¡¡Tanto drama por una cerveza!!
(parte 1)
El joven se encontraba en la oficina de la
directora esperando, al observar el lugar pensaba que no estaba tan mal y no se
quejaría ya que su vida antes era
horrible y si bien la hermana Grey era un grano en el trasero, las cosas en el
colegio eran mucho más soportables que
en la mansión de los Grandchester. Terry
con el tiempo se fue convirtiendo en un chico rebelde y poco quedaba de
ese niño tierno y cariñosos con sus medios hermanos por culpa de la condesa ya
que en cada periodo de vacaciones, esta le
hacia la vida imposible.
Al llegar como pupilo interno del
“Real
Colegio San Pablo” con tan 12
años Terrence Granchester había aprendido a evadir la autoridad y a reconocer
los puntos débiles de la seguridad para escaparse todas las noches por las calles
de Londres rodeándose de personas que resultaran útiles según sus intereses
como era el conseguir tabaco y alcohol, también aprendió los horarios en que
las monjas hacían sus rondas al interior del colegio, cuando noto que al
ser descubierto por la hermana Grey que lo
peor que le podía pasar en el colegio era permanecer castigado en su cuarto;
así que se aprovechó de esto continuamente.
Al cumplir los 13 años durante las vacaciones de invierno, llego como de
costumbre el chofer de la mansión Granchester por él al colegio, pero esta vez
le informo que por orden de su padre debía llevarle a la villa de Edimburgo, a
lao que Terry una vez en el auto expreso su malestar.
-
Es lógico que él duque me envié a ese
lugar.- Dijo furioso y golpeando el asiento.
-
¿Porque dice eso joven?.- Pregunto el chofer asustado por la reacción
del su joven amo.
- Porque es obvio ¿no?.. fue la
duquesa, esta soporta mi
presencia en casa , pero ¿sabes? Pienso que
es lo mejor ya que estoy cansado de tener problemas con mis
medios hermanos y en especial con la "cara de cerdo", así que
prefiero ser enviado a otros lugares !total a mi padre le importo una mierda!
Una vez que estuvieron en casa, Terry no vio razón para no celebrar
solo; asaltando el mini bar del duque, obteniendo la mejor botella vodka para emborracharse ya que no había nada
y tampoco nadie que lo detuviera, así
fue como se bebió tres vasos y cuando comenzó a perder la lucidez… Luego
continuo bebiendo hasta que estuvo a punto del desmayo fue cuando sonó el timbre, el chico sin saber cómo
se levantó del sofá y se dirigió hacia donde venía el sonido, sonriente abrió la puerta y la
sonrisa se le borro cuando frente a él estaba el gran duque de Granchester.
-
Ho…hola papá.- Saludo Terry palideciendo de golpe.
-
Hijo…- Respondió su padre entrando y dejando a Terry plantado en la
puerta cerrándola después de salir de la impresión, luego ambos dieron unos
pasos y se detuviera, mientras que el Duque se giró y quedo brazos cruzados y mirando fijamente a su
hijo.- ¿Estuviste bebiendo?
-
SI.. Papá p…pero solo tome una cerveza.- Aseguro.
El duque al oírle se acercó al mini bar y tomo la botella
observando, oliendo y enseñándosela a su hijo.
-
¿Una cerveza?.- Pregunto mientras se la entregaba.- hijo,
parece que fue algo más ¿no?
-
Padre ...Tampoco es para exagera, no
sean envidioso si quieres te la pago .- Dijo sacando dinero de su
bolsillo y lanzando a sus pies, El duque frente a esa falta se acercó y estuvo a punto de darle una
cachetada, pero se detuvo al ver a Terry
se cubriéndose con ambas manos aterrado.
-
Terrence vete a la cama. - Ordeno y Terry antes que lo repitiera se
fue rápidamente ayudado por el chofer.
- Buenas noches, padre - Se
despidió tambaleándose y a punto de llorar.
- Hijo, mañana tú y yo hablaremos...y algo
¡más! .- amenazo antes que su hijo se retirara del lugar.
-
A que se refieres con algo más padre. Le dijo desafiante, él no estaba
acostumbrado a que su padre dejara las cosas para el día siguiente, pues por lo
general nunca se veían al día siguiente por sus constantes viajes de negocio. – Como si lo fuese a ver mañana padre. Dijo
dándole la espada y restregándole la palabra padre.
El duque de Granchester quedo
inmóvil sin saber qué hacer, cuanto se había equivocado con su hijo mayor.
Cuando sintió que la puerta de la habitación de su hijo se cerró, se permitió
caer, tenía su alma destrozada por ver el dolor que su actitud y decisiones le
ocasionaba a su hijo, por como su cobardía le arrebato a la madre de su hijo y al amor de su vida, y por su culpa ambos
estaban condenados a una vida de apariencias e hipocresías.
Pero la perdición de su hijo era
su culpa y él lo sabía, como sabía que solo tenía de esa noche para derrumbarse
porque al día siguiente tendría que volver a rearmarse y ser el padre que su
hijo necesita.
Que hombre más cobarde
ResponderBorrarTerry
Continuacion? Por favor, continuala, es muy buena
ResponderBorrarMicaela