Páginas Amigas

miércoles, 15 de mayo de 2013

Capitulo 22



Las dos semanas que faltaban para los temidos exámenes de recuperación de septiembre pasaron muy lentamente para Mark. Que al no poder a salir de casa solo y no tener ningún tipo de distracción en casa tampoco las horas, y días se le hicieron eternos. Hubo momentos que hubiera preferido que su madre le hubiera dado una zurra por lo del tatuaje si con eso pudiera salir un ratito a solas con Ana María.
-         ¿no estás nervioso? (dijo Ana María apretando el fuerte el brazo, mientras esperaban en el pasillo a que fueran llamando a los alumnos para entregarles las calificaciones)
-         No (dijo bastante serio Mark)
-         ¿ni un poquito?
-         Bufff (resopló cansado) no, ni un poquito.
-         Jooo Mark, que de los resultados de estos exámenes depende nuestro futuro
-         ¿nuestro futuro? ¿creí que era el mío? O al menos eso no para de decirme Pedro.
-         No, entiendes, estas dos últimas semanas han sido realmente duras. No hemos podidos vernos y las dos únicas veces que nos hemos visto tu madre estaba delante.
-         Lo sé (dijo enfadado Mark).
-         Y Adri me dijo que si repetías, ibas a estar castigado hasta el fin de los días (dijo poniendo morritos). Por eso me he aguantado estas semanas. Yo te necesito solo para mí, aunque sea solo un ratito.
-         Mi tío Adri es un puto bocazas.
-         ¿y quién no en tu familia? (dijo enfadad esta vez Ana María) ¡Aún no le perdono a tu madre que llamara a Lucia para contarle lo del tatuaje!
-         Yo tampoco se lo perdono (dijo muy seco Mark). Lo siento, lechuguita (le dijo acariciándole dulcemente la mejilla).
-         Ya, menos mal que mi madre no es tan histérica como la tuya. ¡Hasta le gustó mi tatuaje! (dijo acercándose mucho a Mark y asegurándose que nadie les estaba mirando le enseñó un poquito de su tatuaje. Mark sonrió y la agarró del culo y se la trajo hacía él abrazándola fuerte y dándole un beso de esos que hacen incomodar  a los que están alrededor).
-         ¡Mark, que estás en tu escuela! (dijo un poco sorprendida Ana María, que a pesar de ser tan lanzada en lugares como ese se cortaba mucho)
-         ¡Va, son todos unos atajos de amargados, para uno que si que folla que se chinchen! (en ese momento salió un profesor del despacho y empezó a llamar por orden alfabético a los chicos de secundaria que se habían presentado a los exámenes de recuperación de septiembre. El ambiente se hizo muy intenso entonces)
-         Mark Erwin Geldof (dijo el profesor una hora después que empezaran a llamar a los chicos).
-         Si (dijo poniéndose de píe)
-         Pasa por favor (dijo el profesor manteniendo la puerta abierta hasta que Mark entró en el despacho. En el despacho estaban sentado en una larga mesa de madera todos sus profesores del curso, Mark se rio al verlos, parecían el jurado de uno de esos estúpidos programas de talentos que a su madre le encantaban. Todos los chicos que habían pasado hasta entonces se quedaron en el centro de píe esperando el veredicto. Mark saludó de forma demasiado familiar y se sentó en una silla de la punta de la mesa que quedaba libre. Eso hizo que algunos de sus profesores, que habían sido sorprendidos gratamente con el progreso de Mark, retorcieran el hocico). Tenemos aquí los resultados de tus exámenes. Empecemos (dijo el profesor de Mates que era el tutor de su clase y abrió la carpeta de su expediente y sacó unas cuantas hojas, Mark reconoció la primera era la hoja con el membrete de la escuela, esa eran sus notas, los demás papeles parecían sus exámenes) ¿tienes especial interés por saber alguna primero?
-         No (dijo muy seco y se lo quedó mirando fijamente con una pose de superioridad que molestaba a  alguno de sus profesores).
-         Entonces, empezaremos con la mía, debo felicitarte por tu nota en matemáticas, ya me había dado cuenta que tenías facilidad para las mates, pero como te negabas a entregar tus tareas y a rellenar tus exámenes, no podía puntuarte en base a corazonadas. Pero con este examen en la mano, puedo hacerlo
-         Al grano, profesor (le cortó Mark)
-         8,6 sobre 10, eso hace un notable alto (Mark sonrió por un segundo pero volvió de inmediato a su pose de perdona vidas) Inglés 10/10 pero eso ya lo sabíamos ¿verdad? , ciencias naturales 7/10, física y química 8,2/10, música 10/10, religión 6/10, educación física 9/10, historia 5/10, lengua y literatura española 0/10. Me temo que al haber más de cinco faltas ortográficas en tu examen, dejamos de corregir y quedaste automáticamente suspendido. También debo advertirte que el periodo de gracia por ser extranjero es solo de 2 años, así que a partir de entonces la regla de las 5 faltas se te aplicará en todas las asignaturas, no solo lengua, al igual que el resto de tus compañeros. Aunque hiciste muy buenos exámenes, de haberte aplicado la regla, los habrías suspendido todos, incluido mates, Mark. Debes ponerte rápido al día de la lengua española, ahora que hemos visto de lo que eres capaz cuando quieres, estamos seguros que serás capa de ponerte al día pronto. Por eso recomendamos que pases de curso.
-         ¿ya está? (preguntó condescendiente Mark, pero por dentro estaba dando botes de alegría)
-         Te esperamos ver en 4º la semana que viene, y enhorabuena (y uno por uno le fueron dando la mano y felicitando. Cuando estaba a punto de salir, el profesor de mates le dijo que el director quería verlo antes de que se marchara. Mark arqueó la ceja y el profesor de mates le dijo que no sabía referente a que quería hablarle. Al salir del despacho, Mark le indicó con el pulgar levantado a Ana María que todo había ido bien Y Ana María se le tiró  a los brazos y empezó a besarlo allí mismo, sin importar ahora la vergüenza).
-         He de ir a ver al profe (le dio sus notas para que las viese) ahora regreso.
-         Ok, estaré aquí esperando (y se sentó en un peldaño de la escalera. Pedro terminó de entregar sus notas 10 minutos más tarde y fue a pasar por donde los de secundaria por si veía a Mark. Él ya sabía las notas desde hacía dos días, pero había guardado silencio, quería que Mark se llevara la sorpresa. Al girar la esquina vio a Ana María sentada sola en la escalera con el teléfono en las manos).
-         ¿está dentro? (preguntó sentándose a su lado en la escalera. Ana María no era alumna suya ni lo sería, por lo cual podía mostrarse más cercano y sentarse en las escaleras a esperar con ella).
-         No, ya salió, el director lo mandó a llamar (Pedro la miró extrañada) son geniales (enseñándole las notas).
-         Lo sé, me avergüenza decir que hasta a mí me ha sorprendido, no esperaba que las aprobase todas.
-         Todas no, lengua precisamente la suspendió.
-         La suspendió por que hizo muchísimas faltas, vi el examen si no hubiera sido por las faltas hubiera sacado un 6/10, mucho de sus compañeros han suspendido también lengua y eso que son españoles y llevan estudiando lengua toda la vida. La parte teórica la lleva bastante bien, es la práctica la que flojea mucho.
-         Bueno ya me gustaría ver como lo hacíais todos vosotros si ahora tuvierais que aterrizar en Holanda y hacerlo todo en holandés (dijo Ana María enfadada defendiendo a Mark a capa y espada). Ya te aseguro que yo no lo habría hecho ni una milésima parte tan bien como Mark.
-         Lo sé, estoy orgulloso y sorprendido, gratamente sorprendido (se apresuró a contestar). Precisamente por lo que dices pensé que Mark no le iría tan bien. Realmente le fue muy bien, teniendo en cuenta que no hizo nada durante todo el curso y solo ha trabajado estos últimos dos meses y medio.
-         No puedes tenérselo en cuenta, Mark lo ha pasado fatal con todo lo de su viejo.
-         Mark se ha estado escudando en esa excusa durante años para no pegar ni un palo al agua. Un día decidió que nunca sería lo suficientemente bueno y des de entonces que dejó de esforzarse, y con el abandono de Fred aquello ya fue la carta blanca para no hacer ni el huevo. Ana María me parece bien que lo defiendas, pero a mí me exaspera que se conforme con tan poco. Solo con que trabajara como lo ha hecho estos dos meses podría aspirar a la carrera que quisiese. Soy profesor desde hace mucho tiempo ya, sé ver cuando un alumno no da más porque no puede y cuando un alumno no da más porque no quiere. Y Mark Puede. (dijo señalando las notas) Y eso espero que le sirva de prueba.
-         Bufff (resopló Ana María).
-         Disculpa, menuda charla te acabo de soltar. Es que yo también he estado muy nervioso estas últimas semanas, realmente temía que tirase por la borda todo ese esfuerzo que ha hecho y volviera a dejar en blanco las preguntas.
-         Estuvo tentado, varias veces, me lo dijo, pero de haberlo hecho me dijo que su madre lo habría encerrado de por vida en su habitación y habría lanzado la llave.
-         Jajaja (Pedro pensó más en que Cristina lo habría puesto sobre sus rodillas y le hubiera dado tan duro que Mark no habría podido volver a sentarse ni en el día de su boda. Pero se lo calló). ¿Y quién dice que los estímulos negativos no funcionan?
-         ¿Los educadores?  (preguntó riéndose Ana María)
-         Jajaja esos educadores no tienen ni idea, jajaja seguro que esos educadores no tenían un hijo como Mark jajaja
-         ¡Eyyy que mi novio no es tan malo!
-         Le dijo el cucharón a la cucharilla.
-         Eeeeeehh (dijo fingiendo estar ofendida)
-         Ya ya, Ana María, a otro perro con ese hueso, que ya sé de qué píe cojeas tú también jajaja. Vaya par se han ido a juntar.
-         Oye que yo soy bien buena.
-         Quizás cuando duermes, y aun así tengo mis serias dudas jajaja (en ese momento apareció Mark muy enfadado y se le encaró a Pedro).
-         Acabo de hablar con el director, me ha dicho que le has recomendado que repita curso (dijo casi escupiendo, Ana María abrió mucho los ojos) ¿Es eso cierto? (dijo fulminándolo con los ojos).
-         Si y no. Es cierto que recomendé que repitieras sin importar lo que sacarás en estos exámenes, pero eso fue en Junio justo cuando supe que habías suspendido. Aún no había visto de lo que eras capaz cuando te lo propones, aunque sigo pensando que tu bajo nivel en la lengua castellana te será un gran lastre para los próximos curso, también sé que con un poquito de esfuerzo por tu parte serás capaz de sacarte el próximo curso.
-         No creíste que pudiera aprobar, ¿verdad? (dijo con rabia, veía que Pedro en el fondo era como Fred).
-         No, no lo creí y me alegra enormemente que me hayas dado una buena lección, Mark. Tienes mi palabra que a partir de ahora no volveré a dudar de tu capacidad nunca más. ¿Y tú, Mark? ¿volverás tú a dudar de tu capacidad para lograr todo aquello que te propongas? (Mark se quedó parado asimilando las palabras que le acababa de decir Pedro. Pedro sacó 50 euros de su bolsillo y se los dio a Mark) iros los dos a comer al italiano para celebrarlo, invito yo.
-         Pero estoy castigado, mamá…
-         Se acabó el castigo Mark, esas notas fueron tu indulto, y de tu madre…bueno déjame a tu madre a mi ¿vale?
-         ¿Indulto- Indulto? (preguntó sin querer entrar en detalles ya que su novia estaba delante. Pero Pedro le entendió y le sonrió lleno de complicidad)
-         Indulto-Indulto (asintió Pedro)
-         Ok, gracias (y sin darse cuenta le dio un abrazo a Pedro, agarró de la mano rápidamente a Ana María y salieron pitando de allí, no fuera que Pedro se lo repensase).
-         ¡MARK, EN CASA A LAS 4! (le dijo a gritos Pedro y se golpeó mentalmente a si mismo porque ya hablaba a gritos como los Martínez, cosa que le parecía detestable).
Una semana más tarde, lunes 16 de septiembre.
-         ¿Lo tenéis todo? (pregunto Cristina parando a sus hijos antes de que salieran or la puerta para su primer día de clases).
-         Siiii (los dos rodaron los ojos)
-         ¿seguro? ¿Bea llevas la cajita del aparato para la hora del desayuno y del almuerzo?
-         Ayyy (y subió corriendo al cuarto de baño que era donde tenía todo lo del aparato)
-         Jajajaj (se rió Mark)
-         ¿y tú has cogido el desayuno para media mañana?
-         Si, claro que si, y llevo dinero, venga mamá que no tenemos 4 años y vamos por primera vez al kindergarden, que esto ya lo tenemos por la mano.
-         ¿estuche? (dijo Cristina arqueando la ceja. Mark abrió la mochila y se lo enseñó)
-         Estuche, libretas, libros, carpeta y el desayuno de medía mañana (enumeró enseñándoselos a su madre ya cansado).
-         ¿Los deberes de verano y las recensiones de los libros que os mandaron para leer estas vacaciones? (preguntó Pedro justo detrás de Mark)
-         Joder, Pedro, te he dicho que no hagas eso, me vas a matar del susto, te voy a poner un puto cowbell sabes
-         Y yo te voy a lavar esa boca con jabón ¿sabes? Toma anda (y le dio el dossier con las tareas) estaba en la cocina, dentro de la nevera.
-         Jajaja (rio nervioso y miró a su madre y puso cara de circunstancias) Lo debí dejar ahí cuando fui a por el desayuno.
-         ¡El desayuno no te lo dejas, no! (dijo Pedro que no dejaba de sorprenderse por cuanto comía Mark y aun así siempre decía que tenía hambre).
-         Ya está (dijo Bea bajando corriendo por las escaleras con el neceser en la mano).
-         Bea, cielo, no se corre por las escaleras, te lo tengo dicho muchas veces.
-         Yaaaa (dijo rodando los ojos) vámonos, no quiero llegar tarde (dijo Bea tirando de la mano de Pedro, Pedro apenas pudo darle un beso a Cristina).
-         Mark (le llamó su madre que lo miraba exactamente igual que la primera vez que lo dejó en la guardería), pórtate bien, hijo. Y aprende mucho (y le dio un beso en la mejilla).
-         Mamá, algún vecino podría verte (dijo escandalizado)
-         ¡Jajajaj oh por dios! (dijo con ironía) una madre que quiere a su hijo, que llamen a los SWAT ya! Anda, ve y que tengas un buen día
- Voy andando, gracias (dijo furioso Mark cerrándole la puerta del coche en las narices a Pedro).
- ¡Mark venga! No seas ridículo y sube al coche (Mark siguió caminando).
- Quédate aquí y no salgas (le dijo a Bea y Pedro salió del coche y fue tras de Mark y lo agarró del brazo para pararlo). ¡Mark! Esto es ridículo, venga sube al coche.
- no (le dijo furiosos) Me apetece caminar.
- Mark, no es mi culpa que Mari Carmen tenga cáncer.
- No me jodas, Pedro, no me trates como si fuera gilipollas, no lo soy aunque todos penséis que lo soy.
- Mira, Mark entiendo que no te haga gracia que te de clases, yo tampoco estoy dando saltos de alegría, los niños de 15 no se toman sus estudios muy en serio ¿sabes?
- ¡Pues entonces haberte negado!
- ¿qué me negara? ¿Pero tú que crees que es trabajar? Que si no te gusta una cosa simplemente dices esto no me gusta y no lo hago y ya está.
- suéltame, ya te he dicho que voy andando.
- vale. Si necesitas que te dé un poco el aire para que se te pase el enfado por mi bien. Pero Mark, que te quede claro que yo no he pedido dar clase a los de tercero y cuarto, tu a vuestra profesora le han diagnosticado cáncer y es una buena compañera mía, y ocuparme de sus clases es lo mínimo que puedo hacer por ella en estas circunstancias.
- ¡Oh si, el buen samaritano de don Pedro Martín! Me encanta que siempre ayudes a todos menos a mí. Joder te vas a casar con mi madre podrías tenerme un poquito en cuenta.
- Mark, ¿te estás escuchando? Mari Carmen tiene cáncer y tú solo te preocupas que tu padrastro va a darte las clases de lengua (Mark se quedó parado aquella era la segunda vez que escuchaba eso de padrastro y de boca de Pedro sonaba aún más horrible).
- Si, ya lo sé , soy un puto egoísta, ya me lo has dicho muchas veces, me ha quedado claro (y se soltó del brazo y se fue. Pedro dejó que se marchar quizás un poco de aire fresco le vendría bien. Así que regresó al coche).
- ¿Por qué estaba enfadado Mark? (preguntó Bea cuando Pedro regresó al coche).
- Por qué le voy a dar clases hasta que Mari Carmen regrese.
- ¿vas a ser su profe? (dijo abriendo mucho los ojos)
- si (dijo sonando muy deprimido) ¿en serio no sé porque le dais tanta importancia? Todo este verano le he estado dando clases ¿y no creo que haya sido tan mal profesor, no? a ti también te doy clases de refuerzo ¿tan horrible soy? Se sincera.
- no, si eres muy buen profe, pero a mí tampoco me gustaría que me dieras clases en el cole.
- ¿pero por qué?
- porqué ya me odian lo suficiente para ser también la “hija del profe”. Vale que realmente no seas nuestro padre pero eso no lo van a querer entender mis compañeras de clase. Si cualquier tontería ya la retuercen para ponerla en mi contra. Imagínate eso. Cualquier buena nota o felicitación e profesor pasaría a ser porque “soy la hija del profe”. Además las niñas de mi clase ya me odian al igual que los niños de la clase de Mark. Lo siento Pedro, pero en esto estoy con Mark, es una auténtica putada.
- ¡Beatriz esa boca!
- Lo siento (dijo bajando un poco la cabeza) pero lo es.
- Pues no puedo hacer nada. No es culpa mía ¿sabéis?
- ¿no puedes decir que lo haga otro?
- no, no puedo (dijo un poco molesto porque no sabía qué se creían esos dos que era trabajar). Esto va a traernos problemas ¿verdad? (dijo para si mismo)
- ¿Con Mark? Ya te digo jajaja (Pedro le echó una de esas miraditas que hielan la sangre y a Bea se le cortó la risa de golpe).


Esa misma tarde, bastante más tarde.


- Deja de mirar el reloj, su toque de queda es a la nueve. No va estar antes aquí.
- Es lunes, mañana tiene escuela, cuando llegue tendrá que cenar y ponerse a hacer los deberes y estudiar ¿a qué hora planea acostarse?
- Dudo que planee ponerse a hacer todo eso cuando regrese a casa, lo de cenar seguro, pero después como mucho hará la tarea de la primera clase, el resto las hará haciendo durante las clases (Cristina reconocía le modus operandi de su hijo a la perfección porque ella hacía lo mismo cuando iba a la escuela).
- ¿Lo sabes? ¿Y no le dices nada? (Pedro no sabía si alucinar o enfadarse)
- ¿Estás de broma? ¡Las hace! Me importa un comino cuando o cómo, pero este año está haciendo sus tareas y las está entregando cuando toca. No pienso fastidiarlo atosigándolo más de la cuenta. Mark necesita que estén encima suyo, lo sé, pero también necesita un poco de espacio para creer que él está al mando.
- ¡Pero él no está al mando!
- no, claro que no jajaja solo es que lo crea…ya sabes, cómo hago contigo (Pedro se la quedó mirando con cara de miedo) jajaja estaba de broma, cielo, de verdad, no sé si es por lo de tener que dar clases a chicos tan pequeños o porque se acerca la boda, pero llevas un par de días un poco tenso.
- Lo siento cielo (dijo abrazándola un poquito más fuerte), tienes razón llevo un par de días de un humor de perros, lo siento si lo he pagado contigo.
- no, tranquilo, no la has pagado conmigo, ni siquiera con los niños, hasta hoy, claro. Cielo, yo si fuera Mark me lo hubiera tomado mucho peor. ¡Dios no quiero ni imaginármelo! ¡Mi padre de profe en el instituto! ¡Me hubiera suicidado!
- ¿tú también, Brutus?
- venga, cielo, ponte en el lugar de Marky (le puso ojitos de cachorrito).
- ¿Y quién se pone en el lugar del pobre Pedro? (dijo poniendo ojitos también).
- ohhhh pobrecito mío (dijo Cristina haciéndole mimitos) que nadie lo comprende (le dio un besito dulce en la boca).
- jajaja vale me lo tengo merecido por llorica.
- jajaja un poco si. Te voy a decir algo que quizás te anime un poco?
- esta noche…
- shhhh (le tapó la boca y miró hacía la cocina donde estaba Bea merendando) no era eso, pero si (Mark le dio un beso apasionado) jejeje. Ya hice la última prueba del vestido y no es por nada pero estoy preciosa. Jajaja
- Eso seguro (la besó en el cuello haciendo que se derritiera).
- La niña (dijo riñéndole porque ese estaba animando demasiado y ellos estaban en el salón a pocos metros de Bea).
- pues vayamos a la habitación (dijo sonriéndole maliciosamente).
- Esta noche. Y hay otra cosa…hoy  me ha dado mi jefe el regalo por la boda.
- quieres decir aparte de los 10 días que te pertenecen porque nos casamos
- jajaja si aparte, y no me refería a Jorge, me refería a Rafael, el subdirector.
- ¿y de qué se trata? (Cristina se levantó y corrió hacia su bolso y sacó un sobre y se lo entregó a Pedro)
- ¿Unas llaves?
- si son de una cabaña en la montaña, es de la editorial, nos corresponde la habitación 8. Normalmente te la dan cuando llevas 6 años en la empresa, pero ya sabes que desde hace unos meses estoy quedándome más horas porque vamos de culo con un pedido muy grande que nos han hecho ¿no? pues a mi jefe le ha encantado eso que me quedara más sin cobrar ni un céntimo por las horas extras (Pedro retorció el hocico). Y bueno han decidido que me darían la llave la antigua Cristina, que des de que se fue hace 4 años de la empresa no habían adjudicado la llave a nadie.
- ¿Y no tendrás problemas con tus otros compañeros?
- yo no pienso decirlo, y sé muy bien, que mis jefes tampoco. Además podemos ir cuando queramos. Cómo por ejemplo, este fin de semana.
- no sé, Cris, estando la boda tan cerca…y yo tengo que preparar también los exámenes de la primera evaluación.
- Cielo, los exámenes los puedes preparar durante toda la semana, te prometo que te dejaremos muy tranquilitos los niños y yo.
- no sé cariño, es mucho trabajo.
- mira, yo me encargo de las citas que tuvieses esta semana para lo de la boda, y de los niños. Y tú te centras a trabajar como un loco en esos exámenes.
- valeee, me convenciste, entonces este fin de semana ¿solo para nosotros, verdad? (dijo volviendo a ponerse en plan romántico).
- si, solos tú y yo y la naturaleza (Cristina también le besó muy sensualmente. En ese momento salió Bea de  la cocina).
- ¡Oh please, mom! ¡Son solo las seis de la tarde! (dijo molesta Bea) ¿No podéis esperar a la noche? De verdad sois como animales en celo puajjjj
- Ey niña, un respeto que soy tu madre
- eso digo yo un respeto, que soy menor y me vais a traumatizar (le contestó Bea).
- Otra como su hermano para lo que le interesa es menor y para lo que no ya es mayorcita grrrr
- da igual, me subo arriba, por favor, no hagáis mucho ruido (dijo para molestar a su madre y subió al piso de arriba. Pedro se quedó mirando a Cristina que se debatía entre seguir la discusión con su hija o quedarse con Pedro).
- estoy con Bea, deberíamos ir al habitación (dijo Pedro con sonrisita de niño travieso).
- jajaja si al final va a tener razón al niña, anda ve a tu despacho a trabajar en esos exámenes. Yo voy a por tu agenda a ver que planes hay para esta semana.
- Eres la mejor esposa del mundo (le besó una última vez antes de ir para el despacho).
- Lo sé.

- Vaya las 8:56, hijo apurando como siempre. Un día te va a salir mal y entonces tú y yo la vamos a tener.
- Como sea, mamá. Me subo arriba, ya cené con Ana María.
- Ey, ¿qué es toda esa hostilidad? ¿Te he hecho algo, hijo? (Cristina sabía perfectamente que su hijo estaría de mal humor durante varios días pero eso no significaba que estuviera dispuesta a aguantar ciertos desaires. No quería volver a pasar por lo del año anterior. Así que ahora lo cortaba todo de raíz, pero  siempre lo intentaba hacer de una forma muy suave).
- no mamá, no me has hecho nada (dijo cansado y se fue para su habitación pero Cristina lo detuvo a su paso).
- hijo, sé que esto es porque Pedro va a pasar a daros las clases de lengua. Lo siento hijo, sé que va  ser muy difícil para ti. Y me siento fatal por ti, porque es culpa mía que…
- no, mamá, no es culpa tuya, lo sé. Solo es que me jode un huevo tener que aguantarlo en casa y también en la escuela. Vale que a ti te mola eso de pasar las 24 horas con el maestrillos, pero yo sinceramente no estoy tan enamorado de él (dijo con ironía pero se notaba que estaba un poco decaído).
- Lo sé cielo, pero el año que viene cuando pasaras a bachillerato hubieras acabado por tenerlo igualmente (Mark se sorprendió que sui madre diera por tan seguro que él el año siguiente estaría en bachillerato). Solo es como si ya hubieras pasado a bachillerato ¿no?
- mamá, tengo deberes y no quiero que el profesor de lengua me riña por no haber hecho los deberes (dijo molesto).
- de acuerdo, cielo ¿seguro que no quieres cenar nada más? Te lo subo a la habitación ¿si quieres?
- No mamá, está bien, en serio cené como un cerdo, me cené todo lo mío y Ana María come como un pajarillo así que me comí la mitad de su pizza y postre y todas sus patatas (y subió para su cuarto a hacer los deberes. Cristina se quedó preocupada por su hijo).

- ¿Y Mark? (preguntó Bea al sentarse en al mesa y ver que estaba puesta solo para tres).
- ya cenó con Ana María.
- Creí que eso estaba prohibido. A cenar a casa ¿no? ¿Puedo ir mañana a cenar con…?
- no, no puedes, Beatriz a  cenar a casa (le dijo un poco enojada Cristina)
- Pero no es justo, Mark puede (dijo poniendo pucheros).
- Mark también tiene dos años más que tu (dijo zanjando así de golpe la discusión).
- Entiendo que no cene, pero podría bajar y hacernos compañía, se supone que durante la cena las familias hablan de cómo les ha ido el día y de…
- Pedro, déjalo, por un día que no cene con nosotros no se va a acabar el mundo (dijo muy seria Cristina. Cuando Cristina se ponía tan seria pedro sabía que no iba a bajarse del burro y que debía dejarla hacer).
- ¿te ha dicho algo?
- si, que tenía deberes y no quería que el profesor de lengua le riñese por no haber hecho los deberes.
- mañana no tiene clases conmigo (dijo extrañado Pedro).
- Lo sé, Pedro, lo sé. Sé el horario de mis hijos, gracias (dijo un poco malhumorada). Mi hijo no quería decirme que no quería cenar contigo a la cara para no hacerme sufrir por eso dijo lo de los deberes (Cristina dejó su servilleta sobre le plato) Se me ha quitado el apetito, también (se levantó y se fue a acostar).
- son las nueve y media (dijo Bea).
- No se ha ido a dormir, tu madre y tu hermano se parecen como dos gotas de agua.
- ¿y esto va a ser así hasta que se acaba el curso? (dijo Bea un poco triste).
- No, cielo, claro que no (Pedro se levantó y fue a darle un achuchoncito y cosquillas para animarla).
- Para Pedro ya no soy una niña pequeña jajajaja (pero lo cierto es que funcionó ambos se animaron mutuamente el resto de la cena)
- toc toc (picó Pedro en la puerta y después de unos segundos entró) hemos de hablar.
- Es tarde Pedro, ya me iba a dormir, hablamos mañana (dijo sonando como un importante empresario. Pedro no hizo ni caso y se sentó en su cama).
- Siento mucho que te veas en esa situación. De verdad, Mark, que lo siento. No lo digo para regalarte los oídos.
- Ya. Vale, lo sientes, ahora ya lo sé, ¿puedo irme a dormir ya es tar…(iba decir es tarde pero apenas eran las diez).
- Mark, prometo que no te pondré en evidencia en la escuela. No soy de ese tipo y lo sabes
- gracias (muy seco).
- Mark, no puedes enfadarte conmigo por algo que se me escapa totalmente de las manos, no puedo negarme, entiéndelo, si cubren la plaza con alguien de fuera, lo más seguro es que cuando Mari Carmen se ponga buena no tenga un trabajo donde volver, estamos en plena crisis, y los puestos de trabajo no se guardan. Es una auténtica cochinada y no creo que Mari Carmen se merezca pasar por eso a parte de lo que la pobre ya debe de estar pasando.
- Pedro, lo entiendo, vale. No me lo vuelvas a repetir, ya entendí (dijo molesto Mark, Pedro resopló pero no se movió de allí).
- ¿Preferirías ir a otra escuela? (Mark se quedó parado, nunca nadie le había preguntado nada referente a su educación a él. Hasta ahora su madre o su padre siempre habían tomado todas las decisiones y él simplemente le tocaba obedecer). Antes que me contestes, ya te adelanto que no iras al Cervantes (era el instituto de Ana María. Mark se le escapó la risa, la mente de Pedro siempre iba un par de pasos por delante y aquello que siempre ele irritaba tanto le había hecho gracia en ese momento tan tenso).
- ¿Y si dijera que si?
- Soy profesor, tengo muchos amigos de la época de la facultad y bueno ya sabes, amigos, conocidos, otros profesores con los que he coincidido aquí o allá a lo largo de mi vida, no creo que hubiera mucho problema por encontrarte otro centro, además aún estamos en el primer trimestre.
- Me cambiarás de cole y ya está (Mark estaba alucinando) ¿y mamá?
- tu madre quiere que estudies y que des lo mejor de ti ¿Dónde lo hagas? No creo que sea el problema, si fuisteis a parar a este colegio fue porque tu tía Silvia y yo trabajamos en él.
- ¿por qué no podría ir al Cervantes?
- porque ambos abemos que es el instituto de Ana María. Y si te cambiamos de escuela sería par que estudiases no para que te pusieras a ligar. Además ella esta en bachillerato y tú aún en secundaria. No hay que ser muy listo para saber que todos sus compañeros se meterán con ella por eso. Y para las chocas la vida social es muchísimo más importante que para nosotros.
- Pero en esos centros no tendría beca ¿no?
- Mark, este año tú ya no estás becado (le recordó Pedro), pero no, nadie becaría a alguien con tu expediente.
- ¿Cuánto es la matrícula del cole?
- no quieras saberlo (dijo riendo Pedro).
- tengo 15, no me trates como si estuvieras hablando con Pablo.
- 8000 euros.
- ¿qué?
- y el año que viene que pasarás a bachillerato serán 14000.
- ¡Te estás quedando conmigo! Mamá no tiene tanto dinero.
- No, no lo tiene. Y sois dos.
- Pero Bea ¿aún tiene beca verdad?
- sí, y tú también tonto (riéndose ya cansado de tomarle el pelo) me caso con vuestra madre en un mes, ahora sois mi familia, y los familiares de los miembros de la escuela no pagan matrícula.
- Entonces, mamá no pagó esos 8000 euros ¿verdad?
- no, tranquilo. Los pague yo, y cuando en enero les traiga el certificado de matrimonio me lo abonaran en cuenta.
- ¿tenías esa pasta? ¿y se la diste? ¿por mí? Pero…
- Mark, que me la devuelven en enero, y aunque no fuera así, se trata de tu educación, no es como tirarlo en un coche cuando el que tienes va perfectamente (criticando sutilmente  a Óscar y Miguel).
- pero, no tenía que hacerlo, yo no soy tú hijo, ni nada.
- Mira Mark, vamos a dejarnos de tonterías, no eres mi hijo, no. Tú tienes un padre y yo jamás tuve hijos. Pero eres el hijo de Cristina, llevamos mucho tiempo ya viviendo juntos, te aprecio y si te tengo cariño. Y no fastidies, tú también me tienes cariño. Aunque no te caiga del todo bien, no me odias ni te soy indiferente ¿estamos de acuerdo?
- si, bueno, no estás del todo mal
- Lo tomaré como un cumplido, Mark. Por supuesto que pague tu matricula, es tu futuro y sobre todo después de todo lo que trabajaste y te esforzaste este verano. Claro que la pague, y gustosamente. Tú te has ganado esa matricula, míralo así, es como si volvieras a estar becado pero esta vez por méritos propios.
- gracias.
- No Mark, al César lo que es del César. Y al igual que te digo cuando te comportas como un mocoso consentido o cuando estás siendo flojo o irrespetuoso, también te debo de reconocer que cuando te pones y te esfuerzas eres capaz de cerrarle la boca a cualquiera, incluso a este maestrillo aburrido, entrometido y molesto.
- Pedro, no es por ti, lo de esta tarde, me refiero a que si me jode que me vayas a dar clases, pero mis compañeros, no es que me importe, pero no me mola que digan según qué cosas de ti  o de mí, o de mamá. No deberían de decir nada de mi o de mi familia. Solo es que me gusta ser un tipo del cual no saben casi nada, y ahora es como si les abriera las puertas de casa.
- si dicen cualquier cosa solo tienes que decírmelo y lo corto de raíz.
- ¡NO! ¡NO SOY UN PUTO ACUSICA! TENGO 15 AÑOS, NO ME VOY A PONER A LLORAR POR QUE ME LLAMEN NOMBRES O SE METAN CONMIGO, Tengo dos buenos puños y sé jugar sucio (dijo con cara de sádico).
- Pues yo tengo un cinturón (enseñándole la correa) y también puedo usarlo para otros menesteres a aparte de aguantarme los pantalones. Nada de peleas Mark, hablo muy en serio. Si crees que no podrás aguantar la presión, me lo dices y te cambiamos, ahora que aún no es tarde, de instituto (Pedro utilizó una treta muy vieja, era aquella de retarlo, Mark parecía responder bien a los retos).
- no, no es necesario, puedo aguantar a eso capullos, no me afecta lo que 4 gilipollas puedan decir de mí.
- igualmente quiero que te lo pienses bien durante estas dos semanitas que quedan antes de los exámenes. Y me dices algo antes de Navidad ¿de acuerdo?
- vale (dijo rodando los ojos)
- Y Mark, una cosa más, si vuelvo a oírte esta semana decir una palabrota más te lavo la boca con jabón y te doy palmadas en el culete como a un niño pequeño cuando se porta mal. Lo juro, si vuelvo a oír una palabrota más salir de esa boca, me voy a enfadar pero mucho. Ya acabé con las advertencias, (apuntándole con el dedo).
- siii, nada de palabrotas, ya (volvió a rodar los ojos).
- Hablo en serio Mark, estás avisado (le advirtió una vez más Pedro y salió de la habitación)

1 comentario:

  1. Wow increíble me ha gustado mucho entiendo un poco a Mark yo tengo de profe aL mejor amigo de mi padre de toda la vida y no es la primera vez y la verdad es que es estresante ya que bajita la mano me exige un ppoco más que a los demás e incluso me anda retando no es agradable que los demás se den cuenta de eso , además eso de verlo en sus dos personajes el de profe exigente y por fuera el de tío ya que es como el hermano de papá y peor pasa cuando se equivoca de lugar y de personaje eso si que es feo jaja

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