Capítulo
8.
Volar…
El
reloj deba las cuatro de la tarde y aun
no llegábamos al lugar donde nos dirigíamos, recuerdo que antes de salir de
casa lo último que le dije a Jared fue…
- ¿Quieres un café? – él asintió levantándose mientras,
tomaba nuestras chaquetas y subimos al BMW, Jared regreso por su mochila y al volver y subir al auto, este
me beso con intensidad para luego
decir.- Estas atrapada en mi auto… hoy
serás mía, te acabo de ¡¡RAPTAR!! – aseguró mientras yo negaba con mi
cabeza riendo.
Ansiosa
observaba el camino, pensando en que se detendría en alguna cafetería, pero no
fue así y después de una hora lo hizo, el lugar se trataba de una Hostal y al
bajar Jared tomo de mi mano y me ayudo sin decir una palabra mientras, lo bombardeaba en pregunta del por qué estábamos
en ese lugar.
- ¿Qué hacemos acá? Jared mi papá nos
matara.- al decir eso beso mi frente y me arrastro donde unos
tipos que estaban en dos camionetas, al acercarnos abrieron la puerta Jared me
impulso un poco para entrar.- ¿Jared
dónde vamos? ¿Que es esto? ¿En que estas ahora?- Jared me observo a los
ojos con esa intensidad que me hacía olvidar todo, obnubilada por esos hermosos
ojos me concentre en observar el camino ya que entendí que Jared no respondería
mis preguntas.
Una
hora después llegábamos a un lugar y yo sin entender nada baje del auto furiosa
al darme cuenta que en el lugar se encontraban tres tipos en otra camioneta muy
misteriosos, asustada tome su mano y exigi saber lo que estaba pasando.
- Me explica pero ¡YA! qué significa esto, ¿Quiero saber quiénes son
esos tipos? y también ¿En que estas metido? Respondes en este momento o llamare enseguida a tú padre y se lo
terminaras explicando a él.- Amenace desesperada y
aterrada en ese extraño lugar.
- Mi papá no puede saber dónde estoy y
tampoco lo que hacemos, deja ese teléfono y no se lo digas, sabes que me matara.- suplico al ver
como marcaba en mi celular.
- ¡Entonces habla!.- exigí
a punto de darle a llamar.
Jared
se acercó y con un movimiento rápido lo quito de mis manos guardándolo en su
bolsillo, para luego sostener mis brazos al intentar recuperar mi teléfono del
bolsillo trasero de su pantalón.
- GRRR ¡dame mi celular!- me
acerque a su rostro enojada y él me beso, yo lo respondí para luego presionar
en busca de las respuestas que quería.
- ¡¡Ayyyy!! suéltame por favor y te
explico.- dijo mientras yo
sostenía su labio inferior con mis dientes, no lo lastimaba, solo sostenía ya que aún tenía atrapadas mis
manos.- te explico, pero Luna suelta… me
duele.- al oír sus palabras solté el
agarre, no quería hacerle daño y lo observe a los ojos.
- ¡HABLA!.- dije
furiosa y comencé a tratar de soltar mis brazos de los suyos.
- ¿Cuál es tu sueño?- al
oír la pregunta deje de forcejear y lo observe sorprendida.
- Yo….Quiero y anhelo ser libre…como un
pájaro, sin preocupaciones, problemas y estar lejos de mis padres -
respondí con mis ojos inundados en lágrimas.
- Esta es la única forma que encontré para
que cumplas tu sueño aunque sea por unos minutos, mi amor.- Al
terminar esa frase uno de los chicos que estaba se nos acercó y se presentó.
- Mi nombre es Ignacio y soy tu instructor
de vuelo en parapente.- al escuchar la palabra ¡¡VUELO!!
mi corazón se aceleró, luego de responder una ficha de salud recibía la
inducción, mientras que el resto rápidamente
preparaba todo y una vez listos él primero en saltar fue Jared.
- Luna, saltare primero y te esperare para
grabar tu vuelo, confía en ellos… esta es la segunda vez que lo hago.-
Jared me beso tiernamente y se dirigió a escuchar las instrucciones mientras yo
sonreía, él cada cierto tiempo giraba y me miraban con emoción, cuando de un momento a
otro lo vi junto a su instructor tomar impulso y volar, asustada me acerque y
pude ver y escuchar como gritaba mi nombre, reconozco que fue una mezcla de
miedo y alegría verlo así.
Jared llevaba mucho tiempo siendo infeliz,
pero eso había quedado atrás y en ese momento el amor de mi vida fue el
primero en conquistar el cielo, mientras
esperaba mi turno lo fotografié desde las alturas y al cabo de media hora...
estaba lista para saltar. El instructor luego de ajustan el arnés de seguridad
me explico lo que debía hacer, debo confesar que no lograba escuchar bien, pero la causa no
era el viento sino, que los fuerte latidos de mi corazón no permitían oír, una vez listos tomé el casco, vi elevarse el parapente y fue
ahí cuando me dieron el listo para arrancar, di unos pasos de impulso al vacío
y con la misma fe con que las aves se lanzan al vuelo y lo hice, la sensación de no tocar el piso y de saber
que ya todo depende de ti, de tu confianza es cuando comienza la paz interior,
la tranquilidad y la emoción estalla por doquier.
Al
principio me sentía flotando, sentía que mi vida pendía de unas pocas cuerdas y
fue cuando el instructor me dijo que me impulsara un poco hacia atrás, lo hice
y quedé sentada como debía ser. El paisaje frente a mis ojos era sin igual, las nubes dejaron espacio para
vivir la experiencia en su máxima plenitud, mientras descendíamos pude ver un gran.
Luna te amo, ¿Quieres ser mi novia? Escrito
en el suelo…
Con
el corazón a punto de estallar de felicidad tocamos tierra, después de
agradecer a la gente de Parapente fuimos al casino, la experiencia había
despertado nuestro apetito. Aun no logro olvidar como la gente miraba mi sonrisa de alegría y satisfacción. A
dos Horas de vivir la experiencia más extrema llegábamos con Jared al hostal y
nos dirigimos a nuestra habitación, en ella estaba escrito con pétalos de
rosas rojas sobre la cama
¿aceptas?
- Mi amor, Te he estado esperando tanto
tiempo con ansias…Jared Bustamante. Si, ¡acepto ser tu novia!- al
responder su ojos se llenaron de lágrimas y al intentar hablar estas se
deslizaban por sus mejillas.
Emocionada,
enamorada y feliz, acaricie su rostro para luego continuar con sus labios
sintiendo su corazón como se sintonizaba con el mío, en ese momento no nos importó
nada ni nadie… nos amamos, las luces estaban apagadas y oscurecía,
pero eso no era problema ya que brotaba energía, luz, electricidad y emociones de nuestros poros
y que hacían despertar nuestros cuerpos,
sumado a cada caricia que nos hacíamos vibrar hasta la última
célula del otro, cuando nos hicimos uno
y Jared comenzó a envestir no pude controlar los espasmos, con la intensidad
que sentimos nuestras manos se aferraban de cualquier parte, esta vez no fue
solo sexo como en otras ocasiones… esta vez
Jared y yo hicimos el amor por primera vez y fue tan intenso que
experimentamos el mayor éxtasis de nuestras vidas que al llegar al orgasmo
llenamos la habitación de gemido, gritos,
gruñidos para terminan en un llanto incontrolable, obviamente de gozo
compartido y el sentimiento más importante
de amor,
No
recuerdo en que momento nos dormimos, solo sé que despertamos dos horas después
de la vigésima llamada del padre de Jared, Asustamos nos duchamos y después de
amarnos en la ducha, Jared condujo sin importar los límites de velocidad llegando
en cuarenta minutos a un restaurante, al llegar nos llevándonos la peor sorpresa de nuestras
vidas.
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