña a Andres para que viera a la chica y se quedó igual de sorprendido que yo
-¿Qué hacemos?-me pregunto-¿Les decimos donde esta?-
Era una buena pregunta, porque no sabía la respuesta, lo más normal hubiera sido que le dijera que sí, que debíamos avisarles y regresarla…. Pero había algo mal en todo eso… se había escapado por algo ¿no? Y bueno, con menudos golpes que le debieron acomodar con la vara, algo debía de haber hecho ella y algo debieron hacerles ellos para que se fuera, no solo golpearla con una vara…
-No lo sé-admití-No sé qué deberíamos de hacer-
-¿Nos paramos a charlar con ella?-
-Quizás no sea mala idea-
Ambos estacionamos el auto y bajamos para ir hacia ella y cuando estábamos cerca… pareció haberla visto alguien de la casa hogar que comenzó a correr hacia ella y ella hizo lo mismo para escapar. Observe como corría, en un instante se calló y pareció hacerse daño, pero fue muy rápida al levantarse y siguió huyendo. De nuevo, Andres y yo subimos al auto y nos fuimos. Aquella casa hogar era muy extraña ¿Por qué Ana huyo hace 6 meses? ¿La habrán buscado? ¿Por qué esa chica huía? ¿Qué hizo para que le peguen así? En fin, no tenía respuesta para ninguna de esas preguntas.
Cuando llegamos a casa nos encontramos a los muchachos muy  cómodos, que estaban recostados en el sofá mirando la televisión. Iba a sonreír por verlos juntos en algo parecido a “convivir” aunque fuera mirando la tele, hasta que al vernos dieron un respingo y con eso Andres y yo supimos que algo estaba mal. Inmediatamente lo descubrimos al caer en la cuenta de la botella de tequila y Ron que reposaba sobre la mesita de la sala.
-Que rayos significa esto-gruñí-¿Es que acaso estaban bebiendo tequila y Ron?-
-¡Chris!-se apresuró a decirme Ethan.
Entonces ni si quiera lo pensé ni lo medite, simplemente lo tome del brazo y le gire para darle cuatro nalgadas considerablemente fuertes
-¡Au! ¡Chris detente! ¡Estamos en la sala!-me dijo bastante apenado apartándose de mi con un poco de brusquedad.
Me pasaba constantemente como le pasaba a Andres. Nos olvidábamos de pronto de que ya no vivíamos solos y no podíamos castigar a nuestros hermanos en cualquier parte de la casa. Yo casi nunca mandaba a Ethan a su habitación para castigarlo, no había necesidad porque solo éramos él y yo. Pero en fin, eso cambio y en esos momentos no me preocupaba mucho eso ¡Mi hermano había estado bebido! ¡Si solo tenía 16 años! Se me cayó el alma al piso ¿no era muy joven aún mi pequeño hermano? O es que quizás ya había crecido demasiado.
-Chris yo…-balbuceo Ethan-No… no es lo que parece….-
-¿A no? ¿Se pusieron solas esas botellas por arte de magia o qué?-
Kevin me miro y me respondió algo alivianado-¿Me creerías si te digo que sí?-
Kevin en tan poco tiempo ya me había tomado confianza para responderme como a veces hacía con Andres y creo que ya me veía igual como un hermano mayor, a veces se le escapaba sin pensar decirme “hermano” . No podría decir si eso era bueno o malo, pero al menos ya me mostraba más confianza. Era un chico bastante despreocupado, a comparación de Ethan, que sabía que se iba a llevar una buena.
-Por supuesto que no-dijo Andres-¿Cómo se atreven a tomar mientras no estamos? ¿Que acaso creen que pueden hacer lo que se les venga en gana?-regaño-¡Y estoy seguro que detrás de esto estas tu Kevin! ¿Quién compro las botellas?-
Ethan nos miró un poco avergonzado
-No las compramos-musito
-¿Ha no? ¿Entonces de donde las sacaron?-pregunte
-Las tomamos de allí-dijo Kevin señalando una puerta que era un almacén y que se había convertido en nuestra “cava “donde guardábamos alcohol
-Solo hemos probado unos cuantos tragos y ustedes tienen mucha bebida ahí dentro-
-Sacaron las botellas que teníamos-reprocho Andres molesto-Saben que no pueden tocar ustedes dos nada de alcohol ¡Ni si quiera son mayores de edad! ¿Cómo sabias donde las teníamos? Bueno eso no importa. No podían tomarlas-
-Solo han unos tragos cada quien, tacaños-volvió a decir Kevin como fastidiado-No es que estemos borrachos-
-El problema no radica ahí-le dije refiriéndome a su comentario al decirnos que éramos tacaños y justificándose porque no estaban tomados-El problema  radica en que ustedes dos son muy jóvenes para tomar y tienen prohibido incluso legalmente beber cualquier tipo de alcohol. Las botellas que tenemos ahí dentro no se tocan ¿hm?-les dije un poco calmado-No son tontos, ustedes ya saben lo que pueden y no pueden hacer…-
-Creo que hoy a alguien le va a quedar el traste como un tomatito-sentencio Andres mirando a Kevin, que inmediatamente se ruborizo y reprocho-No es la primera vez que tenemos esta platica ni que veo que estas tomando-
-¡Ay solo han sido unos tragos! ¡Con unos tragos no pasa nada!-
-Claro que pasa. Y el que digas que no pasa nada me demuestra que sigues siendo un mocoso, lo suficientemente inmaduro como para comenzar a tomar-regaño Andres-Si te dije que NO es NO! ¿Se te dificulta entender el significado de la palabra “No puedes”?-
-¡Sí! ¡No entiendo porque me lo prohíbes!-
-¡Porque eres muy joven para tomar!-le volvió a repetir rodando los ojos-No te digo que no tomes nunca, Kevin ¡Pero no a los 15 años! Ya te he dicho que no tomes, pero pareces tener un gusto especial por hacer siempre lo contrario a lo que te digo…-
-¡Pero mucha gente a mi edad ya toma Andres!-
¡Si, mucha gente lo hace, pero no mi hermano menor mientras pueda permitirlo. Al menos cumple la mayoría de edad y aun así  tendrás que ser moderado –
En eso yo estaba muy de acuerdo. Ni si quiera teniendo la mayoría de edad yo los dejaría beber a su antojo, todo con moderación.
Kevin puso los ojos en blanco-¡Ay por Dios Andres pero que exagerado eres a veces! ¡Como si tú nunca bebieras!-
Andres suspiro y le miro con una clara mirada de enfado-Sube a tu habitación, ahí charlamos mejor-
-¡A no! ¡Ni loco! ¡Tú no vas a charlar conmigo! ¡Me vas a pegar!-
-Sube a tu habitación o lo hago aquí mismo delante de tus hermanos-
-¡No me vas a castigar!-reprocho en un tono bastante infantil-¡Chris dile algo!-me pidió ayuda de una forma que me hizo sentir bien, a veces hacia eso, sin embargo no podía ayudarlo esta vez.
-Lo lamento, bichejo-le dije en tono cariñoso- Pero me temo que Andres tiene razón-
-¡No Andres! ¡No me vas a castigar!-
-Sí que lo voy hacer y como no vayas subiendo ya mismo, te voy empezando a dar aquí de una buena vez. A ver si así te entran ganas de subirte a tu habitación ¡Anda! ¡Qué esperas!-le dijo dándole unas cuantas palmadas de advertencia para que caminara y así, a regañadientes, comenzaron a subir por las escaleras. Finalmente me quede solo con Ethan.
-A ver tú-le dije mirándolo con curiosidad pero sin dejar de sentirme un poco molesto-¿Cómo está eso de que bebes? ¿Desde cuándo?-le pregunte calmado, pero al mismo tiempo severo, aunque más intrigado que otra cosa. Mi hermano era muy joven ¿no?              
Ethan me miro con un aspecto bastante miserable, conocía esa mirada de arrepentimiento
-Yo solo tenía curiosidad Chris, quería probar un poco y no se me hizo tan malo…Lo lamento, no quería hacerte enojar, no debí hacerlo-
Aunque le estaba precisamente regañando, me hacía sentir orgulloso Ethan, el muy rápido caía en la cuenta de sus errores y se arrepentía pronto con sinceridad, para mí al menos eso era bueno. Y después de todo se me hizo normal que le diera curiosidad, a mí también alguna vez me dio, pero esa no eran las formas de hacerlo, al menos no para mí… que sabía exactamente que NO tenía que hacer.
-No puedes probar todo lo que te da curiosidad. Si un día te entran ganas de probar alguna droga entonces que ¿a ver? Entiendo que tuviste curiosidad por el alcohol pero esas no son las formas de comenzar a probar, ni tampoco tienes la edad suficiente para ser un hombre maduro y consciente de lo que está probando. No lo vuelvas hacer ¿estamos?
-…Estamos…-dijo mirando el suelo y luego levanto un poco la mirada y me vio con ojos tristes-¿Me vas a castigar?-
-Me temo que sí, pequeño-
-¿Sirve de algo si te digo que no lo vuelvo hacer?-
-Si sirve, pero no lo suficiente para escaparte del castigo-
El volvió agachar la mirada arrepentido-Lo lamento en verdad Chris, no te enfades conmigo, solo quería probar, no era mi intención cabrearte…no te enojes-
Era imposible enojarse con él, menos con esa mirada de cachorrito arrepentido.
-Ven acá bichejo-le dije mientras le abrazaba con cariño-No estoy enfadado contigo, pero tampoco puedo permitirte que tomes siendo tan… tan joven ¿hmm?  Mucho menos de esa forma tan descarada ¿he?... Eres menor de edad y a mí me parece muy irresponsable que jóvenes de tu edad se estén matando tanta neurona por andar tomando a cada rato. No quiero que seas uno de ellos Ethan, no quiero que seas como yo fui en algún momento…-
Cuando era más joven antes de que mama muriera, solía tomar mucho a la edad de Ethan, incluso antes de cumplir su edad y aun después siendo un poco más grande que el seguí haciéndolo. Eso no era ningún secreto para Ethan.
 A pesar de que considero que no era un mal hijo, si llegue a beber muchas veces. Tenía buenas calificaciones, trabajaba medio tiempo y en otras cosas que podía para poder darle dinero a mi madre y ayudar en el gasto del hogar. Intentaba ayudarla en todo lo que podía… más que su mano derecha, era también sostén para ella y para la economía del hogar en la que los dos colaborábamos.
Sin embargo, pese a que en realidad un mal hijo no era, todos nuestros problemas económicos me tenían siempre muy estresado. Me había obligado a volverme más grande de lo que era porque las circunstancias así lo pedían… no era como los adolescentes normales, en mi recaían más responsabilidades con mi madre enferma que casi no podía trabajar y con un hermano menor.
Sé que no es justificación, pero estúpidamente para distraerme de la vida que llevaba, solía salir mucho a tomar los fines de semanas libres que tenía y llegaba un poco tomado a casa. Por suerte jamás llegaba violento o algo parecido, simplemente llegaba apestando a alcohol.
Mama un par de veces me llego a castigar, algunas veces con el cinturón… otras veces no… pero nunca fue muy dura conmigo porque ella en el fondo se sentía culpable, por supuesto jamás lo externaba pero yo sabía que así se sentía.
Poco a poco, conforme pasaron los años y fui avanzando en mis estudios lo deje, jamás realmente fui un completo adicto, pero sí sentía que necesitaba tomar para distraerme, sin embargo deje de hacerlo tan seguido porque comprendí que era muy idiota hacerlo y que no conseguía nada ni aligeraba mis cargas, al contrario, las hacía más pesadas. Con el crecimiento de Ethan, quise comenzar a darle un buen ejemplo.
Hasta que un día, mama murió y me quede cuidando de un pequeño Ethan de 7 años, entonces las cosas se pusieron serias para mí y decidí cuidarlo en todo lo que pudiese. Eso mismo iba a hacer siempre, cuidarle, sin importar los años que pasarán.
-Entonces… ¿no estas enfadado conmigo?-me pregunto, separándose un poco del abrazo.
-No cachorro, no lo estoy. Pero tampoco estoy contento con lo que hicieron-
Tenía mucho que no llamaba “cachorro” a Ethan, deje de hacerlo porque comenzó a darle vergüenza y note como se ruborizaba, pero no me reprocho nada.
-No lo vuelvo hacer Chris…-
-Claro que no lo volverás hacer-le dije acariciando un poco su cabello y después poniéndome más rígido-Vamos a tu habitación-
-Chris… no me castigues-
-Ethan, a la habitación-
-pero….-
-Creí haberte dado una orden ¿hmm? ¿O quieres que te motive para hacerme caso?-
Sabía que a “motivación” me refería a unas cuantas nalgadas de prueba de lo que se venía.
-No…-
-Entonces hazme caso-
El suspiro, como dándose por vencido-Si señor-me dijo rendido y subió por las escaleras.
Yo fui tras él y entramos a su cuarto, tras cerrar la puerta él se quedó de pie, mirando el suelo. Yo procedí a sentarme en su cama
-Ven conmigo-le llame.
El dio pasos lentos y cortos, como si fuera directo hacia su muerte, hasta que finalmente quedó parado frente a mí
-Sé que detestas que te castigue, pero creo que ese es el propósito de castigarte cada que haces algo mal-le dije-Anda, terminemos con esto-le sujete por el brazo y lo recosté en mis piernas sin mucha dificultad, lo acomode bien en posición. Hundió su cabeza entre sus brazos y una vez estuvo listo, recargue mi mano en su cadera y comencé a dejar caer la otra en su trasero.
Casi siempre le pegaba con mi mano, no sabía si era buena idea darle con el cepillo esta vez, si lo hice cuando saco un 7, quizás esta vez no sería la excepción, pero pensé que lo mejor sería dejarlo así, no tenía la intención de ser duro con el solo porque tuvo curiosidad y sabía que detrás de esto estaba Kevin, así que lo deje estar, aunque quizás le bajaría el pantalón. Pero por de pronto continúe dejando caer mi mano pesadamente sobre su pantalón, sin ser muy rápido pero tampoco lento.
Ethan solo se agarraba de la colcha, pero no replicaba ni pataleaba, solo se limitaba a gemir un poco, parecía estarse aguantando las ganas de comenzar a protestar.
-Ethan, no volverás a ingerir ningún tipo de bebida alcohólica ¿queda claro? Solo cuando cumplas la mayoría de edad y aun así serás moderado al beber-decía mientras le daba firmes palmadas.
-¡Auch!-protesto al fin al abrir la boca-Si Christopher… lo lamento… ¡Au!-
No me gustaba castigarlo por algo que yo hacía seguido antes, de hecho él no lo había hecho tan mal como yo lo hacía, bebiendo sin control…  no lo había encontrado borracho, pero si lo castigaba era precisamente porque no quería que mi hermano fuera como yo lo fui, no iba a permitirlo, aunque lo castigará por cosas que yo igual hice hasta siendo más joven que él.
-¡Auch! ¡Ay!-comenzó a protestar ahora sin poder evitarlo-¡Au! Chris….No estaba borracho… Solo fueron unos sorbos… ¡Au!- me decía recostado en mis rodillas, mientras comenzaba a patalear un poquito.
-Me da igual cuanto hayas bebido, tu no tomas y punto-
-¡Au! Solo quería probar… No ha pasado nada grave… no ha sido grave Chris… ¡Ouch!-
Aquello me molesto un poco. Me molesto qué pensará que nada pasaría, yo lo mismo pensaba.
-Pero pudo haber pasado Ethan. PUEDE pasar algo más grave que solo tomar unos tragos -le dije más duro de lo que quería sonar, sin dejar de pegarle- Y eso, no lo voy a permitir, porque justo así se empieza-
Después de dudarlo un poco, tome mi decisión. Aquella respuesta de “No pasó nada” me ayudo a decidirme y bajarle el pantalón de una vez. Le alce un poco y quizás él pensó que ya había terminado, pero en cuanto vio que le desabotonaba el pantalón, quiso levantarse del todo.
-¡Hey! Quédate quito Ethan, aún no acabamos, no te muevas-
Pero él no me hizo caso y al contrario, con más fuerza intento levantarse, pasándose por alto lo que le dije. Esa actitud también me fastidio y de un buen jalón lo tire a mis rodillas volví a recostarle sobre mí y sin esperar le di dos nalgadas un poco fuertes.
-¡Ay! ¡Au!-
-Si te digo que te quedes quieto, te quedas quieto-regañe-No intentes volver a levantarte cuando te castigo-
-No me pegues- puso una mano en su trasero para frotarse y yo sentí una punzada en el pecho… Ethan tenía esa habilidad de hacerme sentir como la mierda cuando le castigaba… a veces sentía que era muy duro con cosas pequeñas y que era menos duro cuando realmente tenía que serlo. Pero después de todo yo solo tenía 28 años y no podía ser perfecto aunque quisiera.
Suspire afligido y aparte su mano para sujetársela en su espalda. Comencé a bajar su pantalón dudando un poco si debía hacerlo. Escuche como gimoteo y no tardo ni 3 segundos en replicarme.
-¡No! ¡No me los bajes!-me pidió-¡Duele más!-
-Se supone  que para eso es…-le dije terminando de bajárselos e inmediatamente volví a dejar caer mi mano sobre su bóxer.
-¡Basta! ¡Duele!-
Ethan ya tenía su trasero enrojecido, lo note cuando baje su pantalón, y aunque no tenía planeado ser muy duro con él, después de todo le había pegado con un cinturón por saltarse las clases, esto ameritaba también el cinturón, pero quise comprender que sintió curiosidad y la verdad es que pude haberlo encontrado peor. Me aliviaba saber que no tomo demasiado, pero tampoco me hacía gracia.
Aunque probablemente Ethan no sintiera para nada que estaba siendo blando. Pataleaba un poquito y daba un respingo con cada nalgada que le daba y su trasero ya había tomado un color rojo, aunque no tan intenso como otras veces.
-¡Au! ¡Ya para! Chris detente…-
 Entonces de repente pareció que se poseía por el espíritu rezongón de Kevin y comenzó a hablarme con rabia
-¡Maldita sea Chris no soy un bebé! ¡Auu!-me reprocho molesto-¡Yo solo quería probar joder! ¡Ay! ¡Muchos compañeros de mi edad lo hacen! ¡Porque mierda te molesta tanto!-
Me sorprendí mucho… pero quise comprender que estaba molesto porque lo estaba castigando.
-Cuida el tono jovencito, que puedo bajarte el bóxer todavía si comienzas a ser irrespetuoso ¿he?  -advertí nalgueándolo con un poco más de fuerza- Y entiende que a mí no me importa lo que tus compañeros hagan o dejen de hacer, sino lo que tú haces – resople - Entiendo que tenías curiosidad, por eso estoy siendo blando y no te estoy dando con el cinturón jovencito, pero si gustas puedo ser más duro–
-¡Tú no sabes ser blando!-
Suspire. A Ethan le molestaba mucho que lo castigará, aunque casi nunca se mostraba desafiante ni tan enfadado, solo hasta el final lo veía un poco molesto, pero más que molesto arrepentido.
-Si quieres comienzo a ser duro-
-¡No! ¡No!-me dijo mientras daba respingos con cada nalgada que le daba-¡Ya no lo hago otra vez! ¡Au! ¡Lo siento! ¡No más!-me pidió agarrándose fuerte de la colcha.
Quizás y si debía parar… Decidí darle varios azotes en los muslos y después ya le dejaría.
Naturalmente cuando le di únicamente en esa zona comenzó a patalear y a protestar más. Cuando vi sus muslos también un poco colorados me detuve.
-Que sea la última vez que bebes alcohol  a esta edad ¿quedo claro? Hasta los 18-
-…Si señor….-
A decir verdad no me sentía muy bien después de castigar al bichejo ese, solo unas cuantas veces le castigaba porque mi hermano en realidad era un buen chico, no daba problemas.
-Oye, no he sido tan duro-le dije intentando consolarlo y le revolví un poco el cabello con cariño-Solo no quiero que tomes siendo tan… tan joven. Sería una estupidez si te digo que no tomes alcohol nunca, sé que algún día lo harás, pero al menos espérate un poco a ser mayor ¿sí?-
-Pero Chris… muchos compañeros lo hacen…-
Le levante de mis rodillas con delicadeza y deje que se sentara a mi lado, recargando su cabeza en mi hombro.
-Lo sé. Sé que hoy en día ya todo el mundo toma, pero eso no es bueno, no seas como el resto. Se diferente, no seas idiota como todos ¿O te dejarás llevar por lo que todos hacen? Ten criterio propio. Sé que un día tomaras por tu cuenta, pero cuando lo hagas ya serás un hombre, y por hombre no me refiero precisamente a mayor de edad. Tener la mayoría de edad no significa madurez, crecer NO ES madurar, más bien madurar es crecer… Cuando cumplas 18 podrás tomar, pero con moderación, que se te haga un hábito tener autocontrol y después podrás tomar sin ninguna preocupación porque sabrás hacerlo de forma adecuada… solo espérate dos añitos y podrás comenzar a hacerlo, por mucho que me cueste aceptar que creciste…-
-Caray Chris… ¿Por qué siempre logras convencerme?...-pregunto bajando su cabeza reflexivo- ¿Te digo algo?-
Le sonreí
-Dime-
-La verdad no me gustó mucho el sabor, quema la garganta… pero solo quería probar un poquito porque muchos de mis compañeros beben y Kevin también lo hace… quería saber porque a todos les gusta-
- Casi siempre a nadie le gusta el sabor pero se obligan a tomar ¿estúpido no? Pero después comienza a gustarte, te pone alegre, pero la verdad es que puedes estar alegre y divertirte sin la necesidad de tomar…pero… ¿Hace cuánto toma Kevin?-pregunte con mucha curiosidad, tampoco quería que el fuera como el resto.
-No lo sé, pero él es muy fiestero ¿recuerdas? Él me dijo que no era la primera vez que tomaba-
-Él fue de la idea ¿verdad?-
Ethan se quedó callado, claramente no lo quería delatar.
-Está bien, no hace falta que lo digas porque desde antes lo intuí, pero ese chico no debería de tomar tampoco, espero que Andres pueda razonar con él y le haga comprender como yo quiero hacer que tú me entiendas-
-Lo hará, después de todo ustedes “hablan “el mismo idioma-Dijo el “hablan” entrecomillando a propósito y yo sonreí porque sabía a qué se refería.
-Bueno, no lo vuelvan hacer. Además no me gusta castigarte, aunque no lo creas, bichejo-
-Pues no pareció costarte mucho castigarme-reprocho a propósito infantil y me saco una sonrisa.
-Porque no voy a dejar que tomes siendo tan joven-le acaricie la cabeza con cariño-Prefiero castigarte para que no lo hagas, aunque tenga que soportar esa cara de cachorro apaleado ¿he? Te quiero bicho-
-Yo igual Chris, aunque seas malo-
-Del todo-sonreí -Vamos a bajar ¿no? Hay que preparar la comida-
Mi hermano suspiro creo que sintiéndose mal. Bajamos y nos encontramos a Andres y a Kevin cocinando un poco, Ethan y yo nos sumamos al trabajo y ayudamos.
Al final pude ver como Kevin tenía sus ojos enrojecidos y como Andres de pronto lo abrazaba o le hacía mimos, supe entender ese comportamiento y me enternecí recordando a mi bicho.

Tan malo no era vivir con ellos, después de todo ellos eran hermanos de mi hermano y a decir verdad, yo también comenzaba a verles así, como ellos dos ya me veían a mí, como su hermano. Uno cuando se imagina que un día de pronto te llegan hermanos de regalo… 



5 comentarios:

  1. Hola Aburiru me encanta tu historia, el capi te quedo genial, actualiza pronto. Saludos!!

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  2. Hola Aburiru me encanta tu historia, el capi te quedo genial, actualiza pronto. Saludos!!

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  3. Me gusta la calidez de esta curiosa y peculiar familia. Creo que Chris y Andrés quieren mucho a sus hermanos y realmente están interesados en su bienestar. Ya veremos que pasa con los otro hermanos.

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  4. Cada vez mejor, ya se están acostumbrando a l convivencia los cuatro hermanos pero aún faltan los más chicos y la hermana desaparecida, si es que eso es todo porque al parecer el difunto no era ninguna joya. Me dejo intrigada la casa hogar y las fugas, algo estoy sospechando pero voy a estar al pendiente de lo que tu imaginación nos quiera regalar.

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  5. Se pone cada vez más interesante tu historia!! Me gusta mucho!!..
    Y me alegra que los 4 ya se vean como hermanos!!...

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