Entre el cielo y la tierra

Capitulo 11

Entre el cielo y la tierra

Neal despertó y la luz que iluminaba su habitación lo dejó casi ciego…¿Dónde estoy?...se preguntó, porque debajo de  la cama no había tanta luz así que quizá su papi lo sacó y abrió las ventanas de par en par.

El brillo de lo que Neal creyó era el sol mañanero le provocó dolor de cabeza…¿Cuánto he dormido?...intentó moverse pero una suave y cariñosa mano lo detuvo:

-shhhhhhhhhhhh…no te levantes cariño, tus ojos todavía están muy cansados de llorar…Una voz dulce le dijo al oído y el niño se desperezó por completo pensando ¿A quién le recordaba esa voz?...Le sonaba tan familiar, como si la hubiese escuchado en sus sueños, o en una canción de cuna.

-¿Mami?...preguntó inseguro.

-Si tesoro, soy mamá…

-Mami!!!!...Neal gritó emocionado…Uhmmm…hueles…hueles…diferente…

-Bueno, es que ha pasado tanto tiempo desde que te tuve en brazos que seguro ya se te olvidó mi olor…La dama respondió con una brillante sonrisa.

-¿Vienes por mi?...porque llegaste en el mejor momento!!

-Si vengo por ti…La mujer dijo con dulzura…pero no para llevarte conmigo…

-awwwwww mami!!...no quiero estar aquí!!..

-No te gustan los padres que escogí para ti???...

-Es que…es que…ellos me odian!!

-¿En serio?...Ella exclamó con fingida sorpresa…¿Y por qué dices eso?

-Porque mi mamá…ehhh…digo, porque la señora Burke me pegó y quiere volver a hacerlo!!...

-¡¡Oh Dios!!...¿porqué?

-uhmm…pues…no tengo ni idea!!

-Neaaaaal…¿me estás mintiendo?...la verdad no sé si los ángeles pueden sonar enojados pero éste, sin lugar a dudas parecía un poco…a disgusto…sabes muy bien que Elizabeth tiene mucha razón al castigarte, es más, si yo hubiese estado aquí,  usted jovencito no estaría debajo de la cama, si no con la nariz en la esquina y con el traserito colorado y caliente.

-¡Mami!...Neal estaba avergonzado y sus mejillas si se tiñeron de rojo… ¡No me regañes!!...

-Es lo mínimo que te mereces así que en cuanto puedas bajas, te disculpas con tu mamá y aceptas cualquier castigo que quiera darte, ¿Quedó claro hijo?

El niño hizo pucherito, caray que tu propia madre te juegue en contra, es para sentirse traicionado!! La dama alargó su mano y tomó la barbilla de Neal para lograr su completa atención.

-Neal, te ano y lo sabes, pero lo que hiciste estuvo mal, Elizabeth te ama, Peter también y no se merecen que les digas cosas tan feas y crueles, prométeme hijo que jamás volverás a decir eso…prométemelo por favor.

La súplica sorprendió un poco al chiquillo que puso su manita derecha en el pecho y respondió con total seriedad: Te lo prometo por mi honor.

Quizá Neal no sabía bien que significaba eso, pero lo había visto una vez en una película y le pareció lo correcto. Su madre le besó sonrió y le besó en la frente.  

Al niño le produjo cosquillitas el beso, se acomodó en los brazos de su ángel de la guarda y le rogó: ¡háblame de ti y de papá!!...

Ella Le sonrió insegura, ella no podía dejar resbalar que el chico que creía su hermano era realmente su padre:  ¿Qué quieres que te cuente tesoro?...

-Todo, mamita nunca me hablan de él, a demás nadie me contó que tenía un hermano… ¿Por qué mami?

-Te contare un secreto bebito, tu papi era el hombre más dulce de la tierra, pero mami tuvo que viajar lejos antes de poder contarle que estaba embarazada…Ella suspiró con nostalgia…hubieses sido el azul de sus ojos tesoro pero tienes  a tu hermano…él que te cuidara mucho y al que amaras con locura, siempre hijito podrás confiar en él.

La dama habló dejando caer las lágrimas ahogadas.. ¡¡cuánto extrañaba a su hijito, cuánto extrañaba a Neal!!... recordar el día que lo abandonó le hacía sentirse triste….¿Pero qué otra cosa podía haber hecho?

Neal era solo un crío…un apuesto y encantador crío que la estafó con la edad y con palabras bonitas. Ella se enamoró pero no buscaba aventura, sino estabilidad y fue hasta que le exigió mudarse que se enteró de la verdad. El niño, porque era casi un niñito, le había mentido!!...Eso le dolió tanto que lo dejó, tomó su apellido y decidió desaparecer.

Se cambió de Estado y pasó un par de meses trabajando en una cafetería. Creyó que había logrado dejar atrás ese amor tan irracional e incluso ilegal…pero el destino no había emitido su última palabra al respecto.

Resultó que Neal Caffrey no la había dejado del todo y se lo comprobó en el momento que sintió un mareo mientras trabajaba…una parte del alma de ese crío ahora crecía en su interior y eso no era negociable. Pensó en buscarlo, si claro que lo pensó pero…su mente de inmediato le recordó porque lo abandonó.

Neal era solo un niño que había jugado a escaparse de casa y aunque ella le dejó una nota rogándole que regresara con su familia y terminara sus estudios, el chico la ignoró y prefirió seguir la vida de la calle.

¿Qué tan diferente seria la vida de los tres si hubiesen seguido juntos?... Neal no estaría metido en problemas judiciales, Nealito tendría un papá y una mamá y… seguro ella estaría con vida…

Pero Michaela  era fiel creyente de que todos los acontecimientos se daban por algo y ese algo era darle una familia a los dos amores de su vida Neal y Nealito, ellos estaban destinados a creer juntos, no como padre e hijo pero si como hermanos y al parecer, según el destino ella solo entraba en la ecuación como el ángel guardián destinado a guiarlos hacia los Burke.

-Cuida mucho de tu hermano bebito…Le dijo con un beso en la frente…y no te olvides de darle un gran beso a mamá y le pides perdón a ella y a Neal.

-pero me hará chas-chas en mi colita….se quejó Nealito no muy convencido….¿No puedes decirle que no pegue?

- No, te lo ganaste, además solo te dará las que te merezcas.

- pero no quiero mami…Un hermoso pucherito brilló en los labios del chiquitín…

- Y tu mamá tampoco,  pero es su deber educarte…anda tesoro, baja y habla con ella.

El pequeño estalló  llorando a mares: pero no quiero que te vayas!!!.

Ella le abrazó de nuevo con mucha fuerza…-Ni yo irme muñequito hermoso pero debo volver a cuidarlos desde el cielo…le dijo besando su frente y luego, tan repentinamente como había llegado, desapareció.

………

El cuerpo del niño se estremeció, intentó levantarse pero topo su cabecita en el colchón y recordó dónde estaba. Se quedó quieto por unos minutos intentando descubrir si fue solo un sueño…pero…algo en su interior le dijo que fue real…que todo fue real.

Salió de debajo de la cama, infló el pecho con valor y corrió por las escaleras, pasó en medio de Neal, pisó el pie derecho de Peter por accidente y se tiró directo sobre los brazos de El.

- ¡¡Yo si te quiero mamita, yo si quiero que seas mi amita, estaba enojado porque no quería que me pegaras pero yo si te quierooooo!!!.

La dama estaba sorprendida porque su niñito temblaba, así que lo abrazó tan fuerte que Nealito sintió como si su verdadera madre lo abrazara también.

-Te amo mi bebito hermoso. El le respondió mientras se sentaba en el otro sofá, al frente de donde Peter tenía a Neal recostado con una bolsa de guisantes en su entrepierna y le acariciaba el cabello.

-¿entonces me perdonas?...Preguntó con esa carita de ángel recién bajado del cielo.

-Claro que si tesorito…pero…

Elizabeth le dio la vuelta a su bebito sobre sus rodillas y sin perder tiempo, le bajó el pantaloncito junto con su calzoncillo de Superman, aunque esperaba una queja pero el niño se mantuvo en silencio.

El chiquitín, pensó en correr y no podemos culparlo porque hasta yo hubiese salido corriendo… pero se lo había prometido a su mamá y pues, le dio su palabra de honor y eso era importante ¿no?

La dama suspiró, abrió la palma y le dio cuatro sonoras nalgadas bien fuertes con la mano abierta.

Nealito dio un respingo, arqueó la espalda y gritó pero su madre lo contuvo con mucho amor evitando que llorara.

Las nalguitas del niñito quedaron rojitas y él se sobaba con mucho esfuerzo, luego de calmarse se negó a que El le subiera la ropita porque dolía mucho y se fue recostar al lado de su hermano quien medio dormitaba por los remedios para el dolor que le había dado Peter, Nealito y Neal porto se quedaron dormidos, sus padres los taparon con unas sabanas y unas mantas, Nealito se veía tan chiquito solo con su polerita y a Neal le sacaron la bolsa de guisantes, para que durmiera mas cómodo.

Los padres vieron como por instinto Neal protegía a Nealito en sus sueños, como dormido le sobaban la colita para quitarle el dolor, lo que les partió el alma fue escucharlo, luego de que le besara la frente.

- Hijito de haber sabido de ti jamás te hubiese dejado, todo va estar bien Neal papá te tiene. Las lagrimas caían por sus ojos derrotados llenos de un dolor y traición profundos, el chico sofría una parte de le quería agarrar a su hijo y desaparecer, otra la mas sensata y la paternal le decía que no era lo correcto. Perdóname hijo no puedo ser tu padre, no puedo serlo cuando yo necesito uno… hijito algún día podrás perdonar mi cobardía. Se mordía la mano para evitar despertar al niño con sus sollozos, sentía le estaban arrancando el corazón esto definitivamente era peor que una patada en los huevos. Perdóname pero solo puedo ser tu hermano.

Peter destrozado al ver a su hijo sufrir, si su hijo podía ser que llevara siéndolo solo unas horas y un no se hiciera ni un trámite legal Neal era tan suyo como Nealito, tomó al bebe de los brazos de Neal y el joven lo interpretó como que se lo estaban arrebatando….¡¡El agente Burke me escuchó, ahora seguro me echa lejos!!!...pero es lo mejor…esta no es mi familia!!

Pero Peter tenía otros planes, le paso a su tesorito a su mujer que era un mar de lágrimas y abrazó a Neal con todas sus fuerzas. El crio rompió en un llanto agónico, estaba dejando ir a su hijo, y el dolor era tan grande que no podía hacer otra cosa que llorar, aprovechó cuando Peter fue a traerle un vaso de agua con azúcar para que se calmara e hizo lo que su hijo deseó hacer minutos antes…Correr.

Huir era lo mejor, tenía que dejar a su hijo para que pudieran ser una familia, así que frente a la cara de sorpresa de El que no pudo mas que gritar, salió corriendo como si con eso alejara su pasado.

Peter se dio cuenta y corrió tras su hijo, no en vano era un agente y por suerte lo interceptó  a tres cuadras de la casa.  Lo encontró en medio de la calle llorando, gritando como un loco…quizá porque lo estaba, si, estaba loco de dolor.

El hombre se conmovió con la escena pero lo dejó llorar, gritar, patalear e incluso dejó que le pegara en su pecho con desesperación, hasta que finalmente recobró la cordura.

- Vamos a casa….le dijo con cariño pero con firmeza.

Neal negó con la cabeza y al fin le salió la voz para decir un rotundo…No.

-Creo que no entendiste que no era una pregunta Neal.

- No… no me querrás ahí cuando te enteres de…

- ¿De qué?

- De…de  nada.

- ¿De que Neal es tu hijo?.

- No lo digas!!...gritó llorando de nuevo y tapándose las orejas… no quiero que lo digas!!!...no puedo ser su padre, soy un niño, soy un puto niño que necesita un papá.

- Tú tienes un papá hijo, y nadie te obliga a ser algo para lo que no estás preparado. Le beso la frente y tomo el olor de su hijo como acostumbraba hacerlo con Nealito.

- No puedo volver ahí...

- Si puedes es tu casa.

- ¿Es que no entiendes?...No puedo ser su padre!!!

- Lo sé…Peter le tomó el rostro con ambas manos para que el joven lo viera a los ojos…pero puedes ser su hermano.

- ¿Puedo?...Preguntó inseguro…

-Claro, además Neal necesitará un hermano que lo mime y me parece que tu llenas ese requisito.

Neal sonrió con mas lágrimas en los ojos…entonces…¿Voy a ser tu hijo?

- Si hijo, ambos son mis hijos desde ahora, puedes confiar en mi, yo te cuidaré y ya no estarás solo…Al chico esas palabras le sonaron bien… Lo que me recuerda que no se huye de casa, nunca, bajo ninguna excusa y si lo haces, El o yo te castigaremos…y esas no tanto pero no tuvo tiempo de reaccionar porque Peter le  dio media vuelta y lo encaminó a casa pero con cuatro fuertes nalgadas…

 ZAS, ZAS, ZAS, ZAS… le dio las misma cantidad que había recibido su hermanito.

- Auch!!!… El joven se quejó apartándose…no hagas eso!!!

- Que no haga que...tratarte como a  un hijo???

- No!!...Tratarme como a un niño!!!.

-Ohhh perdón, debí creer que eras un crío,  por la forma de huir de casa me habías engañado.

-Pues no lo soy!!...dijo dando una patada y empurrando la cara…

Peter a duras penas contuvo su risa…No, no lo eres, camina vamos a casa para que te duches y luego a la cama… le puso el brazo encima y caminaron juntos de regreso.

Puede que Peter no fuera un “ángel celestial” pero sabía que Neal necesitaba: una buena ducha con jabón, una cama al lado de su hermanito y una familia que lo hiciera sentir amado y protegido.