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martes, 15 de diciembre de 2020

Somos del mismo mundo Capítulo 6

 

Capítulo 6

 

Me quedé parado un rato en la puerta del colegio, ¿dónde putas trabaja Gabriel? Se supone que él y yo debemos tener la misma edad, pero no parece… o yo soy muy infantil o él tiene demasiadas responsabilidades.

 

Empecé a caminar hacia el sur, no tengo idea del lugar de trabajo ni mucho menos de lo hace. Fue un golpe de suerte que un compañero de Gabriel me encontrara y me hablara en ese momento.

 

-Vamos como tarde -Exclamó, supuse que tiene razón… pero es que yo no sé los horarios. Era la primera vez que escuchaba que hay colegio en donde los niños solo asisten en la mañana y en la tarde… entran demasiado temprano y aun así son menos horas de las que yo voy a mi colegio.

 

-Si, toca apurarnos -Intenté hacer un comentario amable y con lenguaje informal.

 

El tipo debió pensar que yo iba con él, pero, en realidad lo estoy siguiendo. Apenas llegamos a una fábrica de telas vi una señora con una cara de amargada viéndonos fijamente.

 

-Llegan tarde, y tú mocoso… llevas 2 retrasos, sabes que eso no lo tolero -Me enojó su actitud, nunca me habían llamado mocoso.

 

-Es que he estado enfermo -Dije, intentaba no hacer muchos problemas y actuar como Gabriel, aunque no lo conozca.

 

-¿Y eso a mí qué? -Dijo empezando a gritar y acercándose mucho a mi -Tú tienes un trato con nosotros, si quieres que te pague vienes a trabajar a tiempo así te estés muriendo Gabriel.

 

Eso bastó para que me enojara, no podía tratarme así… empezando porque no debería trabajar si soy menor de edad y menos en una fábrica y además esa vieja debe tener un mínimo de respeto.

 

-Usted es una bruja -Soné demasiado infantil, solo faltaba que le hubiera sacado la lengua, pero fue lo mejor que se me ocurrió sin usar groserías.

 

-Por supuesto que lo soy, y si quieres que te pague niño hoy vas a trabajar el doble de tiempo -Abrí los ojos, eso sí es ilegal.

 

-Eso es ilegal señora -Contesté muy confiado, una vez tuve que hacer un trabajo sobre explotación laboral y ella no iba a obligarme a trabajar más tiempo, no soy idiota.

 

-No sé que te pasa hoy mocoso, pero vas por un mal camino… te lo diré de forma más clara a ver si así entiendes, o te pones ya a trabajar hasta la hora que yo diga o te largas y no vuelves -La miré un momento desafiante ¿qué tan importante es un estúpido trabajo?

 

-Me largo -Dije, el tipo que estaba conmigo parecía impactado, por su mirada casi me arrepentí de lo que dije, pero es que esa vieja no es nadie para obligarme a trabajar.

 

Empecé a recorrer el barrio, la mayoría de las calles no están pavimentadas, hay poco transporte, vi solo dos parques pequeños, uno que parece abandonado lleno de gente fumando marihuana y otro, en mejor condición, pero nada comparado a los parques que quedan por donde yo vivo.

 

Me senté al frente de los juegos para niños, me puse a pensar en cómo salir de esta situación… quiero estar en MI casa con MIS padres e incluso ir a MI colegio. Además, no desayuné y eso me enoja aun más. Había unos chicos jugando fútbol, en un momento me hicieron señas para que jugara con ellos, no supe qué fue, pero algo me dijo que era mejor jugar.

 

A pesar de las condiciones del parque estos chicos jugaban incluso mejor que mis compañeros, yo nunca fui el mejor jugando fútbol (por algo juego basketball) pero, con ellos me divertí, supongo que el deporte me hizo sacar toda la rabia que tenía y ahora me sentía mejor, todo estaba bien hasta que vi la hora… ya es tarde para recoger a los chicos e incluso para llegar a clase.

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Estaba muy molesto, jamás me habían pegado por ir a MI CASA no había hecho nada malo, pero esta gente es tan clasista que el tipo se puso como loco solo por ir a otro lado de la ciudad… seguramente así hubiera ido por ayudar a la gente me habría pegado y pensar en eso me enojaba más.

 

El tipo parecía preocupado, supuse que no puedo actuar como Federico… y sinceramente eso me alegra, iba a ayudarme a subir el pantalón pero yo lo hice solo, no me gustaba para nada que estuviera aquí encima mío después de haberme pegado con su correa.

 

-Fede, entiendo que estés enojado pero te castigue porque no es la primera vez que no vas al colegio solo por un capricho -NO ES UN CAPRICHO, pensé -Además, tu sabes que no toda la ciudad es segura y yo no quiero que te pase algo por meterte en donde no debes.

 

El tipo intentó abrazarme, pero yo me corrí, comencé a sentir que estaba llorando de la ira, ya no soportaba esta conversación así que intenté acostarme de lado a ver si así lograba sacarlo de aquí.

 

-Está bien hijo, te voy a dejar solo un rato… pero ahora más tarde vamos a ir al médico, ese golpe que te diste ayer está haciendo que tengas actitudes muy raras.

 

No dije nada, no es como si tuviera que hacerlo… seguí acostado intentando calmarme, la verdad no supe cuanto tiempo pasó, pero empecé a sentir mucho sueño, me voy a quedar dormido.

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Salí corriendo lo más rápido que pude hasta el colegio, era obvio que los chicos ya se habían ido, quizás yo podría entrar aún a clases. El colegio tiene una gran puerta que parece una reja, al llegar la vi cerrada así que con la desesperación que tenía en el momento empecé a golpear la reja con todas mis fuerzas.

 

-Buenas tardes muchacho -Dijo un guardia de seguridad.

 

-Buenas tardes, podría dejarme entrar por fa -El señor levantó la ceja tras escuchar mi forma de hablar.

 

-Tu sabes muy bien que no puedo dejarte entrar, llegas tarde y a esta hora ya nadie entra al colegio… mañana ven temprano -Me enojó no conseguir lo que quería, mi día estaba siendo una mierda.

 

Ni siquiera me preocupó si se enteraban o no que no había entrado a clase, regresé al parque… había niños más pequeños a esta hora, pero había unos de mi edad, parecían pandilleros, pero no me importó, solo quería distraerme y con ellos podía hacerlo.

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Me desperté con algo de dolor de cabeza, seguía siendo Federico… cuanto deseaba que todo fuera un sueño y poder volver a estar con mi familia… me di cuenta que tenía un hambre tremendo así que bajé las escaleras, fui hasta la cocina y encontré mucha comida… intenté prepararme un sándwich pero no pude, una señora me detuvo.

 

-¿Jóven qué hace? -Me enojó la pregunta, la respuesta era obvia.

 

-Me hago algo de comer, tengo hambre -Dije, pero aun no se quito de mi camino.

 

-Dígame qué desea y yo se lo preparo -Dijo, jamás en mi vida había escuchado esa frase, y menos con tantas posibilidades para elegir.

 

-Quiero un sándwich -Dije, no se me ocurrió algo mejor, la señora asintió y me dijo que ya me lo llevaba a la mesa.

 

Cuando me senté apareció el papá de Federico al frente mío. Se sentó en el otro extremo de la mesa y se quedó viéndome.

 

-¿Te está doliendo mucho la cabeza? -Preguntó.

 

-No -Dije secó, en ese momento la señora me puso el sándwich al frente mío, se veía delicioso, quería que mis hermanos estuvieran aquí conmigo.

 

-¿Quiere algo de tomar? -Me preguntó la señora así que le pedí un vaso de gaseosa y comí tranquilo.

 

Cuando terminé el papá de Federico me hizo ir con él hasta el médico, yo no quería ir, pero no estaba para hacer berrinches. Fue un viaje incómodo y largo, no me acostumbraba a ver escoltas a mi alrededor.

 

Era una clínica enorme y muy bonita, no tuvimos que hacer fila ni tampoco esperar, apenas llegamos al piso que nos indicaron en la recepción escuché mi nombre por el parlante. Pensé que iba a entrar solo pero el papá de Federico me siguió y entró conmigo… ya soy grande como para que acompañen.

 

El papá de          Federico comenzó a contar cómo me había, lo cual me pareció estúpido, él no había estado presente en ese momento. Después, dijo que estaba teniendo comportamientos extraños, se los describió uno por uno… yo seguía ahí callado, hasta que me hicieron ir a una camilla para revisarme.

 

-Entonces Fede, ¿te sigue doliendo la cabeza desde ayer? -Me sorprendió que hasta el médico usara su horrible apodo pero asentí. Me terminó de revisar, dijo que no parecía tener algo pero que por confirmar me iban a mandar un TAC, ese examen es carísimo y que me lo hicieran por un golpe que no parecía grave me enojó, seguro a mi nunca me lo habrían sugerido si iba al médico.

 

El papá de Federico tomó el examen, se despidió y ambos salimos del consultorio. Luego, fuimos a comer helado y el hombre intentó hablar conmigo… seguía pensando que algo raro me pasa, pero es que si le cuento va a pensar que me volví loco.

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El día se oscureció, miré mi reloj, ya eran las 7pm y no había hecho nada en todo el día. Decidí volver a la casa, no había comido nada y tenía bastante hambre. Cuando entré me encontré de frente con hombre que se veía bastante molesto, era alto y gordo, supuse que es el papá de Gabriel.

 

-¿Dónde estabas? -Preguntó, se notaba su enojo.

 

-Por ahí -Contesté, nunca es bueno decir que faltaste a clase.

 

-¿Por qué no fuiste por tus hermanos? -¿Solo estaba molesto por eso?

 

-Me puse a jugar fútbol y se me pasó el tiempo -La cara de él se fue poniendo roja.

 

-Si saliste temprano del trabajo ¿por qué no recogiste a tus hermanos? Eres un irresponsable Gabriel -Dijo alzando un poco la voz al final.

 

-Renuncié a trabajar porque esa no es mi responsabilidad… solo quiero tener una vida normal -Sentí que eso es lo que Gabriel hubiera querido que dijera.

 

-¿RENUNCIASTE AL TRABAJO? ¿ESTÁS LOCO? -Ahora si estaba gritando, eso me intimidó un poco.

 

-Es que ya estoy cansado, hoy ni siquiera pude desayunar -Dije, era la verdad.

 

-¿Y SOLO POR ESO DAÑAS TODO EN UN DÍA? RENUNCIASTE AL TRABAJO, NO FUISTE POR TUS HERMANOS, FALTASTE AL COLEGIO Y AHORA VIENES A RESPONDERME A MI PROPIA CASA -El papá de Gabriel ahora si estaba enojado. -PONTE YA EN EL SOFÁ.

 

Apenas dijo eso yo abrí los ojos, sentí que no había entendido bien la orden, nunca me habían pedido algo así. Cuando vi que se quitaba la correa sentí un escalofrío, a mí nunca me habían pegado con eso y con lo enojado que se veía el papá de Gabriel me quedé quieto, no iba a hacerle caso.

 

-Noo no puu puedo -Dije. El seguía ahí mirándome, esperando a que obedeciera. -Mañana voy a buscar un trabajo y me voy a levantar temprano, pero por favor no.

 

Si él fuera mi papá seguramente no le habría rogado, pero me sentía intimidado, las manos comenzaron a sudarme.

 

-Hazlo Gabriel, no estoy para juegos -Repitió, pero yo seguía ahí inmóvil, estaba esperando a que todo fuera una pesadilla y me despertara en mi cama. -Tú sabes que no te conviene que yo vaya por ti.

 

Esa amenaza solo hacía que yo me estresara aún más, tenía miedo de que realmente me hiciera daño…

 

-Voy a contar hasta 3 Gabriel -Mi mamá había llegado a hacer eso cuando era pequeño y nunca le funcionó -1…. 2….. y 3

 

Cerré los ojos, no me iba a mover, no iba a cumplir esa orden, estaba loco… cuando sentí que estaba por tomarme del brazo salí corriendo, eso solo lo enojó más, me di cuenta que me estaba siguiendo por toda la casa como si fuera el juego del gato y el ratón con una correa en la mano.

 

Duramos unos dos minutos correteando, él me seguía gritando que me quedara quieto y que así corriera igual me iba a pegar. Con mi papá, las últimas veces que me pegó era igual… yo no soy de los que acepta así de fácil una paliza y menos con un desconocido. No sé cómo logró atraparme pero con una facilidad me arrastró hasta el sofá, me bajó el pantalón y la ropa interior, me puso una mano sobre la espalda haciendo fuerza y comenzó:

 

Zas zas zas zas zas zas zas au zas zas zas zas zas au zas zas zas ayy zas zas YA zas zas zas zas PARA zas zas zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas zas zas AYY zas zas zas zas zas zas zas YAA zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas PARA zas zas zas zas zas AY zas zas PERDÓN YA zas zas zas zas zas zas zas zas AYY zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas NO MÁS zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas zas zas

 

Como nunca antes me habían pegado con una correa me dolió demasiado, al tercer correazo ya estaba llorando, grité demasiado, supongo que asusté a los hermanos de Gabriel.

 

-Espero que te vuelvas más consciente Gabriel, no me gusta tener que pegarte -Esa fue la consolación que me dio el papá de Gabriel, y eso hizo que llorara más aún.

 

-Lo siento -Dije, la verdad quería que me abrazara o algo así pero no hizo nada, solo se fue a su cuarto y yo me quedé ahí llorando, me paré, me subí la ropa y fui hasta la cama de Gabriel. Necesito volver a mi casa.

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