domingo, 18 de abril de 2021

Nuevas reglas, nuevos castigos Capítulo 21

 

Nuevas reglas, nuevos castigos

 

Capítulo 21

 

El domingo por la mañana Víctor y yo hemos quedado con nuestros amigos para ir a un parque cercano. Pedimos permiso y nos dicen que sí.

Paula: Yo también quiero ir, ¿puedo? Porfa.

Pone ojitos, su madre no le dirá que no, es una mimada que siempre consigue lo que quiere.

Alicia: Claro, no hay problema, ¿verdad chicos?

Víctor: Pero Paula, vas a aburrirte, querrás volver a casa y nos fastidiarás la salida.

Paula: No me aburriré, ayer me lo pasé genial. De verdad que no os voy a molestar.

Adrián: Pero hoy no vendrán ni Martina ni Shaila, ni iremos a patinar, sólo estaremos en el parque charlando de nuestras cosas.

Paula: Vamos, porfa, ¿en el parque hay columpios?

Adrián: Sí los hay, pero no estaremos en la zona de los columpios. Hemos quedado en la zona de césped por si nos apetece jugar a fútbol.

Alicia: Pero si vais a estar charlando podéis cambiar de zona.

Víctor: ¿Y si nos apetece dar unos toques?

Paula: Yo también puedo jugar a fútbol.

Alicia: Puedes ir si quieres, Víctor y Adrián te van a cuidar, ¿cierto chicos?

Uf, como siempre se sale con la suya, el tono de mi tía no admite un no por respuesta, y la mirada de mi padre la apoya.

Adrián: Puedes venir Paula.

Víctor: Sí, vale.

Vamos al parque y nos encontramos con nuestros amigos. Sergio ha traído el balón y damos unos toques y nos lo vamos pasando mientras charlamos. Paula también quiere jugar por lo que tenemos que cuidar mucho la fuerza que utilizamos, así es muy aburrido y no tiene gracia. Al cabo de un rato nos cansamos de jugar y optamos por sentarnos o tumbarnos en el césped y seguir hablando y bromeando. Paula se está aburriendo, como era previsible, y empieza a dar la lata.

Paula: Víctor, me estoy aburriendo, ¿podemos jugar a algo?

Víctor: Ya te dijimos que sólo íbamos a charlar y que eso pasaría, dijiste que no nos molestarías.

Paula se calla pero al rato insiste.

Paula: Víctor, ¿me prestas tu móvil para jugar?

Víctor: No, que luego cotilleas.

Paula: Vamos, porfa, sólo ponme un juego.

Víctor: He dicho que no.

Paula me mira con ojitos.

Adrián: Ni lo intentes enana, mi respuesta también es no.

Paula se enfada, pero ya sabía la respuesta pues en anteriores ocasiones cuando le hemos dejado el móvil cotillea nuestras redes sociales y acaba metiendo la pata contando alguna cosa que mi padre o mi tío no tenían porqué saber.

Paula: ¿Podemos ir a los columpios?

Víctor: No nos moveremos de aquí, te guste o no.

Adrián: Están cerca, si quieres te indico dónde, y puedes ir. Nosotros estaremos aquí para cuando necesites algo.

Paula: Vale sí, ¿cómo voy?

Le indico a Paula y se va. Este parque es muy tranquilo y la zona de columpios no está lejos, en realidad se ve desde aquí, no le puede pasar nada, y así no nos estará molestando.

Al lado del parque hay unos muros que hace un par de meses acondicionaron para hacer graffitis, Héctor nos dice que estuvo mirándolos hace un par de días y que hay algunos muy chulos. La mayoría de nosotros no los hemos visto y decidimos ir a dar una vuelta. Mientras estamos mirando las pinturas veo como, de golpe, Víctor se calla y se queda blanco.

Adrián: Víctor, ¿qué pasa?

Víctor: ¡Paula! No le hemos dicho que nos íbamos.

Adrián: ¡Mierda! Nos hemos olvidado de ella. Vamos, y por el camino vamos pensando cómo compensarla para que no cuente nada.

Nos despedimos de nuestros amigos y nos vamos corriendo, Nico y Sergio nos acompañan. Vamos directamente a la zona de los columpios pero no la veo por ningún sitio.

Adrián: ¿Dónde está? No la veo.

Víctor: Yo tampoco.

Nico: Quizás ha ido dónde estábamos antes, voy a mirar si está allí, aviso por el móvil.

Nico se va y Víctor, Sergio y yo también nos separamos para buscarla por el parque. Pasan cinco minutos y no la vemos por ningún sitio, nos vamos mandando mensajes pero ninguno la ha visto. Me encuentro de nuevo con Víctor.

Víctor: ¿Dónde se puede haber metido? Espero que no le haya pasado nada, estoy muy preocupado.

Adrián: Yo también, pero seguro que estará bien, el parque es muy tranquilo y nada peligroso. Tenemos que seguir buscándola, el parque es muy grande, puede estar en cualquier sitio.

Suena el móvil de Víctor y lo mira.

Víctor: Mierda, es mi padre, ¿qué querrá? No me atrevo a decirle que no encontramos a Paula, ¿qué hago?

Adrián: ¿Qué? Aún nos queda una hora para volver, tenemos tiempo. Contesta, intenta sonar tranquilo, no le digas nada y después la seguimos buscando, seguro que la encontramos.

Víctor contesta.

Víctor: Hola papá, dime.

Víctor: En el parque.

Víctor: Sí papá, todo bien.

Veo como Víctor se tensa.

Víctor: No papá, está bien, hemos dado unos toques con el balón y ha ido un rato a los columpios.

Víctor da un respingo.

Víctor: ¿Qué? ¿Está en casa? ¿Está bien? Papá, lo siento, sí hemos visto que no estaba y nos hemos asustado mucho, la estábamos buscando, pensábamos que estaba en el parque.

Víctor se aparta el móvil de la oreja y se queda mirándolo.

Víctor: Me ha colgado, está muy enfadado. Paula ha vuelto a casa, menos mal que está bien y no le ha pasado nada. Mi padre me ha dicho que volvamos ya a casa. ¡Uf! Me va a castigar seguro.

Adrián: Habla en plural, además soy yo quien le ha dicho que fuera sola a los columpios.

Víctor: Y yo no debería haberme olvidado de ella cuando hemos ido a ver los graffitis.

Nos vamos a casa corriendo. Por el camino llamamos a Nico y a Sergio para decirles que Paula está bien, en casa, y que nosotros tenemos que irnos.

En cinco minutos llegamos y entramos, mi padre y mi tío ya nos están esperando, nos hacen pasar al comedor y nos dicen que nos sentemos.

Luís: ¿Se puede saber en qué estabais pensando? ¿Cómo habéis podido dejar sola a Paula? Es pequeña para quedarse sola en el parque y además no lo conoce.

Mi tío está gritando, me asusta. Me encojo de hombros.

Adrián: Tío, lo siento, yo le he dicho que podía ir a los columpios, no estaban lejos y los veíamos desde dónde estábamos.

Luís: ¿Y entonces? ¿Cómo la habéis perdido de vista? Porque parece que no teníais ni idea de dónde estaba. Dice que cuando se ha cansado de los columpios ha vuelto al césped y vosotros ya no estabais allí.

Víctor: Hemos ido a ver unos graffitis que hay al lado mismo del parque, lo siento, no nos hemos acordado de decirle que nos íbamos un momento.

Luís: Habéis sido unos irresponsables, le podía pasar cualquier cosa. Ha decidido volver a casa porque se ha asustado y pensaba que habíais regresado sin ella. Menos mal que tiene buena memoria y ha encontrado el camino. ¡Y encima me has mentido cuando te he llamado!

A mí se me salen las lágrimas y veo que a Víctor también, no es justo, nosotros también nos hemos asustado mucho cuando no la hemos encontrado.

Adrián: Tío, nos hemos asustado mucho cuando hemos visto que nos habíamos olvidado de ella y hemos regresado corriendo a los columpios, donde pensábamos que estaba. Cuando has llamado la estábamos buscando, hemos decidido no decir nada porque pensábamos que la encontraríamos.

Carlos: ¿Y si le hubiera pasado algo y no la hubierais encontrado? ¿Qué habríais hecho? En cuánto os habéis dado cuenta de que no estaba con vosotros deberíais habernos llamado enseguida.

Víctor: No pensamos que podría haberle pasado nada malo, de verdad que esperábamos encontrarla, lo sentimos mucho. ¿Nos perdonáis?

Luís: Eso no nos corresponde a nosotros, es a Paula a quien le debéis una buena disculpa. Se ha asustado mucho.

Víctor: Sí papá.

Adrián: Sí tío, ¿dónde está?

Carlos: En el salón, con su madre, id a disculparos.

Vamos al salón, Víctor y yo con la cabeza baja y los ojos anegados de lágrimas. Nuestros respectivos padres vienen detrás nuestro. Nos encontramos con Paula abrazada con su madre, tiene los ojos rojos, ha estado llorando.

Víctor: Hola Paula, no queríamos dejarte sola, ¿nos perdonas?

Adrián: No lo hicimos a posta, de verdad, nos asustamos mucho cuando no te encontramos en los columpios. Sentimos haberte asustado.

Paula: Os fuisteis sin decirme nada, volví al césped y ya no estabais allí, os busqué por los alrededores y no os encontré.

Víctor: Fuimos a ver unos graffitis que hay al lado del parque. Paula, de verdad que no fue nuestra intención no avisarte, sólo que estábamos charlando con nuestros amigos y se nos olvidó que estabas en los columpios. ¿Cómo podemos compensarte?

Adrián: Sentimos haber pasado de ti, haremos lo que quieras para que nos perdones.

Paula empieza a llorar, se separa de su madre, se acerca a Víctor y lo abraza, después me abraza a mí.

Paula: Os perdono, pero no me dejéis sola nunca más, ¿vale?

Ambos asentimos con la cabeza. Me he sentido bien cuando me ha abrazado y he oído estas palabras. De verdad que estoy muy arrepentido, hoy no la hemos tratado demasiado bien.

Luís: Víctor, ve a mi habitación.

Carlos: Adrián, tú a la tuya.

Paula: Papá, tío, ya se han disculpado y los he perdonado. Por favor, no los castiguéis. Si los castigáis por mi culpa se enfadarán conmigo y no querrán que vaya nunca más con ellos.

Víctor le sonríe.

Víctor: Gracias enana, pero no es culpa tuya y no creo que vayan a cambiar de opinión. Tío, no castigues a Adrián, Paula es mi hermana, yo era responsable de ella.

Adrián: Gracias Paula. Víctor, la idea de que se fuera a los columpios ha sido mía, si no le hubiera dicho que podía ir sola no hubiera pasado nada, lo siento.

Paula: Vamos, porfa, no lo han hecho a posta y ellos también se han asustado.

Paula les pone esos ojitos que nunca fallan, ¿nos salvarán esta vez?

Carlos: Sólo puedo prometerte que no vamos a ser muy duros, ¿vale? Vamos, andando a las habitaciones que os hemos dicho.

Paula nos mira y se encoge de hombros, por lo menos lo ha intentado. Víctor y yo salimos y les hacemos caso. Me voy a mi habitación y me tumbo en la cama, sigo llorando, aún me dura el susto por haber perdido a Paula, y el sentimiento de culpa, por lo que le podría haber pasado, que se ha apoderado de mí. A los pocos minutos entra mi padre, me levanto y voy a abrazarlo.

Adrián: Papá, snif, lo siento mucho, de verdad que no fue a posta, snif, y nos preocupamos mucho cuando vimos que no estaba, snif, y no podíamos encontrarla, snif.

Mi padre me devuelve el abrazo y me acaricia.

Carlos: Shh, ya está Adrián, Paula está bien, no le ha pasado nada, tranquilo.

Sigo llorando un rato abrazado a él. Mi padre me dirige a la cama y nos sentamos. Me voy tranquilizando, me separo y lo miro.

Carlos: Ahora que estás más tranquilo ¿me explicas por qué estabas llorando?

Adrián: Me asusté mucho cuando Víctor se dio cuenta de que nos habíamos olvidado a Paula, y me preocupé cuando no la encontramos en los columpios. La estuvimos buscando y no la encontrábamos, tuve miedo, podría haberle pasado algo malo por mi culpa, yo tuve la idea de decirle que fuera a los columpios sola porque no queríamos ir con ella.

Carlos: Veo que entiendes qué hicisteis mal. Pero aún hay otra cosa en la que os equivocasteis.

Adrián: Supongo que cuando vimos que no estaba en los columpios tendríamos que haberos avisado inmediatamente, en cambio mentimos al tío diciendo que todo estaba bien.

Carlos: Entonces ya sabes porque te voy a castigar. No está bien que dejarais sola a Paula, es pequeña y confiamos en vosotros para cuidarla, pero lo que más me ha enfadado es la mentira.

Adrián: Sí papá, lo siento. ¿Me castigarás con la regla por poner en peligro a Paula?

Carlos: No, esta vez el castigo será sólo con la mano. Diez nalgadas para que recuerdes que debes ser responsable, que por cierto es una norma a añadir a la lista, y veinte por mentir.

Adrián: ¿Y el tío castigará a Víctor con la regla?

Carlos: No, el castigo será el mismo para los dos. Sabemos que os habéis preocupado y asustado mucho, por lo que no vamos a ser muy duros con el castigo, pero no puede repetirse algo así nunca más.

Asiento con la cabeza, como mi padre le ha dicho a Paula no van a ser muy duros, me alivia saber que no nos van a castigar con la regla y me parece justo que el castigo sea el mismo. Me levanto, me bajo los pantalones y me tumbo en el regazo de mi padre. Me acaricia la espalda.

Carlos: ¿Por qué te voy a castigar?

Adrián: Por no ser responsable, dejando sola a Paula, y por mentir.

Respiro hondo, mi padre deja de acariciarme, va a comenzar el castigo.

PLAS, PLAS, PLAS, ai, PLAS, PLAS, au, PLAS, PLAS, au, PLAS, PLAS, PLAS, ai papá.

Mi padre me baja el boxer y sigue con el castigo.

PLAS, PLAS, au, PLAS, PLAS, PLAS, au, PLAS, PLAS, ai, PLAS, PLAS, PLAS, ai duele,

PLAS, PLAS, ai, PLAS, PLAS, PLAS, ai, snif, PLAS, PLAS, au, PLAS, PLAS, snif, PLAS, snif, snif.

Para y me acaricia. Hoy he aguantado el castigo bastante bien, me ha dolido y seguro que tengo el trasero rojo pero ha sido menos duro que otras veces. Enseguida me levanto, me subo el boxer y los pantalones y lo abrazo.

Carlos: Shhh, tranquilo Adrián, ya pasó todo. Y Paula está bien, no le pasó nada malo, ¿vale?

Adrián: Sí, lo sé. Te quiero mucho papá.

Carlos: Yo también te quiero.

Seguimos un rato abrazados. Mi padre me separa y me pasa la mano por los ojos y la cara para limpiarme las lágrimas. Añado la nueva regla al cartel.

11. Debo ser responsable con mis cosas y con mis actos.

Almorzamos todos juntos, el dolor pasa enseguida y no me parece que Víctor esté peor que yo.

Después de almorzar Víctor y yo jugamos un rato a la consola con Paula y la dejamos ganar varias veces, sentimos que se lo debemos. A media tarde los acompañamos al aeropuerto.

 

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NA: Aquí os dejo la conversación telefónica entera entre Víctor y Luís, en el texto sólo aparece la parte que Adrián oye.

Víctor: Hola papá, dime.

Luís: ¿Dónde estáis?

Víctor: En el parque.

Luís: ¿Todo bien?

Víctor: Sí papá, todo bien.

Luís: ¿Y Paula? ¿Se está aburriendo? ¿Os está dando la lata?

Víctor se tensa.

Víctor: No papá, está bien, hemos dado unos toques con el balón y ha ido un rato a los columpios.

Luís: Y entonces, ¿cómo es que ha vuelto a casa llorando porque la habéis dejado sola y no podía encontraros? ¿Ni siquiera os habéis dado cuenta de que no está?

Víctor da un respingo.

Víctor: ¿Qué? ¿Está en casa? ¿Está bien? Papá, lo siento, sí hemos visto que no estaba y nos hemos asustado mucho, la estábamos buscando, pensábamos que estaba en el parque.

Luís: Paula está bien, pero vosotros en un rato no lo estaréis. Volved ahora mismo.

Luís cuelga.

 

 

3 comentarios:

  1. La culpa es de los padres por hacer que carguen con la niña cuando van con sus amigos ,no es su responsabilidad

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  2. Para ser tu primera historia no está tan mal.
    Pero te dire algunas cosas para que mejores:
    No coloques nota de autora en medio de la historia, es de mal gusto. Al inicio o al final debe ser siempre.
    En la suguiente, no utilices ese tipo de formato con los nombres adelante, utiliza el de guion. Ejemplo: -Yo también quiero ir. Puedo? Porfa- dijo Paula.
    Trabaja más en tu narración.

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