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lunes, 6 de abril de 2015

Chapter 103: Salvar a Peter



 


Chapter 103: Salvar a Peter

 



Para uno de los dos hombres habían pasado muchos años. Para otro, ni siquiera unas horas. Pero Patrick era un hombre inteligente, y al ver la desesperación en el rostro de su hijo y conociendo sus poderes, se hizo una idea bastante aproximada de lo que había sucedido. Recogió a su pequeño hombre del suelo, que quizá en esos momentos tuviera más años que él en esas ironías de los viajes en el tiempo, y le ayudó a echarse en el sofá, porque parecía gravemente cansado. Le estuvo reconfortando durante un rato, atendiendo su fiebre hasta estar seguro de que no estaba enfermo… al menos, de ninguna enfermedad física. Por dentro, era posible que Paul padeciera la mayor de las enfermedades. La extrema soledad.
Padre e hijo tenían que ponerse al día, pero algo le decía a Patrick que aquél no era el momento. Cuando se despidió de su hijo, había intuido que nunca más le volvería a ver. Ahora tenían esos instantes robados, pero Patrick sentía dentro de él que aquello no era el fin de la partida, ni una buena señal. Aquello, era sólo un aspecto más de la despedida.
El hecho de que Paul intentara desesperadamente decir algo importante parecía confirmar las sospechas de Patrick. Aquello era sólo una misión más. De otra forma su hijo no habría ido a verle. Dolía saber que su propia sangre sobreponía su destino a su familia, pero al mismo tiempo era bonito ser desplazado por algo de tal magnitud, como si únicamente el destino hubiera sido capaz de separarles.
- Papá… dime… que aún tienes… esa habitación …abajo.
- ¿La habitación que estaba ahí hace dos horas? Si Paul, no he hecho reformas en ciento veinte minutos. – respondió Patrick. Aquello le confirmaba que para su hijo había pasado mucho más tiempo.
- Vale. – respondió Paul, aliviado.
Parecía demasiado cansado para decir nada más. Patrick esperó unos segundos, y finalmente volvió a hablar él.
- ¿Por qué quieres saberlo?
Esa habitación era una especie de búnker de emergencia… Cuando eres brujo y te dedicas a perseguir demonios en una doble vida, tienes que tener un plan B por si algo sale mal. Un sitio donde esconderte a ti mismo y a tu familia…o donde encerrar al que te persigue.
- ¿Recuerdas que querías protegerme de Chris?
- Aún quiero.
- Es de Peter de quien tendrías que haberme protegido.
Patrick abrió mucho los ojos, porque aquella frase le sonó a "pero ya es tarde para hacerlo".
- ¿De qué… de qué estás hablando? La profecía…
- La entendimos mal. El destructor es Peter. Y si todo sale bien dentro de muy poco le traerán aquí, y será necesario contenerlo. Él podría matarnos a todos, papá.
- ¿Y tu quieres traerle a ésta casa, con tus hermanos?
- Quiero traerle al único sitio preparado para encerrar a alguien con el poder de Peter.
- ¿Y una vez ahí? ¿Qué?
- En realidad, eso ya no depende de mí. No soy el que tiene que tomar la decisión.
 


- ¿Dónde… dónde estoy? – preguntó Chris, algo confundido.
- En casa del tío – respondió Nick.
Los recuerdos asaltaron a Chris. Recordó que tendría que estar muerto, pero no lo estaba. Recordó que Peter sí. Se ahogó. Sintió que no podía respirar.
– Peter…
-Él está bien – tranquilizó Nick. En realidad "bien" no estaba, algo raro estaba pasando con él, pero ya habría tiempo de decirle aquello a su padre.
- Papi – dijo Leo, y abrazó a Chris muy fuerte.
- Eh, campeón. ¿Qué haces tú aquí? ¿Y Amy?
Glups. Leo se abrazó aún con más fuerza, y no dijo nada.
- ¿Leo?
- Yo quería estar con Peter, papá. Sentí que algo muy malo estaba pasando.
- ¿Sabe Amy que estás aquí? – preguntó Chris con el ceño fruncido. - ¿Te ha traído ella?
Leo negó suavemente con la cabeza.
- Usé un hechizo. Pero… mejor me matas luego y ahora…salvamos a Peter.
A su pesar, Chris sonrió un poco. Luego se puso serio y miró a Leo de una forma que hizo que éste se hiciera varios centímetros más pequeño.
- Hecho: te mato luego.
Glups al cuadrado.
 


Peter 2 no podía dejar de ver la ironía. Él era el que venía del universo malvado. Él era el asesino. Él era, en esos momentos, el brujo más poderoso, con habilidades robadas a personas a personas a las que había matado. Y sin embargo era el otro Peter el que estaba convertido en piedra. Era el otro Peter al que no podían controlar. Era el otro Peter el que no era culpable de sus actos, puesto que estaba claro que algo le había pasado al volver de la muerte. Pero aquello hacía mucho tiempo que no iba sobre ser inocente o culpable.
Chris 2, Nick 2, Peter 2, y la estatua de Peter aparecieron en el salón de la casa de Paul. Paul les estaba esperando, sentado en el sofá, porque no parecía capaz de tenerse en pie. A duras penas había convencido a su padre para que sacara a toda su familia de la casa
- Pensé que no vendríais – dijo Paul, con alivio.
- Costó un poco. – respondió Chris 2.
Paula levantó una ceja irónica, pues eso era evidente. Tan sólo había que observar que Peter estaba convertido en algo que parecía piedra, sin llegar a serlo.
- Hay que encerrarle. – sentenció.
- ¿Qué?
- Se pondrá peor cada vez, hasta que ya no quede en él nada del Peter que conocemos. Es demasiado poderoso. Vamos a llevarle al búnker.
- Pero…¿así? ¿Son devolverle a la normalidad primero? – insistió Peter 2.
- No creo que esté muy contento con vosotros por hacerle eso. ¿De verdad crees que dejar que se mueva es la mejor opción?
- Tengo más miedo de lo que me haría el otro Chris si se entera de que su hijo es una estatua – replicó Christopher 2, y miró a su hijo. – Hazlo, Pete.
Peter 2 no las tenía todas consigo, pero hizo lo que le pedía. Poco a poco Peter volvió a la normalidad… o a una anormalidad animada. Lo cierto es que nada en él parecía normal. Tenía una mirada peligrosa en los ojos y en cambio parecía espeluznantemente calmado. De no ser por esa mirada, nadie hubiera dicho que estaba enfadado.
- Deberías haber hecho lo que decía Paul – comentó con calma.
- ¿Nos…nos has oído?
- Perfectamente. – respondió Peter, pero realmente no sonó como Peter. Había veneno en su voz.
- Peter, escúchame, lo único que queremos es… - empezó Paul.
- ¡ENCERRARME! – bramó Peter, lleno de ira. Sin que ninguno lo viera venir se abalanzó contra Peter 2, que había usado su magia contra él. Chris salió en defensa de su hijo, y Nick de su hermano, y así se enzarzaron en una pelea que acabó cuando Peter 2 volvió a hechizar a su alter ego.
- Puede que sí esté un poco enfadado – dijo Chris 2, sin aliento. Decidieron llevarle así a la habitación preparada para contener a alguien como él, pero justo entonces escucharon el característico tintineo que delataba la aparición de un luz blanca.
Ante ellos aparecieron Chris, Nick, y Leo. Wyatt le había dicho a Chris que Paul le había salvado y que parecía neceistar ayuda, así que como no sabía por dónde empezar, decidió comenzar por localizar a su protegido, a través de sus sentidos de luz blanca. Su sorpresa fue infinita cuando vio quién más estaba allí, y el corazón dejó d elatirle cuando vio a Peter…. Y le volvió a latir, rápido y furioso, cuando vio lo que le habían hecho.
- ¿Qué es lo que ha pasado?
- Christopher - dijo Paul, con alivio. Sabía que le había salvado, pero se alegraba de verle caminando.
- ¿Qué le habéis hecho? – dijo Chris. Él no estaba para reencuentros emotivos en ese momento. ¿Por qué su niño era una roca?
- Era necesario… - susurró Peter 2.
- ¿Qué era necesario? – estalló Nick, y se acercó a él, con pasos agresivos. - ¿Era necesario hacerle esto a mi hermano? ¿Era necesario hacer que casi muera mi padre?
- Nick, cálmate…
- ¡NO ME DIGAS QUE ME CALME! ¡Que a nadie se le ocurra decir que me calme, porque dudo que pueda volver a calmarme en la vida!
Aunque ni la rabia de Nick ni sus palabras iban dirigidas hacia él, Chris se sintió herido como por un aguijón al escuchar eso. Sus hijos habían pasado por tanto… ¿y si eso tenía efectos irreparables en él? ¿Y si quedaban marcados de por vida? Él mismo estaba por perder la cabeza…
Nick forcejeó con Peter dos sin soltar el agarre que tenía sobre la camiseta de éste.
- ¿Chris, no vas a decirle nada? – instó Christopher 2.
- Aún me estoy planteando que no deba unirme a él… - replicó Chris. Peter 2 le miró algo herido, y Chris se forzó a recordar los días que había pasado junto a ese chico, las promesas que le había hecho…Suspiró, y se acercó a Nick para separarle de Peter 2 con suavidad. – Vamos, Nick. Déjale, hijo. Eso no va a ayudar a tu hermano.
- Ese de ahí no es su hermano – intervino Peter 2
- Cuidado con lo que dices – avisó Chris – No formo parte de tu club de fans, ahora mismo.
- ¡Yo no quería que cayeras del puente! – se defendió el chico.
- ¡Eso ya lo sé! ¡Pero sólo tú, y tus nuevos poderes robados has podido convertir a mi hijo en piedra!
- ¡ÉL YA NO ES TU HIJO!
Christopher se movió rápidamente. Por un segundo Peter 2 pensó que iba a pegarle, pero Chris se limitó a agarrarle firmemente por los hombros.

- SIEMPRE será mi hijo.

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