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martes, 12 de enero de 2021

Somos del mismo mundo Capítulo 10

Capítulo 10

El día era agridulce, estaba feliz porque el colegio de Gabriel había ganado, pero al mismo tiempo estaba entre decepcionado y preocupado porque el cambio no había funcionado ¿qué voy a hacer si nunca podemos cambiar?

 

No quería tener la vida de Gabriel, no solo porque todo era más difícil sino también porque ya tenía una vida antes y no quería renunciar a mis amigos y familia. Definitivamente, los viajes de regreso eran más cortos… mi mente no se había calmado cuando el bus paró y nos dejó frente al colegio.

 

Si uno lo analizaba a fondo, las actitudes y formas de celebración tanto de mi colegio como del de Gabriel no eran muy diferentes. Como cualquier ser humano normal, ellos querían celebrar y casi que al salir me arrastraron con ellos.

 

-Quite esa cara, ganamos -Me dijo Kevin, intenté esforzarme por sonreír, pero no era algo muy fácil de hacer.

 

Lo demás pasó muy rápido, hicimos vaca, conseguimos cerveza y vodka, de los económicos y comenzamos a tomar. Era un buen ambiente, me dejé llevar… quería relajarme y dejar de pensar en todo.

 

-¡FONDO BLANCO! ¡FONDO BLANCO! ¡FONDO BLANCO! ¡FONDO BLANCO! -Gritaban todos, llegaron otros chicos del colegio, incluyendo la chica que parecía la novia de Gabriel.

 

-Felicitaciones Gabe -Dijo dándome un beso, sabía perfectamente que era porque ella estaba algo tomada, pero yo estaba igual así que nos seguimos besando.

 

Seguimos así un buen rato, el lugar se llenaba más y más… jamás me había imaginado en esta situación, estar casi borracho en un bar de mala muerte con una chica. En un momento se me ocurrió que el papá de Gabriel podía estar furioso, pero era su culpa… no tenía celular, ni forma de comunicarme.

 

-Consíganse un motel -Dijo una chica riéndose, mientras nos besábamos de nuevo. Se me hizo una excelente idea así que le susurré al oído y aceptó.

 

Yo no era virgen ni gay, así que claramente comencé a excitarme. Nunca había tenido sexo borracho con una desconocida, era bastante linda y la idea de ir a su casa me ponía loco.

 

Su casa era cerca, entramos, subimos las escaleras hasta su cuarto… en el camino nos íbamos riendo como locos, ella sacó un condón de un cajón y me lo lanzó. Lo abrí, pero al momento de ponérmelo cambié de idea… fue un momento de madurez, o de imbecilidad, pero casi salí corriendo de su casa.

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-¿Por qué tus profesores me llamaron a decir que no estás haciendo nada en el colegio? -Me dijo el papá de Federico molesto.

 

Mierda… no pensé que fueran a llamarlo del colegio a contarle, ni que estuviera en kínder. No dije nada, no sabía que decir… explicarle lo que realmente estaba pasando era una excusa que parecería irreal.

 

-Federico, te estoy hablando -Levante la mirada, obviamente lo estaba escuchando, pero no sabía como contestarle.

 

-Lo sé -Dije finalmente. Seguro sonó desafiante porque noté que mi respuesta solo lo enojó más.

 

-Tu sabes que a mi no me molesta que pierdas una materia en la que tengas dificultades… pero esto, estas perdiendo el año porque no se te da la gana hacer algo -Su tonó enojado iba creciendo.

 

-Porque soy un idiota y no me importa nada -Perdí la paciencia, la verdad ya estaba cansado de actuar como Federico.

 

-No digas idioteces Federico que solo dañas las cosas -Rodé los ojos.

 

-¿Y qué quieres que haga? -Continué, es que era una situación ridícula… ¿cómo quería que estuviera feliz e hiciera las tareas?

 

-Primero ser respetuoso, no se te olvide que yo soy tu papá -Y no lo era, por eso me molestaba más el regaño. -Así que bajale al tonito que tienes.

 

-Lo bajo así o más -Dije, solo quería enojarlo más.

 

-Después no estés llorando y diciendo que yo fui injusto -Esa frase me quito un poco el enojo, incluso me hizo sentir bastante miedo.

 

-Perdón, no quería decir eso -Dije.

 

-Ven acá -Dijo jalándome y haciéndome recostar sobre sus piernas.

 

Pensé que me daría con la correa, pero empecé a sentir nalgadas fuertes…

Plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

 

Recibir nalgadas como un niño se me hacía algo indignante, sin embargo, me estaba picando… yo nunca fui de los que gritas así que me estaba esforzando por no emitir ningún sonido.

 

Federico parecía ser de los que gritan y lloran, su papá parecía algo confundido de que yo no hiciera nada. En un momento me hizo levantar y se quitó la correa.

 

Mis ojos me escocieron, no quería llorar… quería demostrarle que estaba siendo un imbécil al pegarme así y que no me afectaba. Lo miré fijamente.

 

-Hijo, tienes que aprender a ser más responsable… estoy siendo duro porque no es la primera vez que te lo tengo que recordar. -Me volvió a tomar del brazo y me bajó el pantalón, fue bastante extraño pero la vergüenza se me pasó cuando sentí el primer correazo.

 

Zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas mmg zas zas zas zas zas zas zas zas ayy zas zas zas zas zas zas auu zas zas zas zas zas YAA zas zas zas zas zas zas AYY zas zas zas YA zas zas SNIF zas zas zas zas SNIF zas zas zas zas zas zas Auu

 

Al principio estaba aguantando bien, pero después sentí una lágrima y eso hizo que empezara a quejarme y a llorar de verdad.

 

 

Al final, al papá de Federico me abrazó y comenzó a decirme que debía portarme bien y bla bla bla aun no podía acostumbrarme a esos mimos, se me hacían infantiles e innecesarios.

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Cuando llegué a la casa de Gabriel vi el celular y me di cuenta que era casi media noche. Me asusté mucho cuando al entrar prendieron las luces y ahí estaba el papá de Gabriel.

 

-Buenas noches hijo -Dijo. Maldije por salir preciso un día que el no estuviera de turno.

 

-Buenas noches -Me acerqué algo nervioso, sabía que olía a alcohol.

 

-¿Cómo les fue en el partido? -Sonaba algo serio.

 

-Bien, ganamos… estábamos celebrando y por eso llegué hasta ahora -Solté, quería saber que tan enojado estaba.

 

-Me di cuenta… no me gusta que no hayas avisado, pero estoy muy orgulloso de que hayan ganado -Se levantó y me dio un abrazo.

 

Sentí que este tipo era un bipolar, yo esperaba que me matara por esto y parecía estar feliz.

 

-Gracias -Dije, iba a irme, pero me tomó del brazo… volví a asustarme.

 

-Si tienes el descaro de llegar a esta hora, al menos tenlo también para tomarte una última cerveza con tu viejo -Me sorprendió que me ofreciera alcohol, pero aun así asentí y comenzamos a tomar… empecé a sentir que era un tipo agradable, aunque mucho más intimidante que mi papá.

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El resto de la tarde, el papá de Federico se la pasó pegado a mi… él creía que había sido muy duro conmigo. No me gustaba mucho que fuera tan afectuoso, me preguntaba si el raro era él o mi padre.

 

Después de cenar, David entró a mi cuarto justo cuando le estaba escribiendo a Federico y empezó a hablar de su estúpida fiesta.

 

-¿Fede te pegó muy duro? -Por el tono con el que habló supe que solo estaba siendo políticamente correcto y que había entrado por otra cosa.

 

-No, ¿qué quieres? -Dije.

 

-Ya sé cómo ir a la fiesta -Afirmó, yo lo miré esperando a que me explicara.

 

-Mi papá va a estar más pendiente de ti por lo que te castigó… tienes que pegarte más a él y pedirle que vean una película o si puedes ir a dormir con mis papás, así tu los distraes y yo puedo ir a mi fiesta.

 

-¿Estás loco? No voy a dormir con mis papás -Dije, no lo hacía ni con mis padres verdaderos menos con desconocidos.

 

-Tu lo prometiste -Lo dijo con una voz chillona y decidida, supe que no iba a dejarme en paz hasta que aceptara así que lo hice.

 

-Está bien -Dije y me puse de pie. -Vete a cambiar.

 

El chico sonrió y salió del cuarto. Respiré hondo, era la primera vez que iba a intentar cubrir a “mi hermano” para ir a una fiesta y no sabía que tan difícil podía ser.

 

-Pa me duele mucho la cabeza -Dije, yendo al cuarto de los papás de Federico, su mamá se puso de pie y fue a tocarme la frente… solo esperaba ser creíble.

 

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