Páginas Amigas

miércoles, 13 de julio de 2016

Capítulo 10



Capítulo 10

Al cabo de nada llegaron al punto de encuentro con Leopold y los demás miembros del clan Hof, era obvio que había toneladas de tensión entre los supervivientes del clan Bocha, pero ninguno de ellos ni dijo ni hizo anda que confirmara ese malestar. Ante todo sabían como comportarse cuando se encontraban ante otro clan de hombres lobos. Alejandro y  Leopold ya se conocían, no es que fueran uña y carne pero se respetaban mutuamente. Alejandro hubiera hecho lo mismo de estar en posición de Leopold. Dejar a un lado el típico enfrentamiento entre clanes y ayudarlos. Porque ante todo todos estaban en el mismo barco. Todos eran hombres lobos y ya quedaban bien pocos.
Leopold y Alejandro estuvieron reunidos por más de 4 horas. Los chicos empezaron a impacientarse y Julio finalmente tuvo que rendirse y dejarles unirse a los jóvenes de los Hof que estaban allí disfrutando de un rato de ocio en una sala con maquinas recreativa, una mesa de billa y un par de futbolines.
Al salir del despacho de Leopold Alejandro parecía menso tenso, ambos hombres estrecharon las manos y Leopold mandó a uno de sus hombres a acompañar a los Bocha a la que sería su nueva residencia. No era como la vieja mansión Bocha pero era un hogar. Antonia se quedó con Leopold y dejó que Sebastian  se enfrentara solo a sus fantasmas.
-      ¿No vamos a volver nunca más a casa? (preguntó triste Marcos)
-      No, hay casa donde volver (dijo Sebastian  antes que nadie pudiera contestar)
-      Contigo no hablo, idiota. Todo esto es culpa tuya (Marcos dijo lleno de furia).
-      Niños id a acostaros, necesitáis descansar, César y yo iremos a por lago de comida y esta tarde hablaremos todos (dijo Julio)
-      No me gusta este sitio, quiero volver a casa. Seguro que todo es una trola para que nos quedemos con él (dijo señalando a Sebastian )
-      ¡Marcos! (dijo Alejandro en ese tono tan marcial que usaba cuando daba ordenes) Tu padre acaba de decirte algo, obedece (Max al oír a su tío empezó a caminar hacia una de las habitaciones, pero Marcos estaba furioso con el mundo y no se movió).
-      Marcos, luego hablamos (dijo Julio tenso, porque nunca era buena idea retar a Alejandro y después de todo lo que había pasado en las últimas 24 horas mucho menos).
-      ¡No hay nada que hablar! ¿No sé porque lo creéis? (Marcos estaba furioso porque estaban creyendo a aquel traidor sin dudarlo ni un segundo. Y el prefería pensar que era todo una triquiñuela de Sebastian  porque afrontar la realidad era demasiado duro¡Él es de los malos! Larguémonos de una puta vez de este sitio y volvamos a casa. Yo voto por darle una patada en el culo a Sebastian  y largarnos ya (dijo Mirando con odio a su hermano mayor. Max cerró, se detuvo y cerró los ojos, sabía que Marcos estaba escogiendo muy mal momento para tener una pataleta, pero siguiendo las ordenes se metió en el cuarto y se metió en la cama).
-      ¡MARCOS! He dicho que luego, ve a la cama, ¡YA! (esta vez fue Julio el que elevó la voz y uso un tono casi militar con su hijo pequeño).
-      ¡NO! (hacía años que Marcos no se ponía en ese plan. Julio pensó que la época de las pataletas se había por fin acabado. Pero ahí estaba su hijo de 12 años en plena pataleta) ¿Pero es que no os dais cuenta que os está manipulando? ¡Que todo es mentira! ¡Es imposible que todo un pueblo desaparezca en unas horas! (gritó Max y Julio en 2 pasos se puso cara a cara frente a su hijo. Algo que ningún hombre lobo permitiría era que un cachorro intentara encararse a un mayor)
-      PLASS PLASS PLASS PLASS LUEGO PLASS significa PLASS LUEGO PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Julio harto de esa falta de obediencia y de respeto agarró a su hijo por la nuca y le asestó unas buenas nalgadas)
-      Auuuuuuuuuuuuuuu (aquellas no habían sido unas simples palmadas de advertencia, habían sido bien duras, haciéndole brincar en cada una de ellas) auuuu snif snif Te odio, os odio a todos (dijo llorando y salió corriendo hacia la habitación donde había entrado su hermano. Pero su padre lo agarró nuevamente por el brazo y lo detuvo)
-      No tan rápido, muchacho (Sebastian  inconscientemente dio un paso atrás instintivamente. Sabía que cuando su padre les llamaba “muchacho” nada bueno se avecinaba. Era increíble como pasados los años aquel hombre aún ejerciera esa efecto en él) Nos debes una disculpa a todos, discúlpate y a dormir (dijo entre dientes Julio que en cualquier momento la vena del cuello le iba a estallar. Marcos le echó una mirada de puro odio a su padre, cosa que solo le valió para ganarse 6 nalgadas más) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Marcos NO es el momento para pataletas. Discúlpate con tu tío, César, tu hermano (Max abrió mucho los ojos pero no fue el único Sebastian  también. Marcos por tener que disculparse con el traidor, y Sebastian  porque su padre se refiriera a él como “tu hermano” y no por su nombre) y conmigo y a la cama.
-      ¡QUÉ! (gritó indignado y otras 6 nalgadas estás aún más fuertes volvieron a caer sobre su pobre trasero) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Aaaaaaaaaaaaaauuuuuuu auuuuuu AYYYY no, no, no, ya me disculpo, ya papá, noooo  (dijo sollozando mientras intentaba cubrirse el trasero con las manos)
-      Ninguno de nosotros tenemos porque aguantar las pataletas de un niño malcriado (entre los hombres lobos el status que cada miembro jugaba en el clan era casi sagrado, y los críos estaban en el último escalafón, por eso había una especie de norma en al que los niños debían un respeto casi enfermizo a todo el resto de miembros. Los hombres lobos eran una especie altamente jerarquizada, y eso lo aprendían des de la cuna). Por si no te has dado cuenta aún, muchacho. No es momento para berrinches, tenemos cosas más graves de las que ocuparnos. PLASS PLASS (Julio dejó caer su mano de nuevo y Marcos en cuanto notó las dos primeras palmadas se dio cuenta que su padre no iba a dejar de zurrarlo hasta que se disculpara y se fuera a la cama aunque según él, su padre no llevaba razón) ¡DISCÚLPATE! PLASS
-      Auuu ay lo siento, ya me disculpo (Julio soltó a su hijo y lo miró fijamente. Marcos miró a su tío con timidez) Lo siento tío (su padre carraspeó aquella no era una disculpa aceptable) Siento, que hayas visto mi mal comportamiento (para Marcos ese tipo de disculpas era casi peor que una bofetada en la cara. A sus 12 años lo último que quería era tener que disculparse como un niño de párvulos).
-      Disculpas aceptadas (dijo secamente Alejandro. Marcos miró de reojo a su padre. Julio alzó una ceja y miró  a César. Marcos se dirigió a César para disculparse como lo había hecho con su tío Alejandro).
-      ¿César? (César le regaló una sonrisa cálida. Marcos sabía que César era el único que se hubiera contentado con una disculpa más simple)) Siento, que hayas visto mi mal comportamiento
-      Disculpas aceptadas (dijo César tiernamente)
-      Papá yo…(pero su padre levantó un dedo y lo hizo callar)
-      Puede que tu hermano ya no sea miembro de nuestro clan, pero sigue siendo un hombre lob, sigue siendo mayor que tu y sigue siendo un alpha…discúlpate (le dijo su padre  mortalmente serio. Marcos miró con odio a su padre y Julio dio un paso para darle de nuevo unos buenos azotes pero Marcos fue rápido en entonar sus disculpas y Julio se detuvo)
-      Siento, que hayas visto mi mal comportamiento (dijo rápidamente pero sin poder mirar a la cara a su hermano)
-      Disculpas aceptadas (dijo Sebastian  un poco incómodo por las palabras de su padre y porque sabía que su hermano solo sentía ira hacía él)
-      Siento, que hayas visto mi mal comportamiento (Marcos dijo finalmente a su padre intentando mantener su rabia bajo control. Julio sabía que para su hijo todo eso era muy duro. ¡Diablos! Para él era muy duro. Pero no podía dejar que el niño empezara a comportarse como un mocoso malcriado y sin modales)
-       Disculpas aceptadas (dijo Julio muy serio y con el dedo le señaló la puerta. Marcos sin decir nada más se fue a la habitación donde estaba ya su hermano. En cuanto la Puerta se cerró se quedaron solos César, Julio, Alejandro y Sebastian . Fue le momento que Sebastian  tanto había temido des de que quitara las mordazas y las ataduras a aquellos tres) Lo lamento (dijo Julio mirando a su hermano)
-      Es comprensible (dijo Alejandro zanjando el tema. Tenían cosas más importantes de que preocuparse que la salida de tono de un niño). Leopold nos ha dicho que podemos establecernos aquí si queremos, o podríamos ir más la norte, donde antiguamente estaban los Martinetes…hace siglo y medio que nadie habita esas tierras (Sebastian  escuchaba atentamente)
-      Por algo será…No es una zona…como decirlo Alejandro…¿hospitalaria? Los Bocha no somos colonos…o ermitaños, precisamente (César dijo sentándose en una de las sillas de la cocina. Alejandro y Julio se sentaron también. Sebastian  se quedó de píe apoyado contra la pared escuchándolos).
-      Lo sé, por eso he pensado que al menos por ahora podemos quedarnos por aquí, como ha dicho Leopold…pero si hubiera muchas tiranteces entre los Hof y nosotros, cabe esa posibilidad (dijo Alejandro un poco más calmado).
-      ¿Y qué vamos a hacer? Todas nuestras cosas se quedaron allí, incluido todo lo del clan Bocha…no solo nuestra historia ha desaparecido, no tenemos recursos, no tenemos…
-      El libro de los Bocha y las reliquias están a salvo (interrumpió Sebastian  tímidamente. Los tres hombres se giraron y se lo quedaron mirando) Las robamos hace unos días…están en el armario de la entrada (y Julio corrió hacia el armario y efectivamente ahí estaba todo).
-      Llevabais días allí, pudiste avisarnos y hubiéramos salvado a todo (dijo furioso César. Sebastian  bajó la cabeza. No quería enfrentarse a César, aunque jerárquicamente él estaba por  encima de César, para Sebastian , César de alguna forma aún era parte de su familia)
-      Déjalo, César (dijo muy brusco Alejandro). No nos vamos a recrear en lo que hemos perdido. Hay mucho que afrontar y debemos dejar a un lado toda sensibleríaSomos todo lo que queda de los Bocha…no podemos permitirnos el lujo de ser débiles (tras unos minutos de silencio Alejandro continuó).Leopold me ha dicho que nos ayudarán con la adaptación…buscará empleos, nos darán papeles, por supuesto cambiaremos de apellidos y nombres…pero seguiremos adelante. Por lo que se refiere al dinero. (Alejandro miró a Sebastian  que puso una mueca de disgusto)
-      Hay dinero (dijo Sebastian ) el suficiente para empezar…no con grandes lujos, pero debería ser suficiente (Julio miró a su hijo y Alejandro y había lago que se le escapaba. Alejandro se dio cuenta que la cabeza de su hermano iba a mil por hora pero se calló ¿de qué habrían hablado Leopold y su hermano durante todo aquel tiempo?).Mañana os lo traeré (se sacó la billetera del bolsillo trasero de su pantalón y sacó unos billetes) Con esto tendría que haber para comprar algo de comida y cosas para la casa (dijo Sebastian  dejando el dinero sobre la mesa. Alejandro miró el reloj y vio que las tiendas cerrarían en una hora).
-      Id a comprar algoYo me quedo con los niños. Y por alguna extraña sensación Sebastian  se sintió incluido en eso de los “niños”. Como cuando era pequeño y sus padres salían a cenar y su tío se quedaba con ellos. Sebastian  le dio las llaves de su coche a su padre, Y Julio tras poner una mueca de disgusto no dijo nada de nada. Julio tomó el dinero y las llaves y salió de la cocina, César lo siguió). Siento que tengas que jugar el papel de malo (dijo Alejandro en cuanto escuchó el motor del coche de Sebastian  arrancar)
-      Ya estoy acostumbrado (dijo con un poco de resentimiento)
-      Sabes que no me dejaste otra…Intentaste matarme, también a tu padre
-      ¡Estaba bajo un hechizo! (protestó frustrado. Cuantas veces tendría que pedir perdón por algo de lo que no tuvo ningún controlOlvídalo, como has dicho tenemos cosas más importantes que preocuparnos ahora.
-      ¿Cuándo regresaréis a Quickwater?
-      Antonia dijo que al menos en un par de meses no sería seguro asomar la nariz por allí (dijo Sebastian . Y comprobó como su tío se tensaba con la mera mención de Antonia). Nos quedaremos por aquí, supongo que en casa de Leopold
-      Te quedarás aquí (ordenó Alejandro como si Sebastian  aún fuera uno de sus hombres. Sebastian  se sintió incómodo con ese trato pero no tenía ganas de enfrentarse a su tío en esos momentos). Ahora más que nunca debemos permanecer juntos.
-      Eso no es posible, soy un maldito ¿Lo recuerdas? (dijo Sebastian  cansado)
-      Si, pero las circunstancias han cambiado…(dijo Alejandro muy seco, conocía a su sobrino casi tan bien como Julio, y sabía que Sebastian  aunque no se estaba enfrentando a él no tenía intención alguna de quedarse con ellosSolo quedamos nosotros, no es momento de segregaciones. Te quedarás y nos ayudarás a establecernos.
-      No creo que sea una buena idea,
-      No te he pedido la opinión, chico. Sigo siendo el jefe de los Bocha y si te digo que te quedarás, te quedas, y punto.
-      Y yo soy un maldito, ya no pertenezco a los Bocha, no te debo obediencia ni lealtad ni (y Alejandro dio un manotazo en la mesa)
-      Soy tu tío…mi misma sangre también corre por tus venas…eres un Bocha, y ninguna maldición puede cambiar eso. Lo sabes, sé que lo sabes, eras un excelente alumno. Al igual que sé que acudiste a mí, no por la lealtad al clan, lo hiciste porque somos familia y siempre antepusiste la familia a todo. Siempre teníamos la misma discusión…no lo he olvidado, chico (dijo Alejandro que no estaba acostumbrado que le llevaran la contraria)
-      Supongo que con Max no tendrás esa discusión (dijo Sebastian  mostrándole que ya no se dejaba asustar como cuando era crio, pero lo cierto es que aquel hombre seguía intimidándolo un poco)
-      No metas a tu hermano en esto. Estamos hablando de ti, Sebastian  (dijo enfadado Alejandro).
-      ¿Quedarme? ¿Para qué? Para ver como mi propio padre y hermanos me odian…ya es duro saber que me odian, pero tener que ver cada…
-      Sebastian , no voy a volver a decírtelo, te quedarás aquí. Y lo harás no porque te lo esté ordenando sino porque sabes que es lo que tienes que hacer. Tu familia te necesita (Alejandro sabía donde atacar para hacer daño)
-      Alejandro (dijo y sonó a insulto más que a nombre, como si lo estuviera tratando de igual a igual), creo que ya he pagado mi deuda contigo, puede que intentara matarte, bajo un hechizo (recalcó entre dientes) PERO te he salvado el culo y esto ha sido totalmente voluntaria y conscientemente. Si alguien se llega a enterar que estabas al tanto del ataque y que sacrificaste a todo un pueblo con tal de salvaguardar la “fantástica” estirpe de los Bocha, nadie te miraría a la cara. Créeme que los Hof no serían tan amables y no me gustaría estar en tu pellejo en la siguiente reunión de clanes.
-      Sabes que hice lo que debía, ante todo soy el jefe de los Bocha, no soy un alpha cualquiera, soy el leader de nuestro clan. Mi misión es preservar nuestro nombre, nuestras tradiciones, nuestro conocimiento
-      Bla bla bla , déjalo tío, ya me sé toda esa mierda (dijo Sebastian  sacando el valor de donde no sabía que tenía) Y sé que hiciste lo que se espera de un jefe de clan, pero eso no quita que fue una canallada. Todos esos muertos y solo para salvar tu pellejo…
-      Y el de tu padre y tus hermanos, no lo olvides (dijo Alejandro que no le gustaba que Sebastian  se desmarcara tan rápido de todo aquello. Sus manos también estaban manchadas de sangre).
-      Convenientemente para ti…me pregunto si tuvieras tus propios hijos los hubieras salvado (refiriéndose a su padre y a su hermanos)
-      PLASS (Alejandro se levantó de golpe y abofeteó a Sebastian . Aquello si que no se lo esperaba Sebastian ) No tientes tu suerte, chico. A cualquier otro lo hubiera arrancado la cabeza de solo haber insinuado lo que acabas de decirme. No te equivoques conmigo, Sebastian . Que te quiera no significa que te vaya a permitir a que me hables así (dijo manteniéndole la mirada a su sobrino hasta que éste bajó la miradaSé que eres más fuerte que yo y que sino fuera por este anillo, me hubieras matado. Sé que estabas bajo un hechizo y que sino fuera por eso tú jamás hubieras ido tan lejos. Sé que aceptaste este trato porque aún así te sientes culpable y crees que debes pagar una penitencia…Sebastian , te conozco des del mismo día en que tu madre te dio a luz, te he visto crecer, te he enseñado todo lo que sé…sufrí tu marcha más que nadie…pero Sebastian …no me desafíes porque no dudaré ni un instante en ponerte en tu sitio (Y Sebastian  tragó saliva. Aunque le fastidiara Alejandro seguía siendo el jefe de los Bocha y él era un Bocha y le debía obediencia) Ahora discúlpate (le dijo como unos minutos antes su padre le había dicho a su hermano Marcos).
-      Siento haberle faltado al respeto, señor (dijo Sebastian  mientras el corazón le iba a mil. La tensión entre ambos no desapareció pero ambos se esforzaron por calmarse).
-      Te quedarás en casa y me encargaré que el resto te acepte y te trate como es debido.
-      No puedes ordenarles lo que sentir, sé que crees que puedes pero
-      No soy un necio, chico. Sé perfectamente lo que puedo y no puedo hacer, al igual que sé que tu padre no ha dejado de quererte y de preocuparse por ti ni un segundo y que tu hermano Max sigue idealizando cada paso que das y que Marcos (y se calló) le dolió mucho tu marcha…él era muy pequeño para entender, le llevará su tiempo pero estoy seguro que sigue queriéndote.
-      ¿y César? (Sebastian  preguntó alzando una ceja)
-      Oh, Venga nunca te importó tres pepinos lo que pensara César de ti (dijo Alejandro riéndose y Sebastian  sonrió un breve instante).
-      Antonia no va a…(empezó a decir Sebastian  pero su tío lo cortó al instante)
-      Yo me encargo de Antonia
-      Alejandro, puedo pasarme por aquí a diario, pero vivir…(Sebastian  intentó la vía de la negociación).
-      Me vas a hacer enfadar de verdad, chico (dijo y su voz sonó de lo más tenebrosa. Y por mucho que Sebastian  se centrara en que tenía 27 años y ese hombre no podía asustarlo de esa manera, le asustaba). Si tenemos que empezar de nuevo que sea con una buena actitud ¿eh? (y aquella frase le puso los pelos de punta. Le trajo a la memoria recuerdos no muy agradables de cuando su tío lo estaba preparando para ser su sucesor) Restituiré tu posición en el clan. Como entiendes Max seguirá siendo el legítimo heredero, pero mientras que Max no me sustituya, tú serás el tercero al mando, justo detrás de tu padre.
-      No es como si ahora hubieran muchos en la cadena de mando (dijo riéndose Sebastian , en ese momento Alejandro sabía que su sobrino había aceptado)
-      Pero los habrán (dijo Alejandro sonriendo por primera vez en todo el día)

1 comentario:

  1. La verdad que no me gusta mucho cuando publican varios capítulos seguidos porque no me gusta leer (jajaja) pero agradezco que hayan sido 10 los capis de ésta historia. Está genial, simplemente me atrapó. La disfruté mucho, aunque al principio no entendía nada! Pero es estupenda y espero que pronto haya más! Me encantó. Amé a los 3 hermanos. Muy buena historia

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