Un acuoso cumpleaños

 

Un acuoso cumpleaños

Derek no podía creer su suerte, llevaba meses castigado y se había resignado pasar su cumpleaños enjaulado, no se imaginaba la tremenda sorpresa que sus padres estaban planeando. Un cumpleaños de lujo para los cachorritos. 

“Arriba D” le dijo la K dándole una juguetona nalgada.

“Auch yo no hice nada” se quejó.

“arriba mi amor que estamos tarde”

Derek se levantó sin comprender mucho, y cuando bajo a desayunar encontró las maletas de todos a la entrada de la casa y a su hermano bajando quién también iba reclamado porque había interrumpido su sueño.

“donde están los niños del cumpleaños” dijo Scher-K

“durmiendo” dijeron a coro los tigrecitos.

“bueno duermen en el avión” dijo mientras nos daba un sándwich a cada uno, mientras Sean y Simon guardaban las maletas en el auto. Las chicas terminaban de tomar un tazón de leche.

“Donde vamos” preguntó Derek.

“Sorpresa pero solo les diré que vamos al sur”

El viaje de 3 horas hasta Balmaceda fue tranquilo, los chicos durmieron casi todo el camino, luego los esperaba la avioneta que los llevaría finalmente a su destino.

Los chicos no podían creer cuando aterrizaron en Futaleufú.

“En serio, de verdad mamá de verdad haremos esto” dijo sin darse cuenta que le había dicho mamá a Scher-K.

“los escuchamos el otro día hablando que querían hacer Rafting  Futaleufú y que mejor manera de festejar el cumpleaños de mis cachorritos que cumpliendo sus sueños” explico su madre.

“Son los mejores” dijeron abrasando a sus padres.

Llegaron al centro de Rafting, se cambiaron ropa, escucharon las instrucciones y a comenzar la aventura.

El agua estaba congelada, los cachorritos se tomaron la primera posición en la balsa, el agua en la cara, la emoción, adrenalina y el estar todos juntos fue muy emocionante para todos, los saltos eran lo mejor. Siguieron todas las instrucciones. Hasta que los autorizaron a saltar al agua en medio de un salto, debían dejar el remo en la balsa, saltar y tomarse de la cuerda de seguridad, adivinen quienes no hicieron caso. Si un par de tigrecitos traviesos, se soltaron de la cuerda de seguridad y comenzaron a nadar, parecían unos tritoncitos, felices los cachorritos no escuchaban las instrucciones, ni los gritos de sus padres, finalmente fueron a dar con el Kayak de rescate, donde tuvieron que ir a rescatarlos, Sean con las técnicas que les habían enseñado subió a Derek a la balsa y lo propio hizo Simon con Tivi, claro que agregaron u par de palmadas a la maniobra.

“auch” se quejaron los cachorritos, pero estaban tan felices de su aventura no paso a más.

Cuando terminó el recorrido los estaban esperando con dos tortas de cumpleaños para celebrar sus eternos 16.

Tivi Derek y Tahii muy feliz cumpleaños espero hayan disfrutado este cortito, yo mientras sigo disfrutando mis vacaciones en el sur.