Un
vago, ¿sin remedio…? ¡En serio!
Capítulo
6
 ¡Atácalo Lee! Entrenando con el equipo de Gai
Shikamaru
caminaba despacio por las calles de Konoha, sin dejar de pensar en  la  situación tan problemática en la que estaba
metido, pero de cierto modo,  agradeciendo a Kami porque a pesar de lo
molesto que era tener que adaptarse a un grupo completamente distinto, con
normas, entrenamientos y técnicas en igual de condiciones, las cosas pudieron
haber resultado peores para él;  solo  el   hecho  de
 ser  descubierto  por su señora  madre,  le
 producía  ansiedad, la cual se reflejaba en su estómago,
ella  era  realmente  terrible  cuando  se  enojaba,
y aunque no  sería   la   primera
 vez  que  pudiera
 pasarle, el  tener  que
 aguantarse  una  tormenta
 verbal   acompañada
 de  una  buena
 azotaina, porque  en  cualquier
 caso, 
nada  lo  libraba  de  lo  último, el 
muchacho  de   casi   trece 
años  no  podía  evitar
 sentir  lo mismo, como cuando tenía cinco.
El
 Nara  que  ya  estaba  próximo
 a  su  casa,  aceleró  el  paso
 para alcanzar  la  entrada,
 tenía  que  preparase
 para  dormir  porque
 no 
solo se trataba de un gusto personal, también lo necesitaba urgentemente,
traía el cerebro agotado y no solo eso, tenía que levantarse  mínimo  a
 las  dos  y  media  para
 estar  a  tiempo
 en  el área  de  entrenamiento
 de  Maito Gai, él  mismo 
reconocía  lo  perezoso  que  era
 para  madrugar,  el  reloj  sonando  lo  ponía
 de  mal  genio,   el  dormir
 menos  horas,  definitivamente
 sería  un  completo
 fastidio. ¡¿Cómo  rayos  iba a aguantar ese tren diario?!  ¡¿Por qué no le hizo caso a Asuma, las tantas
veces que lo aconsejó?! ¡No quería entrenar con ese grupo de locos! Su cabeza
no paraba de analizar hasta el más mínimo detalle sobre lo que le tocaría hacer
desde mañana bien temprano, que aburrido hacer todo a la carrera, menos
descanso para su mente y cuerpo, se habían terminado los tiempos de siestas en
las horas de clase, principalmente en medio de las lecciones de su anterior
sensei,  para él esos  periodos,  eran  lo
 más  relevante  después  de  pasarse  largas horas  en  el  tejado  de
 su  casa  o  en  el  pasto  de
 algún  bosque observando  las  nubes.
Shikamaru  no   podía   dejar   de   suspirar, haciendo  énfasis  en  lo  problemático 
que   iban  a  resultar  sus  días y lo más  seguro  sus
 noches, eso  sin  contar  las
 rigurosas  misiones  que le  tocaría
 enfrentar  bajo  el
 mando  de  ese  entrenador  tan  intenso,
mejor dicho un enfermo por el trabajo excesivo; que castigo tan grande le había
mandado Kami-sama,  se quejaba el
muchacho, que para él un mes resultaría una eternidad. Finalmente Asuma se
había salido con la suya y  había  puesto  fin  a  su   falta  de  interés 
y  de  voluntad  en  la
mayoría  de  las  cosas
 porque  quisiera  o  no,  tendría  que  activarse,
sí  no  quería  que  ese
 loco  lo  castigara
 con  una  sobredosis
 de  severos  ejercicios  o  peor  aún  que
lo acusara  ante  su 
tiránica  madre, que  obviamente  solo  esperaba
que fueran ideas de su parte, pero si se atrevía a hacerlo, ya sabía él como
iba a terminar todo. 
El
domador de sombras estaba de frente a la puerta de su residencia, pero de
pronto recordó algo, sabía que era importante y no le quitaría mucho tiempo,
así  que  retrocedió  unos 
cuantos  pasos,  se  dio  la  vuelta
y  se  fue  caminando
 hacia un puesto de ventas de comida,
bebidas y  postres,  que  quedaba
 muy  cerca  de
 su  casa  y   una   vez   entró a 
dicho  lugar,  compró un flan de vainilla, luego salió lo más
rápido que  pudo a la casa de su
compañera de equipo y  mejor  amiga, 
cuando llegó a la entrada de la residencia Yamanaka, no demoró en tocar
la puerta.
_ ¡Shikamaru!
¿Cómo estás muchacho? Tiempo sin verte _ Exclamó y preguntó  muy 
contento  Inoichi, y mientras
abría más la puerta invitándolo a  pasar  agregó 
amablemente _ ¿Qué se te ofrece? 
_ Estoy
bien, gracias  _ dijo el jovencito y
luego preguntó _ ¡¿Está Ino?! Necesito decirle algo importante.
_
Espera un momento… Siéntate, estás en tu casa, ya te la llamo _ el chico  se  ubicó
 en   el  
sofá  de  la  sala
 de  aquella  casa  y  puso  el
dulce a  su  lado, pero  debajo de un cojín mientras el señor Yamanaka
iba en busca de su pequeña.
Dos
minutos más tarde…
_
Shika… ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Paso algo malo? _ preguntó la rubia
acelerada, inmediatamente acercándose a él, pensando varias cosas a la vez, porque
no esperaba la visita de su compañero a esa hora, ya que él  siempre prefería mirar las nubes o bien dormir
una siesta en su lugar.
_
Bueno… yo _ iba a decir algo, pero fue interrumpido. 
_
Los dejo que conversen tranquilos, voy a descansar un rato hasta que llegue tu
mamá princesa _ mencionó Inoichi antes que su hija asintiera, y él se retirara
definitivamente.
_ ¡¿Qué
diablos sucedió pelo de piña?! ¿Por qué llegas así sin avisar? ¿Nunca me
dijiste que vendrías a visitarme? Pensé que todavía estabas enojado conmigo…,
sí algo le paso a Asuma-sensei por  tú
negligencia, me las vas a pagar bien caras  _ lo cogió por el cuello de la camiseta
mientras lo sacudía con fuerza sin dejar de mirarlo fijamente, el Nara solo
cerró los ojos por un momento y suspiro, ella nunca paraba de hablar; eran  muchas  palabras
las que decía por segundos y encima se adelantaba a los hechos, era realmente
problemática  _ ¡Respóndeme idiota!
_
Ino tranquilízate primero ¿quieres? _  Le
 dijo  quitándole  gentilmente las  manos de encima al tiempo que se levantaba,
él tenía mucha paciencia con las mujeres, y casi  siempre evitaba las peleas con ellas. 
A
su mejor amiga y compañera de equipo, no le gustaba que le dijeran que hacer
mucho menos el perezoso del Nara, 
así  que  se  frunció
 en su  sitio  sin
quitar esa  mirada  dominante  y  amenazadora
 haciendo que  su  colega
tragara grueso, cuando se ponía así daba miedo; reflexionó él, pero está vez,
ella cedió y lo dejó hablar. 
_
Ino,  yo  solo  vine
 a  pedirte  disculpas  por cómo te trate hoy, me refiero a cuando
salimos de casa de Asuma-sensei, la forma como te hable, no  fue  mi  intensión _ Volvió a sentarse y la Yamanaka
abrió mucho los ojos ubicándose justo a su lado.
_
¿Así que solo has venido a disculparte? ¿Me has hecho pensar que había pasado
algo malo? ¡Eres el colmo cabeza de piña! _ Le dio un codazo en el estómago. ¡AUU,
y ahora resulta que yo soy el culpable de lo que pasa por la cabeza de la
señorita! Pensó  el  muchacho en  su  lugar
 mientras  los reclamos  seguían _ Encima  interrumpiste  mi  limpieza
 facial, mañana voy a ver a Sasuke a su
departamento y tengo que estar presentable ¡¿Puedes entender eso vago?! ¡Tengo
que lucir bien! _ Y aquí  vamos otra vez,
Ino en  plan  fanática  número  uno
 del  Uchiha, todavía  no  entiendo  que  le  encuentra  de  interesante  a  un  chico  como  él,
volvió a decir para sí mismo _ ¿Enserio que solo viniste a disculparte? ¡Eres
increíble!
_
¿Bueno y  que más esperabas problemática?
_ arqueó una ceja al tiempo que se encogía de hombros y la miraba un tanto
confundido. 
_
Dejémoslo así cerebrito, hoy  no  tengo  ganas  de
argumentar con nadie,  _ Esto sí es un
milagro de Kami, finalmente escuchaste una de mis peticiones _  y  ya  no  estoy
molesta contigo, y aunque me costó admitirlo,  creo  que
 tienes  razón  en
 todo  lo  que  me dijiste, al fin y al cabo es tu vida, sí no
quieres seguir con nosotros, está bien _ Shikamaru volvió  a tragar saliva, él realmente no quería
separarse de sus amigos, pero  debido a
su dejadez, lo estaría por un plazo considerable  de  tiempo,
 siendo él,  el  único responsable  de  la  situación, y  ahora  tendría  que  afrontar
 las  consecuencias _  Choji y yo  te  queremos
 igual _ Sin  previo  aviso
 la  rubia  se
 le  abalanzó y lo abrazó con  mucha  efusividad
 provocando  que  el  chico  se
 sonrojará, su amiga lo notó, una  vez  se  separó  de
 él  _ Oye Shika ¿por qué te pones rojo eh? ¿Acaso
yo te gusto? _ preguntó lo último en un susurro, acercándosele mucho a su
oreja,  le encantaba molestarlo y sacarlo
de su zona cómoda y vaya que lo consiguió, el  Nara se puso más nervioso, cuando  Ino le mordió el lóbulo. ¡Problemática! pensó
sin saber cómo reaccionar.
¡¿Por
qué  demonios  tenía  que
 hacer  eso?! ¡¿Que no se daba cuenta que  alteraba  sus  emociones?!
Recordó que era una situación, que  ya  le  había
 pasado, un  par  de  años  atrás,
cada  vez  que  ella  quería   conseguir  algo  de
 él  se  ponía
 coqueta, 
y   lo  peor  es
 que  con él lograba su cometido. 
El  Nara 
había  disimulado  muy  bien
 lo  que  sentía 
o  al  menos 
era lo que él pensaba, sin embargo en aquellos momentos le estaba
resultando  muy  complicado, esa chica tan mandona le atraía y
mucho; él un genio nato, no sabía, ni como, ni cuando llegó a crecer ese
sentimiento en su corazón, él que siempre había creído, mejor dicho se había  auto convencido, que aquello no pasaba de ser
una gran amistad pura y sincera, pero ¡¿a quién engañaba?! Sabía que era más
que eso, Ino le gustaba cada día más, y eso era muy problemático, se repetía
una y otra vez en su prodigiosa mente, debería decírselo de frente para al
menos quitarse ese peso de encima,  pero  él  sabía  que
 ella  se  moría
por Sasuke, aunque aquello parecía mera obsesión, estaba  completamente loca como Sakura o  incluso  peor, era demasiado estúpido  ir  tras
 alguien que no mostraba ni el mínimo
interés por ti, pero quien se lo decía a Ino en la cara, y  poder 
luego  salir  ileso. 
Él
 estaba  igual  que
 ella  o quizás  las  cosas
 eran  distintas  entre  ellos
porque   ella   no  tenía  ninguna  conexión  con  el  Uchiha, ya  que  este
 no  le  daba
 ni  la hora, en  cambio  él
  la
  había  conocido
 desde  niña, habían  estudiado  juntos  en la 
Academia Ninja de Konoha, dónde también estaba ese antipático, sin
embargo la diferencia  era que al menos  él  había
 cruzado 
una  que  otra 
palabra  con  ella,   y  aunque  no  se  llevaron  bien  en
 un  inicio, su  amistad  se  fortaleció
 cuando formaron  equipo  junto  a
 Choji, bajo  las  enseñanzas
 de  Asuma-sensei.
Por
otra parte,  los señores Yamanaka  lo querían mucho y  los Nara a ella; sus clanes  siempre estuvieron conectados, eran  muchas 
las  razones  que 
tenía  a   su  favor.  ¿Pero, y  sí  se  confesaba  y   en  lugar  de
 ser  correspondido,   se  ganaba  su
 desprecio por confundir  las  cosas? ¡La perdería como amiga! No,  definitivamente, no era una buena opción,
mejor  se  llevaba  su  secreto
 a  la tumba,  se quedó con el último pensamiento. 
_
Eh…, de que estás hablando problemática? _ recobró la compostura y puso su
clásico semblante apático, ella lo había soltado hace rato, pero se había  perdido  en  sus  pensamientos  _  Ah lo
olvidaba,   te  traje algo,  toma _ Había  sacado  el
 postre  de  su  escondite, que  ahora  estaba
 en  manos  de  Ino,
aquel bendito postre evito una situación incómoda entre ellos, más para él que
para ella. 
_ ¡Me
trajiste flan de vainilla, que rico! _ Exclamó emocionada, olvidándose  de  todo
 lo  demás,  sí  que  era  cambiante,
 que  loquita estaba,  pensaba  una  vez
 más  el  Nara,
ahora  con  una  tranquila
sonrisa  _ Muchas gracias Shika, sí que
conoces bien mis gustos _ corrió a la cocina por una cucharita para
disfrutarlo.
_
Bueno Ino, me tengo que ir… _ dijo levantándose por segunda ocasión e Ino
regresó  inmediatamente  lo pronunció, ya con el postre por la mitad.
_
Gracias enserio Shika, qué tengas suerte en tu entrenamiento con Gai-sensei. _
dijo ella.
_
¿Ya lo sabías?... _ Levantó ambas cejas, con las manos metidas en los
bolsillos.
_
Sí, Asuma-sensei nos informó, igual yo me enteré mucho antes, ya me conoces,
soy la primera en saber todo, más 
todavía  lo  relacionado a  nuestro equipo. _ Eso es muy cierto  _  Cuídate
mucho, te voy a extrañar vago _ agregó ella haciendo un tierno puchero.
_
Yo también te… te voy a extrañar, ahora sí me voy, sino mamá se enfadará
conmigo, salúdame a Choji _ fue lo último que dijo y salió por la puerta en
dirección a su casa a dormir temprano para poder estar a tiempo en su primer
entrenamiento con Gai-sensei. 
Unos
minutos más tarde, el Nara había llegado a su casa, primero saludó a su madre e
inmediatamente tomó asiento en el comedor y mientras esta le servía la cena, él
preguntó por su padre que estaba ausente. Yoshino le informó que la quinta lo
había mandado a una misión  lejos de la
aldea, que regresaba en tres días. Shikamaru no dijo más, terminó de comer  y antes de retirarse a su cuarto a dormir, su
madre le hizo saber que ya estaba enterada de los recientes cambios de
Asuma-sensei. Las palpitaciones en el corazón del muchacho no se hicieron
esperar, él creía que ya su madre se había dado cuenta de su examen escrito
reprobado, que había mentido a su maestro y a ella, así  que  sin
poder evitarlo tembló en su sitio, imaginándose lo que vendría después, y es
que Sarutobi lo había delatado una vez, cuando lo acompañó a casa, que le
aseguraba que no lo haya vuelto a hacer, sin embargo a pesar de sus
reflexiones,  rezó mentalmente a Kami
para que sus suposiciones fueran  falsas  y poder librarse de otro duro escarmiento de
parte de su tiránica madre. 
Repetía
sus oraciones en su mente,  una y otra
vez  hasta que sus  suplicas  fueron  escuchadas
 porque  la señora  Nara no estaba enterada de nada que él
pensaba, ella solamente le advirtió que se comportará a la altura y se
esforzara muchísimo con su nuevo entrenador, que tenía que dejar muy en alto su
clan y demostrar que no había sido promovido a chunnin en vano, Shikamaru
asintió al tiempo que tragaba grueso, y ahora sí,  se fue a su recámara a ducharse, secarse,  colocarse  la  pijama
y hacer una de las cosas que más le gustaba a él; caer en un sueño pesado.
Amaneció
más pronto que tarde  y el domador de
sombras seguía pegado a la manta, había olvidado colocar el despertador, pero
tuvo suerte que  su madre se había parado
muy temprano más que de costumbre, ella pensó que tenía que hacerlo, conociendo
lo perezoso que era su hijo, era necesario. No quería que se fuera a atrasar en
su primer entrenamiento con el maestro nuevo, sería muy vergonzoso iniciar
teniendo faltas, aparte ese señor era demasiado estricto con el horario, seguro
castigaría a su niño porque nadie era tan blandengue con él cómo Asuma-sensei. 
Yoshino
entró como sargento de guerra al cuarto del muchacho, primero abriendo las
ventanas de par a par para que entrará el frio de la madrugada, luego se
aproximó a su cama  gritándole: que se
levantará, que se le hacía tarde, que era el primer día, que, qué falta de
responsabilidad, que ya no era un niño para actuar así y más reclamos recibió
el flojo de Shikamaru de parte de su señora madre, que le jalaba las sábanas al
mismo tiempo. 
El
muchacho vago que había abierto los ojos con el primer grito, ambos llenos de
lagañas, con  el  cabello todo desordenado encima de la cara y
por supuesto no  podía  faltar  su
cara de fastidio y apatía, pensando nuevamente,  que difícil iban a ser sus mañanas de ahora en
adelante,  por lo menos con  Asuma  empezaban
a  las siete, pero a ese loco de cejas
espesas se  le ocurría  la maravillosa  idea  de
 iniciar a  las  cuatro
de la mañana ¡qué aburrido, tener que pararse tan temprano! Reflexionaba, ahora
abandonando  la  cama  y  caminaba  a  paso  lento  con  la  intensión  de  salir  a
 ducharse, sin  embargo 
se  demoraba  mucho 
o  al  menos 
fue  lo  que  pensó  su 
madre,  moviendo la cabeza de  lado  a  lado al  tiempo que fruncía el ceño y prácticamente a
empujones  sacó  a  su  hijo  de
 su  habitación encaminándolo  a  la  puerta  del  baño que estaba justo al lado, abrió la misma
de forma agresiva  y  lo metió mientras  ella permanecía  en el marco de la puerta.
_
Muévete o tendré que obligarte de otra manera, tú sabrás que te conviene _
Desde buena madrugada, empieza con sus amenazas, sí que es problemática. 
_
Sí, sí… _ Su madre lo miro sería, repitiéndole  que con un solo sí bastaba, parecía que lo
hacía para provocarla porque era la enésima vez. 
Cuando
comprobó que el chico se encerró en la ducha, ella ajustó la puerta para que
terminara lo suyo.
Shikamaru
ya listo, fue a desayunar, lo hizo  lo  más  rápido
 que  pudo y con su madre al lado, ella quería
cerciorarse que no dejara nada en el plato, el  genio  flojo  pensó
 que  esa 
situación,  era un completo
fastidio, ya  que  él  no
era un mocoso para que su mamá lo tratará así, sin embargo ese desgano del casi
adolescente por todo implicaba algunas veces hasta las horas de las comidas y
ella no podía permitirse que su hijo no comiera bien, más todavía con los
entrenamientos y misiones que seguro tendría que enfrentar en el grupo de Gai.
El
genio se terminó hasta el último bocado, más para complacer a su madre y es que
no quería tener una cesión de esas que acostumbraba cuando según ella, él no la
obedecía. 
Yoshino
sonrió satisfecha porque su hijo acatara sus órdenes al pie de la letra,
después lo despidió, rogando que Kami lo llevara con bien. Shikamaru agradeció
y salió de la casa.
Ya
bien alejado de su hogar, el jovencito caminó lo más rápido que pudo, algo en
su mente le decía que el tiempo se le agotaba, por lo que corrió las ultimas
cuadras hasta un bosque, el que Maito Gai había designado como área de
entrenamiento. 
_
Al fin, llegué, estoy muy cansado _ dijo con su cuerpo doblado, ambas palmas de
sus manos en la parte baja de los muslos, intentando recuperar aire. 
_
Ya empezamos mal, llegas muy tarde jovencito _ dijo muy serio Gai-sensei de
brazos cruzados con su pupilo favorito a su lado derecho  imitando  su  misma  postura 
y  su   izquierda 
Tenten expectante, el Nara  se  enderezó  mirándolo  extrañado, ¿cómo que tarde? Pero si se había  parado  a
 las  tres  y  quince 
minutos, bueno  su  madre  lo  había levantado, que para él, era
prácticamente lo mismo. No entendía el reclamo de ese tipo.
_ Oiga,
pero usted mando a decirme con Asuma-sensei que el entrenamiento  empieza  a  las  cuatro  de  la  mañana  y  son  exactamente  las  cuatro  en  punto,
 bueno  cuatro  con cinco _ se defendió el muchacho
mostrándole un viejo reloj que sacó de uno de sus bolsillos a Gai-sensei, que
seguía mostrando su semblante cada vez más adusto.
_
Eso dije, y estás en lo cierto Shikamaru Nara, pero debes saber que sí tu
entrenamiento empieza a las cuatro, debes estar media hora antes, es decir a
las tres y media  _ el genio abrió los
ojos como plato, entonces ¿cuánto tiempo iba a dormir? _ Igualmente aunque la
hora de llegada fuera a las cuatro, tuviste cinco minutos de atraso y esa no es
la actitud marcial de un shinobi _ Por cinco minutos se molesta, ¡sí que es
exagerado!
_
¿Pero porque tan temprano? _ se atrevió a preguntar porque no le veía el sentido
a esa regla tan radical, con Asuma solo tenían que estar dos minutos antes o
con que llegaran a la hora en punto, estaba bien, de hecho a él le había
perdonado muchas veces sus tardanzas, pero sabía que eso último no  iba 
a  pasar  con 
su  actual  sensei.
_
Porque así  lo  he  decidido,
el  tiempo es oro y hay que aprovecharlo
de la mejor manera posible, además  no  sabes los inconvenientes que puedas  tener en el camino, un ninja siempre debe ser
precavido, _ declaró convencido el maestro y Lee y Tenten estuvieron de acuerdo
_ de cualquier forma por ser tu primera vez a mi cargo, te lo voy a pasar, solo
espero que no se vuelva a repetir porque no me gusta la reincidencia en los
malos hábitos, sinceramente no tolero ese tipo de actitudes, hay tres cosas que
detesto, una  de  ellas  es
 la  impuntualidad, le siguen la falta de
compromiso y la que definitivamente encuentro imperdonable es la pereza, no me
cabe en la cabeza que existan personas perezosas en el mundo shinobi, pero
tranquilo, _ Por un momento colocó una mano en su cabeza, y luego siguió _ estoy
seguro que no es tu caso, yo no creo en las palabras que andan proclamando a
los cuatro vientos los chismosos en la aldea; sobre que los hombres del clan
Nara, son un atajo de vagos, así que estoy completamente seguro que puedo contar
contigo para que cumplas no  solo  con  el  horario 
establecido  a  cabalidad,  sino  con
cada  uno  de 
los  retos  que  pondré  en
 tu  camino para  que te fortalezcas más de lo que ya estas y
seas un Jounin lo antes posible Shikamaru Nara _  Pero sí apenas me ascendieron a Chunnin, yo no
quiero más responsabilidades, ya me empezó a doler la cabeza, esto es molesto,
pensó el genio, pero no le quedó de otra que hacer lo que menos le gustaba,
comprometerse con alguien. 
_
De acuerdo… _ pronunció el chico inaudible con la cabeza baja.
_
¿Qué dijiste? No te escuche bien… _ insistió Gai.
_
Que estoy de acuerdo en llegar temprano señor y en hacer todo lo que usted me
proponga _ está vez lo dijo lo más claro que pudo, tratando de sostenerle la
mirada, pero solo duro unos segundos porque ese sensei la tenía fuerte, había
algo en él, que era imposible dar por sentado. Su mirada era fija y penetrante,
más no intimidante, Shikamaru tuvo el presentimiento que no era tan molesto
después de todo, quizás con un poco de esfuerzo, le calmaba los ánimos  y  con  suerte
 mejoraba su actitud y  tal vez, 
se volvía tan determinado como Lee o Naruto, que buen chiste.
_ Te
felicito por eso, tu llama de la juventud te lo agradecerá, estoy muy contento
que seas parte de nuestro equipo Shikamaru _ declaró Rock Lee, que no pudo
reprimir más su emoción, mientras una gota de agua aparecía detrás de la cabeza
del Nara y de su compañera Tenten, que pensó que su amigo jamás cambiaría. 
El
vago mantenía su semblante apático, esta nueva experiencia iba a ser muy
problemática. Por Kami, en lo que se había metido, pero ni modo tenía que
hacerle frente quisiera o no, además no podía seguir comportándose como un niño
irresponsable, menos ahora que estaba más adelantado que todos los de su
generación. Intentaría cambiar por el bien de su clan. 
_
Esa es la actitud Lee, también estoy contento de tenerte como mi estudiante, tu
inteligencia y estrategias nos darán más fortalezas a este equipo _ admitió el
sensei ahora mostrando una enorme sonrisa y su típico brillo en los dientes.
_
Espero que el tiempo que pases con nosotros sea de provecho _ la chica también
le brindó su apoyo, dedicándole también una sincera sonrisa.
_
Bien, se terminó la conversación, ahora pasemos a la acción _ anunció Gai
reactivando su usual entusiasmo.
_
Sí Gai-sensei, estoy más que preparado _ afirmó Lee igual que su maestro, ya en
posición de combate.
_
Veamos como andas en taijutsu Shikamaru _ Es que no hay un calentamiento
primero, esto definitivamente va a ser más problemático de lo que pensé.
_
Bueno yo… _ intentó decir algo, pero fue interrumpido por el grito eufórico de
Maito Gai 
_ ¡ATÁCALO
LEE…!
Como
era de esperarse Rock Lee no demoró en hacer caso, y con gran velocidad lanzaba
patadas y puños a diestra y siniestra cada vez más cerca del Nara, quien con
dificultad se movía tratando de esquivarlos, 
repitiéndose  mentalmente,  que si uno de esos golpes llegará a
impactarlo, lo dejaría de hospital, ¿qué rayos tenía ese niño? ¿De dónde sacaba
tanta energía? Su rapidez y potencia eran increíbles, no es que no lo haya
visto pelear contra Gaara, pero estaba atónico con su buen estado físico, él
había visto como quedó destrozado su brazo, los huesos y varias costillas rotas,
él escuchó cuando le aseguraron,  que más
nunca podría ser ninja, sin embargo a pesar de no gustarle la posición en la
que se encontraba, se alegraba mucho por el chico, al verlo y sentirlo con tal
vigor.
Shikamaru,
sin embargo  se sentía cansado, no sabía
cuánto más podría aguantar, el taijutsu no era su especialidad, tenía que
pensar una estrategia y pronto para pararlo y mientras analizaba recibió un
golpe en la cara y luego uno en el estómago que le sacó el aire, el muchacho se
tambaleo un poco sin perder del todo el equilibrio mientras Lee iba dispuesto a
seguir, pero con la poca energía que le quedaba, el flojo se escabulló como un
experto shinobi, ocultándose detrás de unos arbustos para planear algo. 
_
¿Dónde  estás? Aún no hemos terminado… _
anunció alto y claro la bestia verde de Konoha. _ Vamos no huyas,  sal 
de  una  vez   y demuestra  tu  espíritu
 combativo. ¡Pelea con todas tus fuerzas!
_
Este chico es demasiado intenso, y siento que me voy a desplomar _ pensó
Shikamaru en su lugar, pero tendría que seguir enfrentándolo, no podía
simplemente dejar pasar las cosas, ese tipo no era Asuma, sí no luchaba con Lee
como  le 
había ordenado, era muy probable que iba a tener una sesión de
entrenamientos sumamente severa y problemática.  
Shikamaru
lanzó un par de shurikens para distraer a Lee y luego salió de su escondite,
adoptando su típica postura para ejecutar su estrategia, pretendía alcanzar a
su oponente con su sombra, tenía suerte que Rock Lee no manejaba ningún
ninjutsu o genjutsu por lo que no bregaría tanto para paralizarlo. 
_ ¡Lee,
 no dejes que te alcance! _ Le dijo su
sensei con Tenten al lado que no había vuelto a abrir  la boca,  enfocada en el gran combate que estaba
ofreciendo ese par.
_
Lo que usted diga Gai-sensei _ aseguró Lee incrementando su velocidad al
momento que se brincaba la sombra que iba creciendo y cada vez más cerca de él.
Todo
iba a favor de Shikamaru que casi toma control del cuerpo de Lee de no ser
porque había utilizado demasiado chackra en su ejecución y realmente estaba muy
exhausto por lo que está vez no pudo completar su ataque como cuando lo hizo
ante Temari y se desmayó.
_
Creo que fuimos demasiado lejos Gai-sensei _ se acercó el chico de cejas
espesas a su oponente para ayudarlo a levantarse.
_
Tienes  razón  Lee, pero 
no  esperaba  que 
este  chico  fuera 
tan  débil, ¡¿estará enfermo?!
Creo que lo mejor será llevarlo al hospital para ver qué es lo que tiene _ dijo
el maestro, una vez se aproximó  con  su otra alumna, quien  tenía  un
 semblante  de  preocupación
 en  el  rostro.
 
N/A: Bueno hasta aquí este episodio, veremos cómo le va
al vago con ese par de intensos, yo amo mucho a Lee y su sensei super cejotas
como le dice Naruto son de mis personajes favoritos, pero lamentablemente Kishi
no les dio el protagonismo que merecieron, sin 
más  que  decir, me dejan saber que les pareció el capi
en sus comentarios. Un abrazo y nos leemos pronto.
Te quedó genial y si fueron personajes con mucho potencial pero sumamente desperciados y poco aprovechados hasta la siguiente y ojalá la continúes está enganchante jajaja pobre Shikamaru le va a ir como en feria con esos intensos
ResponderBorrarQue bueno saber que te este gustando la historia, a mi me encanta mucho Naruto y el personaje de Shikamaru Nara, una pena que no haya tantos fics sobre él con esta temática.
BorrarY sobre Lee y Gai totalmente de acuerdo, de hecho ese Kishi desperdició a Shino Aburame otro personaje que amo, para mi mereció más protagonismo, en fin hay tantas cosas que me desagradaron en la serie original, que por lo menos tenemos los fics para poder complacernos.
Concuerdo totalmente contigo para mí debieron ponerlo como anbu en vez de profesor como que la primera iba bien con su personalidad
BorrarSí, la verdad es que debió se Chunnin en la primera parte, Jonnin y Anbu en la segunda, yo me quedó con su personalidad en Naruto/NarutoShippuden.
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