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domingo, 31 de diciembre de 2017

ESTA VEZ SERE YO Capitulo Cuarenta y siete




ESTA VEZ SERE YO Capitulo Cuarenta y siete

Ray: Kyle allá mira. Ese es el carro del estúpido ese.
Kyle: ¿Ese seguro? Juraría que tenía un Spark azul.
Ray: Ese es el del papá anda pavoneándose con ese carro desde hace unos días.
Rey: Pues mejor para nosotros… imagínate lo que su padre puede decirle si su adorado le raya o le choca el mercedes, además a quien se le ocurre estacionarlo en la calle.
Matt: Sip con tanta inseguridad y locos en la calle. Y todos los chicos se miraron y sonrieron cómplices.
Los chicos muy disimulados comenzaron a rayar el carro, se daban vuelta conversado silbando, mientras con la llave hacían dibujitos, escribían palabritas bellas que hacían creer que era una novia celosa. Luego se fueron a su casita.
Gus: ¿En serio primo? Le escribieron eso jajajaja ¿no le tomaron una foto? Jooo como me hubiera gustado verle la cara a ese imbécil, se la comieron, gracias sabía que se lucirían.
Kyle: Era lo menos que podías hacer por el primito. Ahora cambiemos de tema  no me gustaría que papá me escuche. Pero lo que no sabía Gus, era que Mark si escucho a su hijito.
Gus: Tranquilo están con el tío Luis viendo el tema legal.
Matt: mientras no pongan cámara en todas partes… porque como hacemos campanas si nos graban saliendo de la sala.
Nando: que fastidio ustedes haciendo de las suyas y yo en terapia. Dijo enojado, hoy no era un buen día y saber lo de su primo lo hizo estar peor, por lo que sin darse cuenta fue a la licorera de Mark y sacó el vodka y un jugo de naranja así nadie lo notaría su falta.
Ray: me das un trago de jugo. Le dijo tomando el vaso y tomando un buen trago y de repente escupió. Psss psss pero ¿qué es esto? Estás loco……
Nando: Callateee shhh shhh
Ray: Fernando Enrique que estás haciendo. Estás en tratamiento.
Nando: Lo sé primo, lo sé pero es que a veces me supera… no llegue a tomar te lo juro, no le digas a nadie. ¡Pleaseeeeeee!
Ray: Grrrrr…no soy sapo, vota esto antes de que te pillen. Salieron a la cocina, encontrándose a su tío Mario de frente colocándose pálido y nervioso.
Mario: ¿Que pasa pequeño?. Fernando ¿qué haces? al ver a su hijo botando el jugo. Deja ese vaso y me lo pasas ahora.
Ray: Nada tiiito, es que me serví un jugo y sabía malo. ¿Verdad Nando? Definitivamente eso hay botarlo no se enferme alguien, pero tranqui yo busco otro. Le dijo quitándole el vaso a su primo para lavarlo. Mario fue más rápido  y le tomó el vaso.
Mario: Algo que decir antes que lo pruebe Fernando.
Nando: Es jugo con vodka, el primo no me dejo beber y me está tapando… lo siento papito lo siento tanto. Dijo bajando la cabeza.
Ray: Ouch.. tío toma en cuenta que no llegó a beber. Murmuro haciendo una mueca con el labio.
Mario tomó a su hijo en los brazos y lo apretó con todas sus fuerzas para luego darle una palmada bien fuerte.
Mario: no se le miente al papá.
Nando: ¡Ouch papiiiii!, pero si yo no te mentí fue el primo. Dijo sobándose su colita sin separarse de su padre.
Ray: Jooo. Murmuró abriendo los ojos muy grandes.
Mario: Ray ven aquí. PLAS. Nunca más. Vamos Nandito.
Ray: Auuu nunquita más Tío, jooo lo de la mano pesada es de familia definitivamente.
Nando: papi… porfa nooo, si no alcance a tomar lo juro.
Mario: No alcanzaste a tomar, pero tomaste una botella de vodka de tu tío a escondidas del bar, para servir al jugo. A sabiendas que no puedes ni acercarte al alcohol o ¿me equivoco?. Vamos a reforzar un poquito ese mandato en el estudio de tu tío, camina.
Nando: noo papiii, papi papito no pude evitarlo.
Mario: Por eso mismo, el papá te va dar una motivación para evitarlo, vamos por las buenas hijito. Dijo señalándole el estudio con su dedo índice.
Nando: Papá dijiste que me tendrías paciencia… lo prometiste. Buaaa lo prometiste.
Mario: Prometí ayudarte para salir adelante corazón, estar a tu lado en todo el proceso, hacer TODO lo necesario. Mario suspiro ni que dijera misa Nando iba a dejar la pataleta, así que lo cargo, se lo montó en el hombro medio cuerpo del chico iba cabeza abajo, y le dio otra palmada para que dejara de patear.
PLAS quietecito vamos al estudio a tener una conversación pequeñita a potito pelado.
Nando: No papá no se hace, así no se hace así. Buaaa, Chuchoooo el papá me quiere pegar.
Chucho: ¿Pero qué pasa? Pregunto corriendo al sitio encontrándose la escena.
Nando: ayuda Chucho no lo dejes no lo dejes. Maldijo por fin estaba botando el estrés que lo carcomía.
Mario: No te metas Chucho que lo que puedes es salir salpicado.
Chucho: y porque me amenazas… deja a mi Nandito no es nuestra culpa que estés de malas deja a mi fotocopia.
Mario: No estoy de malas Chucho, si así fuera hubiese castigado a tu hermano donde lo encontré y él sabe perfectamente porque. Tenía pensado dar solo un llamado de atención y me la está poniendo dificil. Y no te estoy amenazando es solo una advertencia, porque te conozco pelearas por tu hermano como siempre, cosa que es muy noble pero ni siquiera sabes el motivo.
Chucho: y acaso importa el motivo si hacer llorar a Nandito es un pecado imperdonable. Imperdonable papá imperdonable.
Mario: Imperdonable fuera que no tomes las medidas respectivas para que mis hijos estén bien, permiso. Dijo llevándose a su hijo al estudio no quería estresar más a Nando además el chico pesaba lo suyo y Mario comenzaba a sentir el peso en su hombro.
Nando lloro todo el camino al estudio no sabía porque lo había hecho y ahora tendría que pagar no lo encontraba justo.
Mario bajó a Nando con delicadeza y lo abrazo muy fuerte, lo encaminó al gran sofá de la sala.
Mario: Campeón nos dijeron que las recaídas y estos impulsos no se iban de un día para otro, te aseguro que te entiendo no hay respuestas de porque a veces actuamos como actuamos y es por ello que necesitamos una mano que nos guíe. Le dijo eso con sus manos en su rostro mirándolo a los ojos, le sonrió y le dio un beso en la frente, para luego desabrocharle el jean, y prepararlo para no inevitable.
Nando: Papito por favor papi podemos dialogar lo que pasó, me equivoque estaba sobrepasado pero ya no más, ahora estoy tranquilo y no tengo deseos de beber..
Mario: Pues de seguro con el susto al encontrarlos de frente los deseos de beber se te quitaron, pero debe ser igual cuando papá ni mamá estén cerca de Nandito. Le dijo con tranquilidad mientras seguía en plan de bajarle los pantalones.
Nando: por favor papá por favor no me pegues papito.
Mario: Papito te debe castigar sabes que no debes beber, por más impulso sabías que hacías mal porque tomaste la botella a escondidas, tratando de disfrazar el pecado con jugo. ¿HUM?
PLAS sonó fuerte el primer azote que cayó sobre el calzoncillo del chico cuando apenas lo acomodo en sus piernas.
Nando: No lo disfrace me gusta así… Tu no entiendes tu no me entiendes papá crees que unos meses borran todo, te equivocas yo lucho muy duro a diario no es justo que me pegues el día que no tengo fuerzas buaaa.
Mario suspiro esas palabras calaron hondo en su corazón era verdad su hijo luchaba día día pero si baja la guardia daría un mensaje erróneo a su hijo, no podía dejar espacios en blanco.
Mario: Debe dejar de gustarte corazón, yo estoy muy orgulloso de esa lucha que has llevado día a día es por ello que no podemos permitir que caigas de nuevo, no puedes tirar ese esfuerzo tan grande solo por un sorbo, para eso estoy yo, ahora tranquilízate que no te voy a dar una tunda solo serán unos pocos azotes, como te dije es solo un llamado de atención. Le dijo bajándole el calzoncillo con calma.
Nando: buaaa papito me va a doler no quiero no quiero buaaaa.
Mario: Nadie quiere hijito.. PLAS, Fernando nada de alcohol PLAS las cosas ajenas no se tocan PLAS Papá te quiere y te necesita sobrio PLAS Papá está orgulloso pero no puede dejar pasar cosas como las de hoy ¿Entendido?. Y dejo la mano levantada esperando una respuesta de Nando.
Nando: buaaa me pegaste fuerte… si yo entendí que hice muy mal hace ratito, mucho ratito
Mario: Shh Shh ya paso, Nandito ya paso ahora a consentir a mi gatico loco ¿Verdad? Le decía mientras lo ayudaba a vestirse para sentarlo en sus piernas para acunarlo.
Nando: Buaaa papaaa. Decía sobando sus ojitos estaba agotado el muchacho.
Mario: Ahh mi gatico tiene sueño, en mis brazos vas a dormir rico. Le dijo abrazándolo con cariño, le rascaba la espalda y le daba besos en su cabecita, como amaba a su hijo.
Nando cayó rendido a los brazos de su padre y no supo más del mundo.

Mario disfruto a su hijo un rato, y luego lo llevó a acostarlo en unos de los cuartos de huéspedes de su hermano, si debían pasar la noche ahí así sería porque su hijo necesitaba descansar, lo arropo y le di un tierno beso.

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