El dolor de Tate

El dolor de Tate 

El reloj daba las 12 en punto del medio día y un chico con aspecto grunge, apropiado para un adolescente de los 90 entraba en su casa, una de las empleadas lo vio ingresar y lo noto cansado. 

Tate Langdon era un joven atractivo, destacando por sobre el resto debido a su pelo rizado de un rubio oscuro, una mandíbula cuadrada, ojos marrones oscuros e intensos y una sonrisa encantadora... cuando noto que la chica lo observaba le hizo el gesto de mantener silencio y ella salió rápidamente del lugar. Le perturbaba la mirada de Tate, luego este caminó por las puertas de su casa, frotándose el brazo magullado por los estúpidos imbéciles de la escuela que lo empujaban y golpeaban todo el tiempo.

Una vez que llegó a la planta alta ingreso a su habitación, pateó su cama y lanzó la mochila al suelo. Sentía que su sangre circulaba por su cuerpo a una velocidad increíble y esto le provocando un gran dolor, desesperado buscó en su escritorio y encontró un saca puntas, lo desarmo y cuando obtuvo la mini cuchilla se dirigió al baño, apoyó su brazo en lava manos y acercó la cuchilla, pero no continuo porque de pronto lo distrajo un ruido.

- ¿Mamá?- Preguntó tentando la suerte, pero Constance no respondió.

Tate al no oír respuesta respiro abrió la puerta del baño y, de repente, la idea de cortar, se fue... luego se metió en la ducha, al terminar se vistió, y con la mini cuchilla aun en la mano se tiró a la cama recordando lo que había pasado al llegar a casa de la clínica la vez anterior en la cual se había lastimado.

- Al fin estoy en casa, necesito dormir.- Dijo en voz alta antes de tirarse en la cama, don do por sentado a su madre que no le interesaba hablar de tema.

Constance no lo podía creer, lo había pasado bastante mal en la clínica al ser cuestionada por encontrar a su hijo casi media hora después de cortarse desmayo en el baño por la pérdida de sangre.

- Hijo... ¿Por qué te cortaste?- Reclamo al entrar en la habitación después que Tate.

- Yoo..- Vacilo.- Solo quería que terminara.

- ¿Qué terminará?- Pregunto ya que no entendía a lo que se refería su hijo.

- La culpa mamá....- Esto golpeó tan rápido en la cabeza de Constance que debió sentarse en la cama. 

El chico al ver a su madre se acercó tomo de sus manos y la observó directo a los ojos.

- Ya no quiero sentirme culpable, del porque mi padre nos haya abandonado.... No sabes lo que duele y cuando me corto el dolor que siento ahoga el anterior.

Tate vio como su madre de la nada salió de la habitación afectada por la confesión de su hijo, y después de 5 minutos regreso con una botella  a medio tomar, él chico no lo noto hasta que vio como sus manos eran atrapadas por él chofer de su casa.

- Lo siento joven, su mamá lo ordeno.- Se disculpó rápidamente, mientras Tate trataba de soltar sus manos y lo observaba extrañado.

- Mamaaaa.- Reclamo, pero al girar a donde estaba Constance la vio en la puerta con el cinturón de su padre... era lo único que él había dejado en aquella casa.

- Hijo... dices que te duele y que te lastimas para quitarte ese dolor, ¿Verdad?

- Si.- respondió 

Constance se acercó, se bebió un gran sorbo de whisky ... Y lo dejo sobre el escritorio para luego acercarse a Tate.

- Hijo, cada vez que te cortes y necesites sentir dolor lo podemos hacer esto.

- MAAAMA, no entiendo.... ¿Qué haces con ese cinturón de mi papá?

- Ayudarte.- Respondió con culpa, Constance había matado a su esposo por infiel, pero le había hecho  creer a sus hijos que un día se había ido sin decir nada. Esto había provocado en Tate un sentimiento fatal el cual no podía manejar.

ZAAAS

- AUUU me dueleeeee...- Se quejó al sentir el primer correazo, este no fue dado con fuerza.

- Hijo... Sé que ya duele, pero  no quiero que te lastimes y cada vez que lo hagas terminaremos así, Peter sostenlo fuerte, ¡¡acabemos con esto rápidamente!!

- No... Por favor, me duele mamá ¡¡me duele mucho!!

- Quieto Tate.- Levantó el cinturón. 

¡¡¡ZAAAAS    ZAASSS!!!

- ¡Aaaayyy! - Se quejo

¡ZAAAAAASSS!

- Yaaaa mamaaaaaaa para por favor.- Suplico el dolor que sentía no era grato, cortar era distinto  y su piel la sentía extraña bajo su ropa... Definitiva mente esa sensación al chico no le había gustado en lo absoluto.

¡¡¡ZAAAAS ZAASSS!!!

- AyayyaaaaaAAAAAAA.- Se quejó y lloro al mismo tiempo, su madre estaba pegando con fuerza ya que cada vez que bebía pareciera que esto la cargaba.

¡¡¡ZAAAAS ZAASSS!!!

- AAAAHHHHHH.- Grito, no lo pudo más.

Tate en ese momento lloraba incontrolablemente, y las lágrimas corrían de su cara.

- Shh.... se acabó hijo, No te vuelvas a lastimar Tate o ya ¡sabes!- Amenazó y salió de la habitación con la botella en la mano, y se dirigió al despacho para seguir, Tate la observó llorando y con un gran dolor en su corazón, su madre se volvía un monstruo cuando bebía, si bien lo maltrataba verbalmente, ella  nunca le había pegado...

Cuando su madre salió de la habitación Tate al sentir que su manos fueron liberadas las rápidamente a su trasero para disminuir el dolor, estaba con los ojos cerrados, No quería abrirlos porque sabía que si lo hacía lloraría a mares, El chofer se apiadó y le ayudo a quitarse la ropa, estando en bóxer se metió a la ducha... al cambiar la temperatura de esta,  el agua fría le alivio.

Un par de horas más tarde Tate despertó empapado en sudor, el recuerdo le había afectado y había soñado que su madre le daba una mega paliza, así que nervioso revisó sus muñecas y verlas vendadas se levantó con un dolor en el estómago, así que bajó a la cocina y desayuno pensando que esa era la razón.

- ¿Tate lo hiciste otra vez?- De pronto escucho la voz de sus madre.- Te advertí de lo que sucedería cada vez que te lastimaras. 

Tate se estremeció al oír la voz y al girar vio a su mamá en la puerta con el cinturón de su padre, en ese momento ingresó a la cocina la empleada que le vio llegar a casa y está  al notar  lo que tenía su jefa en la mano observó a Tate desencajada, pero este le regreso la mirada y molesto dijo. 

- Odio cuando mi madre se emborracha y  actúa de esta forma.- Aseguró mirando con el más profundo odio y desprecio hacia Constance.