CUIDADITO, TOMATITO… O TE QUEDARÁ EL POTITO COLORADITO!!!

CUIDADITO, TOMATITO… O TE QUEDARÁ EL POTITO COLORADITO!!!

Me faltaba el aliento… ahí estaba yo… solito en medio de aquella enorme sala y aún así me sentía asfixiado… Mamá sostenía la mano de Santiaguito, mientras papá caminaba de un lado al otro de la sala, como una fiera a punto de embestir a su presa. Traté de hacerme invisible… quería pasar desapercibido para ellos… Tal vez así no me odiarían tanto…. tal vez así no me sentiría tan miserable…

Las piernas empezaron a temblarme y pensé que me iba a caer delante de toda esa gente de blanco.. El olor era nauseabundo… nunca me han gustado las salas de emergencias… y estar aquí me hace sentir muy mal.

Estuve a punto de vomitar cuando mi hermanito pegó un grito que casi me hace brincar hasta el techo. Ahí no pude más y empecé a llorar. Traté de no hacer mucho ruido, pero se me escaparon unos sollozos y entonces papá detuvo sus pasos y me miró con una dureza que jamás pensé que vería en su rostro. Caminó hacia mí y me tomó del brazo derecho para hacer que me quedara de lado y me dio varias palmadas en el trasero.

-Auuuu… ayyy, papiiiitooo… nooo! Ya nooo…- Le supliqué.

-Silencio, Tomás. Silencio si no quieres que te lleve al baño y te agarre a cintarazos… -Me dijo entre dientes.

Me tragué mis lágrimas. Todos nos estaban mirando. Papá me había dado nalgadas delante de toda esa gente…

Me sorbí los mocos, tragándome la vergüenza. Mi padre estaba muy enojado conmigo. Supongo que no era para menos.

-David. Déjate de estupideces y ven aquí. Tu hijo te necesita… y tú en vez de estar a su lado, te molestas con Tomás?!- Mamá me estaba defendiendo, pero en su voz había algo que no me gustó. Ella también había llorado… -Tomás, te quiero en esta silla sentadito y calladito, sino yo le pido el cinto a tu papá y te llevo de la oreja al baño! -Me dijo con autoridad.

Suspiré varias veces para calmar mi llanto e hice lo que dijo mi mamá. Papá me miraba a veces con tristeza y a veces con furia; comencé a sollozar otra vez cuando vino el doctor por mi hermanito.

-No, mamiiitaaa… que no me lleve… -Gimoteaba mi hermanito.

Todo era mi culpa! Me sentía horrible. Era el peor hermano del mundo. Santi estaba así por mi culpa… fui un irresponsable! El amor me cegó!! No aguanté más las lágrimas ni los remordimientos y, en un pequeño momento de distracción, me fui corriendo a la salida. Pero para mi mala suerte, mis cuatro abuelos iban entrando. Mi papá se dio cuenta que lo que pretendía era escapar y me agarró del brazo y tiró de mí hacia él. Cerré los ojos esperando a que apareciera el cintarazo pero en lugar de eso papá me abrazó, yo lloré sobre él.

 - Ay hijito... Qué haremos contigo, bebé? De buena suerte para ti que te amo tanto que no importa lo que hagas. Siempre te voy a amar… Necesito enfriarme un poco, pero de ésta no te salvas, jovencito... No te perdonaré ni una nalgada desde que comenzaste con tus faltas de respeto hasta este intento de fuga. - Buaaa- No te puedes separar de mí hasta que tu hermanito esté en un cuarto. Por cada centímetro es una nalgada. Ok?

- Buaa... Buaa!! Sii, papi. - Me sorprendí del tono de voz que usó papá, era tan escalofriantemente tranquilo.

Todo este rollo porque Santiago preguntó por mi celular…

Horas antes

-Mamiiita. Estoy abuyido, quielo ir a la casa! Y mi pancita hace GRRR!! -Gimoteó mi hermano por décima vez en menos de media hora. La verdad es que yo también estaba aburrido y quería ir a casa, pero no hacía tanto escándalo como mi hermanito. Estábamos en la tienda comprando cosas para la comida. Fuimos después de la escuela así que teníamos mucha hambre. Yo casi no vengo con mamá pero sigo castigado sin auto, así que mamá me fue a recoger.

-Sólo unos minutitos más, cariño. Mira, ya nada más faltan seis carritos y luego seguimos nosotros. -Dijo mi mamá en un intento por calmar al enano.

-Nooooo, mamiii.. es mucho!- Refunfuñó, después de contar con sus deditos.

-Ay, hijito. Ya no es tanto.

-Pero toy abuyidooo…-Mamá suspiró y se dio la vuelta a buscarme.

-Tomy?-Ay no! Ahora qué hice?!! -Hijito, por qué no le prestas tu celular a tu hermanito…

-Nooo!! Por qué no le das tú el tuyo?!- Me quejé.

-Tomás! Te lo estoy pidiendo bien así que  no me salgas con esas contestaciones. Y mi celular está sin baterías!!

-Buuffff… No son uds los que siempre me andan diciendo que debo llevar el celular cargado?!-

-Hijo. Estás portándote peor que tu hermano!

-Mamita. Yo no me toy potando mal.

-No, bebé. Tienes razón. -Dijo mamá haciéndole una caricia en la mejilla y luego me miró a mí.- Tomás, préstale el teléfono a tu hermano.

-Ufaaa… Está bien.- Mamá respiró más tranquila y se puso a conversar con una señora de más adelante, que le decía que tenía que ser más firme conmigo y que unos azotes me vendrían bien y bla bla bla… vieja chismosa!!

-Tomy, me das tu celuuu, por fis!- Me pidió mi hermano.

-Ya te lo doy- Empecé a buscarlo en mis bolsillos, pero no lo tenía. Busqué en la mochila, pero tampoco… Ahí fue cuando me acordé. No tenía mi celular porque mi tío Daniel me lo había quitado.

- Ándale, Tomyyy!! Te tardas muchoo!!!! Yo quiero jugar!

- Se me olvidó en casa, enano. No te lo puedo prestar...

- Mamii! Dijo que noo! - Dijo mi odioso hermano.

- Tomás! Yo te vi que lo guardaste en la mañana hijo, prestaselo ya.

- No lo traigo, mamaá!

- Bueno, llegando a la casa me lo das, te quedas sin él el resto de la semana.

- Te odio!! Sólo porque no le presté el celular a tu hijito para que no te estuviera jodiendo me castigas a mí! Mala madre! - No está ni cerca de las palabras que le podría haber dedicado. Mi mamá no podría saber dónde estaba mi celular.

Mamá me miraba con una mezcla de tristeza y enojo. Vi cómo respiraba varias veces tratando de controlarse y no hacer una escena mucho más grande de la ya habia hecho. Todos los chismosos nos veían y eso me molestó mucho. - Y ustedes qué me ven?! Estoy pintado como un payaso? Metanse en sus asuntos, METICHES! PLAS... Auu- Mamá me había pegado! En frente de todos!

Santiago veía el piso muy concentrado, se le olvidó que estaba aburrido. Mamá me miró y con voz baja y apretando sus dientes me dijo.

- Discúlpate ahora.

No le hice caso.

- PLAS PLAS PLAS.

Seguí mudo pero una lágrima me bajó por la mejilla, por la vergüenza y porque mamá tiene su truco para que pique a la primera. Al parecer, se apiadó de mí y me agarró de mi brazo apretándolo fuerte, pero sin hacerme marca.

- Señora. - Dijo un empleado de la tienda, acompañado de un guardia. Mi mamá se volteó. - le cobramos de este lado.

Mi mamá se salió de la fila sin llegarme a soltar, poniendo a Santiago dentro del carrito.

De camino, Santiago sólo cantaba, ni mi mamá ni yo habíamos hablado hasta que llegamos a mi casa.

- Llegando a casa, dejas tus cosas y vas por tu celular.

-Mamáaa…

-Mamá nada, jovencito. Quieres que le cuente a tu padre la escenita que hiciste en el supermercado?! -Me dijo amenazadoramente.

-Es que…

-Tomás, sólo haz lo que te dije… Vamos, hijo.

-Es que no..no tengo el celu..

-Qué?! Y dónde está?! Tomás! No me digas que lo perdiste… Hijo, es el quinto celular que te compramos en el año- Dijo mamá muy enfadada, casi casi que me vi venir unas palmadas más.

- No lo perdí… Lo tiene el tío Dan... - Susurré lo más bajito que pude.

- Y por qué lo tiene él? - Levantó una ceja.

- Porque... Mmm

- La verdad! Si no le hablo yo y te irá peor a TI.

- Porque me lo quitó, buff, me dijo que si me volvía a ver usándolo en clases me lo iba a quitar, y me lo regresaría al final de clases, pero hoy olvidé ir por el...

Mamá cerró los ojos un minuto.

- Mamitaa!! Tengo hambre!! - Gritó Santi desde la cocina.

- Sube a tu cuarto. Cuando venga tu papá hablamos. - Me dio mucha rabia, no salía de un castigo cuando ya me ganaba otro.

- Siempre quieres hacer un pozo de algo pequeñitoo!! - Le grité a mi mamá mientras azotaba la puerta del carro al bajarme.

PLAS PLAS PLAS AUU!!!

- Dije a tu cuarto.

Pasaron 45 min. Yo encerrado en mi cuarto, mi mamá haciendo la comida y Santi comiendo de seguro, o viendo la caricaturas. Me tensé al oír la puerta de en frente abrir y cerrar. Sólo significaba que mi papá había llegado... junto con mi condena.

- Tomás!! Puedes bajar a comer!

Bajé con la cabeza agachada. No creo que portarme insolente fuera una gran idea, así que decidí jugar la carta del arrepentimiento.

Mamá puso un plato de comida delante mío. No pude evitar poner cara de asco. Eran verduras y pollo hervido. Grrr… cuando mamá se pone a dieta nos incluye a todos.

-Mamita, yo no quelo vedulas- Se quejó mi hermano, apartando el plato hasta casi ponerlo al centro de la mesa.

-Te las tienes que comer calladito, cariño.- Dijo mi mamá, reubicando el plato delante de Santi- No quieres crecer grande y fuerte como tu papá?!

-Pero no me gustan…- Repitió gimoteando.

Yo le di un mordisco a los tomates y tragué la lechuga evitando hacer muecas. No quería enojar más a mamá. Papá estaba serio, pero no parecía estar enojado.

-Vamos, mi amor. Te hacen bien. Abre la boquita… después comerás un rico postre!

-Postre?!

-Sí, pero sólo para los niños que comen todas las verduras…

-Y los que se portaron bien durante todo el día. -Dijo papá, mirándome fijamente. Acababa de dejarme sin postre.

A mitad de la comida, papá se levantó y contestó su celular, que no paraba de timbrar. Después de menos de un minuto anunció que tenía que volver al trabajo de urgencia. Se despidió de nosotros y a mi me dijo que cuando él regresara hablábamos, pero que hiciera mis tareas porque él las revisaría.

Terminando de comer, mamá no me dijo nada cuando sólo sirvió dos rebanadas de pastel de chocolate; me fui a mi habitación a jugar en la tele a mi nuevo play.

- Tomy, juegas conmigo? - Entró Santiago sin tocar la puerta. Grr. Años diciéndole que se debe de tocar!

- No puedo. Estoy ocupado.

- No es cierto!! Estás jugando!!! Puedo jugar yo también?

- No!!!

- Mamii!! Tomi no me deja jugar con él!!

Santiago se fue. Chismoso. En menos de cinco segundo mi mamá ya estaba desconectando el juego y llevándoselo. BUFF.

- Estabas castigado! Seguro que ni has hecho tareas!!

-Mamaaaaá!! Sí las hago... Pero no te lleves mi juego, por faaa...

-Lleva tus cuadernos a la cocina, harás las tareas delante mío.

Apreté los labios resistiendo la protesta que se estaba formando en mi mente. Es que no es posible que mamá me trate así. No es justo.

-Agarra tus cosas, jovencito.

- No soy niño!!

- No, pero actúas como uno! Muévete!

Aunque los primeros segundos quise tirarme a la cama e ignorarla, lo pensé cuando mi mamá tenía todas las intenciones de empezar a contar y si eso pasaba me iría peor, así que agarré mis cosas y me fui.

Estaba muy aburrido, tenía que llevar de base una clase de matemáticas este semestre y lo odiaba porque no tenía ni idea cómo esas operaciones me iban a servir para mi futuro trabajo. Llevaba una hora sentado y aún estaba en la tercera operación y eso porque me salté las primeras dos...

- Tomás! No has hecho nada! Es otra de tus formas de rebeldía o que?!

- Es que no me gustaaa! Y no le entiendo!!

- Intentaste poner atención en clase y no distraerte con tu celular? - Había rogado para que no me hiciera esa pregunta. Grr

-....- Me quedé mirándola con vergüenza. Odio esa clase. Pero papá y mamá piensan que es mi culpa que no preste atención... pero es que mi novia me estaba invitando a su casa!! Ella vive sola... Pero si mamá se entera de eso no me dejará salir de casa. Yo le estaba contestando que sí iba a ir... Ya vería el modo de escaparme. No podía parecer un nene delante de ella... Es la chica más linda que conocí. Es divertida, graciosa... Es genial...y yo castigado!!!

Mama suspiro muy fuerte y se sentó a un lado mío, y comenzó a explicarme cómo se hacían. Yo sé que mi mamá no pudo ir a la universidad porque me tuvo, pero logró acabar la preparatoria con ayuda de mis abuelos, ella es muy inteligente.

Después de que me ayudó a acabar los problemas, tenía que hacer una investigación, me dio mi computadora y me estuvo vigilando que la hiciera hasta que terminé.

Ahora tenía que escaparme, y no podía llegar con mi novia a pie.

- Mamá, puedo salir un rato a casa de un amigo? Ya terminé todo!!

- No!.

- Andaaa! Por qué no?!

- No sales porque aún papá no ha hablado contigo... Y porque estás castigado.

En eso suena el teléfono de la casa, seguro salvándome de unas palmadas extras por lo que le quería decir a mi mamá. Ella me dijo que contestara el teléfono. Cuando estaba enojada no le gustaba contestar.

Descolgué, pero alguien ya había contestado.

- No puede. Se poltó mal. - Santiago!! A quien le está chismeando.

- Estás seguro que ahí vive Tomás?- Preguntó la voz de chica, inmediatamente supe que era Sandy, mi novia. MATARÉ A MI HERMANO!!! GRR!!!

-Shi. Tomás Alvizo es mi hemanito mayor!

-Ya veo... Y se puede saber qué hizo ese niño malo?!- Preguntó Sandy. Se estaba burlando de mí ..

Tiré el teléfono y corrí a detener a Santiago.

-... es que mi mamita lo retó poque no me quiso dar su celu y cuando papá venga le va a hacer cha....-Logré quitarle el celular justo a tiempo.

- Auu!! Tomyy!!! Buaaaaaaa!! MAMIIIII- Al quitarle el celular puede que haya sido un poco brusco con mi hermanito y se haya golpeado en la cabeza con la mesa del teléfono. Rayos! Colgue el telefono y me acerque a Santi.

- Shh! Santi!!! Por favor, deja de llorar.- Se le estaba comenzando a hacer un chichón con algo de sangre. - SHHH Santi!!

-Buaaaaa MAMITAAA

- QUÉ PASA AQUÍ?!! TOMÁS!

-Buaaaaa... Mamaaaaaá... Lueleeeee... Buaaaa....

-Qué te pasó, mi rey?! Chiquito déjame verte. -Mamá se puso a revisarle el lastimado y yo corrí a traer un paño mojado. Tenía pensado correr a mi habitación pero me sentía muy culpable por lo que había pasado con el enano.

-Santiiii, lo siento, hermanito. Lo siento! Fue sin querer... Mamita...

-No puedo creer lo que acabas de hacer, Tomás. -Mamá me dio una dura mirada. Quería desaparecerme de ahí.- Llama a tu padre, dile que lo vemos en el hospital.

Rápido marqué el número de mi papá. Al escuchar que lo veíamos en el hospital, me preguntó qué había pasado. Estaba muy alarmado.

Le dije que por accidente empujé a Santi y se pegó en la cabeza y oí todo su grito de enojo. - Papá, lo siento! snifff... no fue mi intención!

Rápido fuimos al hospital y, cuando llegamos, papá ya estaba ahí.

Y así llegamos a este punto.

El doctor se está por llevar a mi hermanito a revisar junto con mi mamá, que no lo suelta. Papá se levantó de su asiento y yo también, no quería ganarme más de las que ya tenía.

-      Te puedes sentar, Tomás. voy a hablar con tu abuelo Donato.- Me senté de nuevo en la misma silla. Mi abuelito Don y mi papá se quedaron hablando en voz baja largo rato. Se sentaron frente a mí y papá no quitaba la vista de mí. Poco a poco todos se fueron acercando a mi papá, ahora nadie me estaba viendo porque, entre todos mis abuelos, le quitaban la oportunidad de vigilarme.

Me sentía muy mal por el accidente pero no había sido del todo mi culpa! Santiago le iba a revelar información a mi novia que nadie debía de saber. MI NOVIA! la he dejado plantada y sin siquiera una llamada! y le colgué!! Aprovechando que ya no me veía nadie, volví a tratar de salir. Lastimablemente, venía mi tío Dan entrando! GRR

-      Tomás! Qué te dije si te movías de la silla?!- Gritó mi papá cuando ya llevaba tres pasos dados. UPS

-      No, papii, nooo! Es que quería… quería abrazar al tío Dan! Buaaa

-      Pues pides permiso- Papá se levantó de la silla y me tomó del brazo dándome cinco palmadas…. de nuevo delante de todos! y me abrazó. Después, yo me aferré a él y cuando me calmé mis tripas gruñeron.

-      Ya... shhh.. bebé, ya! Vamos a comprar algo de comer en la cocina de abajo, si?.

Mi papá me estaba por llevar a comprar algo cuando el tío Dan me alcanzó el celular.

-      Toma, cariño. olvidaste recogerlo después de clases.- Dijo delante de mi papá.

-      ...tienes varias llamadas perdidas de una tal Sandy.- Añadió y yo me teñí de rojo. Papá parecía desubicado.

-      Por qué tienes su celular, Daniel?!- Parece que mamá había olvidado añadir ese detalle más temprano.

-      Bueno, porque yo se lo quité hoy cuando lo vi…

-      Por favoor, tíooo! No le digas.. sniff.. Papito, me perdonas?! Ya no me vuelvo a portar mal… lo juro, lo jurooo…-Decía desesperado. Creo que nunca más me volveré a sentar.. Buaaaa

-      Calma, Tomás… por qué no vas a comer en esa mesa mientras yo hablo con tu tío, si?

-      Noo, Tíooo!! Buaaaaa- Mi papá me llevó a la mesa y me dejo ahí con la comida, volteé a ver a mi tío cómo le decía a mi papá todo, con cuidado para que no se enojara, y alcancé a oír pidiéndole que no me castigara por eso, pero yo ya sabía que eso muy pocas veces funcionaba con mi papá y que ésta vez no iba a ser una de ellas. Se quedaron hablando un rato más y se acercaron a mi.

-      Te vas a ir con tu tío ahorita. Te va a llevar a su casa, te quiero en media hora dormido. Aún nosotros tenemos que hacer trámites y demás cosas así que mañana en la mañana te recojo a las 7 para tratar tus faltas antes de ir a la escuela. A ver si así te acuerdas de poner atención en clases.

-      Snif snif… eres malooo.. snifff… Cómo quieres que ponga atención si me iré con el trasero doloridooo…- Me quejé. Papá se rió y mi tío empezó a toser para que yo no me diera cuenta que se estaba riendo también.

-      Tú solito te buscas todo esto, hijo. Sabes que nos importa mucho tu educación. Queremos lo mejor para ti y tu madre y yo sabemos que los buenos trabajos vienen con los títulos universitarios.

-      Pero papiiii…

-      Papi nada, Tomás. Haz lo que te dije… No tientes mi paciencia. Tu tío te va a llevar.

Mi tío me dio un beso en la cabeza y musitó un -Lo siento.

-      No es tu culpa… sniff… Tío? Papá va a matarme a nalgadas.. snif snif… puedes concederme un último deseo?!

-      Claro... si lo puedo cumplir, que vas a pedir?

-      Bueno quizás dos…

-      Tomáss…-Me regañó papá, pero lo ignoré.

-      Puedo llamar a Sandy? Y… terminar de comer? Sigo teniendo mucha hambre!!

-      Buenoo- Mi tío me dio su celular.

-      Nada más un ratito.- Avisó papá- Estás castigado, jovencito.

-      Grrr… bueno!- Qué otra opción tenía. Hice la llamada rápidamente y me sorprendí cuando Sandy no me colgó enseguida, sino que me preguntó muy melosa qué había hecho “su niño malo”. Empecé a temblar de los nervios. Qué le iba a decir?!

-      Yo… mm Sandy, mañana te veo en clase si? Adiooss!-  Qué vergüenza me daba que mi novia supiera..

-      Listo, vámonos.- me dijo mi tío. -El tío Dan no estaba tan enojado conmigo como mis papás, pero aún así no le agradaba nada la idea de lo que había hecho, así que fue un poco seco conmigo. Cuando llegamos a la casa, abrió la puerta y me dijo que fuera a terminar de cenar en la cocina. Y, mientras él preparaba algo para comer, yo acabé y me levanté. Mi tío Dan dejó las salchichas en la estufa y se giró para verme.

-      Tomy, quiero que sepas que te quiero, y mucho bebé, aunque sabes que eso no se debe de hacer. Ahora ven aquí. - Me abrazó con mucha fuerza. - vamos a comernos unos hot dogs, sé que son tus favoritos.

-      Lo siento tanto, tío. Pero… pero no quise que esto pasara. Aunque Santi no tiene porqué andar contándole a todo el mundo que mi papá me da nalgadas!- Le dije cruzándome de brazos.

-      Y a quién le estaba diciendo eso? Mmm?

-      A Sandy!- Le respondí poniéndome más rojo que un tomate.

-      Ya veo… Sandy es tu novia?! De dónde la conoces?! Cuántos años tiene?! Estudia en la universidad?- Me quedé con la boca abierta y llena de comida. Qué le pasaba a mi tío?! Nunca había sido tan incisivo conmigo.

-      No te importa- Le dije, tratando de tragar la comida sin ahogarme.

-      No me respondas así, Tomi. Te pregunto porque me preocupo por ti. Anda, come bien. Ya luego te vas a la cama.

-      Pero… pero tengo que dormirme ya?!! Tío, no tengo sueñoooo… puedo quedarme a ver la tele?! Por favor?!

-      -No, amor. Tu papi fue muy clarito contigo. A dormir después de comer.

A la mañana siguiente, papá me despertó con un beso en la frente. Pero apenas abrí mis ojos me puse a llorar porque tenía la regla del tío Dan en su mano.

-      Papiiii, por favor.. por favor, noooo!! Fue sin quereeerr… de verdad, papito!! No quise lastimar a Santiaaagooo… Tíiiooooo, tíiiiooooo… Buaaaa!!!

-      Hijo, por favor. No hagas las cosas más difíciles para ti y tu trasero.

-      Noo no quieroo!! Tiioooo

-      Tu tío salió a correr con tu tía para darnos un tiempo a solas, así que ya sabes como va esto. - yo no quería que me pegara y me quedé boca arriba cubriendo mis pompitas. Papá perdió la paciencia y me volteó, me agarró las manos en la espalda y me quitó el pantalón y el calzoncillo de un tirón. De tanto patalear, aventé mi ropa. Grave error!! Ya me había quedado desnudo de cintura para abajo. - estate quieto, Tomás!!! Afronta las consecuencias!!

PLAS PLAS PLAS AUU

- Aún no comenzamos, levanta para poner una almohada abajo.

PLAS

- nooooooo.... No quierooooo.... Buaaaa...  Déjame que te explique, por favor papá, por favooor...  Buaaaa...  No quise que Santi se lastimaaaraaaa... Te lo juro papito, te lo juro... Es que él... PLAS

Auuuchhhh

-es que él nada... PLAS.. PLAS PLAS.... Él es un niño y tú ya estás mayorcito como para tener esas reacciones... PLAS PLAS... Santiago podría haberse desnucado... PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS....

-AUUUUUUU.... AYAYAYYYYYYY.... AUUUGHHHH.... COF COF

.. BUAAAA... PERDOOOÓN... PERDOOOOOÓNNNN...

Papá estaba tan enfadado conmigo. Las nalgadas me dolieron casi tanto como si hubiese usado un cinto en lugar de su mano. No podía gritar más. Papá pensaba que yo quise matar a mi hermanito?!! Eso me derrumbó. Me traté de levantar y zafarme del agarre de mi papá.

- Acuéstate, Tomás! Aún no hemos terminado! 

- noo! Eres idiota y te odio!!

- no vengas con esos desplantes. Ve a la esquina a que te calmes! - Paapi se acercó a mí y me dio un reglazo.

- Auu!! - de acuerdo, no fue buena idea, mis pantalones estaban del otro lado, mi papá traía una regla en mano y yo estaba desnudo. Me dio otro reglazo, agarró mi brazo y me llevó a la esquina, no tenía escapada. Después de un rato ahí habló otra vez.

- voltéate. Ahora dime por qué reaccionaste así. Recuerda que aún no acabamos el castigo.

- Pensaste que yo le quería hacer daño!!! Es mi hermano!

- no, Tomás. Yo dije que tu eres mayor, tu fuerza es mayor que la de Santi, si lo empujas así se va a caer y puede hacerse daño, eres buen chico…

-No soy bueno!! Snifff!! Soy un tontooo…- Grité y me tapé la cara con las manos. Me arrojé a la cama a llorar.- Castíigamee.. -Le dije. No podía más con mi conciencia- Snif snif… me lo merezco, soy un mal hermano y… y… snif.. Papito fue sin querer.. snif snif… buaaaa

Tenía el culito expuesto a la mano de papá. No quería que me pegue pero tampoco podía seguir con mi conciencia retándome por mi mal proceder. Era cierto lo que papá dijo. Mi hermanito podía haber resultado seriamente herido. Mi trasero podía sobrevivir a una paliza, pero si le pasaba algo a Santiago por mi culpa, yo no podría vivir más!

- No eres tonto! PLAS un poco testarudo, desobediente y brusco... Pero no tonto... Tomás, me quedó claro que lo de Santi fue un accidente y las nalgadas pasadas fueron para que pienses mejor tus actos y palabras antes de cometer algo que te arrepientas..

Las siguientes son por no haber puesto atención en clase, por contestar de forma inapropiada y faltar al respeto. Cosas que sabes muy bien que no debes hacer y me cansé de repetir. Levanta la cola, hijo. Vamos a poner el almohadón debajo de la pancita. Anda. Terminemos pronto con esto, Tomy -Dejé que papá pusiera la almohada y agarré la otra que quedaba en la cama para esconder mi cara en ella.

-Plackkk….- Auuuugggghhh… dolió, dolió, dolióooooo… Buaaaaa.

-Ayayayayyyyyyyy… Ay, papiiito. No tan fuerteee… Buaaaaaa….- Grité, poniendo mi mano para que no cayeran más reglazos, pero mi papá la apartó y la retuvo en su otra mano.

-Plackkk….AUUUUUU…. BUAAAA... Plackkk… Plackkk…BUAAA… BUAAAAA

-No más insolencias, Tomás… Plackkk.. Plackkk… PLackkk… Plackkk…. No más faltas de respeto, ni malas contestaciones, caramba! Plackkkk… Plackkk… Plackkk…Somos tus papás… Nos respetas, jovencito.

- Plackkk….AUUUUUU…. BUAA... Plackkk… Plackkk…BUAAA… Papii Plackkk... BUAAA PAPITOOO YA NOO.

No sé cuántas fueron al final de todo, pero no dejé de llorar hasta que me di cuenta que mi papá me estaba tratando de levantar de sus brazos y metiéndome al agua para que me bañara. Me ruboricé mucho cuando papá me quitó la playera de dormir y, templando el agua, sacó la barra de jabón nueva. No quería que él me bañara pero tampoco que se fuera y de alguna forma papá leyó mi mente, me dio el jabón y la esponja y él empezó a tallar mi cabeza.

-Ya te sientes mejor, hijo?- Preguntó después de unos minutos, buscando una toalla para envolverme en ella.

-sniff… sí, papi. - Respondí, dejando que me secara la cara, el cuello y la espalda.

Papá sonrió. -Sabes que no me gusta pegarte, verdad?- No sé cómo habrá sido mi expresión pero papá creo que pensó que yo dudaba de sus palabras.- Es en serio, pequeño. A todo padre le duele tener que poner disciplina en sus hijos, pero lo hago por ti, porque quiero que seas un buen hombre… Ya no eres un niñito, estás a un paso de ser proclamado adulto ante la ley y ante la sociedad, hijo. Y es mi responsabilidad hacer de tí un buena persona de la cual me sienta orgulloso, pero no porque quiera  ufanarme sino porque sabré que mi tarea ha terminado- Dijo acariciando mi mejilla. Había empezado a llorar nuevamente por las palabras de papá. No quería fallarle.

- Me comportaré mejor... - Le dije con toda la sinceridad que podía… uff es que yo sí quiero, pero mis manitas y mi cabeza se mandan unas ideas... Después quien paga es mi colita...

- eso es- mi papá me sonrió y me abrazó. - te amo, mi bebito! Parece que ya no tan bebito... Si ya hasta tiene novia... - Me hizo ponerme rojo.

Fuimos al cuarto de nuevo y mi papá me puso poquita pomadita en mis rojitas pompis y me dejó cambiarme.

Durante el camino a la escuela me estuvo molestando con el asunto de mi novia... Aunque a lo mejor es ex por cómo le corté el teléfono...

Después que papá me dejó en la Uni, estuve tentado en no entrar a clases… Me dolía el trasero y no creía que pudiera estar taaanto tiempo sentado, pero el tío Dan me vio y me dirigió directo al salón.

Antes de sentarme, suspiré para darme valor, pero no pude completar mis movimientos porque en eso sentí la voz de mi amada: -Vaya, vaya! Hasta que por fin mi chico malo se aparece!- Dijo Sandy, dándome una pequeña palmada en la pompa derecha.

-Auuuuu, Sandy… no hagas eso, por favor!- Le dije muy avergonzado. Me había salido hasta un gimoteo.

Ella sonrió. Se acercó hasta mí y me besó de una manera apasionada.- Te amo, chico malo.- Susurró mordiendo mi labio. Había tanto fuego en su mirada.

Terminé mis clases del dia de hoy. Sandy me volvió a invitar a su departamento, pero dijo que en una semana, dijo que seguro ya no estaba castigado para entonces... Dentro de mí pensé que no conocía nada a mis padres si pensaba que los castigos que ponían eran de una semana... Fuff. Debía escaparme en una semana, lo comenzaré a planear desde hoy. A lo mejor tengo más posibilidades que no me lleguen a atrapar...

Mamá me fue a recoger como últimamente lo hacía. Yo tenía miedo de que siguiera enojada o que creyera lo que pensé que papá había creído... Santi nada más abrir la puerta del carro y se aventó de la parte trasera hasta darme un gran abrazo.

- Tomyy! Te extrañé muchoo!!!- le devolví el abrazo aún más fuerte que el de él.

- Yo también, enano. Te quiero. -No importaba cuánto me doliera el trasero... Yo estaba feliz de verlo sonreír.

-Mamita?! -  Susurré cuando al fin Santi terminó de contarme todo lo que el médico le había hecho.

- Dime, cariño.

-De veras lo siento muchísimo, mamita. Jamás volverá a pasar.

- Los accidentes pueden pasar, Tomy, pero prométeme que te controlarás, amor; y que vas a tener más cuidado, no puedes empujar a tu hermanito, es mucho más pequeño que tú.

- Lo prometo. Y lo siento!

-Hijo, sé que tu papi ya te castigó..-Bajé la cabeza avergonzado- pero yo quiero asegurarme que esto no va a repetirse...

-Me vas a pegar tú también, mamitaaa?! Sniff...

- no... Pero si no te vas comportando como el hermano mayor y bueno que eres entonces sí... 21 palmadas con la cuchara todos los días... Entendido?

-No, mamiiiii... Seré el mejor hermano, lo prometo... Al menos voy a intentarlo... pero si no, 21 es mucho, mamaaaaá!

- Ya veremos... Pero por lo pronto se queda 21.- Mi mami paró el carro, tuve miedo de que tuviera la cuchara guardada y que me pegara aquí... Aunque había dicho que no. Cerré los ojos y ella me abrazó con fuerza. - Ven aquí, mi bebesito. Papá fue muy duro contigo, vedad? Te has estado moviendo mucho.- Se me salieron unas lágrimas, mamá me las limpió y me abracé a ella. Santi también me consolaba haciendo caricias en la cabeza. - Ya mi Tomisitoo, ya no llores. Mira que tu pastel favorito no sabe bien con lágrimas... - se me iluminaron mis ojitos. - después de comer...  ya conozco a mis niños...

Comimos los tres juntos. Papá no había llegado del trabajo y eso era raro. Después de comer mi mamá me dio una gran rebanada de pastel y me sonrió.

- Gracias, mami. Te amo y... Lo siento mucho por lo de ayer...

- todo perdonado, mi bebé.

Cuando acabé el más delicioso pastel de chocolate, mamá me envió arriba a hacer la tarea y a ayudarle mientras a Santi. Nos fuimos arriba. Justamente, cuando acabamos la tarea de Santi, se oyó la puerta principal, papá había llegado a casa. Bajé pero me detuve a mitad de la escalera.

- Fuiste muy duro con Tomy! - Mamá susurraba enojada.

- Lo sé, Lore. Cálmate, mi amor. Y lo siento... pero además de lo que pasó con Santi, estaba lo de la Universidad. Y no quiero arriesgarme a que mi niño pierda sus clases por una chica!- Respondió él.

-Qué?!!- Oh oh! -Cómo que una chica?! Tomás está saliendo con alguien?!!! - No sé si mamá estaba enojada o qué, pero no me gustó ese tono. - Tomás, ven acá!!

- No, mami... Sandy es buena - me imaginé a mi Sandy en bikini ... Y está buena... - mamitaa.

- Quién es esa Sandy que pretende robarme a mi bebé?!

- Mamita, no soy un bebé. Y.. y Sandy es mi novia… -Cuando vi la cara de mi mamá, corrí a esconderme detrás de mi padre- Papi?! Ayudaaaa…

- Ahm, hijito estás solo en ésto! Yo todavía tengo un hijo de cinco años por criar.-Grr!! Cobarde!!!

- Ven aquí, hijo.

-Mamáaaa… No puedes pegarme porque tenga novia! ya soy grandeeee.- Gimoteé, tapándome la cola con mis manitos.

-No pienso pegarte, bebé. -Ahí estaba el “bebé” otra vez. Mamá me arrimó a su lado y me envolvió en sus brazos. -No puedo creer que estés tan grande, mi bebito.

- Pues sí lo soy!

- Vamos, bebé grande. Cuéntame de esa niñita... - Mamá me llevó a la sala, ignorando a papá que protestaba porque quería de comer. - David, tráenos unas palomitas!!!