DE VERDAD ME QUIERES???

DE VERDAD ME QUIERES???

Otra vez su vida daba un giro...de esos de 360 grados que te deja descolocado, y es que a su corta edad Pablo se encontraba de nuevo en una escuela diferente, en un barrio deferente, mirando otra vez un techo desconocido mientras se encontraba recostado en su cama tratando de sumirse en su sueño después de ese ajetreado día... pero una idea no dejaba su cabeza... -todo era por culpa de ESA MUJER, esa intrusa (que hasta entonces y a pesar de estar recientemente casada con su padre, no había sido importante en su vida) todos estos cambios eran su culpa. Aunque en realidad poco tenía que ver Clara con la tercer mudanza del año de su nueva familia. Y es que en realidad las mudanzas eran consecuencia del trabajo de Pedro quien era encargado del mantenimiento de máquinas del área de refinería en la fábrica de azúcar y dada su basta experiencia tenía programado para ese año visitas para capacitación en 4 de las sucursales de aquella gran compañía y para ello debía trasladarse después de tres meses de estar en cada sitio. Y aunque esto fuera solo por este año ya que después retomaría su puesto en la casa central para aquel pequeño de 6 años era una eternidad.

Además de las mudanzas, después del casamiento de su padre con aquella mujer habían cambiado muchas cosas, ella insistía en meterse en sus asuntos y su padre insistía en que la llame mamá - ella es tu madre ahora.  Le decía cada vez que Pablo le reprochaba el hecho de que esa mujer quiera tomarse atribuciones tomando decisiones por él. Pero Pablo no necesitaba otra mamá, hasta entonces le había bastado con la que tenía en el cielo y con su hermana mayor Casi a quien cariñosamente llamaba mami... pero NOOO... desde que esa mujer había llegado lo habían alejado de sus hermanos mayores  Facundo, mellizo de Casi y  Jairo que a pesar de tener 18 y 19 años respectivamente se habían quedado en casa ya que los varones habían formado familia después de embarazar a sus novias hacia 4 años y medio, azaña que confesaron juntos a su padre dándose valor para enfrentar la soberana paliza que les dio, mientras se preguntaba si aquellos muchachos se habían puesto de acuerdo para provocarle un infarto, pero esa es otra historia. 

Ahora estaba ahí empezando de nuevo, a la mañana fue a clases con su padre y Clara quien estaba emocionada disfrutando de las experiencias que jamás podría vivir con un hijo biológico ya que una condición medica se lo impedía, así que trataba de volcar todo ese amor maternal en Pablo a pesar de los desplantes de este. El día escolar fue como siempre con pocos deberes ya que el alboroto del niño nuevo provocaba como siempre distracción en los demás niños y sobre todo en las niñas ya que pablo era un mozito de ojos miel como su padre y cabello castaño que formaba pequeñas onditas que se elevaban al final esbozando lo que serán bucles en caso de que dejaran crecer aquel cabello, una sonrisa picara, una personalidad extrovertida y madura para su edad gracias a la relación con sus hermanos mayores y los amigos de estos en reuniones adolescentes donde Pablo era una especie de mascota del grupo y una alegría contagiosa que apagaba a propósito delante de su nueva madre. 

Después de la escuela se fue con Clara a su nueva y temporal casa, había que terminar de desempacar así que Clara le pidió al niño que la  ayude dándole pequeñas tareas más que todo para mantenerlo entretenido y cerca ya que si algo había aprendido en estos 7 meses era que si quería mantenerlo a salvo debía tenerlo cerca ya que el niño tenía una facilidad única e innata para meterse en problemas y acabar en la falda de papá con el potito rojo y Clara no quería eso para ese bebe que ya sentía como suyo. 

Pero Pablo no lo veía así - quiere que yo haga todo, cree que soy su esclavo o qué?? Siempre es lo mismo. Pensaba mientras sacaba sus juguetes de la caja embalada pera ponerlos en un canasto con muy mala gana y un pucherito que derretiría el corazón de cualquier madre. -ya falta poquito amor, y si terminas con eso hasta que llegue papá lo podemos convencer de cenar pizza!!! Le dijo tratando de levantarle el ánimo, pues ella suponía lo duro que debió ser para su bebe todo este cambio - solo procura ser más cuidadoso con tus juguetes porque si sigues aventándolos los puedes romper. Le dijo armada con toda la paciencia del mundo, pero Pablo estaba harto de pasar las tardes siendo esclavo de esta mujer y se dio cuenta de que en esta casa sería igual que en las dos anteriores... tardes interminables soportando la falsa simpatía de esa bruja roba padres y no iba a soportar que ella quiera darle ordenes - ya estoy harto me regreso con mi mami y los chicos así que en un descuido de Clara tomo su mochila del hombre araña y desparramando los útiles la vacío para llenarla con lo indispensable su perro de peluche Bobby una campera y un paquete galletas de chocolate tamaño familiar que Clara compro para el postre y emprendió su camino. Al ser delgadito pasaba por entre las rejas de la casa y salió en busca de un micro que lo lleve a Jujuy. Cuando Clara se dio cuenta del silencio en la habitación de su bebe fue a ver dándose el susto de su vida!! Recorrió la casa con un nudo en la garganta, recriminándose a si misma lo mala madre que había sido al perder a su pequeño y después de revisar cada rincón se dio cuenta de que la mochila y Bobby tampoco estaban y comprendió todo... tambaleando ya por la falta de aire, los latidos que ahora se sentían en la sin y un vacío en el pecho salió a la calle en busca de su tesoro. Por suerte no tuvo que buscar demasiado ya que a pesar de la madurez que demostraba Pablo solo era un pequeño y era su primer día en ese lugar así que solo hizo 2 cuadras para caer en la cuenta de que se había perdido y rompió en llanto en aquel solitario barrio, y así es que lo encontró su madre gimiendo ya sin voz de tanta pataleta que había hecho hasta hace unos momentos, abrasado a Bobby con la mochila a sus pies, casi resignado a su nuevo papel de niño de la calle, pero cuando Clara lo alzo para llevarlo a casa fue como si hubieran tirado dinamita a un volcán y su adorable bebe se despachó con un rosario de palabrotas de las cuales algunas eran desconocidas hasta por la misma Clara, con paciencia y algo asustada se llevó a su bebe a la casa y lo dejo sobre la cama esperando que se calme, pero Pablo lejos de calmarse siguió en lo suyo levantando más la voz y propinando patadas a diestra y siniestra. - ya hijo calma le dijo Clara sin saber que estas palabras desataría más aun la furia incontenible de su pequeño que seguía gritando - déjeme!!! Usted no es nada mío!!! P.... me voy!!! Me quiero ir a mi casa!!! Mierdaaa!!! La odio!!! Esto es su culpa!!! Cada palabra dividía mas el corazón de esta mujer quien en estos meses había bañado, cambiado, arropado, alimentado y cuidado especialmente cuando Pablo tenía algún ocasional dolor de barriguita o su papi lo había castigado... poniendo todo el amor del mundo pues Pablo era la única oportunidad que tenía de ser madre, por lo que había también mimado y consentido demasiado al niño, permitiendo cosas que no debía (esta no era la primera vez que Pablo le faltaba el respeto) e incluso le había mentido a su esposo sobre el comportamiento del niño para evitarle una segura paliza a su bebe pero no había logrado ganar su cariño.
Pero esta vez había pasado todos los limites, puso en peligro su vida y eso era algo que ella no podía consentir, amaba demasiado a ese niño, pero tampoco podía esperar a contarle a Pedro ya que el hombre era más duro y después de su primera mudanza había intentado hacer la misma gracia que aunque no había logrado salir de la propiedad su padre le había dado una tremenda paliza, así que decidió tomar al toro por las astas y con todo el dolor de madre tomo a su pequeño en brazos y lo acomodo sobre sus piernas, como era la primera vez que castigaba a un niño decidió dejarle las pompitas al desnudo para asegurarse de no lastimarlo, pero Pablo estaba decidido a que Clara se sienta tan mal como se sentía él y siguió con sus hiriente palabras despojándola de todo derecho a castigarlo - si no quieres que sea tu madre lo respeto, pero eso no cambia el amor que te tengo y no voy a permitir que pongas tu bienestar en peligro dijo mientras lo acomodaba de nuevo en sus piernas ya que el rebelde niñito no iba a permitirle que lo castigue intentando zafarse casi con éxito. Entonces Clara procedió a dar la primer palmada PLAF sonó aquel traserito y Pablo quedo inmóvil, no creyó que iba a ser capaz ya que antes había tirado y tirado de la liga y Clara siempre cedía... pero esta vez no, PLAF sonó el segundo y fue cuando Pablito reacciono - AUUU. -no se sale de la casa solito, dijo mamá PLAF - es peligroso enfatizo... a pesar de su temprana edad Pablo resistía estoicamente aquellas palmadas suaves a comparación de la mano de hierro de papá un poco porque no eran taaan dolorosas pero sobre todo por orgullo. PLAF te amo y no soportaría perderte. Dijo la mujer y Pable se dio cuenta de que ella estaba llorando y ahí fue cuando todo su pequeño orgullo se fue por el caño y tal vez por empatía de niño o porque recién caía en la cuenta de lo importante que era el para esa señora pero Pablo soltó todo el llanto que tenía guardado... no ese llanto con ira y rencor, sino uno que reflejaba el dolor y la incertidumbre que su corazoncito venía abarcando. Al escúchalo Clara decisión culminar con un último azotito PLAF nunca más decreto con amor y autoridad. Las nalguitas de su bebe apenas estaban sonrosadas así que sabía que el llanto no era solo de dolor físico.

Lo sentó subiendo su ropita casi al mismo tiempo, lo abraso como había visto que hacia Pedro después de darle un castigo y para su sorpresa el niño le correspondió acurrucándose en su pecho, lo acuno mientras le susurraba que se calme.

Cuando al cabo de unos minutos el llanto se había convertido en un sollozo sintió como su bebe despegaba la carita de su pecho y la miraba con sus grandes ojos húmedos y cristalinos. -Estas bien bebe?? Pregunto y Pablo tardo un momento en asentir con la cabeza pero no dejaba de verla como si no se animara a decir lo que ya estaba en la punta de su pequeña lengua - que pasa bebe?? Insistió Clara... y al cabo de unos minutos una pequeña y dulce voz pregunto -De verdad me quieres??? Clara esbozo una sonrisa ante tanta ternura y contesto segura -claro eres mi hijo. -YO TAMBIEN TE QUIERO MAMÁ!! Dijo a tiempo que se abrazaba de nuevo de su madre como si fuera lo único que lo sostenía de caer en un abismo. Desde ese día Pablo gano una mamá y Clara a un hijo y aunque el niño seguía siendo un experto en meterse en problemas y rebelde como el solo ahora sabía que contaba con el amor incondicional de su mamá y que esta no dudaría en corregirlo como solo una mamá sabe hacer.