CAPITULO 30
Al llegar Susan a la residencia, se
le hizo extraño ver el auto de su esposo, por lo general este llegaba después
de la salida del colegio, así que suspiro y entro a la casa, solo esperaba no
encontrar a Ariel llorando, al dejar los bolsos se dirigió a su recamara, encontrándose
a su esposo sentado en la orilla de la cama con su hijo en brazos profundamente
dormido.
Susan: amor ¿todo bien?
Edward: tuve que volver a castigar al
enano, fue sancionado por ser grosero con dos maestras y con Miss Medina en el
colegio, estará suspendido.
Susan: ¿Qué este hijo mío no aprende
de los castigos previos? Es inaudito, espero también le hayas sancionado aquí
en casa, esa conducta no se tolera, no estamos educando un crio rebelde.
Edward: si tendrá disciplina aquí
también en casa, decidí sacar su televisor, computador, juegos, nada de dinero
ni compras, espero estés de acuerdo.
Susan: también le voy a quitar el
teléfono y nada de salidas
Edward: es lo correcto
Susan: ahora déjame ayudarte a
recostarlo, debes estar agotado, necesitas despejar la mente…
Al tocar a Ariel para ayudar a
recostarle en la cama sin despertarle, Susan le toco la frente, le sintió muy
caliente, algo que totalmente le preocupo
Susan: ¿has notado que está muy
caliente? ¿Ha tenido vomito?
Edward: imagine era por el coraje que
sentía, lo voy a checar con el estetoscopio
Al auscultarle le sintió el pecho muy
congestionado, la temperatura era ya de 40 grados, además de un silbido en su
respiración, Edward se culpó a si mismo por no prestar atención a la fiebre
presente desde días pasados, no querían despertarle, sin embargo, consideraron
como primera opción llevarle a la ducha con agua helada, algo que despertó
completamente irritado a Ariel, que comenzó a patear en la tina del baño,
ganándose un severo regaño de su madre, cediendo en ese momento a la rabieta.
Susan: amor, si no se le baja la
fiebre, le voy a comenzar a poner supositorios cada 8 horas para no inyectarlo,
además de darle un jarabe, claro que si lo vomita o expulsa se ganara las
inyecciones a pulso
Edward: yo me iría directo a las
inyecciones, pero tienes razón, hay que intentar con métodos menos drásticos.
Ariel: escudo protector….actívate!!
Fuera sus intenciones, fuera
Susan: Ariel no tienes otra
alternativa, así que déjate poner los supositorios.
Cediendo más por miedo que por gusto,
Ariel se recostó en la orilla de la cama, bajándose con sollozos los
pantalones, estremeciéndose cuando su mami le bajo los pantalones y ropa
interior hasta debajo de los muslos, se moría de vergüenza, apretó con los
puños el cobertor de la cama, cuando sintió como le introducían el supositorio,
era realmente molesto, así que comenzó a moverte, recibiendo un azote que
frenaría sus movimientos.
ZASS aahaaa ya nooo sniff sniff ya no
mamii sniff sniff
Susan: ya paso hijo, ahora levántate
que vamos a comer-
Ariel: nooooo sniff sniff quiero dormir sniff sniff
Edward: enano, primero baja a comer y
después puedes dormir, además tenemos que darte el antibiótico
Ariel: noooggghhh coff coff
Susan: por favor Alex, obedece, que
no tengo la paciencia para seguir soportando tus rebeldías
Mas al bajar Ariel se dedicó a jugar
con la comida, cuando era obligado de llevaba un bocado a la boca, y se lo
sacaba de la boca con una servilleta al inclinarse bajo el comedor, para nada
iba a probar comida. Susan decidió interrumpir el ritual con la comida, quería
obligarle a tomar dos tipos de jarabe, claro, sin éxito, pues fueron escupidos
y se inició una tormenta, que termino con Ariel en el suelo haciendo una
rabieta.
Susan: suficiente jovencito, no comes,
no aceptas tomarte el medicamento, y terminas con una rabieta, me lo estás
pidiendo a gritos, te daré una fuerte razón para llorar. …asi que levántate.
Ariel: ay noooo aaahaaaaa coff coff
noogghh coff coff aaaggghhhh
Susan: tienes mucha tos, estas congestionándote
mas con tu llanto, anda, el medicamento tomado es mejor que inyectado.
Edward levanto suavemente a su hijo y
le abrazo para tranquilizarlo-
Edward: ya no llores Ariel, no hagas
esto difícil, está muy rica la comida, además tu mami tiene razón, tomado es
mejor que inyectado.
Ariel: sniff sniff no lo quiero coff
coff sniff sniff
Edward: no me dejas otra alternativa,
te vamos a inyectar.
Edward recostó a su hijo con un gran
forcejeo, estaban en el comedor, Ariel detestaba estar mirando hacia abajo,
cuando sintió como su mami le desinfectaba con esa torunda fría, simplemente se
estremeció, al sentir la aguja comenzó un llanto suplicante, sentía el líquido
recorrer su pierna, le ardía, se arrepintió de no haber aceptado tomar el
antibiótico oral, deseaba que parara la sensación, le dolía la pierna, solo
quería correr y llorar, no supo en que momento termino la inyección, el seguía
bocabajo llorando profusamente, cuando por fin su padre le permitió estar de
pie, le termino sentando en sus piernas nuevamente, poniendo frente a él un
plato de comida-
Edward: sé que no has comido en todo
el día, te inyectamos porque ya no vamos a batallar contigo por no tomarte el
antibiótico, así que si lo quieres hacer difícil lo lograras, ahora, te comes
toda la comida sin vomitar, y luego iras a dormir un rato, por la tarde noche
tendrás que pedir la tarea a un compañero tuyo, ni porque estés enfermo vas a
pasar por alto la sanción del colegio.
Ariel: sniff sniff si papi coff coff
sniff sniff
Lentamente Ariel acepto comer, mas
por dolor que por gusto, sin embargo, se negó a seguir comiendo después de unas
cuantas cucharadas, pegándose fuertemente al pecho de su padre, sin más, Susan
intento darle de comer en la boca, rogándole, animándole a comer, y nada, no
había éxito.
Susan: está bien hijo, ve a dormir a
tu recamara, por la noche estas obligado a comer, ya no dejare que sigas sin
aceptar alimento, eso es peor que tu rebeldía o berrinches, esos los páramos
con unos azotes, más el que te niegues a comer me ata de las manos.
Cuando Ariel corrió, así es,
literalmente corrió a su recamara, se dejó caer sobre la esponjosa y cálida
cama, abrazo la almohada y comenzó a llorar amargamente, primero había sido
azotado, después humillado con ¡supositorios¡, obligado a comer, y para
rematar, le pusieron una dolorosa inyección, le dolían los glúteos más que el
orgullo, claro, también le dolía la garganta, el cuerpo, tenía mucha tos y
congestión nasal, tenía ya mucho sueño, solo quería dormir, y sin saber en que
momento, termino profundamente dormido, sin sentir en que momento, Edward subió
a cubrirle con una frazada y checarle la temperatura, que ya iba en 39 grados,
mas no quería molestarle, un poco de fiebre no le mataría, le acomodo entre las
almohadas y acaricio suavemente la cabeza, para el aún era el pequeñito que
sostenía con una sola mano.
Al bajar, Susan le esperaba con dos
copas de vino, sutilmente fue dirigido a la antesala, había sido un día
agobiante por la conducta de su hijo, necesitaban armar un plan para este nuevo
reto.
Susan: Edward, no se cual el motivo
que lleva a mi hijo a no querer comer, últimamente se niega a probar alimento,
no sé cómo está parado, ¿en qué ha fallado como madre?
Edward: es la misma pregunta que me
hago yo, mas no me quedare de brazos cruzados, le apoyare en este transcurso de
la adolescencia, solo espero que Miranda no sea igual al enano
Susan: jajaja amor, me haces reír con
tus ocurrencias
Edward: leí un nuevo programa para
chicos con principios de anorexia, se propone alimentarlos con biberón para
cerrar el ciclo de la etapa de lactancia, para llevarles a una regresión donde
se supone se dio la fractura con la alimentación, así sanaran ese conflicto y
vuelven a comer, ya que prácticamente odian la comida.
Susan: suena interesante, aunque creo
el enano comenzara a comer con tal de no sentir el biberón en su boca
Edward: eso espero
Susan: también me parece interesante
en proponerle que vuelva a cantar, después del suicidio de Donald dejo de
hacerlo, pensé en que le podríamos pedir el apoyo a tu amigo Miguel, él es productor de música, tiene estudios de
grabación, además, solo será llevarle a cantar no dedicarlo a ser cantante,
pienso que sería una descarga emocional
Edward: ¿solo cantar? Me parece muy
buena opción, ante todo necesitamos apoyar a nuestro hijo en este difícil
proceso, ah por cierto, Ariel tiene que hacer las tareas diarias del colegio, así
que…. ¿o lo despertamos nuevamente para que las investigue, o llamamos a Miss
Medina para que nos las proporcione?
Susan: mmmhh….si lo despertamos
estará muy irritable y peligro y me haga sus berrinches, algo que sabes odio, además por la fiebre no tendrá la debida
atención en la tarea, uff ya me lo imagino sacando un seis¡¡¡¡ opto por la
segunda opción…
Edward: llamare a Miss Medina para solicitarle
las tareas de toda la semana, el enano tiene mucho trabajo, será una semana
difícil.
Susan: ¿podría comenzar a alimentarle
hoy con biberón?
Edward: se lo ofrecemos en vaso, si no acepta
pues al biberón, como bebe…vaya necesidad¡¡¡¡ mañana hablare con mi amigo
Miguel, hare los arreglos necesarios para que la próxima semana pueda cantar en
el estudio, espero sinceramente acepte.
Susan: cuando despierte hablaremos
con él. Te amo Edward Mayser, eres mi esposo y compañero ideal.
Edward: te amo mucho más Susan,
gracias por estar junto a mí.
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