Páginas Amigas

lunes, 5 de octubre de 2015

PARA LADY



PARA LADY

- ¡¡Christian Grey eres un chico muy travieso!!
Elena Lincoln miraba al adolescente entrar a su departamento, el que había comprado solo para encontrarse con ese jovencito que había hecho su vida todo un desastre.
Christian entraba al departamento con la cabeza en alto, ahora ya era un hombre así que esa tarde se vistió con su mejor traje para ir a ver a Elena su mujer, el chico era alto y guapo a pesar de ser todavía solo un adolescente podía pasar por mayor de edad, claro que su mirada traviesa lo delataba.
- Hola Mi amor – dijo el chico muy canchero dándole un beso a Elena.
Pero lo que no sabía Christian era que Elena tenía otros planes para su muchachito, esa tarde le iba a mostrar quien era ella.
- Mi niño te vestiste así para mi?  - al ver al niño tan bien vestido.
- Pensaba que podíamos salir a tomar algo.
Mmmm creo que no, mi querido estas castigado! Faltaste a clases y eso no lo puedo permitir.
- Que dices Elena, no juegues conmigo!
Elena le sonrío pero no era una risa de alegría, Chris la miró extrañado pero ni siquiera vio cuando solo sintió una picazón en su trasero que nunca había sentido, fue inevitable que llevara su mano atrás como si quisiera protegerse pero de qué?
- Vamos a dejar algunas cosas claras, jovencito – Elena volvió a darle una palmada que otra vez dejo un dolor en el trasero de su receptor, esta vez Chris no pudo evitar gruñir.
Pero Christian Grey era solo un crío ni siquiera se imaginaba en que iba a terminar su tarde.
- Elena no hagas eso! – dijo Chris entre molesto pero avergonzado.
- Oh mi querido Christian, voy a hacer muchas cosas – la mujer se aprovechó del desconcierto del muchacho para llevarlo a su habitación, al verse tumbado en la gran cama matrimonial de Elena, Chris se relajó pensando en todo lo que había vivido en ese lugar.
Elena con toda su experiencia beso al joven ávido de cualquier muestra de amor, con sus manos comenzó a quitarle la ropa, a pesar de que Christian era nuevo en esto se dejó guiar por la mano experta de Elena, a pesar de que en el fondo era un chico muy tímido que no le gustaba los gestos de cariño, con Elena todo había cambiado, dejaba que ella lo tocara como nunca nadie lo hizo.

Elena lentamente le desabotonó la camisa dejando al descubierto un torso algo delgado pero que dejaba entrever un abdomen plano, los músculos abdominales aún no se  marcaban como a Christian le hubiera gustado.
Elena sonrió al desabrochar el cinturón y luego el pantalón con un gesto lo bajo un poco para dejar a la vista los bóxer, a ella le gustaban esos boxers tan ceñidos a la piel y que enmarcaban perfectamente la anatomía de su Christian, es más ella se los había regalado.
Christian Grey apenas podía sostener el aire en sus pulmones, si no se controlaba iba a hirperventilar, se quedó quieto mientras era desnudado, cuando estuvo solo con su ropa interior Elena se paró de la cama para mirar su obra, Christian la miraba deseoso de poder complacer a esa mujer, ahora el miedo se reflejaba en su cara no quería que esto se acabara pronto, sentía que todo su ser iba a explotar.
- Calma Christian, solo tienes que respirar, déjame hacer el resto – dijo Elena – Dime confías en mi?
El chico abrió la boca pero no le salió ni una palabra, lo intento nuevamente para que saliera un tímido – Si.

Christian estaba tumbado en la cama boca arriba y Elena parada a los pies de la cama mirando al chico, complacida de la visión, como un animal salvaje se acercó al chico beso su torso y su abdomen bajando lentamente, cuando llego hasta la última prenda que quedaba hábilmente lo saco para dejar a Christian denudo, como si fuera una presa encandilada por una luz cegadora.
Inmediatamente el rostro de Christian se ruborizó, jamás había estado así tan desvalido pero poco duraron sus  pensamientos porque Elena lo dio vuelta, dejándolo boca abajo en una posición aún más vergonzosa, por lo menos no podía ver la cara que esta vez se tiñó de rojo.
- Que haces Elena? – fueron  las palabras  que salieron de la boca del joven
Pero Elena no dijo nada, y con la corbata de seda que estaba tirada en el suelo amarro las manos de Christian, Christian no lo sabía pero ella era experta en amarras.
Christian estaba tan excitado que no atinaba a moverse hasta que sintió un swat y luego una picadura en sus nalgas, seguido de otro swat y esta vez gimió ante el golpe certero que cayo directo en su trasero, al dar vuelta la cabeza vio a Elena mientras le daba de nalgadas.
- Elena!!... pero la mujer no lo dejo contestar – No te he dado permiso para hablar Christian, solo hablaras cuando te dé permiso, ahora vas a recibir tu castigo por haber faltado a clases.
Y las nalgadas fueron cayendo en el trasero de Christian Grey, algunas más dolorosas que otras, a pesar del dolor que sentía no fue capaz de moverse ni de emitir una palabra solo gruñidos de dolor, pero unido al dolor Christian sintió cierta excitación era como si el dolor se mezclara en su cabeza con el deseo de poseer a Elena.
Las palmadas cesaron cuando el trasero de Christian tenía un tono rosado pálido, Christian suspiro aliviado.
Pero lo que no sabía Christian era que Elena había tomado el cinturón, su cinturón y doblándolo en dos le dio el primer golpe al trasero del pobre chico esta vez Christian no pudo evitar gritar al sentir el dolor seco y profundo en sus nalgas, antes de que se pudiera recuperar otro golpe se sintió en su trasero esta vez en la parte baja y luego otro más en pleno centro de su trasero.
Christian no quería sollozar sin embargo los tres golpes fueron muy dolorosos y fue imposible controlarse, quería darse vuelta pero  a la vez le gustaba ese dolor y no quería que acabara, era algo extraño porque a la vez su miembro estaba erecto respondiendo al dolor al igual como había respondido a las caricias.
Elena solo dio 3 golpes con el cinturón y luego se sentó en la cama para mirar su obra, el trasero  de Christian, lo primero que había llamado su atención en el muchacho cuando lo conoció en la casa de su amiga Grace, estaba ahí en todo su esplendor tal como a ella le gustaba rojo y caliente.
Toco su obra, sus manos esta vez delicadamente pasaron acariciando cada centímetro de ese glorioso traserito.
Elena se acercó a la cara de Christian que estaba casi pegada a la cama, con un toque suave saco el pelo de su cara para intentar mirarle la cara, vio sus lágrimas y se las seco  - Calma mi amor ya paso, estas perdonado.
Desato sus manos pero lo dejó boca abajo mientras sacaba del velador un frasquito – Te voy a aplicar una crema antinflamatoria – y sin esperar permiso Elena comenzó con placer a esparcir la crema haciendo un masaje lento, ella también estaba muy excitada Christian Grey era todo lo que ella había soñado, ella lo iba a moldear para que sea su pareja perfecta, le iba a enseñar a complacerla, Christian Grey sería suyo en cuerpo y alma.
Cuando Christian estuvo calmado tuvo el valor de darse vuelta con mucho cuidado, Elena estaba sonriente y le dio un beso cariñoso – Mi querido, desde ahora sabes que no debes hacer travesuras, si tu madre se entera que estás faltando a clases podría sospechar y yo no podría vivir sin ti.
Christian sonrío a pesar del dolor, Elena no podía vivir sin él, casi estaba en el cielo así de rápido el dolor paso a ser segundario.
Elena dejo que Christian la besara, sus besos eran dulces y carecían de segundas intenciones – Creí que iba a morir de dolor y de placer – dijo el chico.
- Lo sé, mi amor.
- Que me estás haciendo Elena? Qué eres?
Elena sonrió – Soy tu ama.

Fin


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