Páginas Amigas

viernes, 15 de julio de 2016

Capítulo 11



Capítulo 11
Dos meses desde la destrucción de Quickwater…
-      ¿Dónde está tu hermano? (preguntó Alejandro bastante mal humorado a Max)
-      No sé, no lo he visto des de las seis  (dijo intentando no cabrear más a su tío)
-      ¡Julio! ¿Sabes donde carajos está tu hijo? (preguntó dando un grito. Aquella casa no era muy grande así que lo de dar gritos era totalmente innecesario)
-      No (dijo apagando la tele) ¿Habíais quedado?
-      No (dijo y se metió de nuevo en su habitación dando un portazo. Max miró a su padre se hundió de hombros. Julio también su hundió de hombros no sabía que mosca le había picado ahora a su hermano. Al cabo de un rato salió de su habitación con otra ropa y las llaves del coche en la mano)
-      Ni siquiera sabes dónde está, Alejandro (le dijo César rodando los ojos)
-      Me juego lo que quieras que está con los Hof (dijo entre dientes Alejandro).
-      Bueno ¿Y si así fuera?…vas a entrar en casa de los Hof ¿Y vas a montar una escena? (dijo César sabiendo que Alejandro jamás se pondría en evidencia ante los Hof. Alejandro gruñó porque César llevaba razón).
-      Voy a llamarlo (dijo Julio dando un suspiro. La relación con su hijo mayor no era tan  cordial como cabría esperar entre un padre y un hijo. Aunque era cierto que habían tenido un par de conversaciones agradables por lo general ambos se esquivaban. Sacó el teléfono y marcó en la agenda Sebastian, tardó bastante en descolgar, pero descolgó. Y eso puso de peor humor a Alejandro porque a él no le había contestado al teléfono) Hola, si,,,¿Dónde andas?...(y Alejandro no pudo más y le arrebató el teléfono a su hermano)
-      ¿Dónde narices estás? (dijo gritando al teléfono. Max y Marcos tragaron saliva y disimuladamente empezaron a recoger sus cosas del salón y quitarse del medio. no fuera que cuando acabara la llamada ellos fueran el objeto del mal humor de su tío)
-      Tengo 27 años, no tengo porque darte explicaciones Alejandro.
-      Estás con los Hof ¿verdad?(Alejandro ni escuchaba lo que su sobrino le estaba diciendo estab demasiado furioso)
-      Estoy con quien me sale de los huevos, Alejandro. ¿Qué narices quieres?
-      Que muevas tu culo a casa,,,hemos de hablar
-      Si es de lo de esta mañana, ya está todo hablado. Puede que seas el leader de los Bocha, pero no puedes decidir sobre mi vida
-      ¿Te apuestas algo, chico?  (dijo Alejandro)
-      Ahora no se puede hablar contigo, vete a cazar o algo, a ver si te tranquilizas (le dijo Sebastian y le colgó)
-      ¿Era tu padre? (le preguntó Antonia abrazándolo cariñosamente)
-      No, mi tío (dijo resoplando)
-      Entonces mejor te vistes y te vas (dijo separándose un poco de él)
-      No soy su perrito, no puede ordenarme
-      Si, sí que puede (le dijo muy seca y se levantó de la cama. A veces Antonia no entendía a Sebastian. Esa era una de ellas)
-      Hablo en serio Antonia, hay que dejarle claro hasta donde puede llegar (dijo Sebastian sin moverse de la cama)
-      Cariño, eres un estúpido. Provocarle así solo para demostrarle que no eres un crío. ¿Sabes? eso es muy maduro, si, señor (Antonia se volteó y miró enfadada a Sebastian).
-      No te dará ese anillo ni en mil años (dijo enfadado y se levantó de la cama y empezó a vestirse)
-      Dúchate, no seas cerdo ¿No querrás llegar a casa oliendo a sexo? (Antonia se dio cuenta que precisamente era lo que quería y se puso de peor humor)
-      ¿Vas a ir a Leopold esta noche? (dijo Sebastian molesto porque no le gustaba cuando le mostraban sus errores).
-      Dúchate (fue lo único que dijo y se puso una camiseta, se sentó en el sofá y encendió la tele)
-      ¡Me ha colgado! (dijo alucinado Alejandro, en su vida nunca nadie le había colgado el teléfono)
-      Se habrá cortado (dijo Julio aunque sabía perfectamente que su hijo lo había cortado. Aún no entendía porque Alejandro había vuelto admitir a Sebastian en la manada, si era obvio, que no se aguantan. Quedaba tan lejos aquella conexión que ambos tenían  a la cual alguna vez Julio había sentido celos)
-      ¡No me jodas tú también, Julio! (dijo devolviéndole el teléfono a su hermano) llámalo y dile que venga cagando leches, he de hablar con él (dijo Alejandro, sabiendo que si lo llamaba él Sebastian no vendría en toda la noche solo por molestarle) ¡Max! Sal de la habitación, tenemos faena que hacer (gritó Alejandro y César se puso entre Alejandro y la puerta del salón)
-      Ahora no, el chico no tiene culpa de lo que sea que os lleváis entre manos Sebastian y tu (le dijo César. Alejandro miró a César y tras darse cuenta que si que quería descargar su ira con el chico, respiró hondo. Max salió de inmediato de su habitación, sabía que en ese estado no era bueno hacer esperar a su tío. Alejandro vio la mirada de conejillo asustado en los ojos de Max y se maldijo).
-      Enséñale diferentes formas de resguardarse del mal tiempo (dijo lanzándole las llaves a su hermano. Julio agradeció la intervención de César así que sin decir nada tomó las llaves y se levantó)
-      Vamos hijo, agarra la chaqueta nos vamos de acampada (dijo con ironía Julio).
-      Papá, son las nueve de la noche, mañana hay clase (dijo Max sin entender nada)
-      Ssssssh (lo mandó a callar y miró de reojo a Alejandro. Max se dio cuenta que no era momento de protestar, debía de dar gracias que quien lo acompañara fuera su padre y no su tío)

-      ¿Qué pasa? (dijo césar en cuanto Julio y Max salieron por la puerta acariciándole el pelo para que se relajara un poco)
-      Dijo que cuando hiciera un par de meses irían a Quickwater a ver si había algo o alguien que se hubiera salvado
-      Quizás esperen un poco más, quizás les haya llegado un chivatazo que aún no es seguro, antes de ponerte así, deberías hablar (César usaba un tono de voz muy relajante)
-      Ya hablé, hablé esta semana (dijo tensándose otra vez) estuvieron allí hace unos días…Antonia y él…
-      Pensé que estaban juntos, en plan pareja, ya sabes…como casi siempre (era cierto que Sebastian vivía  acaballo de las dos casas).
-      Sí, yo también. Es mi pueblo, mi clan, yo soy el leader de los Bocha. Y va ese mocoso actuando por ahí sin decirme nada, como si fuera él único Bocha vivo.
-      Hizo mal (dijo César que aunque Sebastian no era santo de su devoción solía ponerse de lado de quién tuviera razón sin importar afinidades. Pero esta vez no entendía porque el chico había ido a espaldas de Alejandro, a parte de para molestar)
-      ¿HIZO MAL? ¿Eso es lo único que dices? El chico me está desafiando, lo lleva haciendo des de que llegamos.
-      Lo has estado tratando fatal des de que llegamos. Lo perdonas, lo readmites, no solo eso, le das un rango jerárquico superior, incluso superior al mío (dijo algo dolido) y después no paras de acosarlo. Sebastian tiene 27 años, Alejandro, los últimos 5 años se los ha pasado vagando atormentado, No puedes esperar que te mire con los mismos ojos de admiración y bese por donde pisas como hacía cuando era tu heredero.
-      Lo sé. Pero esto sobrepasa los límites. Fue a Quickwater sin decirme nada. Y va y esta mañana me lo suelta como si nada mientras tomábamos un café (dijo Alejandro)
-      ¿En un sitio público. no? (preguntó César y Alejandro asintió) jajaja cobarde (dijo César)
-      Cobarde entre otras cosas. grrrrrr Cuando ponga las manos sobre ese chico, poco va importarme que tenga 27 o 57.
-      Vaaaaaaaaaale (y volvió a acariciarlo y lo besó para que alejara sus pensamientos de Sebastian)
-      El niño (dijo mirando hacia la habitación que Max y Marcos compartían)
-       Con los gritos que has pegado, no sale de ahí ni para orinar (le dijo al oído y jugoteó con su lóbulo).
-      Mejor nos vamos para el dormitorio, solo por si acaso (dijo y le agarró la mano a César tiró un poco de él para que se levantara y se fueron al dormitorio que compartían).
 Marcos espero 10 minutos antes de salir del cuarto. Lo hizo con sumo cuidado de no hacer ruido, descalzo, casi de puntitas fue hasta la entrada y con cuidado agarró la cazadora de César. Sacó la billetera con cuidado y agarró la tarjeta de crédito. Max regresó a su habitación metió todos los datos de la tarjeta en la web y dio a aceptar, el envío llegaría a correos en 72 horas. Contento, salió de nuevo de su cuarto y con el mismo cuidado regresó al tarjeta de crédito a la billetera de César).
Sebastian esperó un rato antes de ir hacia casa, fue a cenar algo a una hamburguesería, paseó un rato por el centro y finalmente tomó un autobús nocturno hacía casa. Eran casi las once cuando metió las llaves en la cerradura con cuidado de no hacer ruido, como hacia cuando tenía 17 años y llegaba tarde después de haber salido con alguna chica. Y al igual que entonces su tío estaba de píe en frente de la entrada esperándolo.
-      Es muy tarde, Alejandro mañana hablamos (dijo Sebastian intentando sonar relajado, pero el corazón lo traicionaba)
-      Tienes razón…mañana hablamos (dijo Alejandro y se dio media vuelta y eso descolocó por completo a Sebastian)
-      ¿Ah si? ¿Entonces que hacías esperándome en la entrada?
-      Solo quería comprobar una cosa (dijo con una sonrisita odiosa en la cara. Y Sebastian se puso de muy mal humor al darse cuenta que le acababa de dar esa satisfacción a su tío) Hasta mañana, Sebastian (dijo Alejandro en un tono aterrador. Sebastian se maldijo así mismo y se fue hacia la habitación que utilizaba cuando no se quedaba en casa de Antonia)…

-      Auuuuuuuuuuuuuu papá, no, no, no, te lo puedo explicar auuuuu (Max intentaba esquivar los cuerazos de su padre).

-      ¿Me lo puedes explicar? ¿Me lo puedes explicar? (repetía Julio sin dejar de zurrar al chico) Como si no tuviera suficiente con tu hermano, ahora también he de empezar a preocuparme por ti ¿eh? ¿Des de cuando Fumas?

-      No fumo, papá, te lo juro. De verdad, te lo juro por lo más sagrado (Max decía desesperado)

-      ¿Y entonces porque llevas cigarrillos en tu mochila? (Julio pensaba que ese chico lo iba a matar a disgusto, hacía unos meses cerveza y ahora tabaco. No lo entendía, Max no era ese tipo de chico)

-      Son de Sebastian (dijo asustado)

-      Zwas zwas zwas

-      Aaaaaaaaaaaaaau au au no papá, de verdad que son de él (aquellos cuerazos habían picado de lo lindo)

-      ¿Y él los guarda en tu mochila, no? (¿pero es que sus chicos son idiotas o peor pensaban que él lo era? ) zwas

-      No auuuuuuuuuuuuu Se los cogí (confesó entre saltitos)

-      Zwasssss (Julio odiaba que su hijo mayor fumara, pero no podía hacer ya nada, tenía 27 años, pero con Max y con Marcos aún tenían algo que decir)

-      Aaaaaaaaaaaaaaaau Pero no para fumar, se los vendo a un chico (pensó que su padre no estaría contento con aquello pero peor le iba a ir si pensaba que se los estaba fumando él)

-      Zwasssss Zwasssss ¿Qué chico? No conocemos nadie aquí

-      A uno de los Hof (Julio abrió mucho los ojos, si su hermano se enteraba que no solo Sebastian estaba relacionándose con los Hof sino también Max se iba a liar gorda)

-      Zwasssss Zwasssss Zwasssss Zwasssss Zwasssss Zwasssss

-      Auuuu papá auuu no auuuu ay ay no auuuuu es verdad lo juro auuuuuuu

-      Zwasssss Zwasssss tu tío dijo claramente que no nos relacionaramos más de lo estrictictamente necesario con los Hof y tu andas vendiéndoles tabaco a su críos ¿Quieres causarle problemas con Leopold? ¿Quieres que nos echen de aquí? ¿Eso es lo que quieres? Zwasssss Zwasssss Zwasssss Zwasssss

-      Auuuuuuuuu no no, ayyyyyyyyyy yo solo le hacía un favor

-      ¿Vendiéndole el tabaco que le robas a tu hermano? No veo yo ahí favor alguno, excepto el que te haces a ti mismo Zwasssss Zwasssss

-      Ay ay ay bwuaaaaaaaa papá ya no más uuuuuuuuuuuuu ya bwauuuuuuuuuuuu

-      Reza porque no llegue a oídos de Leopold o de tu tío, porque no sé que te hará tu tío si se entera de esto Zwasssss Zwasssss

-      Bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (Y Julio respiró hondo y volvió a poner el cinturón en su sitio)

-      Dios, Max, si llega a ser tu tío el que te trae hoy a hacer tus ejercicios y descubre el tábaco…como está de humor hoy…(Max seguía llorando. Julio respiró profundamente varias veces y ayudó a levantarse a su hijo) Max, hijo tienes una cabecita ahí arriba, está ahí para que la utilices. No podemos meternos en problemas con los Hof. Este es su territorio, nos han acogido, hasta que volamos a ser un clan fuerte y orgulloso no podemos enemistarnos con ellos ¿entiendes?

-      Si, señor

-      Y lo de robarle el tabaco a tu hermano para después revenderlo, tampoco está bien. Tarde o temprano se daría cuenta y entonces no se iba  a poner muy contento contigo

-      Eso me da igual

-      Pues no debería, aunque eres el legitimo heredero, él es un superior…¿entiendes, hijo? (Max negó con la cabeza) Eres el heredero, y un día serás su leader, nuestro leader, pero hasta que ese día no llegue no estás por encima de él…tu  tío le dio ese poder (Max lo miró alucinado)

-      ¿Quieres decir que puede mandarme? (aquello ya era demasiado. Max recordaba a su hermano como un podo mandón pero siempre fue más un cómplice que uno de los mayores)

-      Si, y no solo eso. Si no lo obedeces está en su derecho en castigarte como crea conveniente (le dijo Julio).

-      ¡Pero..pero…es Sebastian!


-      Y tu superior (le dijo Julio). Ni tu hermano (refiriéndose a Marcos) ni tu parecéis haberos dado cuenta de ello. Hijo, más vale que os dejéis de tonterías con Sebastian. Alejandro no es el único a quien temer en esta casa (Max miró a su padre y se dio cuenta que llevaba razón y no le hizo ni puñetera gracia la perspectiva)

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