PARA LADY
- ¡¡Christian Grey
eres un chico muy travieso!!
Elena Lincoln miraba
al adolescente entrar a su departamento, el que había comprado solo para
encontrarse con ese jovencito que había hecho su vida todo un desastre.
Christian entraba al
departamento con la cabeza en alto, ahora ya era un hombre así que esa tarde se
vistió con su mejor traje para ir a ver a Elena su mujer, el chico era alto y
guapo a pesar de ser todavía solo un adolescente podía pasar por mayor de edad,
claro que su mirada traviesa lo delataba.
- Hola Mi amor – dijo
el chico muy canchero dándole un beso a Elena.
Pero lo que no sabía
Christian era que Elena tenía otros planes para su muchachito, esa tarde le iba
a mostrar quien era ella.
- Mi niño te vestiste
así para mi? - al ver al niño tan bien
vestido.
- Pensaba que podíamos
salir a tomar algo.
Mmmm creo que no, mi
querido estas castigado! Faltaste a clases y eso no lo puedo permitir.
- Que dices Elena, no
juegues conmigo!
Elena le sonrío pero
no era una risa de alegría, Chris la miró extrañado pero ni siquiera vio cuando
solo sintió una picazón en su trasero que nunca había sentido, fue inevitable
que llevara su mano atrás como si quisiera protegerse pero de qué?
- Vamos a dejar
algunas cosas claras, jovencito – Elena volvió a darle una palmada que otra vez
dejo un dolor en el trasero de su receptor, esta vez Chris no pudo evitar
gruñir.
Pero Christian Grey
era solo un crío ni siquiera se imaginaba en que iba a terminar su tarde.
- Elena no hagas eso!
– dijo Chris entre molesto pero avergonzado.
- Oh mi querido
Christian, voy a hacer muchas cosas – la mujer se aprovechó del desconcierto
del muchacho para llevarlo a su habitación, al verse tumbado en la gran cama
matrimonial de Elena, Chris se relajó pensando en todo lo que había vivido en
ese lugar.
Elena con toda su
experiencia beso al joven ávido de cualquier muestra de amor, con sus manos
comenzó a quitarle la ropa, a pesar de que Christian era nuevo en esto se dejó
guiar por la mano experta de Elena, a pesar de que en el fondo era un chico muy
tímido que no le gustaba los gestos de cariño, con Elena todo había cambiado,
dejaba que ella lo tocara como nunca nadie lo hizo.
Elena lentamente le
desabotonó la camisa dejando al descubierto un torso algo delgado pero que
dejaba entrever un abdomen plano, los músculos abdominales aún no se marcaban como a Christian le hubiera gustado.
Elena sonrió al
desabrochar el cinturón y luego el pantalón con un gesto lo bajo un poco para
dejar a la vista los bóxer, a ella le gustaban esos boxers tan ceñidos a la
piel y que enmarcaban perfectamente la anatomía de su Christian, es más ella se
los había regalado.
Christian Grey apenas
podía sostener el aire en sus pulmones, si no se controlaba iba a
hirperventilar, se quedó quieto mientras era desnudado, cuando estuvo solo con
su ropa interior Elena se paró de la cama para mirar su obra, Christian la
miraba deseoso de poder complacer a esa mujer, ahora el miedo se reflejaba en
su cara no quería que esto se acabara pronto, sentía que todo su ser iba a
explotar.
- Calma Christian,
solo tienes que respirar, déjame hacer el resto – dijo Elena – Dime confías en
mi?
El chico abrió la boca
pero no le salió ni una palabra, lo intento nuevamente para que saliera un
tímido – Si.
Christian estaba
tumbado en la cama boca arriba y Elena parada a los pies de la cama mirando al
chico, complacida de la visión, como un animal salvaje se acercó al chico beso
su torso y su abdomen bajando lentamente, cuando llego hasta la última prenda
que quedaba hábilmente lo saco para dejar a Christian denudo, como si fuera una
presa encandilada por una luz cegadora.
Inmediatamente el
rostro de Christian se ruborizó, jamás había estado así tan desvalido pero poco
duraron sus pensamientos porque Elena lo
dio vuelta, dejándolo boca abajo en una posición aún más vergonzosa, por lo
menos no podía ver la cara que esta vez se tiñó de rojo.
- Que haces Elena? –
fueron las palabras que salieron de la boca del joven
Pero Elena no dijo
nada, y con la corbata de seda que estaba tirada en el suelo amarro las manos
de Christian, Christian no lo sabía pero ella era experta en amarras.
Christian estaba tan
excitado que no atinaba a moverse hasta que sintió un swat y luego una picadura
en sus nalgas, seguido de otro swat y esta vez gimió ante el golpe certero que
cayo directo en su trasero, al dar vuelta la cabeza vio a Elena mientras le
daba de nalgadas.
- Elena!!... pero la
mujer no lo dejo contestar – No te he dado permiso para hablar Christian, solo
hablaras cuando te dé permiso, ahora vas a recibir tu castigo por haber faltado
a clases.
Y las nalgadas fueron
cayendo en el trasero de Christian Grey, algunas más dolorosas que otras, a
pesar del dolor que sentía no fue capaz de moverse ni de emitir una palabra
solo gruñidos de dolor, pero unido al dolor Christian sintió cierta excitación
era como si el dolor se mezclara en su cabeza con el deseo de poseer a Elena.
Las palmadas cesaron
cuando el trasero de Christian tenía un tono rosado pálido, Christian suspiro
aliviado.
Pero lo que no sabía
Christian era que Elena había tomado el cinturón, su cinturón y doblándolo en
dos le dio el primer golpe al trasero del pobre chico esta vez Christian no
pudo evitar gritar al sentir el dolor seco y profundo en sus nalgas, antes de
que se pudiera recuperar otro golpe se sintió en su trasero esta vez en la
parte baja y luego otro más en pleno centro de su trasero.
Christian no quería
sollozar sin embargo los tres golpes fueron muy dolorosos y fue imposible
controlarse, quería darse vuelta pero a
la vez le gustaba ese dolor y no quería que acabara, era algo extraño porque a
la vez su miembro estaba erecto respondiendo al dolor al igual como había
respondido a las caricias.
Elena solo dio 3
golpes con el cinturón y luego se sentó en la cama para mirar su obra, el
trasero de Christian, lo primero que
había llamado su atención en el muchacho cuando lo conoció en la casa de su
amiga Grace, estaba ahí en todo su esplendor tal como a ella le gustaba rojo y
caliente.
Toco su obra, sus
manos esta vez delicadamente pasaron acariciando cada centímetro de ese
glorioso traserito.
Elena se acercó a la
cara de Christian que estaba casi pegada a la cama, con un toque suave saco el
pelo de su cara para intentar mirarle la cara, vio sus lágrimas y se las
seco - Calma mi amor ya paso, estas
perdonado.
Desato sus manos pero
lo dejó boca abajo mientras sacaba del velador un frasquito – Te voy a aplicar
una crema antinflamatoria – y sin esperar permiso Elena comenzó con placer a
esparcir la crema haciendo un masaje lento, ella también estaba muy excitada
Christian Grey era todo lo que ella había soñado, ella lo iba a moldear para
que sea su pareja perfecta, le iba a enseñar a complacerla, Christian Grey
sería suyo en cuerpo y alma.
Cuando Christian
estuvo calmado tuvo el valor de darse vuelta con mucho cuidado, Elena estaba
sonriente y le dio un beso cariñoso – Mi querido, desde ahora sabes que no
debes hacer travesuras, si tu madre se entera que estás faltando a clases
podría sospechar y yo no podría vivir sin ti.
Christian sonrío a
pesar del dolor, Elena no podía vivir sin él, casi estaba en el cielo así de
rápido el dolor paso a ser segundario.
Elena dejo que
Christian la besara, sus besos eran dulces y carecían de segundas intenciones –
Creí que iba a morir de dolor y de placer – dijo el chico.
- Lo sé, mi amor.
- Que me estás
haciendo Elena? Qué eres?
Elena sonrió – Soy tu
ama.
Fin
Muchas gracias por el fantástico regalo.
ResponderBorrarMe encanto
ResponderBorrarOh que hermoso regalo!!!
ResponderBorrarFue un buen y entretenido capi!!