Padrelotti
Capítulo 4
Visita sorpresa
Nota de autora: Recuerden
que esta historia esta basada en la temporada 2022/2023
Vini se movió un poco
hacia un costado y luego el otro y se despertó, buscó su reloj que estaba
tirado en el suelo, debido al forcejeo que tuvo con el padre de su amigo, y miró
la hora.
-Madre mía es tardísimo, se
me ha pasado el tiempo y Thiago me debe
estar esperando, mierda debí poner la alarma del móvil – se irritó mucho al
recordar que su teléfono lo había dejado
en la sala sobre los sillones, y lo que él menos se imaginaba, era que el mismo
tenía un sinfín de llamadas perdidas y mensajes de texto de su entorno
principalmente – me tocaba gimnasio hoy,
debe estar muy enojado y yo más, que irresponsable he sido. – dijo todo
alterado saliendo de la habitación en interiores.
Tenían el día libre, pero
con todo lo que pasó con Rodrygo, y el padre de este simplemente se le fue el
tiempo y con lo dedicado que era él con el cumplimiento de sus entrenamientos, lloviera,
cayeran truenos o relámpagos, salió disparado.
-¿A dónde va joven? – dijo
la chica del servicio sonrojada al ver el cuerpazo moreno, que caminaba bien apurado por el pasillo antes de bajar a
la sala comedor.
-Tengo que ir a entrenar,
es muy tarde ya, ¿dónde está la salida? – ella ignoró su pregunta y se quedó, observándolo
con detenimiento esos abdominales bien
trabajados por el ejercicio, sus piernas gruesas, y no pudo evitar echar un
vistazo al paquete pronunciado, que por un momento la dejó sin aliento.
Después de ella admirarlo,
pensó que se le iba la olla, su tono de voz se elevaba, porque además de ser
provocador al mostrarse casi al desnudo, parecía no ser consciente que estaba
en calzoncillos, se lo hizo ver y el chico recién se pudo dar cuenta. Apenado
pidió disculpas y se regresó al cuarto, se lavó rápidamente los dientes, con un
cepillo que ahí había, luego se vistió con la ropa que se hubo quitado el día
anterior y bajó de inmediato por las escaleras
Estando abajo se topó
ahora con el papá de Rodrygo y por su mente pasó, ¿acaso ese señor no dormía o
tenía algo más para hacer?
Vinicius insistió que se
tenía que ir, sin embargo Eric muy atento le sugirió que se quede un rato más, que
le iba a servir algo para comer, Vini
decidió no contradecirlo.
El padre de Rodrygo lo
invitó a pasar al comedor mientras le servía un plato amplio de ensalada con un
pescado asado, que había calentado y que cocinó antes de irse a la cama, se
veía todo muy sabroso, pero el niño no tenía hambre en ese momento.
Vinicius se sentó a la
mesa, Eric le puso un vaso con agua, y antes de hacer como si iniciara, preguntó
por Rodrygo.
-Debe
seguir dormido, ya lo voy a ir a despertar, espera un momento aquí y termina tu
comida, que veo que no has probado bocado. –
-Es que no tengo apetito,
– contestó el muchacho revolviendo las hojas – además me tengo que ir a
entrenar, es parte de mi rutina. -Se levantó de la silla y agregó – No estoy enojado con Rodrygo señor Eric, no se
preocupe, ya me voy hasta luego.
Eric se quedó sorprendido
por como era ese niño, iba diciendo las cosas como se le cantaba a él, su espíritu
paternalista, protector, estricto y autoritario no iba a dejar pasar esa
irreverencia. Así que respiró profundo, contó hasta diez y luego hasta veinte y
dijo:
-Vini hijo vuelve a
sentarte y termina tu comida y yo voy a buscar a Rodrygo para que baje y te
ofrezca su disculpa, y antes que el jovencito diga algo, que sepas no tolero a
los chiquillos desobedientes. Cuando regrese quiero ver ese plato vacío ¿de
acuerdo? – después de la palabra disculpa su tono de voz cambió a uno severo.
Esperaba una respuesta, él
sabía que se demoraría un rato con Rodry,
después de haberlo disciplinado al pobre le quedó el trasero bien dolorido.
-Esta bien – respondió el
muchacho.
Cuando Eric se retiró y Vini
se aseguró que no había moros en los costados, cogió su plato y fue hasta la
cocina, allá echó toda la comida en el primer envase que pillo y la metió en el
refrigerador.
Mientras
tanto…
-Rodry hijo despierta - le dijo papá sentado en la esquina de la
cama, cerca del chico, que estaba bocabajo.
-Tengo mucho sueño, me
siento agotado y me duele mucho el trasero papá – respondió somnoliento
colocando una mano y frotándose la zona que lucía muy hinchada y con algunas
marcas de la regla.
La paliza había sido
severa, el culo estaba ardiente y a pesar que el mocoso era moreno, se notaba lo
colorado que su padre se lo había dejado.
-No conviene que te toques
ahí ahora, solo acumularas más el ardor, - retiró la mano de su niño con
cuidado y continuó - las consecuencias de esta azotaina te van a durar algunos
días, es completamente normal, y significa que has sido disciplinado como es
debido
Se refería sobre todo a la
última con la regla mientras empezó a hacerle círculos en su espalda y nuca.
-Papá pero me duele mucho
– insistió Rodrygo.
-Así debe ser para que el
jovencito recuerde como debe comportarse, en todo momento – respondió serio.
-Sí
señor. - dijo y luego añadió – ¿Papá podrías hacerme una cura? Mañana tengo que
ir a entrenar y con el culo así, va a ser un muy incómodo todo lo que tengo que
hacer.
-Eso no funciona así Rodrygo
– respondió muy serio.
Generalmente él o Denis lo
hacían y esto lo aliviaba al chico, pero era pasados dos días o al menos uno si
las acciones de Rodry eran graves, más no muy graves, esto lograba el efecto
que él o su mujer querían para mantener a raya a su hijo.
- Entonces tampoco iré a
disculparme con Vinicius, ni voy a entrenar, ni me presento mañana, no es
justo, ya te diste gusto pegándome y todavía quieres que siga sufriendo, eres
malo muy malo conmigo. – subió el tono y golpeó con los puños el colchón.
Eric suspiró y contó
mentalmente antes de enojarse con su hijo por los disparates que dijo, ¡madre
mía!, pensó, ahora el mocoso le quería echar la culpa a él y encima
manipulador.
-Rodrygo
has visto como tienes el culo?
Con esa pregunta tan obvia
el mocoso entendió que había metido las cuatro y de inmediato se le aguaron los
ojitos, seguramente su padre lo volvería a azotar, y ahora más que antes tenía
el pompis a su disposición, ya que no necesitaría bajarle siquiera los
pantalones y los calzoncillos para darle una buena tunda de las que él estaba acostumbrado a recibir.
-Sí
– dijo tímidamente.
-Como
te lo puse, hace unas horas atrás?
-Colorado, hinchado y
marcado por la regla, perdón padre, retiro lo dicho, pero por favor no me
pegues más. – dijo llorando mucho.
Rodrygo sabía que ponerse
de respondón y manipular era una tunda con la correa y sin ningún tipo de
miramientos, algo que él temía y evitaba a toda costa aun más cuando había sido
castigado con anterioridad.
Eric era muy justo y desde
peque solo lo castigaba con la correa cuando se portaba muy mal y había sido
advertido varias veces, era muy duro, pero siempre necesario en esos casos,
ahora su padre no lo haría, el chiquillo estaba ya escarmentado y comprendía que solo
dijo eso en su enojo momentáneo y porque quería que su padre accediera a lo que
él quería y necesitaba, pero como siempre, los castigos hay que cumplirlos y no
tocaba cura todavía.
-No te voy a pegar de
nuevo, seré indulgente por esta vez, pero que no te escuche otra vez hablarme
en ese tono e intentar manipularme, porque no me va a importar las condiciones en
las que esta tu culo, te voy a dar la azotaina con la correa que cargo puesta, y
te garantizo mocoso, que no te sientas como mínimo en una semana.
Rodry tragó en seco y
dijo:
-Papi perdón, de verdad no
lo quise decir, solo me dejé llevar por la situación.
-Espero que lo tengas
claro, yo quiero lo mejor para ti, y sí tengo que volver a corregirte otra vez,
no me va a temblar la mano, tú lo sabes muy bien. -Rodrygo solo asintió a lo
que dijo su padre.
-Queda pendiente que te
disculpes con Vini, pero ya será mañana o cuando regreses con el Equipo, por
ahora descansa – se acercó más y le dio
un besito – nos vemos más tarde para que comas algo – y antes de que saliera
por la puerta Rodrygo lo llamó
-Papá…
-Dime hijo
-¿Sigues enojado conmigo?
Preguntó esta vez poniéndose de lado para mirar a su padre a la cara- Eric noto
que su pequeño, como lo seguía viendo él, porque para un padre un hijo no crece,
estaba muy sensible y fue a mimarlo un poco, se fue a sentar en la cama, y lo
acomodó sentándolo en sus rodillas, teniendo cuidado que el pompis quedara al
aire libre, para que no rozara con su pierna ni con nada que le haga daño.
-Claro que no mi niño – le
decía mientras acariciaba su espalda y luego le llenaba la cara de besos,
Rodrygo lo correspondía y así se quedaron un rato. Eric entre mimos y demás
también lo hacía reflexionar, cuando terminó el consuelo, lo ayudó a ubicarse dónde
estaba y como estaba y salió de la habitación de su chico.
Eric bajó dónde estaba Vini,
pero no lo encontró en el comedor, en su lugar, el chaval estaba en la sala,
haciendo flexiones, además ya había
hecho algunas planchas.
-¿Que te pareció la comida?
Preguntó el padre de Rodrygo, ya que suponía que por la energía del chico,
había disfrutado lo que él amablemente le preparó.
-Ah, es usted… - se puso
en pie de inmediato por alguna razón ese señor lo hacía obedecer como le pasaba
con Carlo o cuando su padre se ponía serio con él.
-Si muchacho, ¿te ocurre
algo?, te noto nervioso. – Eric frunció el ceño.
-Es que… este sí, estaba
muy delicioso todo, - dijo para salir del paso y cambió de tema - sabe es que
me iba a ir hace un momento, pero luego pensé, mejor me quedó.
- Me alegro que te haya
gustado mi platillo, seguro no es igual al de tu chef, pero intenté hacerlo lo
mejor que pude – sonrió y agregó – Rodrygo esta indispuesto, así que creo que
será mejor que se encuentren luego y…
-No hay problema, yo ya me
tengo que ir, solo voy por mis cosas que dejé en el cuarto.
-Bueno, como gustes, ha
sido un placer tenerte de visita. Vuelve pronto. – y antes que Vini se fuera a
por lo suyo, le dio un abrazo.
Vini fue a por su mochila
y luego iría a la cocina para meter el envase con comida dentro de la misma
porque en dónde el padre de Rodrygo se entere que le mintió, la que se iba a
liar.
El carioca bajó
rápidamente y antes que fuera a la cocina alguien tocó el timbre de la entrada.
Su curiosidad, provocó que dejara de lado lo que
estaba haciendo y ahí en esa distracción se fue a ver quien era la visita. Al
llegar cerca se sorprendió muchísimo.
- Vinicius, pasa adelante,
tu niño está conmigo, ¡que grata sorpresa! – exclamó Eric muy contento de recibir a su amigo.
El padre de Vini se veía muy
serio, era notable por su semblante, el chico que conocía como era su padre se dio cuenta y
de inmediato pensó que algo hubo hecho de forma no correcta y seguro le
esperaba un buen regaño y ojalá solo fuera eso, pensó el atacante y puso cara
de preocupado.
-Eric disculpa que llegue
así a tú casa, - dijo ya dentro - pero he estado llamando a Vini y no me
contesta el teléfono, estoy que me quiero volver loco, porque anda sin los
guarda espaldas, imagínate que le pase algo, yo no lo soportaría, además quedó con
Thiago de entrenar hoy porque tenía el día libre y eso ya estaba agendado.
Thiago esta enojado no, lo siguiente, y es que no lo culpo Vinicius Jr no mide
las consecuencias de sus acciones, todos nos preocupamos, Thiago esta pensando
que le ha ocurrido algo grave, enserio es un inconsciente, ni una llamada para avisar. Fernanda está muy angustiada
creyendo lo peor, un secuestro o algo parecido, estoy muy enojado con él . – y
con el tono de voz de su padre, Vini se echó a temblar porque sabía y no se
equivocaba que le iba a dar una buena azotaina y le iba a poner el culo como
los arándanos azules cuando están maduros.
Eso estaba dicho, sus
padres podían disciplinarlo cuando era
necesario para ajustar su comportamiento y aunque no era placentero recibir
castigos corporales, muchas veces al igual que Carlo lo corregía en el Madrid,
cada uno de ellos le sirvió para pensar antes de actuar o tomar una decisión
importante, a calmarse, a manejar mejor sus emociones, a dar más en cada
partido, a enfocarse y no pelearse con rivales etc.
Después de Eric escuchar
todo lo que el padre de Vini dijo, dio un largo suspiro y continuó él.
-Bueno Vinicius, tú hijo
se vino para acá con Rodrygo no pensé que lo estuvieran buscando, se le habrá
olvidado comunicarse con ustedes, ya sabes como son los muchachos hoy en día, están
absortos en sus cosas.- quiso darle el beneficio de la duda al chico, que a
pesar de su desparpajo le caía muy bien - habla con él, arreglen las cosas, sin
embargo ahora estas enojado, conviene que te calmes un poco para que puedas
tratar con Vini, él es un buen niño, un poco rebelde, pero es porque está joven.
-Lo voy a castigar, mira
te voy a contar algo que hizo hace dos semanas y tuve que corregirlo fuerte, no
quiero entrar en detalle, pero sabes a lo que me refiero – Eric asintió
Y antes que siguieran, Vini
que veía como su padre avanzaba en la conversación sobre una de las últimas
faltas que hubo cometido, que ameritó que le diera una tunda con la correa de cuero, de recordarlo se
puso más nervioso.
Eric le habló y le dijo
algo que ayudó al padre de Vini a serenarse, entonces el chico decidió acercarse
y enfrentar lo que viniera.
-Papá lo siento, olvidé
llamar, ¿discúlpame si?, - se mostró finalmente -realmente no fue mi intensión preocuparlos
a todos.
Vinicius padre contó hasta
diez, luego botó el aire y lo empezó a reprender.
-Aquí no es solo decir lo
siento y ya estuvo, no señorito, esto que acabas de hacer, es de personas
indolentes e inconscientes y no es
justificable de ningún modo, tienes un móvil para comunicarte, no cuesta nada
enviar un mensaje aunque sea. Tu sabes bien como es Thiago, tienes familia, ten
un poco de consideración.
Eric no quería meter la
cuchara en asuntos ajenos y mucho menos poner más intranquilo al chaval de lo
que ya se veía que estaba, así que se retiró de ahí.
-Padre ya le dije que no
fue mi intención… soy humano, tengo derecho a equivocarme y…
-Dirás misa, y silencio
que no he terminado, es una falta gorda y desde ya te digo, que habrá una consecuencia.
-Papá no es justo, ya me
he disculpado, he dicho que no ha sido a propósito ¿no puedes ser más
comprensivo? – insistió Vini
-Usted tuvo todo el tiempo
del mundo para coger el teléfono e informar dónde se encontraba y se ahorraba
esta situación, pero el jovencito, dio por sentado el hecho que su entorno se
preocupa. Yo siempre he sido justo con usted y ahora le tocará asumir las consecuencias
como usted bien sabe, esto no lo pienso discutir. – dijo muy determinado – Y nos vamos ya, que debe ofrecer una disculpa
a su madre y a Thiago. – nos vemos Eric, - elevó la voz para que lo escuche el
padre de Rodrygo - me llevo a Vini conmigo, salió apurado con el chico
siguiéndole el paso – la chica del
servicio cerró la puerta una vez vio alejarse el carro de los visitantes.
Vini seguía de los
nervios, iba a decirle a su padre algo, pero se abstuvo, papá no cedería, el
muchacho sentado en el asiento del copiloto, a lo lejos, pensaba la que le
esperaba, pudo haberlo evitado, si tan solo hubiera mandado un mensaje,
reflexionó, su padre seguía serio.
Al llegar a casa lo mandó a
ducharse, ya que después de la zurra no iba a tener ganas de hacerlo, le dijo
que lo esperara en la esquina como de costumbre, algo que a Vinicius le
fastidiaba era que lo mandaran a esperar en el rincón, pero como era parte del
castigo y él no estaba en posición de reclamar nada, le tocaba obedecer.
Papá dio un beso a
Fernanda y se retiró para prepararse para el castigo de Vini, tenía que
calmarse un poco, ya la idea era darle
una buena lección, no lastimarlo.
Fernanda lo abrazó apenas
llegó, Vini se disculpó sinceramente, y los reclamos de su madre no se hicieron
esperar, regañina justa mientras le daba azotes fuertes por encima del short
que cargaba, Vini se los aguantó bien.
-La próxima vez que me
hagas algo así yo misma me encargo de pelarte el trasero y darte la paliza de
tu vida.
A Vini se le puso la cara
caliente con el comentario de su mamá.
- ¿Entonces la señora no
me va a castigar? – quiso asegurarse, porque que le peguen por partida doble,
no era grato - Si es así, dile a papá que no me pegue por favor, mañana voy a
ir a entrenar con el Equipo y será muy incómodo.
-Yo no te voy a corregir
por esta vez, con tu padre será más que suficiente – Y Vini estaba de acuerdo
con eso, su padre tenía la mano muy pesada y solo con unas buenas nalgadas ya
tenía, pensó que ojalá no fueran muchas esta vez - pero si lo vuelves hacer, yo
misma me encargaré de darte tu merecido antes o incluso después que tu padre te
castigue, que te quede claro, y no señorito, no voy a desautorizar a tu padre,
así que prepara el pompis.
Vini sonrió por como le
habló su madre hasta enojada se veía chistosa, pensamiento que se reservó para
si.
-¿Y todavía te ríes, es
que no tienes remedio eh?- Vini le dio un abrazo y un beso en la frente antes
de subir las escaleras camino a su cuarto.
Ya dentro de su
habitación, se metió a la ducha, se quitó la ropa y se aseó, no tardó mucho
tiempo, ya que quería salir del castigo cuanto antes, se vistió lo más cómodo
que pudo, se calzó unas chancletas y se colocó cara a la pared en la esquina como
su padre le indicó que hiciera.
Pasaron quince minutos que
para Vini fueron interminables, su padre entró a su cuarto con un cepillo de
pelo en la mano, se sentó en la cama, puso el cepillo cerca y de inmediato lo llamó,
el muchacho caminó hacia su padre con la intención de agotar el último recurso que le quedaba, trató de dar todas
las excusas posibles, que papá escuchó pacientemente, pero no se creyó, y sin
más, tiro de él con firmeza y lo puso bocabajo sobre sus rodillas, el calor en
la cara de Vini no se hizo esperar, su papá ni se inmutó porque no era la
primera vez que esto pasaba, así que lo
ubicó bien, bajó el short, bajó los calzoncillos hasta la mitad de los muslos, le subió la
camiseta y empezó a soltarle unos buenos
azotes con la mano, que Vini se los aguantó bastante bien, la mano de su padre
seguía azotando sus carnes ahora al medio y luego intercalando entre una nalga
y la otra, por un rato se los dio en la parte superior de sus muslos, y Vini
empezó a sentir lo que era bueno mientras emitía algunos
sonidos y se movía en las rodillas de su progenitor.
-Au me duele -dijo al
tiempo que su padre repartía nalgada tras nalgada, sin cesar mientras el pantalón
corto y las chancletas fueron a dar al
suelo.
Papá no prestó atención a
la protesta de Vini, simplemente lo acomodó mejor, elevando mucho su trasero y
reanudó el castigo, azotando de abajo para arriba y viceversa, después varias
veces al centro, con el trasero ya caliente, su padre cogió el cepillo de pelo
de su mujer y empezó a darle una buena tanda en ambas mejillas de forma
alterna, como al principio pero esta vez más fuerte, Vini ahora si que se
retorcía con ganas, subía las piernas y hacía de todo para complicarle las
cosas a su padre, que lo notó enseguida y lo empezó a regañar.
-Quédate quieto – dijo al
tiempo que le marcaba el cepillo en el centro.
-Duele mucho – respondió
metiendo una mano.
-Quita la mano – repitió
severo, y como Vini no lo hizo, se la apartó él y le dio algunos azotes fuertes.
-Au duele…ya por favor –
el chico volvió a poner la mano – su papá volvió a repetir que la quitara, como no quiso, en las partes libres de su
trasero y el inicio de los muslos le dio azotes con total severidad, Vini
retiró la mano.
-Deje de moverse – dijo al
tiempo que lo regresaba a su posición, volviendo a dejar el culo bien colocado y
a la vista para poder controlarlo bien, y asegurarse que quede bien castigado.
Vini por su parte elevaba
las piernas continuamente y empezó a disculparse al mismo tiempo, y es que papá
estaba cocinándole el trasero.
-Baja las piernas – dijo
su progenitor poniéndolas abajo, volvió a subirle la camiseta y continuo con el
cepillo.
-Au no, no ya basta- Vini
intentó salirse de la posición y su padre se cansó ya de luchar tanto con él, estaba muy desobediente, así que le apresó las
piernas con las de él y le arreó varios
azotes, otra vez con la mano, pero bien fuertes y todos seguidos en el mismo
sitio.
Se escuchó el escándalo de
Vinicius Jr. junto al sonido de las palmadas. El chiquillo terminó llorando.
-Ya mi niño, ya pasó – Vinicius
padre con cuidado frotó el trasero de su hijo y luego sus cabellos y área de la
nuca, pronto Vini se calmó.
- Vaya tunda… me
calentaste el culo a tope. Prometo que la próxima vez anoto comunicar dónde
estoy para que no se preocupen porque la verdad no me gusta nada este tipo de
castigos, así me los merezca. – dijo ya de pie mientras se acomodaba los
interiores.
-Auu, que dolor en culo,
madre mía, ese cepillo si pica como el demonio - agregó frotando la zona, al
final creo que me iré a la cama en pelotas – su padre mientras lo miraba, ponía
atención a su manera tan particular de hablar, su chico era muy espontaneo y
directo con todo.
- Creo que es lo mejor,
pero antes de ir a la cama, se va a
disculpar con Thiago - le dijo pasándole
la pantaloneta, Vini se la puso, luego se calzó y antes que saliera de su
habitación, su padre lo cogió del brazo y le dio un abrazo con un beso. -A
portarse bien de ahora en adelante.
-Seguro,
no quiero un castigo tan pronto.
-
¿Ya cenaste?
-
No todavía, tengo mucha hambre.
-
Bajas a cenar antes de ir a la cama.
-Si
señor. – respondió y se fue con Thiago.
Ya
con su entrenador personal…
-Lo siento, olvidé
llamarte, soy el primero que estoy avergonzado de mi proceder, la próxima lo
anoto por todas partes para no olvidar, ya estoy escarmentado y no volverá a
pasar más, promesa.
-Esta bien, ya no estoy
enojado, no te preocupes Vini. Por hoy puedes descansar. Mañana cuando vengas
de entrenar con el Equipo, iniciamos nosotros la rutina de gimnasio.
Thiago lo dijo porque
sabía que Vini había sido disciplinado por su padre y no tenía las ganas, ni
las condiciones para hacer algo más que irse a la cama y la verdad es que
aunque Vini no lo dijera, él pasó cerca de la habitación en el momento que
estaba siendo castigado, ya cuando estaba terminando la zurra, que Vini gritó
todo desesperado.
Y aunque era de las pocas
veces que Vini reaccionaba así, ya que solo recurría a esto cuando se sentía
muy cansado y le tocaba recibir azotes o para que lo soltaran más rápido en las
ocasiones que no quería cooperar, sin embargo, su padre ya lo conocía bien e
hiciera lo que hiciera, cuando tenía que darle una buena azotaina se la daba.
Y era cierto que para
nadie en casa era un secreto que Vini era disciplinado por sus padres, así que
por ejemplo Thiago, su chef o su amigo Felipe no se sorprendían cuando a Vini
le dolía el trasero, y en el Real Madrid la disciplina se la daba Carlo, que
incluía desde una mirada severa, regaño, una llamada de atención verbal,
ponerlo a escribir notas, meditar en la esquina en periodos distintos hasta castigos corporales cuando era
necesario.
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