Páginas Amigas

lunes, 29 de agosto de 2016

Capítulo 24




Capítulo 24

-      ¿Qué hora es? (dijo Sebastian claramente nervioso)
-      Tres minutos más tarde de la última vez que preguntaste (dijo César rodando los ojos. Sebastian volvió a sacar su teléfono y volvió a intentar llamar pero de nuevo el contestador automático).
-      Hace ya más de una hora que debería de estar de vuelta
-      Se debe haber entretenido con algún compañero de la escuela (dijo César mostrándose muy tranquilo aunque lo cierto es que no le hacía gracia que el niño hubiera elegido ese día para llegar tarde de la escuela)
-      ¿y porque no responde al teléfono?
-      Estará jugando y no lo oirá…Marcos es solo un niño aún…y los niños
-      No me jodas, César…cualquier otro niño vale. Pero en esta casa…en esta casa llevas aún pañales y ya te meten en la mollera lo de obedecer sin rechistar (dijo encendiéndose un cigarrillo)
-      Tu padre no quiere que se fume en casa…
-      ¿Ves a mi padre aquí? (dijo Sebastian poniendo una meuca de disgusto)
-      ¿Pretendes que tu hermano obedezca órdenes cuando tú eres el primero en desobedecerlas? ¡Bravo!
-      ¿Quieres que te arranque el otro brazo? (le amenazó poniendo la mirada de lobo. Pero César sabía que aquella era una amenaza que no iba a cumplir, solo estaba preocupado. Sebastian era igual que Alejandro en eso, cuando algo le preocupaba se ponía intratable) Voy a salir a buscarlo (dijo Sebastian que no soportaba más estar allí encerrado esperando)
-      Debe estar al caer…además pronto anochecerá y ya no podrá jugar y…(César no entendía como Sebastian podía ponerse así por una niñería como aquello y después permanecer casi impasible por cosas mucho más serias)
-      Cállate, César. Salgo. Miraré en los parque que hay de la escuela aquí.
-      Tiene 12 años no 5… mira mejor en los recreativos. Solo hay 2 (César le dijo sabía que si Sebastian se parecía a Alejandro en eso también, mejor sería que no perdiera mucho tiempo buscando al niño. Pero en ese instante oyeron el portazo de la entrada) ¡maldito mocoso! Estás en un montón de problemas…te vas a…
-      ¿qué pasa? (y Sebastian se asomó al pasillo al oír la voz de su tío)
-      ¿ya regresasteis?
-      si (contestó Alejandro secamente y prosiguió su paso hasta su dormitorio)
-      ¿Y tu hermano? (le preguntó Julio mirando fijamente a Sebastian)
-      Por ahí, jugando con alguno amiguito. Ya sabes como es Marcos (dijo César y Julio se miró el reloj y refunfuñó algo. sacó el teléfono y marcó el numero de su hijo menor)
-      ¿Marcos? ( ye el niño respondió al teléfono a la primera. Cosa que hizo que Sebastian abriera la boca como un tonto) ¿Dónde demonios estás? (pausa) ¿y quién te dio permiso? (pausa) Ah  (pausa) ya veo (pausa) tienes exactamente 15 minutos para llegar a casa (pausa) pásame con su madre. Ahora, Marcos, ahora (dijo irritado y tras unos segundos Julio cambió el tono, parecía hablar con al madre de algún compañero de clase de Marcos) buenas tardes, si, disculpe, si, soy el padre de Marcos, no, no me pidió permiso, si no le es mucha molestia, podría acercarlo a casa, si , muchas gracias, si. Lo lamento, gracias de nuevo (y colgó el teléfono y miró a su hijo mayor y negó con la cabeza).
-      Papá (empezó a hablar Sebastian que se sentía como cuando tenía 13 años y su padre le mandaba ordenar su habitación y no lo hacía).
-      Ahora, no, estoy muerto…voy a tomarme una ducha y dormir un par de horas ¿puedes encargarte tú de Marcos?  Y Sebastian… las cosas no han cambiado des de que tu eras pequeño…de la escuela directo a casa y sino hay que llamar para pedir permiso.
-      Lo sé papá, y estamos en toque de queda, lo sé…no soy yo el que se ha ido a jugar por ahí sin decir nada a nadie.
-      No hijo, no. Tu solo eras el adulto responsable que debía asegurarse que se cumplirán las normas (dijo Julio molesto. Estaba claro que su padre estaba molesto pero no por Marcos. Sebastian pensó que Antonia había hecho su trabajo y le costó horrores no sonreír triunfante. Pero mantuvo el tipo) ¿Serás capaz de castigar a un mocoso de 12 años o eso también es pedirte demasiado? (a Sebastian se le saltaron los colores. César no pudo evitar sonreír pero pensó que lo mejor sería quitarse del medio Y Siguió a Julio al dormitorio aunque muy bien no sabía como iba a recibirlo. Max también huyó a su habitación aquella “salida” lo había asqueado del todo y para él ese sentimiento era nuevo).
-      ¿Qué tal fue todo? (le preguntó Sebastian  a Antonia en cuanto se quedaron solos)
-      Bien (y le sonrió maliciosamente Sebastian no pudo más que alegrarse. Empezaba a impacientarse, aunque las cosas estaban yendo según lo planeado, no imaginó que le costaría tanto mantener la fachada ante su familia. A cada día que pasaba más dudas le surgían sobre si seguir adelante o simplemente pasar página y olvidarlo todo y seguir con su vida como si jamás hubiera tenido una familia). Estoy deseando pillar la cama…después me contarás como te ha ido a ti, por aquí (y le dio un beso en la mejilla, sin mucha efusividad. Sebastian se quedó en el salón esperando que la madre del compañero de Marcos lo trajera a casa. Aunque tan solo 10 minutos antes le hubiera arrancado la cabeza a su hermano ahora tras oír que todo había ido bien y ver la cara de Max al llegar ya no estaba enfadado. Más bien se podría decir que Sebastian estaba algo exultante. Afortunadamente para Marcos).
-      Hola (tímidamente dijo Marcos al llegar des de la puerta y sin acabar de entrar. Sebastian se levantó y fue hacia la entrada. Le agradeció a la mujer aquella que hubiera traído a casa a su hermano y agarrando firme pero sin hacerle daño del brazo a su hermano pequeño lo hizo entrar y cerró la puerta) ¿y papá?
-      Descansando (dijo sin parecer para nada enfadado) creo que después tendremos una reunión familiar (Marcos lo miró en pánico)
-      ¿Estaba muy enfadado?
-      Más bien cansado pero si, también algo enfadado (dijo aunque Sebastian sabía que el enfado de su padre poco tenía que ver con Marcos. Pero lo que entonces no se imaginaba era que también fuera con él).
-      No pensé que regresaran hoy…creí que estarían hasta el fin de semana.
-      Ya me imagino que no eres tan idiota como para irte a jugar a casa de un amigo sin decir nada a nadie (Marco sonrió. Claro que no era tan idiota. Pero cuando el gato se va los ratones hacen una gran fiesta) ¡Oh espera! Eso es precisamente lo que has hecho. Ve a por la vara (dijo en un tono muy natural. Marcos lo miró como si no acabara de entender del todo lo que su hermano le acababa de decir)
-      ¿Papá me va a pegar con la vara? (dijo sorprendido)
-      No lo sé. La vara es para mi te vas a llevar 4 de los buenos y después mi mano y tu trasero van a dejar unos cuantos puntos claros como “casa directamente” y “cuando te llame tu contestas a la primera”
-      ¿QUÉ? ¡TÚ NO PUEDES! ¡PAPAAAAAAAAAAAAAAAAA! (empezó a llamar Marcos. Sebastian se lo quedó mirando alucinado ¿Realmente ese mocoso estaba llamando a su padre para acusarlo?)
-      Marcos no creo que eso sea buena idea (le dijo Sebastian mirándolo aún sorprendido) papá esta muy cansado y ha llegado de un humor de perros y no se ha puesto de mejor humor cuando ha llegado y ha visto que no estabas aquí.
-      ¡PAPAAAAAAAAAAAAAAAA! (volvió a llamar haciendo oídos sordos a los consejos de Sebastian).
-      Marcos, ha sido papá quien me ha dicho que me encargara yo de ti. Así que deja de chillar y tráeme la vara como te he pedido. Acabemos con esto rapidito que ni tú ni yo queremos hacerlo (le dijo Sebastian tranquilamente).
-      ¡PAPAAAAAAAAAAAAAAAA! (Marcos hizo como si Sebastian no existiera y volvió a llamar a su padre. Para su sorpresa quien vino fue su padre sino su tío y nada contento).
-      ¿Qué pasa aquí? (preguntó Alejandro de muy malos modos)
-      Me quiere pegar (le acusó señalándolo con el dedo. Sebastian se lo quedó mirando alucinado)
-      ¿Cuántos años tenéis? (tanto Sebastian como Marcos se miraron sin saber si debían responder) he preguntado ¿Cuántos años tenéis? (dijo Alejandro entre dientes)
-      27 (Sebastian respondió en seguida)
-      12 (dijo Marcos tímidamente)
-      ¿En serio? Porque hace unos segundos juraría que estaba escuchando a dos mocosos de pañales. Tú (dijo mirando a Sebastian) tu padre te ha dicho que te encargaras de tu hermano ¿no? Pues ¿que diantre estás haciendo? Y Tú (y miró muy serio a Marcos) sabes perfectamente que te espera si desobedeces una orden, además recuerdo muy bien haberos dicho que estábamos bajo ley marcial, nadie va a ninguna parte sin mi expreso permiso (Marcos bajó la cabeza y tardó saliva) EN cuanto tu hermano haya acabado de castigarte vienes a mi cuarto que recibirás tu parte por desobedecerme a mí (dijo y se giró y regresó hacía su cuarto) Y rapidito (dijo antes de entrar en su habitación) que no tengo todo el día (en cuanto sintieron el portazo de la habitación de su tío Sebastian y marcos se miraron mutuamente con cara de circunstancias)
-      Ve a por la vara, anda (dijo un poco desanimado Sebastian y esta vez marcos obedeció sin rechistar. En ese momento salió Julio miró a su hijo mayor y le echó una mirada de reprobación. Sebastian bajó la mirada un segundo pero en seguida se dio cuenta que tenía 27 años, no tenía porque dejarle que le hiciera sentirse así).
-      ¿Necesitas ayuda, muchacho?
-      No (dijo muy seco Sebastian y Julio aún le sostuvo la mirada unos segundos y después se metió de nuevo en su dormitorio. Marcos le entregó la vara a su hermano y se colocó sobre el respaldo del sofá como Max solía hacer su tío lo castigaba).
-      Zwass zwass zwass zwass (Sebastian dio los cuatro varazos rápidamente para quitarse esa faena de encima. Marcos que no estaba nada acostumbrado a la vara aulló como si le estuvieran arrancando la piel a tiras. Sebastian se sintió algo mal. Pero era cierto fue bajo su vigilancia que el chico decidió desobedecer así que le tocaba a él lidiar con él para que no se volviera a repetir)
-      Aaaaaaaaaaaaaaau aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay noooooooooooo bwuaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaaaaaaa
-      Venga, Marcos (dijo con un tono muy tierno y le ayudó a levantarse para sentarse él sobre el brazo del sofá y colocar al niño sobre sus rodillas) acabemos con esto. Debes de obedecer a tus mayores, debes pedir permiso e informar siempre donde vas y mientras estemos bajo ley marcial no podemos hacer nada ni ir a ninguna parte sin permiso expreso de Alejandro (y esto lo dijo con amargura, porque él era el que más perdía con esa maldita ley marcial)
-      Por favor, Sebastian, por favor duele bwuaaaaaaaaaaaaaaaaa (Marcos le suplicó y aunque Sebastian no tenía intención de ser muy duro con el niño, sabía que debía de castigarlo)
-      Lo siento Marcos, pero tu mismo te has colocado en esta posición, sabías perfectamente que acabarías así cuando decidiste no venir directo de la escuela plass (y Sebastian dejó caer la primera palmada. No fue muy duro pero Marcos que justo acababa de recibir 4 varazos no opinó lo mismo) plass plass plas plass plass (las siguientes 5 palmadas fueron para abarcar todo el trasero del chico) plass plass plas plass plass (Marcos empezó a intentar escabullirse así que Sebastian tuvo que sujetarlo con más firmeza) plass plass plas plass plass cuando se te dé una orden obedecerás, aunque no estés de acuerdo, aunque quien te la dé no te caiga bien, aunque te parezca una estupidez plass plass plas plass plass
-      Aaaaaaaaay ayyy ay no para, Sebas para (Sebastian se quedó parado, porque solo su madre y Marcos cuando recién aprendía a hablar  le llamaban Sebas en vez de Sebastian y hacía ya mucho tiempo que no se lo había oído llamar. Era imposible que el mocos se acordara de eso, así que no estaba intentando manipularlo).
-      No puedo Marcos, desobedeciste y yo estaba al mando, a ti te toca aceptar el castigo y a mi me toca castigarte. Ni tu ni yo podemos hacer nada, esto es lo que hay cuando se desobedece una orden plass plass plass plass plass la próxima vez, te lo pensarás mejor antes de desobedecer al tío o a papá (dijo Sebastian y cuando se dio cuenta que había llamado de nuevo tío a Alejandro ya era demasiado tarde, ya estaba dicho) plass plass plass plass plass (Sebastian le dio 5 palmadas más y le subió con cuidado la ropa).
-      Bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaaaaaaa lo sientoooo bwuaaaaaaaaaaaaaaaaa nunca más, lo juro, lo juro Sebas, bwuaaaaaaaaaaa
-      Shhhh ya moco (que era como “cariñosamente” tanto Sebas como Max lo llamaban), ya. Ya terminó. Venga deja de llorar (decía desolado Sebastian que no le gustaba tener que jugar ese papel con sus hermanos) Venga Marcos. Ve a lavarte la cara y vamos a ver el final del partido ¿eh?
-      Noooo (dijo en algo más parecido a un puchero que a una queja)
-      Max debe estar reventado, vamos a dejar que todos descansen un poquito y después ya podrás ir a tu habitación y encerrarte allí si quieres. Pero hay que dejarlos descansar ¿entiendes Marcos? Venga ver un partido no será tan malo. Prometo sentarme en esa punta y no decirte nada (Sebastian le dijo intentando convencerlo. Marcos aceptó la oferta de su hermano y tras lavarse la cara se sentó en el otro extremo del sofá y se puso a ver el final del partido. Al cabo de un rato se quedó dormido en el sofá. Sebastian le puso una manta por encima y apagó el televisor y se puso a mirar en su laptop)
-      ¿Sebastian? shhhh Sebastian (le llamó susurrando Marcos para no despertar ni a Max ni al resto de la familia que dormía. Sebastian lo miró extrañado y se levantó y lo siguió a su habitación)
-      ¿Qué pasa? ¿Tú no estás cansado?
-      Si, pero no puedo dormir. Alejandro va a matar a unos vampiros
-      Lo sé (dijo poniéndose muy serio)
-      Es una especie de cruzada para ellos
-      Ya (respondió sin poder mirarlo a la cara)
-      Mataran a Coral ¿verdad? (Sebastian no le respondió). Tienes que jurarme que no le dejarás que mate a Coral
-      Max, si el me ordena matarla, no podré negarme…si lo hiciera…¿sabes lo que me pasaría, verdad? (dijo mirando ahora si directamente a los ojos a su hermano)
-      Ella es buena (dijo con lágrimas en los ojos)
-      Lo sé. Pero Alejandro es el jefe de los Bocha y si él…
-      Tú eres más fuerte que él…lo sé…les oí cuchichear…te tienen miedo, porque eres más fuerte que él.
-      Eso da igual, Max
-      ¡No, no lo da! (protestó enfadado) ¡Venga! Sebastian a ti nunca te importó contrariar a Alejandro (Sebastian se dio cuenta que su hermano había dejado de llamar tío a Alejandro y ahora se refería a él solo por su nombre. Así alejaba esa persona más de su círculo íntimo. Ya no era familia ahora solo era el leader de su clan).
-      No es eso Max. Cuando me hechizaron e intenté matarlos…bueno…lo hice. Pero él es indestructible, ese anillo suyo…no puedo hacer nada por Coral mientras lleve ese anillo
-      ¿El anillo que quiere Antonia? (preguntó algo desconfiado Marcos).
-      ¿Por qué te crees que lo quiere? Demasiado poder para alguien con esa mentalidad
-      ¿Y crees que Antonia lo haría mejor? (Max pensaba que Antonia también le faltaba un tornillo).
-      No lo sé. Supongo que no, pero Coral no correría ningún peligro con Antonia, eso seguro (dijo Sebastian intentando sonar lo más convincente posible). Pero eso da igual, lo que no sabe Antonia es que solo un Bocha legitimado por el solemne juramento puede llevar ese anillo. Así que estamos vendidos (dijo sonando derrotado)
-      Yo estoy legitimado (dijo para si mismo Max pero lo dijo en voz alta y Sebastian sonrió)
-      Y yo. No se te olvide. Aunque fui expulsado, hice el juramento ante todos y todos lo aceptaron (Max miró a su hermano y se dio cuenta que llevaba razón. Los únicos que podrían salvar a Coral y a sus tíos eran ellos dos)
-      Por favor (le suplicó) yo no tengo nada que hacer con el tío, me da un millón de vueltas, pero tú….
-      No has oído lo que te he dicho antes…mientras lleve ese anillo no hay nada que hacer. Max, olvídalo, no podemos hacer nada por Coral y los suyos…lo siento…(dijo levantándose de la cama y marchando hacia la puerta)
-      Si yo le quitara el anillo…
-      Jajajaja muy gracioso Max, pero tu mismo lo has dicho Alejandro te supera en todos los aspectos.
-      En todos no (dijo muy serio) ¿si yo os consigo ese anillo me prometéis que no dejaréis que nada malo les pase a Coral y su familia?
-      ¿Sabes que solo por haber dicho lo que acabas de decir Alejandro podría matarte, verdad?
-      No me importa (dijo Max muy seguro de si mismo. Sebastian negó con la cabeza y tras hacer como que se lo pensaba lo miró fijamente y le dijo).
-      De acuerdo. Pero no quiero que hagas nada. No quiero que sigas mi misma suerte o peor. Dame algo de tiempo ¿vale?
-      En un mes el acónito lapislázuli estará preparado (le dijo Max desesperado).

-      Entonces tendrá que ser antes de un mes (dijo y finalmente salió de la habitación. En cuanto cerró la puerta sonrió maliciosamente. Ya estaba. Su venganza ya no se podría evitar)

5 comentarios:

  1. Wow! q atrapada me tiene esta historia, me sorprendió lo de césar y aún no entiendo mucho q es lo q esta pasando pero quiero saber más quiero saber quién es realmente Alejandro q hizo q pasó en fin espero q sigas con esta obra maestra q me tiene con los nervios de punta.

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  2. Yo igual, Alejandro me da mala espina, y bueno pobre de Max.

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  4. Siempre me gustaron tus historias pero esta vez te pasaste, esta historia tiene de todo y me tiene recontra atrapada.
    Mas por favor!!

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  5. Yo no siento que Alejandro sea una mala persona!!.. Estricto si!! Pero siempre cuidando de los suyos!!...
    Mm estoy atrapada con esta historia!!..
    Quiero saber que planea Sebastian ... Para mi la mala es Antonia!!...

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