Capítulo 12 “Inicio del infierno… digo, vacaciones”
KEITH
Hoy iniciaban las vacaciones de fin de trimestre… que emocionante.
Cada tres meses las escuelas daban dos semanas de vacaciones a los chicos
para que se relajen o por consiguiente que estudien y se preparen para los
exámenes finales o de recuperación.
Claro que las escuelas no pensaban en los pobres padres que tendrían 2
semanas a niños a los cuales se deben entretener, y sobre todo la escuela no
pensaban en nosotros que teníamos 10 chicos a los cuales entretener y si a esos
10, les agregábamos a mis dos hermanos menores el trabajo era aún más difícil.
Al ser el primer día de vacaciones también era el inicio del castigo del
Nicole, por lo que muy temprano por la mañana, a eso de las 5 en punto, me
dirigí su habitación y le desperté muy delicadamente.
Keith: hey princesa anda que ya es de día, hoy acompañarás a papá al
trabajo- como estábamos a pleno invierno, no servía de nada abrir las cortinas
por lo que para que espabilara prendí de golpe la luz de la habitación.
Nicole: noooo, anda papá no me hagas esto, son mis días libres- se arropó
aún más con las cobijas para detener la entrada de luz por sus ojos.
Keith: pues haberlo pensado antes señorita, anda ve a ducharte que ya se
está haciendo tarde- no recibí ningún indicio de que se iba a levantar por lo
que decidí usar de inmediato mi carta mágica.- que sepas que yo no soy papá
Phill Nicole, a mi no me temblará la mano si te llegas a poner de malcriada.-
Nicole ni se inmutó con la amenaza, solo se volteo para seguir durmiendo.-
Nicole no estoy jugando contigo, levántate ya.
Nicole: no me fastidies más, vete- lanzó un manotazo al aire que me llegó
suave a las canillas.
Conté 1… conté 2… y conté 3
Keith: ya está, me acabas de colmar la paciencia- le saqué las mantas de
encima y de un solo brazo la saqué de la cama.
PLAS, PLAS, PLAS- A ducharte ahora- apunté hacia el baño con mucha
determinación.
Gracias a los astros que se alinearon e hicieron que Nicole se diera por
vencida, y con un gran puchero caminó cabizbaja hacia el cuarto de baño.
Yo por mi parte y gracias a las vacaciones de los niños, solo me dirigí a
la cocina a preparar dos desayunos y me senté a comer justo cuando bajó Nicole…
no se veía muy contenta al parecer.
Keith: no estés enfadada princesa, te prometo que no será tan malo, incluso
si te comportas quizás vayamos al centro comercial por la tarde. - esa era una
gran jugada, y es que Nicole lo que más amaba era comprar, sobre todo si era
ropa, y como no se lo permitíamos muy seguido debía de aprovechar aquella
oportunidad.
Nicole: ¿Sólo tú y yo? - habíamos estado trabajando en la inseguridad que
mantenía Nicole con respecto a mi, que era muy parecida a lo dicho hace unos
días por Maya, pero a un nivel aún más grande.
Keith: solo tú y yo princesa, aunque por la tarde me acompañarás a buscar a
tus mini tíos a la casa del abuelo- mi padre lo había conseguido y yo iría hoy
a buscar a Chris y Elliott, mis dos hermanitos menores.
Chris era mi sucesor y con 15 años bien puestos ya estaba en la época de la
rebeldía total, casi siempre escuchaba las quejas de mi padre debido a su
comportamiento. Aunque en el fondo, y ahora muy en el fondo era un crio de lo
más tierno y cariñoso, solo que ya no lo demostraba demasiado.
Por otra parte, estaba Elliott, un bebe de 5 años que tenia a toda la
familia enamorada desde que nació. Fue una sorpresa para todos cuando mis
padres dieron la noticia de que estaban esperando un nuevo bebe, sobre todo
tomando en cuenta de que Chris ya tenia 10 años y mi madre ya rondaba con 46
años en esa época, por lo que nadie creía que era posible tener otra miembro en
la familia.
Elliott al ser el menor resultó ser todo un consentido, sobre todo por Ryan
y yo que éramos los mayores.
El desayuno no duró más de 15 minutos y en menos de lo que canta un gallo,
ya nos encontrábamos de camino a mi oficina.
Keith: hoy me ayudaras con unos papeles que debo ordenar, se deben
clasificar por fecha y orden alfabético.
Nicole: y por que no lo haces tú, si es tu trabajo- a pesar de que pudo
haber pasado como una pregunta cualquiera, el tono que utilizó para hacerla no
estuvo correcto.
Keith: no seas impertinente Nicole, y si, yo pudiese hacerlo, pero te lo
estoy pidiendo a ti, o más bien te lo estoy ordenando así que eso es lo que
harás hoy.
El resto de camino fue en completo silencio, y es que Nicole se había
emberrinchado por la mini discusión que habíamos tenido y por ende decidió
guardar silencio por el resto del viaje.
Luego de 20 minutos llegamos a la empresa de mi padre que se encontraba
justo en el centro de la ciudad.
Se encontraba ubicada en el edificio más alto del centro y mi oficina en
particular se encontraba en el penúltimo piso de los 70 que poseía aquella
edificación, en el último se encontraba la oficina de mi padre.
Subimos por el ascensor privado del estacionamiento y llegamos justamente a
la entrada de lo que era mi oficina “privada”, y digo privada de esta manera
por que la compartía con mi secretaria personal, Diane, quien prácticamente
realizaba la mitad de mi vida.
Al llegar Diane ya se encontraba en su puesto de trabajo revisando unos
contratos seguramente.
Keith: Buenos días Diane, que radiante te encuentras esta mañana.
Diane: no trate de adularme, por que aún así tendrás que firmar toda esta
pila de papeles- ouch, ella me conocía muy bien. - ¿y quien es ella Sr.?
Keith: ella es mi hija Nicole, Nicole ella es mi secretaria de toda la vida
Diane. - las presenté a ambas temiendo que Nicole se comportara de manera
grosera con ella, pero por suerte ya se le había pasado un poco el enfado.
Diane: encantada Nicole, no dudes en consultarme si necesitas algo. -
Nicole le sonrió en respuesta y me siguió al interior de mi oficina- oh y señor
olvidaba decirle que su padre quiere hablar con usted y me solicitó que le
avisara cuando usted llegara.
Keith: puedes llamarlo ahora Diane, por favor. - me quite el abrigo y tome
el de Nicole para colgarlo en el perchero que tenia en la oficina, para luego
sentarme a esperar a mi padre quien no tardo ni 5 minutos en hacer aparición. -
Buenos días papá. - me levante a darle un beso a modo de saludo.
Nicole: ¡Abuelo! - una cosa rara es que Nicole siempre trató a mis padres
como abuelo y abuela, e incluso a Ryan le decía tío antes de que a mi me
comenzara a llamar papá.
Alan: hey princesa, pero ¿que haces aquí? ¿acompañaste a tu padre al
trabajo?
Nicole: es más bien un castigo abuelo, deberías decirle a papá que es muy
cruel lo que está haciendo, son mis vacaciones de fin de trimestre.
Alan: ¿y que pudo hacer mi princesita para que le quitaran sus vacaciones?
Keith: que no hizo deberías preguntar, es una historia larga papá si
quieres te la cuento cuando pase a buscar a los enanos hoy por la tarde.
Alan: por eso mismo quería hablarte Keith, ya no tendrás que ir a buscar a
los chicos- mi cara de pregunta hizo que mi padre de inmediato terminara de
hablar- se vinieron conmigo hoy por la mañana.
Keith: pues me acabas de ahorrar unos cuantos litros de gasolina, gracias
de verdad, ¿Y como es que lograste levantar a Chris tan temprano? - eso si que
era una gran incógnita ya que mi hermano no se destacaba por tener un buen
despertar.
Alan: no fui yo, fue Elliott el que se encargó, por cierto, debo de
avisarte que Chris no esta de muy buen humor, tuve que castigarle hoy debido a
que empujó a Elliott cuando este quiso despertarle y se golpeo en la cabeza con
la mesita de noche.
Keith: ¡ouch! ¿Pero se encuentra bien el enano?
Alan: ¿cual de los dos?
Keith: pues conociendo tu mano debo de preguntar por ambos “viejo”- me
logré correr antes de que mi padre me diera una colleja y me largué a reír- iré
a verlos en un rato, o mejor ¿por qué no les dices que vengan acá?
Alan: ya te los mandaré, hey princesa ¿quieres venir con el abuelo a
comprar una magdalena de chocolate? - para Nicole eso fue el cielo y de
inmediato saltó del sofá en el cual se encontraba sentada.
Nicole: ¿puedo papá? - me observó con aquellos ojos suplicadores a los
cuales es físicamente imposibles negarles cualquier cosa.
Keith: claro que puedes mi vida, pero solo una magdalena eh, que sabes que
no puedes comer mucha azúcar- una regla primordial a la hora de tener muchos
hijos y querer tenerlos a todos bien tranquilos y controlados a lo largo del
día.
Mi padre salió con Nicole de la oficina y yo me dediqué a adelantar algunos
papeles que tenía pendientes hasta que por el pasillo pude escuchar una voz muy
conocida que se acercaba rápidamente a mi oficina.
Elliott: ¡KEITH! ¡KEITH! ¡KEITH!- en
menos de un segundo el enano apareció por la puerta corriendo hasta mi.- ¡me
quiere matar!- justo detrás de él y cuando ya le había alzado en brazos
apareció Chris corriendo y con una cara de enojado.
Chris: ven aquí enano del demonio- trató de agarrarle, pero yo ya le tenia
a resguardo en mis brazos.
Keith: eh, eh, Christopher, pero ¿que sucede contigo? - le miré serio
mientras alejaba a Elliott de él.
Chris: no intentes defenderle Keith, deja que me encargue de él- abrí
fuertemente los ojos al escuchar hablar a mi hermano, pero en que planeta se
cree con la autoridad de amenazar a su hermano 10 años menor que él.
Keith: mira mocoso tú no vas a encargarte de nadie aquí, más te vale que te
calmes y me comiences a explicar que sucedió.
Chris: me volcó un vaso de agua Keith, no intentes defenderle- esta fuera
de si y eso no se debía solo al vaso con agua, algo más debía pasarle a mi
hermanito.
Elliott: fue un accidente Chris lo prometo- el enano se veía muy asustado,
por lo que comencé a tranquilizarle haciéndole cariño en la espalda.
Chris: tu siempre cometes esos “Accidentes” enano del demonio- trató de
irse de nuevo contra el peque y ahí fue donde actué.
Keith: Christopher ya basta caramba, vete a ese rincón hasta que aprendas a
comportarte como una persona y no como un animalito. - apunté la esquina
nombrada con un solo dedo de mi mano derecha- no estoy jugando Christopher y no
te va a gustar lo que pasará si me desobedeces.
Esperé unos segundos para que el chico me obedeciera, pero no ocurrió nada,
así que deje al peque en el suelo y me dispuse a darle un incentivo a mi
pequeño no tan pequeño hermano menor.
Chris: nonono, Keith ya voy lo juro- iba a colocarse en la esquina que le
había apuntado, pero yo ya había tomado una decisión.
Keith: oh no, esto ya te lo ganaste por desobediente así que ven aquí
jovencito- definitivamente así no era como quería comenzar el primer día con
mis hermanitos.
Le tomé de un brazo y le giré para tener total acceso a su trasero.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Chris: aiii Keith ya voy
snif- el chico se acercó gimoteando hacia la esquina que le habia indicado y
justo en ese momento entró mi padre junto con Nicole comiendo aparte de la
Magdalena un helado.- ¡Keith!- sabía que a Chris le daria pudor estar en la
esquina con Nicole presente.
Keith: quieto Chris, ¿papá?
Te dije que no mucha azúcar, además hace un frio del demonio y le das helado.
Nicole: anda papi no te
enfades si es un heladito muy pequeñito y además el abuelo se encargó de que no
tenga azúcar- los ojos azul cielo de Nicole hicieron efecto en mi y ya no dije
nada más sobre el helado.
Allan: ¿que sucede Keith?-
dijo mi padre apuntando a Chris con la cabeza.
Keith: te lo diré en un
segundo papá, Nicole, Cielo podrias llevar estos papeles a Diane por favor, y
luego le pides que te acompañe a comprar uno de esos helados para el resto de
nosotros- una manera directa de decirle que quería privacidad en ese momento.
Nicole: esta bien…- ella tomo
los papeles y desapareció por la puerta.
Allan: ¿ahora me dirás que
ocurre Keith? ¿Por qué tu hermano esta en ese esquina y por que Elliott parece
haber estado llorando?- iba a contestarle pero justo en ese momento Elliott se
me adelantó.
Elliott: papi, ayudame a que
Chris me perdone, yo no quería botar ese vaso sobre él, solo que me tropecé con
mi agujeta- desde mi posición pude ver como Chris se golpeaba despacio la
cabeza con la pared, quizás dandose cuenta de que había exagerado en su
reacción.
Allan: Christopher ven aquí.-
el enano se salió de la esquina y lentamente se acercó a mi padre.- ¿qué sucede
hijo? Por que reaccionas de esa manera con tu hermanito.
Yo por mi parte cuando vi las
lagrimas que empezaron a caer por las mejillas del chico tome a Elliott y salí
de la oficina para darles más privacidad.
Afuera de la oficina estaba
Nicole sentada en el sofa frente a Diane que estaba concentrada mirando unos
papeles.
Nicole: papá estoy aburrida-
la peque me miró con sus ojos azules manipuladores y no me quedó otra que tomar
una gran decisión.
Keith: peque, hay un centro
comercial justo aquí al lado, ¿que te parece si te dejo en el y te busco en 2
horas?- al decir aquello los ojos de Nicole brillaron- no te veo muy convencida
al parecer, si quieres te pongo con unas ecuaciones para que practiques
matematicas…- justo en ese momento ella salto de su asiento y se colgó a mi
como un koala.
Nicole: no, no, no, claro que
quiero papi de verdad eres el mejor- le di un abrazo de vuelta y acompañado del
peque la fui a dejar al centro comercial.
Elliott: Keith, puedo
quedarme con Nico?- ups espero que el peque no vaya a dar una escena, y aunque
Nicole no parecia contrariada más bien se habia alegrado, jamás los dejaria a
ambos solos en un centro comercial, al fin y al cabo ella solo tenia 14 años y
apenas si se podia cuidar sola.
Keith: enano prefiero que no,
ya otro dia de estos saldremos todos juntos ¿esta bien?- por favor que todo
este bien, no me gustaria ser estricto desde tan pronto con mi hermanito.
Elliott: de acuerdo, pero tendremos
que ir a un parque luego ¿si?- con su dedo apuntandome yo no pude negarme a su
pedido.
Keith: esta bien peque- me
reí mientras le desordenaba la melena rubia que tenia.- Nicole voy a darte un
voto de confianza señorita y te dejaré esta tarjeta para que utilices- ella
practicamente me arrebató la tarjeta de las manos- pero no podras utilizar más
de 300 dolares, ese es tu tope- eso si que no fue de su agrado.
Nicole: pero papá eso no
alcanza para nada, apenas si podré comprarme una falda- el puchero era
monumental, pero yo no cedería.
Keith: pues tendrás que
buscar buenas ofertas, esa es mi última palabra, lo tomas o lo dejas y si no estas
de acuerdo te quito la tarjeta y te dejo solo 20 dolares para gastar.
Nicole: está bien, gracias
papá te veo luego- salio como rayo del vehiculo.
Keith: ¡ten cuidado!- le
grité por la ventanilla y me fui hacia la oficina nuevamente.
Ibamos de camino a la oficina
cuando recibí una llamada de Joe.
Keith: ¿hijo?
Joe: hey papá, ¿que tal?- se
le escuchaba nervioso, y de inmediato me pude percatar que algo habia pasado.
Keith: ¿qué pasó Joe?
Joe: que mal pensado, es que
no puedo llamarte para saber como estas, ¿siempre debes pensar mal?- Joe
siempre cuando habian problemas tanto con él como con alguien más se ponia de
los nervios y comenzaba a desvariar en su vocabulario.
Keith: Joseph…- lo mejor en
estos casos era ponerme serio.
Joe: esta bien, lo que ocurre
es que Sam y papá discutieron, bueno más bien Sam le discutio e insultó y papá
en vez de castigarle le mandó a su habitación y luego tomó a los bebes y
salió.- se le escuchaba de verdad preocupado, al limite de que yo también me
estaba preocupando.- de eso hace dos horas y todavía no vuelve ni contesta el
movil y me estoy preocupando papá.
Keith: yo trataré de
comunicarme con él, hijo despreocupate que solo debe de haber ido a un parque
con los peques para tranquilizarse, ¿sigue Sam en su habitación?
Joe: si, destruyó gran parte
de ella pero ahora ya parece más tranquilo.
Keith: ponle un ojo a los
peques Joe yo voy en camino- le corté el telefono y de inmediato le marqué a
Phill.
Elliott: al parecer no habrá
parque hoy- ese enano si que era muy inteligente y por suerte no parecia que
fuera a hacer berrinche por la noticia.
Keith: no peque hoy no habrá
parque, pero no te preocupes, aún queda una semana y si yo no puedo llevarte de
seguro Phill lo hará.
El timbre sonó 3 veces y
Phill contestó.
Phill: ¿hablaste con Joe?- se
le escuchaba la voz congestionada por lo que pude deducir al segundo que había
estado llorando.
Keith: cariño ¿que ocurrió?
¿dónde andas?
Phill: estoy en el parque de
la esquina, no fui muy lejos no te preocupes, estaré aquí unos minutos más para
que los peques jueguen y volveré a casa, solo necesitaba tranquilizarme un poco
antes de hablar con Sam, incluso iba a llamarte justo cuando tú lo hiciste.
Keith: ¿qué sucedió?
Phill: le dio un berrinche
digno de Noah, quería salir desde las 1 de la tarde hasta mañana, se me hizo
raro pero no le negué nada, solo le dije que iba a conversar contigo y
veriamos. Solo que al parecer eso no lo gustó para nada por que comenzó a
berrear, te lo juro Keith que no me esperaba aquello, incluso lo encuentro
hasta divertido pensar como un chico de 17 años se tirara al suelo por que se
le negara algo.
Keith: ¿se lanzó al suelo?-
eso si que me impresionaba, sobre todo de Sam que siempre hacia alago de su
madurez, incluso Joe podria hacer tal escandalo.
Phill: estuvo a punto, pero
solo se dedicó a insultarme a mi y a mi ultimo ancestro, además de comenzar a
lanzarme todo lo que encontró en el camino. Puedes imaginar que me encontraba
en la mismisima cólera, por lo que no pude evitar voltearle la cara de un
bofetón cuando nombró algo feisimo de mi madre, te juro que fue más que nada
por el vocabulario que por el insulto y me arrepiento en demasía el haberle
golpeado la cara pero no pude evitarlo.- Phill se tropezaba con sus palabras y
esperaba que yo le reclamara algo o que me enfadara cuando no podía estar más
de acuerdo con su actuar- luego le mandé a su habitación y salí de casa, debi
de conversar con Joe primero pero sabía que me largaria a llorar y no queria
que él me viera así.
Keith: no trates de disculparte
Phill que no hiciste nada incorrecto, sabes que si a mi me hubiera hecho tal
escandalo ese mocoso no podría sentarse en un mes con suerte. Si quizás no
estuvo muy correcto lo del bofetón pero no te martirices por eso. Yo voy de
camino a casa.
Phill: ¿te harias cargo de
él?
Keith: no, tu debes hacerlo
que si no luego no te tomará en serio, yo estaré ahí por si necesitas ayuda y
quizás le de una repasadita si se pone insolente nuevamente pero debes ser tu
el que solucione todo.- se le escuchó suspirar antes de contestar.
Phill: esta bien- se le
escuchaba como un niño al que no le das en el gusto en algo.- nos vemos en casa
te amo cariño.
Keith: yo igual cielo.
Corté la comunicación y
comencé mi recorrido sin antes pedirle a mi padre que pasara a buscar a Nicole
en una hora en el centro comercial y la llevara a casa junto con Chris.
Llegué a casa a los 25 min y
me pude percatar que por suerte el auto de Phill ya se encontraba allí.
Y mientras me adentraba al
garage y a la entrada de la casa por suerte no se escuchaba ninguna guerra que
se estuviera realizando allí adentro.
Al entrar con el enano de la
mano de inmediato llegaron Maddie y Maya a recibirlo.
Maddie: ¡Elliott!- le tomó
del brazo y se dispuso a llevarselo junto a Maya de seguro a la sala de juegos
cuando decidí interrumpir.
Keith: hey, hey, hey,
¿señoritas es que no piensas saludar a su padre?- me hice el enfadado de
mentira pero no duró mucho cuando ambas se devolvieron con la cabeza agacha y
no pude evitar soltar una carcajada.- vengan y denme un abrazo ¿si?- ambas
corrieron de vuelta y se colgaron cual koala a mi.- mis pequeñas…
Maddie: ¿ahora si podemos ir
a jugar con Elliott papi?- la peque hizo gala de sus mejores ojitos tiernos
para convencerme.
Keith: podran si, pero antes
este pequeñajo debe saludar a todos sus sobrinos y sobre todo a Phill ¿no creen
que eso debería ser correcto?
Maya: si papá.
Los cuatro una vez de
acuerdo, nos fuimos adentrando a la sala comun de la casa en donde se
encontraban los gemelos jugando a la consola.
Max: te voy a destruir
imbécil- la cara de las niñas fueron un poema al escuchar aquello salir de la
boca de Max mientras le daba un pequeño empujón cómplice a su hermano.
Entendía lo de la
camaraderia, pero no podia consentir aquello.
Keith: Maxance Adams, ¿esa es
forma de dirigirte a tu hermano?- la cara del chico se palideció de inmediato,
por su puesto no me había escuchado entrar por lo que se asustó en demasía
cuando escuchó mi voz y sobretodo al escuchar su nombre completo y no su
diminutivo simpático.
Max: papi, es un juego
solamente, lo siento- contadas eran las veces que Max se metia en problemas,
por su puesto esta no era una de esas ya que solo le daría una advertencia,
pero eso no evitaba que él se pusiera de los nervios.
Keith: cuida tu lenguaje
hijo, sobre todo al dirigirte a tu hermano- el asintió mientras miraba el mando
de la consola que tenía en sus manos- puedes seguir jugando hijo no te
preocupes, pero antes ambos vengan a saludar a Elliott.
Matt: hey peque tantos siglos
sin verte- Matt con su soltura y gracia de siempre se acercó a mi hermanito y
le comenzó a hacer cosquillas.
Keith: cuidado hijo, no vayas
a provocar alguna fuga- todos nos reimos y por fin deje a los chicos seguir
jugando y me dirigí a mi habitación en donde estaban Phill, Nathan, y los bebes
jugando en la cama.- hey pero ustedes, ¿Qué hacen en mi cama eh?
Nathan: ahora es nuestra cama
papi- el chico me sacó la lengua y luego se percató en nuestro invitado- hey
Elliott, ven, papá iba a contarme una historia.
Phill: peque, voy a hablar
con papá un momento así que tendremos que dejar esta historia para la noche,
por que no tu mientras llevas a Elliott a jugar, ¿esta bien?
Nathan: okey papi… vamos
Elliott- mi hijo tomó de la mano a mi hermao y lo sacó de la habitación.
Phill: ya le he castigado-
vaya… eso si que no me lo esperaba.
Keith: ¿y como ha ido todo?-
yo ya me habia mentalizado todo el camino con que me iba a tocar a mi hacerme
cargo de Sam.
Phill: bastante bien en
realidad, se disculpó de inmediato y acepto abiertamente todo castigo que pude
imponerle.
Keith: ¿de verdad?- eso si
que era una sorpresa, y es que Sam no se destacaba por ser un chico obediente
en realidad, y ni por asomo aceotaba los castigos con buena cara.
Phill: por su puesto que no
cariño, no seas tan ingenuo, fue toda una odisea en realidad y es que…
.
.
.
PHILL
Luego de que Keith me colgara
el telefono, salí de toda miseria posible y me levante de la banca del parque
para dirigirme a la casa.
Aunque claro no todo iba a
resultar muy facil, ya que llevarse a Noah del parque es como tratar de quitarle
un trozo de filete a un león hambriento y es que el pequeño es un haz para
agarrarse a los postes o bancas para no irse.
Me acerqué lentamente a la
caja de arena en donde estaban jugando Noah y Julie y me agaché a su lado para
informarles de la noticia.
Phill: peques es hora de
irnos- Julie de inmediato se levantó y alzó los brazos hacia a mi para que la
cargara, no parecia querer dar problemas y se notaba que ya le estaba dando un
poco de sueño. Pero en diferencia, Noah ni siquiera alzó la mirada.- Noah, hijo
vamos a casa.
Noah: No.- fue corto y justo,
sin dirigirme la mirada.
Phill: peque no es una
pregunta, nos vamos, papá va hacia la casa y ya va a ser la hora de comer de
ustedes, así que andando al coche.
Noah: NO!- esta vez si que me
miró, con ceño fruncido y todo.
Levanté una ceja en modo de
advertencia y le apunté con el dedo indice derecho.
Phill: jovencito no lo diré
de nuevo, andando.- no estaba enfadado, ni si quiera un poco molesto, pero a
los peques habia que enseñarles que si no luego cumplen 17 y siguen lanzando
berrinches como los de Sam.
A pesar de la leve
advertencia Noah no se movió ni un milimetro del lugar en el cual estaba
sentado, por lo que tuve que empezar a utilizar otras tacticas.
Phill: Noah, contaré hasta
tres, y si cuando llegue al numero 3 no estas de pie para ir al coche cuando
lleguemos a casa iras directo a la esquina en penitencia.- el me desafió con la
mirada, pero papá tiene una mirada peor, así que en menos de 5 segundos Noah ya
se encontraba en el coche preparado para que le atara en su silla.
Noah: papi…- el peque me
miraba con cautela con los ojos brillosos.
Phill: ¿qué pasa mi vida?- le
presté atención luego de que ya le había sujetado bien el cinturón de la silla.
Noah: lo siento papi… ¿me
perdonas?- los ojos azules del pequeño se encendieron y me observaron con
profundidad creando en mi un leve sentimiento de culpa al hacer sentir al
pequeño así.
Phill: tranquilo cariño que
ya no pasa nada lo prometo- al verle la carita de no convencido aún, probé otra
tactica- que te parece que si despues del almuerzo nos tomamos un rico
chocolate caliente ¿eh?
Noah: si, si, si- cuando por
fin le pude sacar una sonrisa nos volvimos a casa.
Al llegar a casa Keith aún no
había llegado, por lo que saqué a los bebes del coche y los deje en la sala de
la casa en donde se encontraba Nicole y los gemelos viendo televisión y me
dirigí de inmediato a la habitación de Sam para resolver el problema.
Al entrar a la habitación del
chico parecía que un tornado había pasado por allí.
Cuadros ragados popr la
habitación, la laptop del chico rota tirada a un lado de la puerta, además de
ropa que de seguro ya se encontraba en el piso antes de que lanzara el resto de
cosas.
Por su parte el chico estaba
sobre la cama, mirando el techo de su habitación, con rastros de lagrimas en
las mejillas.
Al sentirme entrar,
rapidamente se sentó y me quedó observando aún con rastros de rebeldia en su
rostro, pero en si más calmado que antes en el salón.
Phill: ¿estás listo para que
conversemos como la gente hijo?- con lagrimas en los ojos me respondio muy
bajito.
Sam: si papá…- me senté a su
lado y me dispuse a conversar civilizadamente.
Phill: ¿que ocurrió ahí
afuera chico?, a donde se fueron esas quejas de ser un adulto ¿eh?- estaba
enfadado con Sam, pero no podía dejar de ser el de siempre, el que averigua
antes de castigar.
Esperé alguna respuesta pero
al parecer Sam no estaba dispuesto a hablar, más que nada por lo avergonzado
que debía de sentirse.
Phill: estoy esperando hijo…
¿no quieres hablar?- el negó con énfasis- osea que hiciste un berrinche tamaño
jumbo y ahora te averguenza hablar.
Sam: es que eres injusto- eso
si que era ser cara dura- yo solo quería salir un rato.
Phill: yo jamás te negué
salir Samuel, solo te dije que cuando llegara tu padre lo conversariamos. Y
aunque lo hubiera negado eso no te da el derecho de hablarme como lo hiciste
hace un rato.
Sam: es que eres un maldito
injusto, no tienes derecho a meterte en mi puta vida- ay! Vaya que este chico
iba a dar que hacer hoy.
Phill: se acabó- me levante y
comencé a sacarme el cinturón que llevaba puesto.
Sam: ¡papá!- él de inmediato
se alarmó y se levantó de la cama para alejarse de mi.
Phill: nada de papá, me
acabas de colmar la poca paciencia que traia para hablar contigo, ahora bajate
los pantalones y colocate sobre la cama.- se le veia intimidado, ya no
desprendia rebeldia si no que ahora solo se le veia contrariado.
Sam: no porfavor… papi- eso
no le iba a servir para nada, Phill Andrews estaba enfadado.
Phill: no hay papis que te
salven de esta Samuel, te la ganaste a pulso, así que te recomiendo que vayas
bajandote el pantalón de una vez antes de que lo haga yo.- Sam no se movia
apenas, solo me miraba con los ojos muy abiertos.- ¡Ahora Samuel!- el con los
ojos anegados en lagrimas se bajo el jeans que tenía puesto y se tiró en la
cama mientras se largaba a llorar fuertemente.
No esperé mucho tiempo para
comenzar a dejar caer el cinto sobre el trasero del mal hablado de mi
hijo.
ZAS auuuuu ZAS ZAS ZAS buaaa
papá! ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ya…. Lo siento mucho buaaa ZAS ZAS ZAS ZAS
ZAS no quería decir- te todo a- aquello buaaa ZAS ZAS
No fueron demasiados, pero si
dejaron una huella en la cabeza del chico, que de seguro le ayudará a pensar
mejor la próxima vez que vaya a montar un espectáculo de aquellos.
Phill: ya peque, ya paso…- le
levanté con cuidado y le coloqué pegado a mi para hacerle mimos.
Sam: nooo, no paso, me odias-
las lagrimas aún caían por los ojos de Sam en grandes cantidades.
Phill: yo no te odio Sam, te
amo demasiado para que eso si quiera ocurra, esto solo fue un bache en el
camino y estoy seguro que la próxima vez lo pensarás muy bnien antes de lanzar
un berrinche como el que tuviste hoy- le mire fijamente a los ojos y le di un
beso en la frente.
Sam: lo siento- ya no dijo
nada más, solo se dedicó a estar pegado a mi recibiendo los cariños que yo le
estaba proporcionando.
Phill: y eso fue lo que paso-
Keith estaba sentado frente a mi, escuchando toda la odisea que había pasado
minutos antes de que el llegara.
Keith: lo supiste solucionar
muy bien, Phillsito ya esta creciendo- se hizo burla de mi pero no le tome
importancia, solo me dediqué a darle un empujoncito.
Phill: no te burles, no fue
para nada fácil- hice mi puchero estrella para que Keith se apiadara de mi y me
diera unos cuantos mimos.
Keith: lo se cariño, anda ven
aquí- me abrazó y justo en ese momento escuchamos el golpe de la puerta de
entrada- oh rayos, ¿cuánto crees que se demore en llegar una pizza?
Phill: una media hora ¿Por
qué lo preguntas?
Keith: es que invité a mis
padres a cenar y creo que olvidé preparar la cena con todo lo que ocurrió.- me
miró con ojos pícaros.
Phill: llamaré de inmediato.
Keith: iré a abrir la puerta.
Esta historia me encanta pero no la actualizas muy seguido ,y una cosa más es casi lo mismo que hizo Nicole y al parecer la niña en vez de tener un castigo le están dando un premio ojalá actualices pronto
ResponderBorrarTerry
Estoy de acuerdo con Terry en el comentario!!
ResponderBorrarSi lo de Nicole es un castigo porque la premiaron tanto con helado y compras en un centro comercial!!
Pobre Sam si solamente quería salir un ratito!!
La verdad yo soy la que se desapareció pero seguiré leyendo para recordar a todos los chicos!! Sé que son muchos y como va la historia eso no lo olvido..