Páginas Amigas

viernes, 26 de abril de 2013

Capitulo 13


-         MAMAAAAA (Bea gritó desde el piso de arriba) Moooooooom (repitió al ver que no le hacía caso) Mom, Mark’s being a brat tell him that the sofa’s mine too (“Mamá, Mark está siendo un estúpido, dile que el sofá también es mío” Bea gritó des de arriba en la salita de los chicos)
-         I was born the first, the sofa is mine, and I’m the older. Go, sit in the armchair! (“Yo nací primero, el sofá es mío, soy el mayor, ve y siéntate en el sillón” le contestó Mark apartándola hacía el sillón)
-         Mooooom Mark’s laying across the sofa and he don’t let me sit on, (Pero Bea en vez de sentarse en el sillón volvió a acusarle a su madre “mamá, Mark está estirado en el sofá y no me deja sentarme”).
-         Ohhh stop whining, you’re such a crybaby, you’ve the armchair right there! (“Oh, para de lloriquear, eres tan llorona, tienes el sillón justo ahí” le dijo Mark que ahora ya empezaba a calentarse).
-         Come on, Mark, let me sit (le suplicó una vez más que le dejara sentarse en el sofá).
-         No, I was here before (“no, yo llegué antes” le contestó como un niño de párvulos).
-         Pleaaaaase  (por favooooooor, le decía poniendo morritos Bea, pero ahora ya no le hacían efecto porque Mark estaba molesto)
-         Nooooooo (hizo en el mismo tonito que su hermana para burlarse de ella)
-         Mama Mark’s mocking at me (“mama Mark está haciendo mofa de mi” Bea volvió a gritar)
-         Tattletale! (“¡acusica!)
-         Brat! (“¡Niñato!” y le agarró del brazo para que se levantara del sofá, pero Mark puso el peso muerto y no había manera de moverlo)
-         Aaaaaaaaaaaaaaaaau you hurt me! Moron! (“ me hiciste daño, boba” se quejó Mark) I’m gonna kill you little bitch (te voy a matar, pequeña perra).
-         Moooooom (Y Bea bajó las escaleras como un cohete seguida de Mark y empezaron a perseguirse al rededor del sofá donde Pedro Y Cristina estaban tumbados intentando echar una cabezadita).
-         Niños, parad, parad (Cristina se incorporó un poco y Pedro no le quedó más remedio que sentarse también), tiraréis algo, romperéis algo, u os haréis daño, parad de una vez ¡Mark! (le llamó la atención a su hijo al ver que no le hacían caso. Mark paró en seco al oír su nombre)
-         ¿Qué? (Mark estaba furioso, no entendía porque era a él quien le llamaba la atención su madre) Es ella ¡Mira! (le enseñó el brazo que lo tenía todo arañado).
-         ¡Beatriz! (exclamó sorprendida Cristina que no podía creer que le hubiera dado tremendo tarascón a su hermano)
-         It was him! He didn’t let me sit on the sofa. (Bea enseguida salió a protestar diciendo que había sido Mark, que no le dejaba sentarse en el sofá)
-         Bea, en español (le dijo Pedro)
-         No, I don’t wanna. He’s always bossing me around. I’m sick of all this Alpha attitude of him. (“No, no me da la gana. El siempre me está mangoneando, estoy harta de toda esa actitud de macho alpha suya!” Dijo apuntando de forma causadora a su hermano y chillando y casi a punto de llorar: pedro no sabía si reñirla o consolarla)
-         Oh really? And I’m sick of all your “emo” attitude, so go suck a lemon, baby. (“¿en serio? Pues yo estoy harto de tu actitud emo ¡Anda y vete a freír espárragos, monina!” Mark se volvió a enfrentar a Bea, porque estaba claro que la mocosa estaba jugando sucio, siempre tenía que jugar a ser la pobre victima).
-         And I’m sick of all this nagging! And one more thing, Bea, Mark! If I've told you once, I've told you a thousand times... You have to speak Spanish at home!  I’m really sick and tired of repeating myself. If I have to say it one more time, you two are gonna be two very sore children. Have I spoken enough clear to you now? (Y yo estoy harto de todo este pataleo. Y una cosita más, Bea, Mark, Si no es dicho mil veces no os lo he dicho nunca, Tenéis que hablar en español en casa! Estoy realmente cansado y harto de repetirme y si lo tengo que decir una vez más vosotros dos vais a ser dos niñitos muy apenados. ¿He hablado ahora lo suficientemente claro para vosotros?” Pedro no aguantó más explotó allí mismo. vivir con dos preadolescentes era terrible, todo el día eran gritos, malas caras y contestaciones insolentes. Pedro no estaba acostumbrado a vivir en familia y de repente se encontró viviendo con dos adolescentes difíciles y una mujer con la mecha muy corta)
-         Irish? (¿Irlandés?  Mark preguntó extrañado por el acento irlandés tan marcado de Pedro. Hasta ahora solo les había dicho un par de palabras en inglés, y no le había notado ningún acento, ni siquiera el español. Pero después de aquella retahíla y de todo aquel cabreo, Mark se había percatado que Pedro tenía acento de Irlandés. Pero aquello no podía ser él sabía perfectamente que Pedro era español. Aquella colleja le sobrevino porque lo primero que dijo justo después de esa bronca fue en inglés precisamente y Pedro lo vio como una muestra de rebeldía y desobediencia)
-         Auuuuuu pero si yo hablo en español (Pedro lo miró incrédulo) casi siempre (añadió Mark viendo que se avecinaba otra colleja).
-         Aquí en casa todos hablamos inglés (dijo pedro, pero esta vez se dirigía más a Mea que a Mark. Mark hablaba en inglés con Bea básicamente, con el resto hablaba español. Y su nivel de español era bueno, tenía un terrible acento y a veces se liaba con el género, pero era bueno para no ser español y solo llevar viviendo allí 9 meses), pero vosotros no vais a mejorar vuestro español si seguís empecinándoos en hablar entre vosotros y a vuestra madre en inglés. (Pedro se puso las manos en la cintura como hacía su propia madre cuando era pequeño y le reñía) Y niños, si no sabéis compartir la salita, ¡Se acabó la salita y punto!
-         ¡Ves, lo que has conseguido, mongui! (le dijo dándole una colleja a su hermana)
-         Auuuuu mamaaaaaá (se llevó la mano al cogote y puso pucheritos para que su madre corriera a consolarla)
-         ¡Mark! (le recriminó su madre y Pedro le dio otra colleja a Mark)
-         Jooo siempre soy yo quien recibe, pero si es ella (Mark estaba más que cansado de ser siempre el malo. Vale, no era un angelito, pero Bea tampoco).
-         Mark, eres el mayor, y ella es una niña, deberías de tratarla mejor (le riñó su madre, ese tipo de bronca la llevaba teniendo con su hijo desde que Bea empezó a gatear. Cristina conocía muy bien esa dualidad tirano/salvador que solían tener los mayores, al fin y al cabo, ella había tenido 4 hermanos mayores. Y por lo general no se metía mucho, pero había veces que Mark se pasaba de la raya, ya fuera en el sentido salvador o en el sentido tirano).
-         Estoy harto, a ella siempre le reis todas las gracias, yo estaba antes, estaba acabando de ver una peli, ella solo ha venido a incordiar (Mark también alzó la voz, ya que no le daban la razón por sus razonamientos quizás se la dieran por sus decibelios).
-         La salita es de los dos, eso fue lo que os dijimos cuando llegamos (Cristina intentaba razonar con su hijo, pero era terco como su madre). Y como ha dicho Pedro si no sabéis compartir, se cierra y punto.
-         Pero yo sí que sé compartir (gritó indignado), es ella que no sabe (apuntándole con el dedo). Yo siempre lo estoy compartiendo todo con ella, y a ella nunca le obligas a compartir nada de lo suyo.
-         Mark, no me hagas hablar que aún saldrás perdiendo.
-         ¡Te odio! ¡Siempre te pones de su lado! (dijo rojo de rabia)
-         ¡Mark! (le llamó de nuevo la atención su madre que ya se estaba poniendo muy impertinente).
-         Noooo, mira (poniéndole el brazo en todos los morros para que viera bien los arañazos. Que por cierto, tenían una pinta horrible, Bea debía cortarse las uñas en vez de pintárselas con colores fosforitos) Y aún no te oído ni decirle ni mu. Pero si yo le hubiera puesto el brazo así, ya me habrías despellejado vivo o me habrías echado a la puta calle.
-         ¡Mark, se acabó! ¡Vete a tu habitación! (le ordenó Pedro)
-         ¡Claro que sí!, Mark vete  a tu habitación (imitó a Pedro), si ya lo sé yo, si yo os molesto…pero no sufras en una semana haré 15 y cuando tengas los 16 pediré la emancipación y me largaré de aquí, ¡Y así podréis jugar los tres a las casitas hasta que reventéis! (dijo furioso y subió a su habitación dejando a todos con la boca abierta esa pataleta era más propia de Bea que de Mark) .
-         ¿Te puedes encargar de Bea? Yo voy a ver que mosca le ha picado ahora a mi hijo.
-         Vale (dijo aún perplejo Pedro. Pedro esperó a que Cristina subiera a la habitación de Mark y una vez escuchó la puerta cerrarse le indicó con el dedito que se acercara a Bea. Pedro estaba muy serio, aquella tarde había visto una faceta de Bea que no le había agradado para nada).
-         Estoy bien aquí (dijo tímidamente pero intentaba parecer segura).
-         Bea (y se palmeó sobre la rodilla).
-         Pedro soy muy grande para sentarme sobre tus rodillas (y le regaló una de esas sonrisas encantadoras y se sentó a su lado en el sofá. Cristina también las tenía pero eran un poco distintas  a las de Bea, en la sonrisa de Cristina siempre había algo de picardía).
-         Cómo quieras (Pedro no pudo más que sonreír, nunca tuvo que sentar a Mark sobre sus rodillas para acabar dándole unos buenos azotes. Pero no podía recriminarle a la niña que intentará alejar su trasero lo máximo del alcance de su mano). ¿Me puedes decir qué es lo que ha pasado ahí arriba? (dijo poniéndose serio).
-         Mark, no me dejaba sentarme en el sofá (dijo poniendo morritos).
-         Eso ya nos quedó claro a todos, Bea. Lo que quiero saber es ¿Cómo acabó tu hermano con el brazo en carne viva?.
-         Fue sin querer, no se movía.
-         Beatriz, no me gusta que me tomen por idiota o que me mientan, esas marcas no son de “fue sin querer” le clavaste bien hondo y a conciencia tus uñitas.
-         Él no se movía (dijo cruzándose de brazos).
-         ¿Y eso te da derecho a hacerle daño a tu hermano de esa manera?
-         Él es más grande que yo y más fuerte, ¿qué querías que hiciera?
-         ¡Exacto Beatriz, él es más grande y fuerte que tú! Y no ha utilizado la fuerza contigo ¿no?
-         Me ha empujado (dijo un poco gallita)
-         ¿En serio? (Pedro arqueó una ceja).
-         Si (Pedro la miró son darle mucho crédito) un poco (finalmente admitió viendo que Pedro no se lo acababa de creer).
-         Beatriz, no me importa lo burro que se ponga tu hermano, no quiero ese tipo de acciones en mi casa. No más arañazos. Ni arañazos, ni mordiscos, ni puntapiés, ni bofetones, ni collejones ¡ni nada! Está IMPERATIVAMENTE PROHIBIDO en esta casa PEGARSE.
-         Pero mamá y tú (empezó a protestar)
-         Perdón, déjame que replantee mi frase: “Está IMPERATIVAMENTE PROHIBIDO en esta casa que tú o Mark PEGUÉIS.
-         Pero él es más fuerte ¿Cómo he de hacer que me respete, eh?
-         Pues, muy sencillo acudes a tu madre o a mí.
-         Yo lo intenté pero mamá no vino (dijo mirándolo con mucha actitud).
-         Tu madre no subió porque creía que era una pelea típica entre hermanos y que sabríais solucionarlo sin su ayuda, ya tenéis una edad, Beatriz, para estar todo el día en plan acusica. Y eso va también por Mark, no te creas.
-         ¿En qué quedamos acudo a mamá o no acudo? Bufffff
-         Beatriz, si tu hermano se pone estúpido acudes, pero si tu hermano está tan tranquilamente acabando de ver una película y decides que para los 10 o 15 minutos que el quedan se mueva y que vea lo que tú quieras NO, en ese caso no llames a tu madre.
-         Eso no es así.
-         Beatriz, que a estas alturas ya nos conocemos un poquito. Tú no te acuerdas de la existencia de la salita hasta que ves que tu hermano se mete. Y podías haberte sentado en el sillón perfectamente, es muy cómodo y se ve muy bien la tele también (Bea estuvo a punto de replicarle pero Pedro le echó una miradita que se lo hizo replantear).  Sé que todo eso de chincharse es algo normal entre hermanos, no tengo hermanos, pero tus tíos fueron como unos hermanos para mí, y se pasaban la vida buscándose las cosquillas los unos a los otros. Es más a día de hoy se siguen picando los unos a los otros. Pero una cosa es un sano pique entre hermanos, y otra de muy distinta, es llevarte medio brazo de tu hermano.
-         No pensé que le haría tanto daño, me estaba molestando.
-         Beatriz, no era Mark él que entró a molestar, y si estás molestas con tu hermano se lo dices pero no te tiras sobre él como una fiera salvaje. ¡No eres un animalito, eres una persona!
-         Pero…
-         No Beatriz, no hay peros, sabes muy bien que ese tipo de comportamiento no es tolerable.
-         ¡Él me insultó! (dijo indignada)
-         Y tú a él, Bea, que no somos sordos en esta casa, aunque vosotros os empeñéis en creerlo. Y Beatriz, Tu madre ya se está ocupando del comportamiento de tu hermano, así que deja de preocuparte tanto por lo que hace o dice tu hermano, y empieza a preocuparte por lo que hace o dice la señorita Beatriz Eugenia Geldof. Y ahora deja de hacerte la remolona, que ambos sabemos lo que viene (Bea se puso muy rígida y lo miró horrorizada).
-         No puedes.
-         No es lo que ha dicho tu madre (y la agarró por la muñeca y tiró de ella y se la colocó sobre el regazo, como ya había hecho en varias ocasiones con su hermano).
-         Nooooooo (Bea pataleaba y se retorcía como una fierecilla)
-         Plaff (cayó una palmada y Bea que no se esperaba que esa primera palmada fuera tan fuerte se quedó quieta de golpe) ¿Has acabado ya? (dijo muy regio Pedro. Pedro no le volvía loco tener que hacer de padre de los chicos, pero lo que no iba a permitir es que se comportaran como auténticos salvajes delante de sus narices y en su propia casa).
-         ¡Me pegaste! (dijo indignada)
-         No, aún no, pero a eso vamos (y le subió un poco la faldita del vestido y le bajó las braguitas hasta debajo justo de las nalgas, para preservar un poco de modestia de la niña. Bea tragó saliva y se agarró con fuerza al cojín del sofá, preparándose para lo que se le venía encima). Plass, Plass, Plass, Plass, Plass (Pedro dejó caer 4 nalgadas en la nalga derecha) Plass, Plass, Plass, Plass, Plass (y a continuación otras 4 en la nalga izquierda) Plass, Plass, Plass, Plass, Plass Plass, Plass, Plass, Plass, Plass Plass, Plass, Plass, Plass, Plass (12 seguidas sobre la nalga derecha) Plass, Plass, Plass, Plass, Plass Plass, Plass, Plass, Plass, Plass Plass, Plass, Plass, Plass, Plass Plass, Plass, Plass, Plass, Plass (16 seguidas sobre la nalga izquierda)
-         ARGGGGGGGGGGGH AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY AU AU NOOOO AAAAAAAAAAAAAY DUELE DUELE NOOOO NO TAN FUERTE AAAAAY NO PEDRO NOOOOO AYYY AUUU ME LASTIMAS AAAAAY AUUUUU AAAAH
-         (Pedro encontró que aquel era el momento para empezar a reñirla) VAS A DEJAR DE BUSCARLE LAS COSQUILLAS A TU HERMANO A CADA RATO Plass, Plass, Plass, Plass, Plass NO VOLVERÁS A ATACAR A TU HERMANO NI ANADIE Plass, Plass, Plass, Plass, Plass SE ACABÓ COMPORTARSE COMO UNA PRINCESITA CONSENTIDA Plass, Plass, Plass, Plass, Plass SI VUELVO A PILLARTE LEVANTÁNDOLE LA MANO A TU HERMANO Plass, Plass, Plass, Plass, Plass ESTOS AZOTES TE VAN A PARECER PURAS CARICIAS Plass, Plass, Plass, Plass, Plass ¿ENTENDISTE?
-         AAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAAAAAAAAA SIIIIIII, NO MÁS, NO MÁS, SERÉ BUENA, NO LO HARÉ NUNCA MÁS, LO JURO, SERÉ BUENA, LO JURO, NO VOLVERÉ A PEGARLE A MARKY NUNCA JAMÁS EN MI VIDA AYYYYY AUUUUU AAAAAAAAYYY NOOOOOO AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGHH BWUAAAAAAAAAAAAA BWUAAA (Pedro le colocó de nuevo las braguitas en su sitio y le colocó bien la falda del vestido).
-         Shhhhhh ya está, Bea, yaaaaa, ya pasó shhhhhh ya está, cielo. Tú no vas a volver a pegar a tu hermano y tú y yo no vamos a tener que repetir esto nunca más shhhhhh (aquello lo decía más para él que para ella. Pegar a Bea era totalmente distinto que pegar a Mark. Con Mark la mayoría de veces se tenía que frenar, porque de buena gana le arrancaba la piel a tiras, en cambio con Bea se tuvo que obligar a darle en serio, porque de buena gana le hubiera dado solo 4 palmaditas amorosas y le hubiera dicho “no lo vuelvas a hacer, traviesilla”. Era difícil ponerse duro con alguien con esa carita de ángel y con esa vocecita y con esos ojitos...Era como antinatural, pero Pedro sabía que no podía dejarlo con una simple reprimenda o Bea al igual que su hermano cada vez iría a más. Como decía su abuelo, “lo que es malo, hay que cortarlo de raíz, antes que se extienda y te arruine toda la cosecha” o como decía el abuelo de los niños “si se hace bien a la primera, no hay porqué repetirlo” y él sinceramente no quería tener que repetirlo nunca más).
-         Lo sientoooo sniff
-         Ey, ey, no es conmigo con quien debes disculparte, jovencita.  No es a mí a quien has señalado todo el brazo (le dijo abrazándola para darle un poquito de afecto, no soportaba verla con la cara toda roja y los ojos hinchados y ella echa un mar de lágrimas) shhhhh luego a la noche, en la cena, te disculpas con Mark ¿eh?
-         Sniff sniff (asintió y sorbió los mocos y se limpió las lágrimas con la mano. Pedro respiró profundamente ser padre de un par de preadolescentes era terriblemente agotador. Ahora se compadecía de los padres de sus alumnos, quizás no fueran tan negligentes como había pensado todos estos años).
-         Shhhhh está bien, shhh todo está perdonado, todo está bien, cielo, shhhh ya se acabó (Bea se dejó caer sobre Mark y el la abrazó y le besó en la cabecita y estuvieron así hasta que la niña finalmente dejó de llorar).
-         ¿Estoy castigada? (preguntó aún un poco afectada).
-         Por mi parte, ya has sido castigada y más que perdonada, pero tu madre pueda que tenga algo que decir ¿Por qué no aprovechas que tu madre aún tardará y te das un baño de eso de espuma en la bañera de mamá ¿eh? (des de que se mudaron que Bea había querido bañarse en la bañera de hidromasajes de Pedro y Cristina pero su madre les había dejado claro que a su dormitorio no se entraba y por eso aún no la había podido probar, pero ahora que Pedro le daba permiso, no lo iba a desaprovechar y se le ilumino de repente la cara.  A Pedro también se le iluminó la suya y se le aligeró el corazón al verla de nuevo sonreír) venga ve.
-         Gracias (y le dio un abrazo fuerte y un beso y salió corriendo hacía la habitación de Pedro y su madre para tomar ese baño de burbujas en la bañera de su madre).
Y en la planta de arriba… 
Cristina Entró en la habitación de Mark sin llamar y se sentó en la cama al lado de su hijo que estaba bocabajo ocultando su cara por la almohada. Cris sabía que eso significaba que estaba llorando.
-         Mark, déjame ver ese brazo, anda.
-         Noooo, a ti no te importa (dijo a través de la almohada) .
-         Eyyy, claro que me importa, cielo, deja que te lo mire (pero Mark ni se movió), Marky venga (le dijo con cariño), por favor (Mark no se movió pero le alargó el brazo para que lo pudiera mirar). Bufff, vamos Mark levanto, eso hay que lavarlo bien y curarlo antes que se infecte.
-         Grrrrrr
-         Maaaaark.
-         Está bien, no me duele.
-         Mark, hazme feliz anda y deja que juegue a las enfermeras contigo, como cuando eras pequeñín.
-         Mamaaaaa (se quejó porque ya tenía 15 años y no podía tratarlo como si tuviera 5).
-         Venga, cielo (Mark finalmente se giró y efectivamente había llorado). Vamos al lavabo (Mark la siguió a regañadientes y dejó que su madre le lavara el brazo y le pusiera una pomada para que no se infectara y después le pusiera una vendaje) Ves, ahora puedes decirles a las niñas de tu clase que tuviste un accidente de motocross.
-         Eso solo funcionó contigo (riéndose porque Mark había escuchado ciento de veces la historia del “accidente de motocross” de su padre).
-         jejeje tienes razón las niñas de hoy en día no son tan ilusas ¿verdad?
-         Las españolas no (dijo con una mueca de tristeza).
-         ¿Mal de amores?
-         ¡No¡ ¡No me iría con una de esas ni loco!
-         Ey, te recuerdo que tu madre es una de esas! (dijo un poco ofendida)
-         No te ofendas mamá, pero no eres mi tipo jejeje (Cristina también tuvo que reírse a eso)
-         ok, ok, algo menos de lo que deba preocuparme. Y hablando de preocuparme, cielo ¿Me puedes contar qué es lo que ha pasado antes?
-         Tu niñita, que siempre está buscándome las cosquillas.
-         Lo sé, lleva haciéndolo des del día que aprendió que pones esa cara tan graciosa cuando te enfurruñas.
-         Yo no pongo ninguna cara (dijo enfurruñándose).
-          jajaja claro que no, cielo. Hijo normalmente lo llevas muy bien, me refiero que no sueles discutirte con Bea, no así.
-          Supongo que me harté que siempre todos tengamos que hacer lo que a la princesita se le antoja.
-         ¿Y te hartaste por? (le preguntó con media sonrisita Cristina)
-         Porque si (dio una respuesta bastante infantil y lo sabía pero no quería dar otra).
-         Maaark que te he parido a otro con esa pose de estar de vuelta de todo. Algo te ha hecho perder la paciencia con tu hermana y quiero saberlo.
-          Me he levantado con el píe equivocado (dijo encogiéndose de hombros).
-         Por favor Marky, por una vez me gustaría que no todo fuera una lucha contigo.  podrías ayudarme un poquito a comprenderte mejor (le miró poniéndole pucheritos de forma tan graciosa que hasta Mark se rió).
-           No es nada, supongo que Bea tiene razón soy bastante capullo.
-         ¡Mark! (Cristina se puso seria) no eres ningún capullo, no voy a mentirte, te juro que a veces pienso que te comportas como un pequeño salvaje, y que lo haces solo para molestar. Y si, hijo molestas, y lo sabes, pero creo que solo quieres que la gente se sienta como te sientes tú. Estás enfadado con la vida te sientes defraudado y estafado. Yo también hijo, yo también. Pero en vez de extender mi miseria  a los que me rodean, intento superarlo por ellos. Para que nadie se sienta triste o incomodo o apenado cuando esté conmigo.
-         Va a venir (dijo en un susurro de voz y sin poderla mirar a la cara).
-         ¿Quién va a venir? (le preguntó Cristina que no entendía por dónde iba la conversación)
-         Él (Cristina lo miró sin entender). Papá (finalmente dijo con rabia).
-         ¿Qué? (alzó la voz)
-         Shhhhhh (le dijo que bajará la voz. Mark no quería que Bea supiera que se lo estaba diciendo a su madre) Si, el otro día, le escribió un email a Bea, va a venir (Mark se estaba arrepintiendo de haber abierto la boca. Ralamente no quería hablar del tema).
-         ¿A Bea? ¿Cuándo va a venir? (están entre asustada, impactada y enfadada).
-         No lo sé, solo sé que pronto. Bea le preguntó si estaría aquí para la fiesta de final de curso y dijo que intentaría hacer lo posible para estar.
-         ¿Des de cuando tu hermana se escribe con tu padre?
-         Des de siempre (dijo bajando la cabeza y sonando muy arrepentido).
-         ¡Maldita sea Mark! ¿Por qué me ocultaste algo así?
-         No quería que sufrieras.
-         Yo soy la madre aquí, yo soy la que se preocupa de que vosotros no sufráis y no al revés, y si me ocultáis cosas ¿Cómo narices he de protegeros, eh? ¡dime! (Cristina estaba furiosa, pero no tanto con sus hijos sino con ella misma por no haberse dado cuenta).
-         No te voy a decir que lo siente, me dijiste que no querías más mentiras.
-         ¿y no decirme esto como lo llamas, hijo?
-         No te lo dije, no es que te mintiera.
-         Hay una línea muy fina que separa el Omitir del Mentir ¿y estabas jugando a eso conmigo? (Mark no dijo nada porque la respuesta era que sí) ¿y tú? ¿también has estado en contacto con tu padre?
-         ¡No, yo no! No le he repuesto ni a uno de sus emails, lo juro.
-         ¿Pero los recibías y los leías, no? (dijo resoplando por la nariz. Mark asintió con la cabeza sin poder mirar a su madre a los ojos) ¿Qué más cosas me ocultas, hijo? Di ¿qué más? (Mark se mordió el labio inferior) ¡Oh dios mío, hay más! (exclamó Cristina que reconocía ese gesto de su hijo)
-         No (enseguida corrigió)
-         Mark, te conozco, hay algo más y por esa cara puedo decirte que es gordo. ¿Hijo?
-         no te dije toda la verdad sobre el día que papá se fue.
-         ¿Marky? (Cristina se sentó en el bidet al lado de su hijo agarrándole las manos, pero no era tanto para darle su apoyo como para no echarse ella misma a temblar).
-         Antes de que papá me pillara en casa, le oí una conversación con Joshua (un compañero de trabajo de su padre que era como uno más de la familia). Estaban discutiendo y Joshua le dijo a papá que se estaba precipitando (Cristina lo miró extrañada), que la policía solo estaba investigando que no tenían ningún sospechoso. Y que si salía huyendo así entonces sí que levantaría sospechas.
-         ¿qué?
-         Papá desfalcó 12 millones de euros del ayuntamiento.
-         ¡QUÉ!
-         Shhhhh Bea no sabe nada (le puso la mano en la boca para que no continuara gritando).
-         ¿todo este tiempo sabías que tu padre había huido por miedo de ir  al cárcel?
-         Si, y también sé des de hace unos meses que está en Venezuela. Que mira tú por donde no tiene acuerdo de extradición con Holanda (pero si con España, pensó Mark).
-         ¡Dios mío! (Cristina se pasó las mano por la car no daba crédito a lo que estaba escuchando). No puede ser, tu padre jamás haría lago tan deshonroso.
-         Ya ¿y tampoco nos abandonaría, no? (Ahí le había dado de pleno Mark. Cristina se quedó muda durante un buen rato. Mark tampoco sabía que decir, así que ambos se quedaron sentados en el cuarto de baño sin decir nada).
-         Hijo, necesito que me prometas que si tu padre vuelve a contactar con vosotros me lo dirás de inmediato.
-         Vale (dijo no muy contento). ¿decía en alguno de esos emails cuales eran sus intenciones? ¿a qué venía?
-         A vernos, a disculparse, a compensarnos, bla bla bla, puras patrañas, no le creí ni una palabra, mamá, no sufras.
-         Ya, hijo, lo sé (le acaricio con cariño la cara).
-         Pero Bea si, ella sigue pensando que papá es perfecto. Está convencida que esto solo ha sido una pequeña separación temporal. Y que en cuanto regrese papá, tú dejarás al maestrillo (Cristina le echó una miradita de reprobación pero no dijo nada) y nos regresaremos todos a Rotterdam y comeremos perdices y seremos felices (dijo burlándose con puro odio).
-         Eso no va a pasar.
-         Lo sé. Pedro es un coñazo, pero al menos no me hace sentir como si no estuviera a la altura. Papá siempre me hacía sentir como si no acabara de complacerle, nunca era suficiente para él, no importaba cuanto me esforzara o incluso lo bien que lo hiciese, él siempre encontraba alguna pega. Sé que siempre dices que papá quiere que demos lo mejor de nosotros y que nos superemos y no nos conformemos. Pero mamá, ¿Qué le costaba decirme “muy bien hijo” alguna vez? Nunca lo dijo, jajaja (rio como un loco) y después resulta que él no era nada más que un vulgar ladrón, estafador y cobarde hombrecillo.
-         ¡Mark!
-         No, mamá, a estas alturas no me vengas a defenderlo. No tengo 10 años, sé lo que es mi padre. Y no me importaría lo más mínimo si no se hubiera pasado los últimos 14 años de mi vida machacándome con lo de la virtud, el honor, la honra y el orgullo. ¡Nunca me sentí a su altura, nunca! (gritó entre lágrimas) ¡Él se avergonzaba de mí! ¡no era el hijo que él hubiera querido! ¡Nunca fui suficiente para él! Así que comprendí que era inútil seguir esforzándose, jamás sería lo suficientemente bueno para él (Mark después de liberar esa rabia contenida de tanto tiempo se derrumbó) Snif snif snif ¿Por qué mamá? (ya lloraba abiertamente) ¿Por qué no era suficiente para él?
-         Shhhhhh mi  amor (lo abrazó y le acarició la cabeza mientras lo medio mecía y le susurraba la oído palabras llenas de amor y sosiego) tú padre es un hombre difícil. Pero créeme él te quiere, y sé que dejaros habrá sido muy duro para él. Yo no sé si podré llagar a perdonar a tu padre, pero hijo, mírame bien (le agarró la cara con ambas manos y le obligó a mirarla) tu padre siempre te ha querido con toda su alma, y siempre ha estado muy orgulloso de poder decir que era tu padre. No te cambiaría por nadie más en este mundo.
-         No es cierto…no dudó en dejarnos, no escuchó a Joshua, no me escuchó a mí, solo le importa él mismo. es un cobarde egoísta y ¡Le odio! Bwuaaaa (pero Mark no le odiaba y era eso lo que le rompía el corazón, el pensar que su padre, al que quería a pesar de todo lo que le había hecho le seguía queriendo, no le quisiera en cambio a él).
-         Shhhhhh ya está mi vida, yaaa déjalo ir, déjalo, suelta todo lo que tengas que soltar, no te lo quedes más a dentro (le decía Cristina mientras le acariciaba la cabecita).
-         No quiero, no quiero darle ese poder, no quiero que me importe, él no se lo merece, no quiero que me duela por su culpa más bwuaaaa
-         Shhhh ya está mi cielo, shhhh no pasa nada por sentir, aunque sea por sentir ese dolor, eso significa que también hay mucho amor. Hijo, siempre has tenido un corazón enorme, más grande incluso que le de tu madre, y eso ya es decir jajaja (Mark no quería reírse pero se rio).
-         Pues yo no lo quiero…
-         Me temo hijo que eso es de nacimiento, una vez naces con esa malformación, con esa malformación mueres…naciste con un corazón enorme y eso te traerá mucha felicidad pero también sentirás las penas más que los demás.
-         Pues no quierooooooo
-         Mi cielo, lo siento, pero tengo un hijo que es un amor aunque quiera vestirse esa coraza de “chico rebelde y duro”.
-         Mamaaaaaaaaaaaaa (dijo todo rojo por la manera tan infantil que le acababa de hablar su madre)
-         Jajajaja anda cielo, acuéstate un poquito, seguro que te duele la cabeza una barbaridad (Cristina sabía que a Mark le entraba unas horribles migrañas cuando lloraba). Yo subiré con un vaso de agua y una pastilla, en seguida (le dio un beso en la frente)
-         Mamá, no le digas a Pedro que lloré.
-         ¡Dios, hijo! No sé te van a caer los huevos por mostrar que tienes sentimientos ¿lo sabes?
-         ¡Mamá! (dijo escandalizado)
-         No me vengas con mamá, te escucho a diario decir cosas peores que huevos, así que corta el rollito y metete en la cama yo ahora te traigo esa pastilla plass (le dio una nalgadita para echarlo del cuarto de baño y que se fuera para la cama)

2 comentarios:

  1. ...ahora como que se esta entendiendo mas la cosa,pobre peque,que triste todo lo que ha tenido que sufrir solito,ojalá y el sol brille pronto para él,y así si alguna vez vuelve ha llorar sea por cosas que correspondan ha su edad.
    Cada vez mejor Little,ya te lo había dicho verdad??¡GRACIAS,disfruto mucho "tus"historias("S"),sí en plural,por favor no te detengas que están de LUJO!!!
    Marti.

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