ESTA VEZ SERE YO Capitulo Cuarenta y siete
Ray: Kyle allá mira. Ese es el carro
del estúpido ese.
Kyle: ¿Ese seguro? Juraría que tenía un
Spark azul.
Ray: Ese es el del papá anda
pavoneándose con ese carro desde hace unos días.
Rey: Pues mejor para nosotros…
imagínate lo que su padre puede decirle si su adorado le raya o le choca el
mercedes, además a quien se le ocurre estacionarlo en la calle.
Matt: Sip con tanta inseguridad y locos
en la calle. Y todos los chicos se miraron y sonrieron cómplices.
Los chicos muy disimulados comenzaron a
rayar el carro, se daban vuelta conversado silbando, mientras con la llave
hacían dibujitos, escribían palabritas bellas que hacían creer que era una
novia celosa. Luego se fueron a su casita.
Gus: ¿En serio primo? Le escribieron
eso jajajaja ¿no le tomaron una foto? Jooo como me hubiera gustado verle la
cara a ese imbécil, se la comieron, gracias sabía que se lucirían.
Kyle: Era lo menos que podías hacer por
el primito. Ahora cambiemos de tema no me gustaría que papá me escuche.
Pero lo que no sabía Gus, era que Mark si escucho a su hijito.
Gus: Tranquilo están con el tío Luis
viendo el tema legal.
Matt: mientras no pongan cámara en
todas partes… porque como hacemos campanas si nos graban saliendo de la sala.
Nando: que fastidio ustedes haciendo de
las suyas y yo en terapia. Dijo enojado, hoy no era un buen día y saber lo de
su primo lo hizo estar peor, por lo que sin darse cuenta fue a la licorera de
Mark y sacó el vodka y un jugo de naranja así nadie lo notaría su falta.
Ray: me das un trago de jugo. Le dijo
tomando el vaso y tomando un buen trago y de repente escupió. Psss psss pero ¿qué
es esto? Estás loco……
Nando: Callateee shhh shhh
Ray: Fernando Enrique que estás
haciendo. Estás en tratamiento.
Nando: Lo sé primo, lo sé pero es que a
veces me supera… no llegue a tomar te lo juro, no le digas a nadie.
¡Pleaseeeeeee!
Ray: Grrrrr…no soy sapo, vota esto
antes de que te pillen. Salieron a la cocina, encontrándose a su tío Mario de
frente colocándose pálido y nervioso.
Mario: ¿Que pasa pequeño?. Fernando ¿qué
haces? al ver a su hijo botando el jugo. Deja ese vaso y me lo pasas ahora.
Ray: Nada tiiito, es que me serví un
jugo y sabía malo. ¿Verdad Nando? Definitivamente eso hay botarlo no se enferme
alguien, pero tranqui yo busco otro. Le dijo quitándole el vaso a su primo para
lavarlo. Mario fue más rápido y le tomó el vaso.
Mario: Algo que decir antes que lo
pruebe Fernando.
Nando: Es jugo con vodka, el primo no
me dejo beber y me está tapando… lo siento papito lo siento tanto. Dijo bajando
la cabeza.
Ray: Ouch.. tío toma en cuenta que no
llegó a beber. Murmuro haciendo una mueca con el labio.
Mario tomó a su hijo en los brazos y lo
apretó con todas sus fuerzas para luego darle una palmada bien fuerte.
Mario: no se le miente al papá.
Nando: ¡Ouch papiiiii!, pero si yo no
te mentí fue el primo. Dijo sobándose su colita sin separarse de su padre.
Ray: Jooo. Murmuró abriendo los ojos
muy grandes.
Mario: Ray ven aquí. PLAS. Nunca más.
Vamos Nandito.
Ray: Auuu nunquita más Tío, jooo lo de
la mano pesada es de familia definitivamente.
Nando: papi… porfa nooo, si no alcance
a tomar lo juro.
Mario: No alcanzaste a tomar, pero
tomaste una botella de vodka de tu tío a escondidas del bar, para servir al
jugo. A sabiendas que no puedes ni acercarte al alcohol o ¿me equivoco?. Vamos
a reforzar un poquito ese mandato en el estudio de tu tío, camina.
Nando: noo papiii, papi papito no pude
evitarlo.
Mario: Por eso mismo, el papá te va dar
una motivación para evitarlo, vamos por las buenas hijito. Dijo señalándole el
estudio con su dedo índice.
Nando: Papá dijiste que me tendrías
paciencia… lo prometiste. Buaaa lo prometiste.
Mario: Prometí ayudarte para salir
adelante corazón, estar a tu lado en todo el proceso, hacer TODO lo necesario.
Mario suspiro ni que dijera misa Nando iba a dejar la pataleta, así que lo
cargo, se lo montó en el hombro medio cuerpo del chico iba cabeza abajo, y le
dio otra palmada para que dejara de patear.
PLAS quietecito vamos al estudio a tener una conversación pequeñita a potito
pelado.
Nando: No papá no se hace, así no se
hace así. Buaaa, Chuchoooo el papá me quiere pegar.
Chucho: ¿Pero qué pasa? Pregunto
corriendo al sitio encontrándose la escena.
Nando: ayuda Chucho no lo dejes no lo
dejes. Maldijo por fin estaba botando el estrés que lo carcomía.
Mario: No te metas Chucho que lo que
puedes es salir salpicado.
Chucho: y porque me amenazas… deja a mi
Nandito no es nuestra culpa que estés de malas deja a mi fotocopia.
Mario: No estoy de malas Chucho, si así
fuera hubiese castigado a tu hermano donde lo encontré y él sabe perfectamente
porque. Tenía pensado dar solo un llamado de atención y me la está poniendo
dificil. Y no te estoy amenazando es solo una advertencia, porque te conozco
pelearas por tu hermano como siempre, cosa que es muy noble pero ni siquiera
sabes el motivo.
Chucho: y acaso importa el motivo si
hacer llorar a Nandito es un pecado imperdonable. Imperdonable papá
imperdonable.
Mario: Imperdonable fuera que no tomes las
medidas respectivas para que mis hijos estén bien, permiso. Dijo llevándose a
su hijo al estudio no quería estresar más a Nando además el chico pesaba lo
suyo y Mario comenzaba a sentir el peso en su hombro.
Nando lloro todo el camino al estudio
no sabía porque lo había hecho y ahora tendría que pagar no lo encontraba
justo.
Mario bajó a Nando con delicadeza y lo
abrazo muy fuerte, lo encaminó al gran sofá de la sala.
Mario: Campeón nos dijeron que las
recaídas y estos impulsos no se iban de un día para otro, te aseguro que te
entiendo no hay respuestas de porque a veces actuamos como actuamos y es por
ello que necesitamos una mano que nos guíe. Le dijo eso con sus manos en su
rostro mirándolo a los ojos, le sonrió y le dio un beso en la frente, para luego
desabrocharle el jean, y prepararlo para no inevitable.
Nando: Papito por favor papi podemos
dialogar lo que pasó, me equivoque estaba sobrepasado pero ya no más, ahora
estoy tranquilo y no tengo deseos de beber..
Mario: Pues de seguro con el susto al
encontrarlos de frente los deseos de beber se te quitaron, pero debe ser igual
cuando papá ni mamá estén cerca de Nandito. Le dijo con tranquilidad mientras
seguía en plan de bajarle los pantalones.
Nando: por favor papá por favor no me
pegues papito.
Mario: Papito te debe castigar sabes
que no debes beber, por más impulso sabías que hacías mal porque tomaste la
botella a escondidas, tratando de disfrazar el pecado con jugo. ¿HUM?
PLAS sonó fuerte el primer azote que cayó sobre el calzoncillo del chico cuando
apenas lo acomodo en sus piernas.
Nando: No lo disfrace me gusta así… Tu
no entiendes tu no me entiendes papá crees que unos meses borran todo, te
equivocas yo lucho muy duro a diario no es justo que me pegues el día que no
tengo fuerzas buaaa.
Mario suspiro esas palabras calaron
hondo en su corazón era verdad su hijo luchaba día día pero si baja la guardia
daría un mensaje erróneo a su hijo, no podía dejar espacios en blanco.
Mario: Debe dejar de gustarte corazón,
yo estoy muy orgulloso de esa lucha que has llevado día a día es por ello que
no podemos permitir que caigas de nuevo, no puedes tirar ese esfuerzo tan
grande solo por un sorbo, para eso estoy yo, ahora tranquilízate que no te voy
a dar una tunda solo serán unos pocos azotes, como te dije es solo un llamado
de atención. Le dijo bajándole el calzoncillo con calma.
Nando: buaaa papito me va a doler no
quiero no quiero buaaaa.
Mario: Nadie quiere hijito.. PLAS,
Fernando nada de alcohol PLAS las cosas ajenas no se tocan PLAS
Papá te quiere y te necesita sobrio PLAS Papá está orgulloso pero no
puede dejar pasar cosas como las de hoy ¿Entendido?. Y dejo la mano levantada
esperando una respuesta de Nando.
Nando: buaaa me pegaste fuerte… si yo
entendí que hice muy mal hace ratito, mucho ratito
Mario: Shh Shh ya paso, Nandito ya paso
ahora a consentir a mi gatico loco ¿Verdad? Le decía mientras lo ayudaba a
vestirse para sentarlo en sus piernas para acunarlo.
Nando: Buaaa papaaa. Decía sobando sus
ojitos estaba agotado el muchacho.
Mario: Ahh mi gatico tiene sueño, en
mis brazos vas a dormir rico. Le dijo abrazándolo con cariño, le rascaba la
espalda y le daba besos en su cabecita, como amaba a su hijo.
Nando cayó rendido a los brazos de su
padre y no supo más del mundo.
Mario disfruto a su hijo un rato, y
luego lo llevó a acostarlo en unos de los cuartos de huéspedes de su hermano,
si debían pasar la noche ahí así sería porque su hijo necesitaba descansar, lo
arropo y le di un tierno beso.
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