Capítulo 32 Ahora si, vamos a recorrer la ciudad

Capítulo 32

Ahora si, vamos a recorrer la ciudad

Cuando Santiago llegó me impresionó ver su cara con algo de lágrimas, al principio pensé incluso que Oscar le había pegado pero descarté esa posibilidad, algo había pasado en el médico.

-Déjalo… está así porque se desmayó en el médico -Lo decía muy tranquilo como para estar hablando de su hermano, pero bueno.

-Ahh y ¿Por qué?

-Porque “tenía mucho estrés” -Me pareció raro pero no quise hacer más preguntas.

Cogí mi celular y chatee un rato con unos amigos, en los últimos días mis ganas por volver a Medellín se habían incrementado. A decir verdad este viaje no estaba siendo como esperaba, no había recorrido nada, casi me la pasaba todo el día viendo televisión.

-Salut, comment vas-tu? (Hola, ¿cómo estás?) -Patrick ya se había levantado, tal vez por fin podríamos hacer algo.

-Ça va Ça va, merci. et tu? (Bien, gracias. ¿Y tú?) -Contesté ya algo aburrido por la conversación.

-Tres bien (Muy bien.)-Contestó Patrick. -On va faire quoi aujourd'hui? (¿Qué vamos a hacer hoy?)

-Je ne suis pas, vous êtes malade (No sé, tú estás enfermo) -Dije con algo de molestia.

-Je vais bien, nous pourrions obtenir de savoir quelque chose ... pas de sens sont venus si je ne vais pas voir quoi que ce soit. (Me siento bien, podríamos ir a conocer algo… de verdad, no tiene sentido haber venido si no voy a ver nada.) -Tenía razón.

-Dites Edgar ... pour voir si au moins aller à un musée (Dile a Edgar… a ver si al menos vamos a un museo) -Patrick asintió, yo lo seguí esperanzado de poder salir al fin, ya ni me importaba en serio que fuéramos a un aburrido museo.

-Papa, peut-on aller nulle part? (Papá, ¿Podemos salir a cualquier sitio?) -Creo que la pregunta ya la hizo mal.

-Quel site Patrick ? Vous ne pouvez pas partir, vous êtes malade (¿Qué sitio Patrick? No puedes salir, estás enfermo) -Me le acerqué a mi tío para tratar de convencerlo.

-Por favor Edgar… si vamos a estar acá unos días al menos salgamos, tu ya no debes recordar nada del país, Patrick quiere saber del lugar donde naciste y yo ya estoy desesperado de no hacer nada -Vi que Edgar se lo pensó.

-No, lo siento Camilo pero Patrick está enfermo… tal vez mañana -Patrick arrugó la cara, aunque no entendiera el español, se dio cuenta de la respuesta de su papá.

-Pourquoi? (Pero ¿por qué?)

-Parce que tu es malade (Porque estás enfermo, hijo.) -Patrick maldijo por lo bajo y después le hizo la señal de FUCK YOU.

-Vous pouvez être tres malade, mais vous ne va pas laisser (Puedes estar muy enfermo, pero eso no te lo voy a permitir) -Vi como Edgar tomaba a Patrick del brazo y cerré los ojos.

Plas plas  plas plas Mmm plas plas AUU plas plas Aghh plas plas

-Sérieusement, je veux sortir (En serio quiero salir papá) -Dijo Patrick algo fastidiado sobándose el trasero.

-Est vous êtes malade Patrick (Es que estás enfermo Patrick)-Patrick gruñó un rato, pero después se fue resignado a ver televisión.

-Tío, en serio deberíamos salir… no importa que sea a un museo, mira que no hemos disfrutado nada de las vacaciones -Edgar me miró sin saber qué contestarme.

-Camilo, por favor no empieces… prometo que mañana si salimos, pero hoy no. -Rodé lo ojos y sin hacer ningún gesto o intención de contestar fui hasta donde estaba Santiago.

-Oye ¿Qué te coño te hizo tu papá? -Me miró terrible, debí preguntar de otra forma.

-La verdad nada, solo me pidió perdón. -La respuesta me descolocó.

-¿QUÉ? y lo mandaste a la mierda supongo -Santiago negó con la cabeza. -Y ¿Entonces?

-No sé… es que nunca lo había escuchado decir eso, fue muy raro y reaccione como pendejo.

-¿O sea? -Más o menos ya esperaba la respuesta.

-Le dije que si lo perdonaba.-Lo miré como si estuviera loco, no es que yo fuera la persona más rencorosa pero lo que hizo Oscar no era para hacer como si nada hubiera pasado.

-¿En serio?

-Si… pero no pienses que me refiero a que mañana me voy a ir a vivir con él y a decirle papá otra vez. -Lo mire sin entenderlo bien.

-Entonces no lo perdonaste…

-Si -Santiago rodó los ojos -Es que perdonar no es necesariamente borrón y cuenta nueva, solo es que ya no voy a huir de él. -Decidí mejor no decir nada más, ya la conversación se estaba poniendo incómoda.

-Ah ya.

-Sí, y ¿Qué has hecho tu? -Esa pregunta me hizo recordar mi enfado.

-Nada… como Patrick se enfermó no hemos hecho nada, solo quedarnos aquí sin hacer nada. -No me importó ser tan redundante, llevaba tiempo sin venir a este país, pero estas “vacaciones” son de las más aburridas que he tenido.

-Pues salgamos… yo no tengo nada que hacer.

-Edgar no quiere y tampoco quiero dejar tirado a Patrick.

-Bueno… entonces yo hablo con Edgar. -Lo miré con resignación, ya veía otro día donde solo jugábamos videojuegos.

Santiago se le acercó a Edgar y le dijo:

-Edgar vayamos al museo nacional, he escuchado que es interesante y después al planetario a ver cualquier show de luces… para que no digas que mis planes no generan aprendizaje. -Edgar suspiró.

-Sé que quieren salir pero Patrick sigue enfermo, mañana buscan un plan a donde quieran ir, no tiene que ser un museo. -Santiago negó con la cabeza.

-Pero no está haciendo frío, y se nota que no va a llover ¿Alguna vez fuiste a esos lugares? -Siguió tratando de convencer a Edgar.

-Hace años fuí. -Santiago y yo sonreímos al tiempo.

-Pero debe estar muy cambiado a como lo recuerdas… porque si entiendo bien estamos hablando de tiempo antes de que yo naciera. -Edgar soltó una carcajada.

-Si, tienes razón… veo que en serio quieren salir, tres adolescentes pidiéndome que vayamos a un museo jajajaja -Santiago encogió los hombros.

-Bueno Edgar, es que eso de no salir es duro… además Camilo tiene razón, severas vacaciones. -Lo dijo rodando los ojos. -Aprovecha que están acá y sal aunque sea a un puto museo.

-Bueno, está bien… solo porque en unos días viajamos a Medellín y sé que Patrick en serio quiere conocer. -En ese momento sonreí, por fin íbamos a hacer algo.

Cuando Santiago pasó al lado mio chocamos las palmas y fuimos a avisarle a Patrick, Edgar lo hizo ponerse como dos chaquetas pero al fin salimos.

Realmente el museo no había cambiado mucho desde que yo había ido pero a Edgar y Patrick pareció gustarles, el planetario siempre me había parecido un lugar bastante nerd pero Santiago tenía razón, esos shows de luces lo dejaban a uno extasiado.

Los siguientes días nos la pasamos saliendo a recorrer lugares turísticos, un día fuimos a Jaime Duque, otro a unas lagunas en la salida de Bogotá, el siguiente a las minas de sal aunque esas quedan a unas cuantas horas de Bogotá y el último estuvimos en el centro. Cuando faltaban unas dos horas para tomar el vuelo a Medellín, comencé a impacientarme, ya no estaba seguro de estar preparado para volver a todo lo que hace unos meses conocía como mi vida.

La mamá de Santiago y él nos llevaron hasta el aeropuerto, me sorprendí de que todos nos abrazaramos antes de despedirnos, 

-Patrick, chance sur le voyage et merci pour tout (Suerte en el viaje y gracias.) -Dijo Santiago. La mamá de Santiago le dijo algo en el oído a Edgar que no alcancé a escuchar.

-Edgar, fue un gusto haberte conocido… puede que seas muy troglodita pero no eres mala gente. Te agradezco eso de recibirme en tu casa. -Ambos se abrazaron mientras que a Patrick y a mi nos abrazaba la mamá de Santiago:

-Niños gracias por soportar a mi hijo, de verdad mucha suerte en su viaje y que lo disfruten mucho. -Patrick no entendió nada pero aun así sonrió.

-Gracias señora.

Santiago y yo nos miramos y abrazamos, nos habíamos convertido en grandes amigos, y ahora ya no sabíamos cuando nos íbamos a ver otra vez.

-Uff parce, fue genial conocerte, disfruta Medellín y espero que comas muchos frijoles. -Solté una carcajada.

-Jajajajaja así será… ojalá en serio que las cosas con tu padre mejoren, no me prestes atención, está muy mal ser rencoroso, después uno se arrepiente de ser estúpido con la familia… sobre todo cuando ya no están. -Dije con algo de nostalgia.

-Pues veremos que pasa -Edgar y Patrick comenzaron a caminar hacia las salas de abordaje, así que los seguí. -AHH y avise cuando lleguen para que después mi mamá no se asuste.

-Dale, ahí nos estamos escribiendo, chao.

-Chao nos vemos algun día.

Entramos a la sala, tenía muchas ganas de entrar al avión aunque al mismo tiempo sentía una angustia parecida a la del día del incendio. Iba a volver a Medellín, donde todo comenzó y sabía perfectamente que tendría que recordar y contarles a todos como fueron las cosas aquel día… sin estar seguro de estar preparado para eso.