Lazos Entre Hermanos (capítulo dos)

Capitulo 2

Al día siguiente me levante temprano como era costumbre para ir al colegio, yo creo que soy el único chico de mi edad que se levanta un día lunes con ganas de ir a clases. Bueno digamos que simplemente no me gustaba quedarme en la casa, y no me quedaba de otra que salir a la calle, el solo hecho de pensar de quedarme un día entero en mi casa me daban nauseas. A diferencia de mi hermano que el podía pasarse aquí metido 24/7 si fuera de el.

Cuando llegue al colegio me reuní con mi grupo de amigos y entramos a clases, el día transcurrió normal, los profesores nos dejaron bastante tarea, y toditos nos recordaron que la semana que viene era la entrega de boletas y teníamos que venir con nuestro representante para que la recogiera.

Cuando salimos me fui con Angello para mi casa.

- ¿Que tal van las cosas en tu casa? –me pregunto en el camino.

- Como siempre, mi papá jodiendome la vida, gritándome, insultándome, molestándome, ya sabes….

- ¿Y pegándote? –me pregunto cauteloso.

- Si –le conteste cabizbajo-. Anoche lo hizo, y ni siquiera me dejo cenar.

- ¡Que! –exclamo sorprendido-. ¿Te castigo sin cenar? –me pregunto incrédulo, parándose en seco y mirándome fijamente.

- No es que me haya castigado sin comer, bueno si. Pero lo que paso fue que discutimos mientras estábamos cenando y me mando a mi cuarto y no me dejo terminar la comida. No te preocupes que al rato mi hermano me preparo algo de comer y me lo subió a mi habitación.

- Que vaina con  tu papá. ¡Grrr! Te lo juro que si fuera mayor de edad, me iría tu casa y lo golpearía, es un desgraciado –me contesto furioso-. Sin ofender.

- No tranquilo. Yo se – le respondí con voz débil mientras seguíamos caminando.

- ¿Tienes planeado algún día decirle a tu familia, lo de tu orientación sexual? Ya sabes que eres homosexual –me pregunto curioso.

- No ni loco.

- ¿Nunca se lo vas a decir? Que vas a hacer cuando te guste un chico y quieras tener una relación, ¿la vas a mantener en secreto?

- Si supongo. Me imagino que algún día tendré que enfrentar a mi papá y decirle, yo soy su hijo y aunque no me quiera, me tiene que aceptar como soy. Pero supongo que ese día va a ser, cuando yo ya este viviendo fuera de mi casa y sea mayor de edad, cuando ya no este bajo su control, ahorita no me atrevo ni loco, no quiero pasar una semana en el hospital recuperándome de la posible paliza que me de.

- No digas eso. En cualquier cosa que decidas hacer sabes que te apoyo -me respondió pasando su brazo sobre mi hombro.

- ¡Gracias bro! Y cuéntame ¿como vas con Alice?

Alice es la novia de mi amigo, cabe decir que el es heterosexual, hace dos años cuando por fin me atreví a comentarle a Angello que a mi me no me iban las mujeres, temí mucho por su respuesta no sabia como iba a reaccionar, no sabia con certeza si era una persona homofobica, pero digamos en que confíe en la buena amistad que teníamos y se lo dije. Por supuesto semanas antes yo ya le estaba preguntado sobre el tema, tanteando el terreno para darme una idea de sus posibles reacciones. 

Cuando le pregunte que pensaba de que un hombre fuera homosexual me contesto algo así: “Son chicos como cualquier otro, que piensan, sienten y sufren como cualquier persona y tienen derecho de gustar del genero que ellos deseen, sin miedo a ser juzgados por la sociedad, porque eso es algo que no se elige, y merecen ser felices y aceptados así como son, con sus preferencias, ser homosexual no significa que eres menos ser humano que los demás. Todos somos iguales. Me parece patético que haya gente que los discrimine”

Con esa respuesta que el me dio me sentí seguro para contarle, que yo era uno de esos chicos, sin sentir miedo a que me fuera a juzgar y que fuéramos a perder nuestra amistad. Y afectivamente así fue, su reacción ante esa declaración fue… comprensible y seguimos siendo mejores amigos. El no cambio en lo absoluto su trato hacia a mi, a pesar de que el fuera hetero y yo no.

- Bien, excelente –me respondió con una sonrisa-. El viernes cumplimos 6 meses juntos. Tengo pensado llevarla al cine el sábado.

- Eso pues…que bien, ¿y no tienes mas nada planeado? –le pregunte con suspicacia.

Y el por la respuesta que me dio, entendió mi indirecta con esa pregunta.

- Ella todavía no esta lista, y me dice que su primera vez quiere que sea especial, me pidió tiempo, y yo se lo voy a dar sin ningún problema, En serio la amo.

- Que bueno amigo, me alegro mucho por ti, me la saludas cuando se vean.

- Seguro. Con gusto.

A decir verdad esa semana la pase muy nervioso porque sabia que no iba muy bien a nivel general con todas mis materias, incluso estaba prácticamente seguro que física y matemática se me iban a quedar. No podía dejar de atormentarme pensando en la posible paliza que me daría mi papá cuando viera mis notas tan mediocres y las comparara con las de Blaine que siempre eran ejemplares, cosa que me sacaba de quicio y lo hacia siempre compararme mis notas con las de el.

Llegamos al sábado y en parte no podía dejar de pensar en las notas, eso me estaba consumiendo. Me encontraba en la sala de casa leyendo cuando escucho que mi padre llega y empieza a discutir con mi hermano en la cocina.

- ¿Porque no hiciste lo que te pedí? -pregunto mi padre en tono autoritario.

- Porque estaba ocupado.

- ¿Ocupado? Yo te veo perdiendo el tiempo en la cocina.

- Ahorita fue que me acabo de desocupar y me provoco comerme una torta y me puse hacerla.

A mi hermano le encanta cocinar, tiene habilidad para eso, y la comida que hace le queda espectacular sobre todo los postres.

- Este bien. Cuando te pida algo, quiero que lo hagas ¿entendido?

- Si papá.

- ¡JADEN!

Escucho que mi padre me llama, me levanto y me dirijo hacia la cocina.

- Dime –le contesto sin ganas.

- Ponte a lavar la camioneta -me ordeno.

- ¡Que! ¿Por qué? Si eso tú se lo mandaste a hacer a Blaine –reproche empezándome a molestar por lo que me estaba mandando a hacer.

- Pues tu hermano no pudo hacerlo, porque estaba ocupado y ahora te estoy mandando a ti. Ve a hacerlo, y no sigas protestando porque me vas a hacer enojar.

Dios mío no me lo podía creer, esto simplemente era increíble. A Blaine lo mandaban a hacer algo y no lo hacia, mi papá solo lo “reprendía” con un par de palabritas y me mandaba a hacerlo a mi. Que descarado era. Si yo me atrevo si quiera a desobedecer una orden suya, a no cumplir con lo que me asigna era hombre muerto, me daba un fuerte castigo por tener la osadía de pasar por alto sus órdenes. Y lo hacia Blaine y mira me mandaba a mi a hacerlo por el. Que mierda esto se cuenta y no se cree.

Me estaba carcomiendo la rabia que sentía en esos momentos por la injusticia tan grande que estaba presenciando cuando mi hermano hablo.

- Papa yo no lave la camioneta para que por una vez en la puta vida hagas algo tu aquí en la casa, no para que mandes a mi hermano hacerlo por mi -dijo enojado-. Ya me pongo a lavarla.

- Cuida esa boca Blaine. No quiero lavártela con jabón. Yo me la paso trabando arduamente para traer comida a esta casa ya con eso es mas que suficiente, y no te preocupes sigue preparando tu torta ya mande a Jaden a hacerlo –respondió decidido. Dirigiéndose hacia a mi continuo-. Y tu que estas esperando una invitación, muévete a hacer lo que te mande, y te apuras porque ya va a anochecer y después los vidrios de la camioneta no se van a secar bien y quedaran manchados y se eso pasa te voy a poner a ti a quitarle las machas de agua.

- ¡Papa! -exclamo mi hermano con un tono de disgusto en su voz-. Yo lo hago, tu me mandaste a mi así que yo lavo la camioneta, Jaden esta leyendo, déjalo tranquilo, ya me pongo a lavarla, dame solo 5 minutos mientras recojo todo esto.

- No Blaine no te preocupes, Jaden lo va a hacer porque lo estoy mandando yo.

- Papá por favor –le recrimino mi hermano.

- No Blaine, la camioneta la va a lavar tu hermano, ya hable.

Dicho eso mi papa se retiro, yo le lance una mirada de furia a mi hermano y me fui a sacar la manguera y el jabón para lavar la camioneta.

- Disculpa –susurro mi hermano antes de irme.

Se que mi hermano no tiene la culpa, de cómo me trate mi papá, pero grrr me era inevitable no molestarme con el, no sentir esa rabia, esos celos, que el fuera siempre perfecto, siempre se saliera con la suya, y sin que mis padres le reclamen absolutamente nada, me enojaba demasiado con Blaine cuando sucedían este tipo de situaciones, si el hubiera hecho en su momento lo que papá lo mando a hacer no tenia que hacerlo yo ahorita, ya que estaba ocupado, pero como era yo, Jaden el bueno, el tranquilo, que nunca dice nada, no importaba lo que estuviera haciendo, tenia que levantarme y cumplir sus ordenes, como lo detesto.

El lunes llego más rápido de lo que hubiera deseado, sorprendentemente esa semana que paso no tuve broncas grandes con mi papá que me llevaran a un castigo de índole física, eso era casi un milagro yo nunca pasaba mas de una semana sin un castigo por parte de mi padre. La última había sido el domingo en la noche de la semana pasada. Y ya estaba sintiendo como se aproximaba mi próximo castigo, ya me estaba entrando el miedo, cuando llegamos a la casa y mi papá nos llevo a la sala a mi hermano y a mí para abrir la boleta de calificaciones, y humillarme a mí frente a Blaine, frente al hijo perfecto, como era costumbre.

Lo que jamás pude imaginar que iba a pasar cuando mi papa abrió la boleta de Blaine, fue aquello, nadie me pudo haber preparado para esto, ni que hubiera bajado el mismísimo Jesús del cielo y me lo hubiera dicho le hubiera creído. Quizás después de todos Dio si escucho mis oraciones, y me estaba echando una mano.

La cara que puso mi papá al ver las calificaciones de mi hermano fue de espanto, de incredulidad total, nunca la iba a olvidar en mi vida. Al principio no entendía nada, no entendía porque no había saltado hacia Blaine a abrazarlo y a felicitarlo como normalmente lo hacia, y le decía lo orgulloso que estaba de el. Confundido dirijo mi vista hacia mi hermano y veo que esta cabizbajo esquivando la mirada de papá, juro por dios no entendía nada de lo que estaba pasando hasta que nuestro padre hablo.

- ¿Me puedes explicar que significa esto Blaine? –pregunto furioso a mediada que el semblante le iba cambiando rápidamente a enojado.

- ¿Que quieres que te explique? ahí están mas que claras las notas que saque –respondió con voz temblorosa mi hermano sin subir la mirada.

- Estas no son las notas del hijo que yo conozco.

- Pues esas son mis notas –contesto un poco altanero.

- Blaine no te conviene ponerte de gallito conmigo en estos momentos que ya estas metido en grandes problemas, no te busque mas –dijo en tono amenazante-. Quiero que me esplique porque mi hijo que toda su vida no ha bajado de 18 en ninguna materia, ahorita me llega con tres materias suspendidas. Y las demás no pasan de 15. Sabes lo importante que es sacar excelentes notas para que entres a una buena universidad.

Yo estaba sentado junto a mi hermano alucinando con todo lo que acababa de escuchar, Blaine, el hijo “perfecto”, el atlético, el estudioso, el obediente, se le habían quedado tres materias, eso era prácticamente el fin del mundo, obviamente no me alegro para nada, pero estaba muy sorprendido.

- Las notas del último año no las cuentan en el promedio para entrar a la universidad.

- ¿Ah si? –Pregunto incrédulo mi padre-. ¿Esa va ser tu escusa?

- No es escusa. Es la verdad.

- Entonces… como esas notas no las cuentan… ¿te vas a tirar las bolas al hombro con los estudios?

- Si –lo increpo mi hermano.

- MIRA BLAINE. ¡CALLATE! NO ME CONTESTES –le grito mi padre muy enojado a medida que se levantaba del asiento apuntándolo de forma amenazante con su dedo índice. Ahí hasta yo me asuste un poco, cunado mi papá se ponía de esa manera daba mucho miedo, y aunque mi hermano intentara disimularlo yo sabia que al igual que a mi el  también le tenia miedo.

- ¿Para que me preguntas entonces? –confronto a nuestro padre.

Yo abrí los ojos como platos y lo mire sorprendido por lo que acababa de decir en el estado tan enojado que se encontraba nuestro papá y todavía se atrevía a hacerse el gallito frente a el.

- Cállate Blaine –le dije casi en un susurro pero lo suficientemente alto para que me escuchara.

Mi padre también me escucho porque pareció haber caído en cuenta que yo también estaba ahí. Soltó un largo suspiro como respuesta a lo que había dicho mi hermano, y agarro mi boleta y la abrió. “Hasta aquí llegue” fue lo que pensé asustado porque a mi también se me hubieran quedado materias, pero no podía estar mas que equivocado.

Cuando mi papá vio mis calificaciones no pude notar nada en su semblante que me diera una señal de que tan muerto estaba. El solo las vio, y las volvió a meter en el sobre donde venian. Y las coloco sobre el mueble.

- Vete a tu habitación Jaden. Déjame solo con tu hermano –me ordeno.

- ¿Puedo ver mis notas? –le pregunte temeroso por su respuesta. El solo las agarro y me las entrego y yo me fui rápidamente de ahí.

Cuando llegue a mi habitación, abrí la boleta llevándome la sorpresa que había pasado todas las materias, e incluso no había tenido un promedio bajo como lo había pensado en un principio, tampoco era alto por su puesto, pero era aceptable para mi papá, y ahí fue que comprendí que no me iba a pegar por lo de las notas, había salido bien. Debí haber sacado muy buenas notas en los exámenes finales para que hubiera quedado con estas calificaciones era la única teoría coherente que explicara aquello.

Estaba alucinando sumamente emocionado hasta que los oigo gritos de mi padre provenientes de la planta baja de la casa reclamándole a mi hermano, ahí recordé enseguida que mi hermano si había raspado, cosa que no tenia sentido para mi, ¿porque lo había hecho? Ya que el siempre ha sido un buen estudiante, a el le gusta estudiar, le gusta estar pegado entre libros aprendiendo cosas nuevas, salir siempre excelente en los estudios era innato en el.

A los pocos minutos escucho los gritos de mi hermano, suplicándole a mi padre que no le pegara, y que lo sentía, que se iba a aplicar el siguiente lapso, pero fue en vano por que nuestro padre le siguió pegando por un buen rato, y por la forma en que sonaba, todo indicaba que le estaba pegando con la correa y en la piel desnuda, me entristecí un poco, al escuchar todo aquello y por lo que el estaba pasando, a pesar de que casi nunca nos hablemos, yo lo quiero muchísimo, y me duele saber que le están pegando.

 - Blaine’ s POV  -

Si mi padre supiera el verdadero motivo por el cual descuide mis estudios este lapso, me daría la paliza de mi vida, no fue que los descuide simplemente no me aplique a propósito, me deje raspar materias a propósito, y como yo se que esto no va a afectar para nada mi ingreso a la universidad me fue fácil hacerlo sin tener algún tipo de remordimiento.

Porque yo ya estoy mas que cansado y obstinado de las contantes comparaciones con Jaden, no quería que este año pasara como años anteriores que nos sentáramos en el mueble, mi papá viera mis excelentes notas y las empezara a compara con las no tan buenas de mi hermano, y no solo eso empezar a denigrarlo a el, a insultarlo, simplemente porque no era tan bueno para los estudios como yo. Me parecía sumamente injusto y no quería que este año volviera a pasar lo mismo, simplemente no quería eso.

Yo nunca le he dicho mi hermano todo lo que me dolía que mi papá lo tratara así o me duele mejor dicho porque lo sigue haciendo, realmente imagino que me odiara por todo aquello, por toda esas preferencia que siempre han tenido nuestros padres hacia a mi sobre todo mi papá aunque yo no tuviera nada de culpa, y no lo haya pedido pero apenas vi la posibilidad de cambiar un poco eso, lo hice con lo de las notas.

Cuando mi papa le pidió a Jaden que nos dejara solo ahí imagine que me iba a pegar, lo que no imagine es que me fuera a dar con la correa. Mi padre me dejaba pasar muchas cosas que a Jaden no, cosa que también me molestaba y odiaba, pero con lo que se refería a los estudios era sumamente estricto con ambos y yo se que no le iba a temblar la mano para darme una paliza si creía que me la merecía a pesar de que fuera su hijo favorito.

Me estuvo riñendo por un buen rato, gritándome, yo lo único que hacia era a darle la razón y prometerle que no iba a volver a pasar. Hata que vi que se empezaba a quitar el cinturón.

- Bájate el pantalón y el boxer y te recuestas al espaldar del sofá.

- No papá por favor. Te prometo que no va a volver a pasar, el lapso que viene me puedo recuperar.

- Si yo se que lo harás, porque si no te voy a dar una paliza peor a la que te voy a dar ahorita.

- ¿Paliza? –repetí aterrado-. No papá por favor no lo hagas. Perdóname ¿si?

- Haz lo que te digo Blaine no me hagas ir a por ti –me espeto molesto.

Sin mas escapatorias hice lo que me pedía, sabia que era inútil seguir insistiendo, cuando mi papá tomaba una decisión no había nadie que lo hiciera cambiar de opinión. Me baje el pantalón y el slip y me recosté al sofá sumamente avergonzado por estar desnudo frente a el. Aunque fuéramos hombres eso no quitaba el hecho de que me avergonzara que con 17 años encontrarme en esa posición.

Una vez estaba en la posición que el me había ordenado, se acerco a mi y me puso su  mano en mi espalda listo para empezar.

- Si metes las manos o abandonas la posición te vas a ganar 5 adicional. ¿Entendido?

- Si señor.

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 Los primeros correazos intente aguantarlos sin gritas, ni emitir ningún sonido. Pero cada vez me pegaba mas fuerte y se me hacia imposible no empezar a llorar y a gritar del dolor.

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- mmmmgggg aaauuu

Esos me habían dolido y ardido bastante.

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Ya no pude seguir aguantando y empecé a suplicar y a llorar, la dignidad se me fue al carajo ya no podía seguir haciéndome el fuerte aguantando el dolor. Enterrando mis uñas en el sofá ya sentía que no podía aguantar mas.

- YAAAA PAPA BASTA…SNIF… PORFAVOR NO…SNIF… LO HARE DE NUEVO.

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- PARAAAA POR FAVOOORRRRR BUUUUUUAAAAA LO SIENTO.

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- Primera y última vez Blaine que a ti se te queda una materia. El siguiente lapso no quiero que ninguna materia se mas baja que 18, porque si no te va esperar otra paliza como esta. ¿Quedo claro?

-S-si…snif…quedo…snif… claro.

 Por fin mi papá me soltó y se fue yo me quede ahí tirado en el sofá llorando a mares y sobandome mi trasero y mis piernas, así estuve unos 10 minutos hasta que se oigo que se acerca mi hermano. Me moria de vergüenza que el me viera así, no me sentía capaz ni siquiera de subirme el boxer me dolía demasiado.

- ¿Estas bien? –me pregunto preocupado.

Yo negué con la cabeza y seguí llorando a mares bocabajo tapándome la cara con mis brazos.

- ¿Te lastimo? –pregunto alarmado.

-N-no…snif… solo es…snif… que me p-pego…snif… my fuerte.

El me ayudo a subirme el boxer con sumo cuidado y me termino de quitar el pantalón que había quedado por los tobillos, me ayudo a subir a mi habitación y me acosté, el se quería quedar conmigo, no se porque a lo mejor para consolarme tal ves. Me pareció raro porque normalmente nunca se acercaba a mi cuando papá me pegaba, pero yo lo corrí de mi cuarto, me daba mucha pena que me siguiera viendo en ese estado, ya suficiente con lo que había visto en la sala.