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sábado, 20 de abril de 2013

Genma consigue localizar a los abuelos de Ryoga

Capítulo 3
Genma consigue localizar a los abuelos de Ryoga
Genma Saotome camino hacia donde Ryoga para ayudarlo a incorporarse.
-         ¿Te duele ahí? (Pregunto el sr. Saotome  tocándole el gemelo derecho)
-         Sí, tío. Me duele  mucho, no puedo ni mover el pie (Respondió el chico)
-         Bueno, en ese caso, tengo un remedio para tu problema muchacho (Habló Genma)
-         Eh… ¡Un remedio! ¿De qué se trata, sí se puede saber? (Interrogó el chico)
-         (Saotome  le quito el zapato al chico y luego agarró el dedo pulgar del pie descalzo  de Ryoga y con mucha fuerza,  tiró hacia atrás del mismo) Me refiero a este remedio.
-         ¡Ay! ¡Mierda, me duele! (Exclamó el jovencito)
-         ¿Dijiste algo? (Cuestiono el padre de Ranma)
-         Le he dicho, que me duele. ¿Cómo se atreve a hacerme algo así? (Preguntaba Ryoga seriamente, mientras se paraba del piso)
-         (Genma le observo y  le dijo) Bien, como ya estás bien. Procederé a llamar a tus abuelos. Espero que esta vez no haya más interrupciones.
-         ¡Maldición! Pero que insistente es, creo que no tengo más opciones, dejaré que les llame. Total,  ya buscaré la forma de controlar a mi padre (Pensó, esta vez Ryoga)
El  sr. Saotome cogió el teléfono nuevamente y empezó a marcar a casa de los abuelos del chico.
-         ¿Aló? ¿Casa de la familia Hibiki? ¿Con quién tengo el gusto? (Pregunto la abuela de Ryoga)
-         Hola, soy Genma Saotome, padre de Ranma un amigo de  su nieto ¿No se acuerda de mí?
-         Oh, sí claro, que lo recuerdo, usted junto con Soun son los mejores amigos de mi hijo Ryō  ¿Apropósito, que ha sido de Tendo? hace tiempo no se sabe nada de él, ni de sus tres niñas porque lo último…
-         Sra. Mei. Soun está muy bien en su casa con sus hijas, pero  no le llame para hablar de la familia Tendo.
-         ¿Ah no? Entonces  ¿Cuál fue el motivo de  su llamada?
-         Pues vera, es que su nieto Ryoga se metió en un problema y pues necesito hablar con Hibiki para informarle de los acontecimientos.
-         ¿Qué? Esto no puede ser posible, pero sí  de  todos  mis  nietos  es  el  único,  que no se mete en líos ¡Debe haber un error!
-         No Sra. Créame lo que le digo  y por favor páseme a Ryō  inmediatamente.
-         Mi hijo, no se encuentra, pero si quiere le paso a mi marido.
-         Está bien, Como guste.
-         Espere en la línea… (Dijo ella y se fue en busca del abuelo del chico)
-         (El Abuelo de Ryoga cogió el teléfono) ¿Aló? si, dígame
-         Sr. Ichiro necesito que venga urgente a mi casa, tenemos que conversar.
-         Sí, ya mi mujer me informo, no se preocupe iré enseguida.
El sr. Ichiro Hibiki llego a casa lo más rápido que pudo y sentó a conversar con el padre de Ranma largo y tendido en presencia de su nieto, quien escuchaba atentamente  el hilo de la conversación en silencio, mientras el abuelo del jovencito se quedaba boquiabierto a medida, que avanzaba la conversación.
-         Muy bien, eso era todo lo que tenía para decirle y pues como verá necesito que ustedes me ayuden a cubrir los gastos por los daños causados y también los cuidados de las personas, que resultaron heridas  (Añadió Genma)
-         Muchas gracias por informarme, yo le diré a mi hijo (Contesto el abuelo)
-         ¡Me parece perfecto! (Exclamó Genma)
-         Bueno, ya nos vamos y  le pido disculpas por el comportamiento de  mi nieto. Le aseguro que mi hijo y yo nos vamos a encargar, que esto que acaba de pasar no vuelva a ocurrir, nunca más (Dijo Ichiro, mientras agarraba de la muñeca a Ryoga)
-         Ahhh… pues, espero que puedan conversar y aclaren todo (Respondió algo preocupado Sotome al ver la cara de disgusto del abuelo del chico)
-         Sí, lo haremos. Adiós (Fue lo último que dijo el sr. Y salió junto con el chico por la puerta de casa de la familia Saotome)
El abuelo fue con su nieto a tomar un taxi, que los llevara a la casa de este último, pero al parecer todos estaban ocupados, el señor decidió caminar con el chico hasta un parque, que estaba cerca  y  aprovechó  para reprender a su nieto.
-         Ryoga, ¿Qué diablos tienes en la cabeza? ¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así? ¡Exijo una explicación ahora mismo!
-         ¿Eh…? ¿Me hablas a mí? (El pre-adolescente contesto con una pregunta, sin darle mayor importancia al interrogatorio de su abuelo)
-         ¡Claro, que es contigo! No veo ningún otro Ryoga por aquí, así que hazme el favor de responder mis preguntas.
-         ¿Preguntas? ¿Cuáles? Yo no te entiendo.
-         Mira muchachito no me estés tratando de tomar el pelo. Sabes muy  bien, que  hablo de tu pésimo comportamiento. No creas, que esto va a quedar así, no saldrás ileso como siempre. Hablaré con tu padre para que te de un castigo ejemplar (Dijo seriamente su abuelo, mientras lo miraba directamente a los ojos)
-         ¿Ahh, Sí? (como se le ocurre amenazarme con esas tonterías, como si yo fuera un mocoso de cinco) pues para mí no es nada nuevo quedarme encerrado en mi habitación el resto de las vacaciones (Replico el muchacho cruzándose de brazos)
-         ¡Oh!  pareces muy valiente cuando hablas. Ya veremos cuando le tengas, que explicar todo  lo  mal que te portaste a tus padres.
-         Pues, se los explico y ya. Cometí un error como cualquier ser humano. No veo porque armas tanto drama. Además el problema es mío no tuyo. (Añadió en un tono un poco altanero)
-         ¿Qué dices?
-         ¡Encima eres sordo! Mira me refiero que no debes interferir en lo que no te importa.
-         Grrr ¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma? Soy tu abuelo, merezco respeto.
-         ¿Qué te molesta? Solo he dicho la verdad. Es mi problema y yo hablaré con Ryō y Kaori para explicarles a mi modo como pasaron las cosas, así que más vale, que no te metas  ¿Entendido?
-         (El Sr. Ichiro agarró a su nieto,  por el cuello de  su camiseta sin mangas que cargaba) Grrr, mira pequeño insolente, será mejor que cierres tu gran boca, porque si vuelves a contestarme en ese tono. Juro, óyelo muy bien. Juro por mi vida, que te quedas sin dientes.
-         Lo siento. Yo no quería hablarte así, pero es que estoy preocupado (Respondió el chico con un tono de voz dócil)
-         Está bien, disculpas aceptadas, pero te aconsejo, que controles esa boca, sino te va a meter en muchos problemas.
-         De acuerdo.
-         Aaah y hablaré con tus padres y les contaré la versión del  sr. Saotome.  No la tuya y no te quiero oír llamar a tus padres por el nombre ¡Qué Falta de respeto!
-         ¿Y qué tiene de malo? Sí son sus nombres se oye mejor que llamarlos Sr y Sra Hibiki ¿No crees?
-         ¡No, ninguna de esas formas se escucha bien! Tú eres su hijo, para ti ellos son tus padres,  los debes llamar padre y madre, no por el nombre. ¡No seas irrespetuoso!
-         ¡Tonterías! No veo nada mal en eso. Igual todos  me llaman Ryoga y no me incomoda ¿Por qué yo no les puedo llamar a ustedes  abuelos e incluso mis padres por su nombre? ¡Me parece injusto!
-         ¿Pero qué fresco eres? Mira mejor ya vámonos a casa, no pienso perder mi tiempo discutiendo con un chiquillo tan  terco como tú  (Se paró de la banca en la que estaba, luego cogió del brazo a Ryoga y se apresuró a parar el primer taxi, que vio vació para abordarlo)
El taxi los llevo hasta la calle número once del barrio de Asakusa. El abuelo del jovencito llego a una casa color morado e inmediatamente grito el nombre de su hijo, desde fuera varias veces, hasta que salió una Sra. de mediana estatura y le contesto:
-         Hola ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué se les ofrece?
-         Buenas tardes Sra. Esta es la casa de la familia Hibiki. Estoy buscando a mi hijo Ryō.
-         Disculpe Sr. Pero ese tal Ryō Hibiki que usted menciona, no vive aquí.
-         ¿Cómo? pero sí él mismo me dio la dirección. ¡No puede ser posible!
-         Bueno, se habrá equivocado porque esta es la residencia de la familia Susuki.
-         Perdone. Iré a preguntar en otro lado (Dijo el abuelo y se fue con su nieto)
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Mientras tanto…
-         Hola cariño ¿Cómo estás? ¿Dónde están los niños? ¿Pensé que estabas de excursión con ellos? (Hablaba Nodoka)
-         Ay mujer. Sí te contará. Fue un laaargo día.
-         ¿Por qué, sucedió algo, mientras estuve fuera?
-         ¡Jumm! Ni te imaginas.
-         No, me digas. Seguro fue otra de las rabietas de Ranma.
-         Ojalá hubiera sido  eso.
-         ¡Ah, no! Y entonces, ¿Que paso?
-         Ten, míralo por ti misma (Dijo su esposo entregándole un reporte elaborado por el oficial, donde se mostraba el resumen del asunto)
-         (Nodoka lo miro y abrió los ojos como plato) ¿Quee? Pero ¿Por qué, hicieron eso?
-         No, se mujer. Esos dos parecen perro y gato. Pero ya yo le di su merecido a Ranma y hablé con el abuelo de Ryoga.
-         ¡¿Le pegaste?!
-         Sí, mujer es la única forma de que ese chiquillo entienda,  las palabras no hacen efecto en él.
-         ¿y le diste muy fuerte? Pobre ya le habíamos pegado ayer.
-         ¡Cual pobre mujer!  Ranma ya no es un niño pequeño, es casi un adolescente y solo le di unos cuantos correazos. Te digo algo, la próxima vez, que se porte mal seré  más severo. Ojalá,  ni se lo ocurra hacer otra cagada porque te  juro, que  le irá peor. Ya, estoy cansado de la misma situación. O  se corrige por las buenas o lo acabo a punta de látigo.
-         ¡Genma, Cálmate!  ¡No hables de esa manera!  ¿Cómo puedes pensar en hacer algo así?
-         Es lo, que se merece. Ese mocoso, esta insoportable.
-         Amor, debes tener paciencia. Está entrando en una etapa difícil.
-         Que difícil, ni que nada. Ser adolescente no es el problema. Es la actitud, que muestra. Parece, que no tiene nada en el cerebro. ¿Cómo va a pelearse en un lugar público? ¿A ver explícame eso?
-         Bueno, si tienes razón, pero ya lo castigaste. No crees, que estas exagerando las cosas.
-         ¡Claro que no! Ranma siempre se mete en problemas. No hay un solo día,  que no me haga enojar ¡Ya no sé, qué hacer con él!  Me matará de un infarto de tanto coraje.
-         Vamos amor, te digo, que es solo la edad, ya verás cómo va a madurar en un par de años. Bueno te dejo. Voy a la habitación de mi hijo a ver como esta.
-         Está bien, lo que digas, yo mientras tomaré un baño de agua caliente para relajarme (Respondió él)

1 comentario:

  1. Nicole, espero que estés muy bien, he visto que has actualizado. Te confieso que yo vi este anime de Ranma y medio y me partía de la risa con cada episodio y quiero agradecerte por crear este fic, es realmente divertido. Tienes muy buen humor chica! Al fin Genma localizo a los abuelos de ese crío sinvergüenza. Ha fingido dolor jaja, pero no le han creído jajaja y tiene coraje. Joder! como le ha contestado al abuelo de esa manera!!!

    Giovanni siempre leyéndote.

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