CAPITULO 4: ¿Qué te crees papá?

CAPITULO 4: ¿Qué te crees papá?

Después de ir por su hijo al programa de canto local, descubrir las mentiras en las que había incurrido solo por cantar, reconocer lo rebelde en que le se estaba transformando su dulce y cálido Ariel, decidió hacer algo que no había hecho antes y le  dio una fuerte bofetada, Ariel no supo  reaccionar al sentir el golpe, algo que no soportaba era que le tocaran al cara….

-         Que pensez-vous papa¡¡¡¡ (que te crees papa)

Con una bofetada su hijito no tendría, así que rápidamente se quitó el cinturón y  fuertemente tomo el brazo, cuando Ariel comprendió las intenciones de su molesto padre abrió los ojos y su expresión fue de asombro y miedo, rápidamente este  se dejó caer de rodillas al suelo….

-         Nooo papa…no me pegues…todo tiene arreglo

-         Levántate Ariel¡¡¡

-         nooo

-          en vista de que no me quieres hacer caso, me desobedeces, gritas y faltas al respeto, pides a gritos una disciplina mayor que un regaño.

-         Pero no me pegues, tú no me pegas papa…

-         levántate o será peor..

-         Nooo papiii yo te quiero mucho, no te odio… (en estos momentos ser un niño lindo era mucho mejor que mostrar la rebeldía interna, después de todo la meta era escapar de la paliza de papa)

Edward estiro de un brazo a su pequeño, levantándolo un poco y dejo caer el primer cintarazo aun con su hijo en el suelo, Ariel sintió dolor en su trasero y una sensación caliente, comenzó a llorar, necesitaba llorar para manipular a papa, aunque el miedo que sentía ya era para llorar….

 PLASS PLASS PLASS

-         Ahhh…NOOO…me dolió, no papi no me pegues….sniff sniff… me duele…sniff…. por favor por favor, todo tiene arreglo

-         Levántate ahora¡¡¡¡

-         ME VAS A PEGAAARR¡¡¡¡

-         TU ME LO PIDES A GRITOS

-         Noooooo

Edward arrastro a su hijo a la sala, algo que no era difícil midiendo 1.95 de estatura y teniendo un cuerpo fornido por el deporte,  mas no contaba que su menudo hijo se agarraba de todo lo que veía a su paso, dejando caer un costosísimo florero, así que ya cansado lo levanto fácilmente y le dejo caer en el brazo del sillón

ZASSS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS – inicio las palmadas con la mano, no buscaba ser brusco ni crear miedo en su hijito.

Nooooo…..papaaaaa…..aahhhh…..aaahhhh….

Ariel sentía coraje, impotencia, frustración, no era un bebe para recibir las nalgadas de su padre, había sido admirado en el escenario, y ahora era simplemente tratado como un muñeco por su padre y recibía….bueno esa palabra era odiosa para el chico.

ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

Ariel se movía como pez fuera del agua, se rebelaba al castigo de su padre, él iba a ser un ídolo, no merecía este trato..

Bastaaa….yaaaa….basta…..

-tu rebeldía es inaceptable, me pides estas nalgadas a gritos, estoy cansado de tus mentiras, quieras vernos la cara.

ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

-         Pero yo no hice nada-

-         Nada?? Y falsificar documentos es nada?? Mentirnos es nada?? No hacer las tareas es nada?? Cuando aprenderás Ariel??

ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

-         yaaaaaaa

ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

Con dolor tomo el cinto y lo dejo caer fuertemente en nalgas y muslos de su hijo, quería dejar un recuerdo para volver a repetir esta desagradable experiencia.  Ariel al ver el cinto de su padre en el aire cerró los ojos y se propuso ya no gritar ni llorar, no era un nene para hacerlo, pero al recibir el primer golpe un grito se le escapo y comenzó a llorar con fuerza, ya se arrepentía de haber engañado a sus papas

PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

-         AAAHHHH…….ME DUELEEEE…..AAAHHHHHH……

-         Esa es la idea hijo, que recuerdes esta experiencia y no lo vuelvas a hacer

PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

-         YAAAAA…..AHHH…AAAAHHHHHH…- realmente no lograba manipular a su padre para que parara la paliza, así que por último se limitó a llorar desconsoladamente.

PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

Edward dejo el cinto, no consideraba haber castigado fuertemente a su hijo para el llanto exagerado que tenía, Ariel al no sentir más golpes se dejó caer al suelo, llorando con sentimiento, dramatizando el castigo, su padre lo levanto y decidió cargarlo como canguro en el sillón, apretó fuertemente el cuerpo de su hijo que parecía tan frágil. Se cuestionó mucho sobre cómo educar a su hijo, pero algo tenía seguro, lo protegería hasta con los dientes, y le mostraría disciplina aunque gritara que le odiaba, no estaba dispuesto a perder a su retoño. Cuando dejo de llorar, le hablo serenamente y le acaricio la cabecita sudada por el esfuerzo, preguntándose en qué momento su niñito se le escapó de las manos, sentía la cabeza de Ariel recostada en su pecho, anhelaba que siempre fuera menor, pero sabía que no era posible, su hijo crecía y demandaba independencia, se exponía y violaba reglas familiares.

-         Aunque un día te deje continuar tu sueño y seas un cantante no un médico como yo lo deseo, siempre serás mi bebe, y tendrás la disciplina de mis manos cuando te pongas en riesgo, cuando quieras consumir drogas, o cuando olvides que soy tu padre no tu igual, jamás de soltare de mi mano ARIEL ALEJANDRO.

Edward cargo a su hijo hasta su recamara, recostándolo con cuidado le miro sintiendo culpa por el castigo, cuando el ruido de su teléfono le saco de su embotamiento, era su esposa…

-         Amor, ya va a nacer, aunque será prematura, Emma no acepto conocer a la bebe, me busco y  firmó el acta, confía en nosotros y solo jamás le hablemos de ella, la chica quiere continuar su vida y estudios, sabe que el soporte económico lo tendrá, por eso quiero que estés aquí para recibir a nuestra futura hijita..

-         Estaré contigo, voy para allá

-         Los espero….quiero tener a Ari conmigo

De la emoción alcanzo a tomar su chaqueta, como quiso que Ariel se levantara y recibió una negativa, tuvo que cargar a su hijo,  asegurar la casa y salir, claro también tuvo que resistir el forcejeo de su hijo a ser alzado en brazos porque no quería levantarse de la cama y luego caminar, más un hecho era claro: no podía quedarse solo en casa con semejante berrinche y su mama necesitaba a los dos hombres de su vida a su lado, una hermosa integrante de la familia iba a nacer de forma prematura y ellos necesitaban estar juntos.

Al llegar al hospital fue recibido por el personal con un afectuoso saludo, en verdad era un doctor querido y admirado, así que al abrir la puerta solo se limitó a decir:

-         No quiero un espectáculo aquí, esta noche no voy a batallar contigo, si no te comportas simplemente te inyecto un tranquilizante y créeme, todos tranquilos.

-         No puedes hacer eso…

Realmente el no quería dificultar las cosas ni azotar a su hijo frente a todos, así que respirando para calmarse volteo a ver a su enfermera de confianza, y simplemente pidió ayuda para inyectar a su hijo un tranquilizante, tenía una crisis nerviosa y necesitaba estabilizarse. Al escuchar esas palabras Ariel abrió los ojos y rápidamente descendió del auto, aun con cara de molestia, camino al interior del hospital alejándose de su padre y enfermera…por si acaso.

Susan recibió a su amado hijo y le dio un fuerte abrazo, para no soltarlo aun cuando sintió a su crio dormido al estar recostado en sus piernas, en verdad, estar en los brazos de su mami era calma y seguridad.

-         Edward, Ariel llego llorando, ¿Paso algo?

-         Digamos que sintió mi mano dura en su rebeldía

-         ¿De nuevo?

-         No lo entiendo, le hemos dado todo, y ahora es todo lo contrario al niño dulce que era.

-         ¿Crees que acepte a la bebe?

-         Más le vale al enano este, le enseñare a amarla como el diamante más bello, cuidare que jamás la lastime, tampoco que se sienta desplazado, serán nuestros hijos.

-         Como le llamaremos??

-         Tienes una idea amor?

-         No en verdad, destine su futuro nombre a Ariel, él le pondrá nombre a su hermanita.

La bebe sería una niña muy apreciada, pues fue ya muy esperada.