Páginas Amigas

martes, 9 de febrero de 2021

Seis vidas Seis perspectivas diferentes Capítulo 12

 

Capítulo 12

David

 

Con Esteban estábamos decidiendo cual sería la mejor forma de decirle a Santiago que “queremos hacer las pases con él’, yo espero que las acepte a la primera para que todo pueda salir como lo calculamos. Quería la ayuda de Andrés aprovechando que volvió, pero, al parecer algo le ocurrió y tenía más interés en hablar con Juan Felipe que en ayudar a Alejandro.

 

Apenas entró Santiago al salón nos miró con odio, sé que nos odia, pero, no más que nosotros a él por ser sapo. Últimamente está más alterado, sinceramente nunca he buscado lo que significa tener TOC pero él no parece una persona agresiva así que dudo que nos haga algo.

 

Con Felipe fuimos hasta él, interrumpiendo la conversación que tenía con el raro de Gustavo. Nos paramos al frente de él y le dijimos que hagamos las pases, se nos quedó mirando un momento fijamente… podía sentir las miradas de los otros del curso, sentía que ya se estaba demorando cuando al fin estiró la mano y aceptó. Comienza el plan final.

 

El resto del día nos la pasamos siendo amable con él, dándole confianza e incluso haciéndolo ver que no somos tan malos. Probablemente se sentirá muy mal, pero, fue el mismo el que se busco lo que le está pasando.

 

Juan Felipe

 

David y Esteban siguen con la idea idiota de molestar a Santiago, cada vez me siento más culpable de haber contado su secreto, ni siquiera entiendo por qué, de todas las personas que hay en el curso justo me invitó a mí su casa.

 

Nunca lo he odiado, tampoco es que seamos amigos, pero, mis amigos se están pasando y yo no sé como actuar frente a eso, tampoco los voy a traicionar. Andrés se me acercó desde que llegó y comenzó a contarme como le fue en donde su mamá… me dijo que todo fue perfecto excepto por el esposo de su mamá, pero es que, no hay que ser experto para saber que los nuevos esposos odian al hijo del matrimonio anterior y esa no la excepción en el caso de Andrés.

 

Me contó que el tipo se creyó con el derecho a castigarlo (claramente no físicamente), me dijo también que su mamá apoyó al esposo por lo que se fue de la casa… me impresionó que pudiera hacerlo así no más, en mi casa jamás me habrían permitido salir, alguien hubiese escuchado y me habría metido en un gran problema… pero bueno, Andrés es muy de buenas.

 

Cuando Esteban y David le pidieron a Santiago hacer las paces, Andrés me dijo que él tampoco estaba de acuerdo con el plan de molestarlo. Por fin alguien parecía cuerdo, pero al igual que yo, no podía hacer nada y me dijo que seguiría con su vida, saliendo y haciendo como si no pasara nada... y yo lo entiendo perfectamente, es lo que haría cualquiera en su posición o la mía así se hagan los de mucha moral.

 

Después le dijo a los demás eso, porque él siempre  era demasiado sincero y directo, explicó que tampoco se acercaría a Santiago fingiendo una falsa amistad, cosa que todos excepto David aceptaron. Debo aceptar que hizo mucho más de lo que yo hice, no puedo dejar de sentirme pésimo porque Santiago confió en mí y nosotros vamos a clavarle un cuchillo en la espalda.

 

Alejandro

 

Ya había pasado cerca de una semana del plan, Santiago parecía nuestro amigo… comenzaba a sentir que era algo cruel porque ya no lo veía como alguien muy malo. Solo que ya es muy tarde para arrepentirse y aunque suene mal lo que uno empieza lo debe terminar… en mi vida todo está mejorando, mi hermana ha salido de peligro, voy a visitarla cada dos días y mis padres estaban mucho más tranquilos.

 

Había estado hablando mucho con Juan Felipe, empecé a valorar a mi hermana, no todos tienen un hermano de verdad y yo estaba siendo estúpido al tenerle envidia, era algo entendible que mis papás le prestaran atención… total casi se muere. Juan habría dado todo porque su hermano estuviera vivo y yo  aprovecharía a mi hermana, aunque no la entendiera mucho.

 

El lunes Esteban fingió que le contaba a Santiago sus secretos, secretos que no eran verdad… Santiago se abrió con nosotros, lo cual me generó algo de lástima porque precisamente es lo que nosotros utilizaremos en unos días para hacerlo sentir peor. En la noche no pude dormir… mi hermana tuvo una especie de crisis y yo me estresé mucho.

 

Era la 1 am cuando empecé a escuchar saltos fuera de mi habitación, al principio pensé que era un demonio o algo así, pero, después recordé a mi hermana… me puse de pie y abrí la puerta de mi cuarto algo cansado.

 

-¿Qué haces? -Le pregunté mientras bostezaba.

 

-Tengo que hacer ejercicio -Su respuesta me dejó atónito, yo pensaba que ya estaba mejor, que sus ideas extrañas de dejar de comer o de correr como loca habían terminado y ahí estaba otra vez.

 

-No, quédate quieta -Dije cogiéndola del brazo e impidiendo que se moviera. Habían sido muy pocas las veces que yo había intentado detener  a mi hermana de hacer algo, pero sentí pánico… no quería que volviera al hospital, pensaba que podía volver a ser la niña dulce, no la niña que parece un zombi.

 

-SUELTAME -Gritó con todas sus fuerzas y rasguñó la cara, sentí un ardor y después la vi encerrarse en su cuarto, aun se escuchaban sus pasos saltando y moviéndose como un animal enjaulado.

 

Fui hasta su puerta para intentarla abrir sintiendo muchas ganas de llorar, tenía impotencia, miedo y desesperación ¿qué le pasó a mi hermana? Era la pregunta que no podía dejar de pensar. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me fije que mi mamá estaba preguntándome que había pasado.

 

-Me despertaron sus saltos, yo no quería que se pusiera así -Dije ante la mirada enojada de ambos.

 

-Voy por las llaves -Dijo mi papá, el estrés y todo lo demás que sentía hizo que comenzaba a sollozar.

 

-No llores Alejo -Dijo mi mamá. Me abrazó y comencé a llorar más abiertamente. -Tranquilo, todo estará bien -Sabía que era palabras medio vacías, pero intenté aferrarme a eso.

 

Mi papá abrió la puerta del cuarto y mi hermana estaba ahí, saltando como si nada, como si fuera medio día, como si no hubiera acabado de rasguñarme… ¿No tenía consciencia de la situación?

 

-Amor quédate quieta -Intentó acercarse mi mamá, pero mi hermana se soltó del agarre.

 

-NO ME TOQUES -Gritó mi hermana como si le estuvieran haciendo daño, sus reacciones solo me asustaban más.

 

-Nena relájate -Dijo mi papá, pero ella estaba loca y lo pisó con todas sus fuerzas. En medio de la oscuridad que había vi cómo mi papá se enojaba demasiado, nunca sabré si quería ser amenazante o si de verdad quería pegarle, pero prácticamente me le tiré encima.

 

-NOOOOOO PAPÁ POR FAVOR NO LO HAGAS, ¡NO LO HAGAS! -Definitivamente si yo fuera mis vecinos ya hubiera llamado a la policía con esos gritos.

 

Creo que a todos les impacto mucho mi reacción, nunca antes me le había lanzado a mi papá y se notaba que estaba llorando, mi hermana nos miró con odio y se fue a sentar en su cama.

 

Vi que mi mamá salió de la habitación al tiempo que mi papá me ayudaba a ponerme en el suelo.

 

-Perdón, no quería asustarte -Dijo mi papá dándome un beso en la cabeza. Lo abracé porque no sabía que más hacer en ese momento.

 

Mi mamá volvió al cuarto con un vaso de agua y unas pastillas. Me di cuenta que eran psiquiátricas, mi hermana de 11 años estaba tomando pastillas para locos… la miré atentamente, dejó que mi mamá se sentara a su lado y le diera la pastilla, soy tan mal hermano que ni quiera sé los nombres de esos medicamentos.

 

-¿Quieres dormir conmigo esta noche? -Preguntó mi mamá con dulzura, mi hermana no asintió, pero se dejó llevar. No es que se hubiera relajado o esa pasta tuviera efecto inmediato, estaba molesta.

 

-Creo que ya está muy tarde y mañana alguien tiene colegio -Dijo mi papá intentando sonar tierno.

 

-¿Mi hermana se pondrá bien? -Pregunté y lo miré a los ojos.

 

-Bueno, tenemos que… ¿Te rasguñó? -Cambió rápido el tema, pude insistirle, pero no quise, algo me dijo que su respuesta seria realista y no quería eso.

 

-Un poquito -Dije sonriendo. Por lo que acababa de pasar empecé a darme cuenta que mi hermana no volverá a ser como antes, al menos en un largo tiempo.

 

-Deja que te ponga Isodine -Dijo mi papá. Pensé que era muy exagerado, pero me dejé, tengo mucho sueño.

 

Cuando terminó, sentí aun más sueño del que tenía antes y supongo que lo notó porque me preguntó si quería dormir con él. Si quería, pero no acepté, ya soy muy grande para eso.

 

Esteban

 

Mañana será el careo con Santiago, empecé a sentirme un poco inhumano con la situación en el momento en el que nos confió muchas cosas de su vida. Él tampoco era la peor persona y estábamos a punto de comportarnos una mierda con él.

 

Andrés se vino con nosotros en el carro, total vivimos en el mismo conjunto. Él se había quedado de lado… y por primera vez estaba entendiendo un poco su posición, ya no tengo ganas de hacerle daño a Santiago… pero tampoco podía retroceder. Como no había nadie en la casa además de mis hermanos y los empleados, se me ocurrió abrir un Whisky de mi papá y tomar un poco, solo para calmar mi ansiedad.

 

Había tomado dos sorbos, y estaba seguro de que si volvía a dejar la botella nadie se daría cuenta… pero mi papá llegó justo en ese momento y pegó un grito que hizo que soltara su costosa botella.

 

-¿QUÉ HACES ESTEBAN? -Era la voz de mi papá, sonaba muy enojado y eso me preocupó, total no estoy ebrio ni nada.

 

CRASHH

 

-QUE MIERDA -Dio otro grito y me empujó para ver cual de sus botellas acababa de romper. -ESTA BOTELLA VALE DEMASIADO DINERO, ¿ACASO ERES IDIOTA?

 

-Lo siento -Dije retrocediendo, pero fui tan torpe que me resbalé y me caí al piso, clavándome un trozo de vidrio en la mano.

 

-Ponte de pie YA -Dijo cogiéndome del brazo y levantándome, ahí fue cuando notó que me había enterrado un vidrio. -MALDITA SEA, ¿TE DUELE LA MANO?

 

No quise contestar esa pregunta tan amable de mi papá, así que solo asentí, me sacó de ahí y me llevó hasta el baño… solo sangré un poco, tampoco era una herida gigante, me hizo una curación rápida y ahí mismo se quitó el cinturón.

 

-NO PUEDES TOMAR ALCOHOL A TU EDAD Y MENOS ROBARME EL MIO -Dijo doblándolo.

 

-JAJAJAJA -No sé si fue por los nervios o qué me dio, pero me dio un ataque de risa que hizo enojar más a mi padre.

 

-¿Te parece muy gracioso? Vamos a ver si después te sigues riendo -Con eso logró que me callara de una y sin darme tiempo de pensar en cualquier cosa comenzó:

 

Zas zas zas zas zas zas zas Ay zas zas zas zas zas zas Au zas zas zas zas zas Au zas zas zas zas zas zas Au zas zas zas zas zas zas Au zas zas MMG zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas YA zas zas zas zas zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas zas zas AUU zas zas zas zas YAA PARA zas zas zas AU zas zas zas

 

-No quiero volver a verte cogiendo mis cosas sin permiso y menos con alcohol en la mano sin ser mayor de edad ¿entendido? -Dijo después de soltarme y colocándose el cinturón.

 

-Si señor -Dije con la voz medio quebrada, me había pegado fuerte y empecé a sentirme muy enojado… tampoco había sido para tanto.

 

Estaba muy molesto y me dolía todo, pensé que después de dormir me tranquilizaría un poco, pero, no fue así, apenas me levanté al otro día quería matarlos a todos. Mientras mi hermana hablaba de sus estúpidas clases de mandarín, empecé a pensar en Santiago y en lo mucho que se merecía que lleváramos acabo nuestro plan.

 

El chofer nos dejó en el colegio y yo me fui directamente a buscar a David, pero, el idiota no llegó temprano y primero me habló Andrés… se notaba que había estado hablando con Juan y se puso a decirme cosas de la moral, como si fuera de una iglesia cristiana.

 

-He estado pensando lo que quieren hacerle a Santiago y no me parece, es un enfermo… y lo que pasó con Alejandro no fue para tanto -Empezó y yo rodé los ojos, qué putas le pasa.

 

-Creí que nuestra amistad estaba por encima, aquí lo importante es limpiar el nombre de Alejandro -Dije, era lo obvio y no sé cómo es que no lo ve igual que yo.

 

-¿Pero a costa de alguien? ¿Qué tal le de un ataque o algo así? -Dijo ya sonando enojado.

 

-¿Tú crees que dejarían estar a alguien con ataques de ira en este colegio? -Dije con ironía, por supuesto que no lo harían. Puede que Santiago tenga algo que se llama TOC pero si está con nosotros ha de ser porque claramente está controlado.

 

-Hagan lo que quieran, ustedes son mis amigos, pero yo no quiero participar en nada que tenga que ver con Santiago… él ni siquiera me agrada, por qué le prestamos atención a alguien que no es nada para nosotros -Me enojó su respuesta… los amigos se apoyan y él no lo estaba haciendo con Alejandro.

 

-Como quieras Andrés, pero después no esperes que te apoyemos en algo -Dije con más ira que otra cosa.

 

-Esteban, yo jamás les pediría que jodieran a una persona por mí -Si claro… su actitud me tiene cansado.

 

-Hoy es un día importante, solo te pido que no lo arruines -Dije.

 

-No se preocupen por eso, no haré nada… por cierto, quita esa cara de culo -Dijo dejándome solo, lo cual me enojó más.

 

-¿Listo Esteban? -Me dijo David.

 

-Vamos -Dije, llegó el momento de sacar toda la ira que tenemos.

 

 

Santiago

 

Llevaba algunos días siendo amigo de Esteban, Alejandro y David. Ya no me parecen tan malas personas, son medio estúpidos, pero en el fondo también tienen problemas. Me molesta un poco que Andrés no me haya hablado para nada, es más, siempre que me acercó el se va… no creía que él fuera el que más me odiara, lo mismo que Juan Felipe.

 

Estaba siendo un día tranquilo, Gustavo me dijo que parecía que estuvieran tramando algo, pero me pareció tan normal todo que ni cuenta me di. En la última hora teníamos nos dieron el tiempo para hacer una actividad.

 

David comenzó a guiarla, noté que Alejandro estaba que se dormía y que Esteban estaba raro, no entendía bien que le pasaba. Nos sentamos en círculo y empezaron a explicar que haríamos un careo. La idea era pararse en medio del círculo y llamar a alguien que odiaras y decirle por qué, no me gustó la actividad y menos porque casi de inmediato comenzaron a llamarme a mí.

 

Empezó Luisa, una chica fea y fastidiosa… me dijo que le doy asco y que le encantaría no tener que verme de nuevo. Siguió Miguel, nunca hablé con él pero dijo algo parecido… que yo soy lo peor que ha conocido y que soy patético. Cada vez el juego se ponía peor, yo empecé a tener ganas de llorar, cuando escuchaba mi nombre me sentía fuera de control, con pánico y respiraba muy agitado.

 

Todos excepto Gustavo, parecían divertirse, incluso vi que él se salió del salón y lo iba a seguir cuando Esteban dijo mi nombre, de verdad creía que diría algo bueno porque había dicho que yo era su amigo, pero me equivoqué:

 

-Creo que eres un idiota, la persona más repugnante y estúpida que he conocido en mi vida. Estás loco y eres un problema para todos nosotros, no tendríamos por qué soportarte… nunca fuiste ni serás mi amigo, jamás me acercaría a alguien como tu ni por lástima porque no quiero que me contagies tus enfermedades ni tampoco que me hagas daño como dijiste el otro día. Imagino que por eso te dejó tu papá, porque te odia y yo no lo culpo, yo estaría avergonzado de tener un hijo como tú, pronto tu mamá hará lo mismo y no sé qué harás…

 

El iba a continuar, pero yo ya no podía más… me sentí traicionado y usado, le di la razón de lo que había dicho y comencé a sentir mucho miedo… odio mi vida y el daño que le hago a mi familia por existir. Me puso una mano en el hombro, pero apenas lo sentí me agaché, grité “YA” y rodeé mis brazos en mis rodillas dobladas. Sentía solo risas y gente gritando “el bebé está llorando”, no me podía controlar así que cerré los ojos.

 

No supe cuanto tiempo pasó, pero los abrí y ahí estaba mi mamá, preocupada a mi lado, como siempre la hacia sufrir, soy el peor hijo del mundo. Había un profesor que intentaba explicar lo que había pasado, pero no tenía ni idea, de hecho, me estaba culpando a mí, decía que yo había reaccionado así de la nada… se notaba que ni siquiera vio o que encubría a los otros… aunque claro, había sido el famoso Esteban D’Caldas.

 

Mi mamá me estaba haciendo preguntas desesperantes, continuo así hasta llegar a la casa, yo no podía contarle lo que había pasado, no quería problemas para ninguno, no quería que le avisara a mi papá y mucho menos quería que se pusiera a llorar, por eso cuando lo hizo me puse de pie y comencé a ofenderla como podía, lo que no esperaba era que me diera una cachetada.

 

PLAF

 

Sonó en toda la sala, yo me quedé quieto… nunca me había pegado en la cara, nunca la había visto tan mal, me lo merecía, por mi culpa todos tienen una vida de mierda. No entendí por qué intentó disculparse, pero no puedo contarle lo que ella quiere.

1 comentario:

  1. Me dió mucha tristeza lo que le hicieron a Santiago lo exhibieron frente a todo el grupo y lo hicieron sentir muy mal.. y ese profesor debió investigar bien lo que pasó!!
    Me dió mucha penita como le pegaron a Esteban pero después de lo que hizo con Santiago se me pasó!!
    Está bien pequeña la hermana de Alejandro así que si pueden ayudarla a salir de su problema!!
    Juan Felipe igual debió decir que estaba mal el plan pero decidió no decir nada y pues se volvió también culpable!!..

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