Edward Teague y su hijo Jackie
El puerto de Madagascar era alumbrado solo por el reflejo de
la luna en el mar, cuando la tripulación abandonaba rápidamente la nave "The misty lady" para hacer
los preparativos y encargar los
suministros del próximo viaje, el capitán y su familia había decidido
permanecer en el solucionando un problema familiar.
- Jack...
¿sabes cómo llegó esto a la bodega?- Preguntó el capitán Edward
Teague a su hijo mientras este leía su libro sin darse cuenta que este estaba
invertido.
- Mm...- Dijo
mirando de reojo a su padre y la lámpara medio quemada en su mano.- Pienso que fue una hermosa sirena papi
- ¿Como
que una hermosa sirena Jackie?
- Se la
robó y la escondió ahí....- Aseguro dejando el libro a un lado de la
cama.
- Una
sirena...- Pensó y camino en voz alta el capitán mientras observaba
detenidamente a su pequeño.- pero no entiendo ¿cómo llego a ese lugar? , no
había agua y las sirenas no tienen pies para caminar.
El pequeño Jack observo el suelo pensando en que responder,
pero no pudo y se le salieron las lágrimas de los ojos oscuros, porque sabía que estaba en problemas.
- Lo
siento papi, solo quería ayudarte para que
pudieras jugar conmigo a los señores pirata.-
Respondió tiernamente a su padre.
- Jackie
lo entiendo, pero sabes que no puedes jugar en la bodega, hijo casi se incendia el barco y si no fuera por el contra
maestre Gibs podrías estar muerto hijo
- Si
papi, entiendo.- Dijo para levantarse y abrazar rápidamente a su
padre.
- ¿Qué
crees que deberíamos hacer al respecto?.- Pregunto separando
lentamente a su hijo para mirarle a los ojos.
Jack miró a su padre con sus grandes ojos marrones y trató de
parecer lo más inocente posible, mientras levantaba sus manitos para hacer un
gesto de un inocente no sé. Edward suspiro y lo jalo suavemente por el brazo.
-
¡Noooo! Papiii Dije lo siento.- Grito asustado
- Lo sé,
Jack Geodfrey, no volverás arriesgarte así, si te pasa algo me muero.-
Aseguro el capitán Teague mientras tomaba a su hijo, para luego girarlo y
ponerlo sobre su regazo mientras esta comenzaba a llorar, luego sostuvo un poco
más fuerte el agarre en la cintura ya que el pequeño Jack intentaba liberarse.
- Nooo
papiii, buaAAAAAA .- Gritaba y lloraba cuando su padre bajó la mano
sobre su trasero dando la primera de tres palmadas.
Edward lloraba en silencio hasta que dio la tercera palmada en
el travieso trasero y cuando
termino le explicó las cosas con
suavidad.
-
Jackie no puedes entrar a la bodega, es peligroso para ti. Algo puede caer y
lastimarte.- Luego caminó hacia la bodega de carga para
enseñarle a su hijo los lugares y cosas peligrosas de ese lugar.
Fin o tal vez no...
aaww amiga que corto tan lindo!!
ResponderBorrarMe encantó leer esto!!
Me dio mucha ternura..