Páginas Amigas

domingo, 18 de septiembre de 2016

De hermano a Padre.



De hermano a Padre. Corto
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Mi papá me prometió que me llevaría a  casa  de mis abuelos el fin de semana, hacía dos meses atrás que mis padres sabían de mi segunda vida,  ya no aguataba las ganas de ir, Mi papá Franco y papá Salvador empezaban a tener  una mejor comunicación o algo parecido  por lo menos se llamaban por teléfono de vez en cuando tratando  de recuperar el tiempo perdido y yo como soy hijo único,  soy el más consentido, pero ya me hacía falta un hermanito al cual echarle la culpa. Porque por más que trataba de portarme bien y ser más tranquilo no lo podía lograr. Tan solo el día de hoy… estaba viendo a la pared con las lágrimas aun en mis mejillas  que trataba de secar con la manga de la camisa, sin poder subirme la ropa que estaba bajo mis rodillas. ¿Por qué razón?  Pues no entendía, pero mi padre decía que por ponerme en peligro… otra vez.
Yo juro que eso no era cierto, a mi parecer eso no era peligroso tome todas las medidas de precaución que hay.
En la mañana temprano ayude a mamá a limpiar la cocina y fui a la tienda  hacer unos mandados, un amigo me hablo y me detuve un rato.
¡Genial eran cuetitos! era extraño que alguien tuviera, por lo generar solo en épocas navideñas era cuando empezaban a venderlos, eso sí tenías que presentar una identificación, a Jair se los había comprado su hermano mayor y me dijo que si quería me podía vender algunos, yo tenía dinero de las compras y pague algunos, mi papá no se enojaría él también había comprado alguna vez.   Me fui a casa y deje las cosas en la mesa donde empecé a sacarlas y empecé a acomodarlas en su lugar.
Alicia: que bueno que llegaste, compraste todo?
Mario: sí.  Mami  tome dinero para comprarme algo, no gaste mucho te lo prometo.
Le devolví el cambio a mamá, me iba a preguntar que había comprado pero sonó el teléfono y se fue a contestar, ya era tarde,  papá estaba en casa acomodando el estante de libro, tenía  un puñado  de hojas y documentos regados.
Mario: pa, quieres que te ayude?
Franco: no hijo, creo que no me puedes ayudar esta vez, mejor ve a jugar.
Mario: muy bien.
Me senté un rato a ver la tele pero recordé los cuetitos y me salí al patio a prenderlos, pero por si las duda y pensando en ser responsable fui por el extintor de la cocina para tomar medidas de precaución.
Algunos cuetitos solo daban un pequeño “BOOM”, otros salían disparados con luces y otros hacían bastante ruido, tome uno de los mas grande solo había usado tres de los que compre, este sonaba fuerte y salía disparado yendo a parar  a una papelera de reciclaje, de esos papeles viejos y cartones que tiraban, ocasionando que se prendieran, tome el extintor y lo apague, era todo un genio dije con mi mejor sonrisa.
Franco: Mario.
Mario: que paso papá?
Franco: de donde sacaste esas cosas?
Mario: me las vendió un amigo, que tiene de malo?
Franco: como que  tiene de malo, es peligroso.
Mario: papá no tengo cinco años además por eso saque el extintor.
Mi papá se puso rojo a lo que solo me  agache un poco.
Mario: no, papi… aiiiiii
Me tomo de la orejita y me llevo dentro de casa, mamá estaba en la puerta y solo le dio paso cerrando la puerta.
Mario: papá, espera, no me pegues, no hice nada malo.
Pero las palabras que le decía parecía que nos las estaba escuchando, algunas veces me preguntaba si papá tenía problemas con los oídos o era simplemente que me estaba ignorando.
Mario: nooo
Le dije reclamando cuando me bajo el pantalón y el calzoncillo y me tumbo en sus piernas, trate de liberarme, estaba siendo muy injusto yo tome todas las medidas de prevención, ¿Que eso no contaban?  Sentí el airecito por mis nalguitas y el peculiar dolorcito cundo soltó la primer nalgada.
PASSSS, aiiiii PASSSS, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –aauuu ya-, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –no se vale, papá-, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS.
Franco: el fuego es peligroso, no puedes jugar con el.
PASSSS, PASSSS, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –aiiii ya-, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –tú también los compras buaaaa-
Franco: yo soy adulto, tengo cuidado y solo los prendemos en las fiestas
PASSS, PASSS, PASSS, PASSS. PASSSS, aiiiii PASSSS, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –aau-, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS –no se vale, papá-, PASSS, PASSS, PASSS, PASSS -buaaaa-
Papa dejo de nalguearme y pude escuchar a mamá.
Alicia: fue lo que compraste con el dinero del cambio?
Mario: si, mami buaaaa.
Alicia: muy mal hecho jovencito nunca te hemos dejado comprar eso, porque creíste que hoy era diferente.
Mario: soy grande
PASSSSSS –auuuu buaaa- -mamá me dio una nalgada bastante fuerte-
Alicia: no, no eres grande, tienes 14 años cuando cumplas 18 serás mayor y aun si no tienes permiso de compras estas cosas.
Mario: buaaaaa
Alicia: estas castigado jovencito, anda.
Mamá me ayudo a parar y me puso frente a la pared donde me puse a llorar por un rato más sobándome el trasero.
Era donde me encontraba en este momento, limpiándome la cara y los mocos, papá se había retirado al cuarto a seguir acomodando sus papeles y mamá me estaba vigilando.
Mario: mamá ya me puedo retirar de aquí??
Alicia: cinco minutos más corazón.
Pegue la cabeza a la pared, me puse a contar en vos alta del 1 al 60 paraba y volvía a contar del 1 al 60.
Mario: mamá ya son los cinco minutos.
Alicia: anda pues
Me subí la ropa y salí corriendo sobándome el trasero en ratos, fui a buscar a papá estaba sentado en el piso con un montón de papeles en el piso que iba amontonado.
Mario: Francoquio –le dije y me lance hacia él tirándole, quedando sentado arriba de él- papá,  Francoquin también compraba cuetitos y los escondía bajo su cama y después bajo la mío cuando papá Salvador se ponía a hacer inspección de cuartos. 
Papá puso una cara muy chistosa.
Mario: jejejejeje –me burle de el-
Franco: carajito –dijo  con una sonrisa y los dos terminamos rodando por el piso, mi papá me tenía abrazado jugando un poquito brusco, por momentos me sentí su hermano y no su hijo-
Mario: auuu papá cuidado con mi trasero que me duele.
Franco: que raro, porque será?
Mario: el malvado de mi papá me castigo, -dije poniendo mi mejor puchero- ya  se le olvido que él a mi edad también hacia lo mismo.
Franco: porque me acuerdo es que te castigo.
Mario: mmm… me vas a seguir recordando el asiente? –le dije pensando en eso-
Franco: no, no es eso,  papá me puso una paliza cuando prendí  la pirotecnia y  porque me queme  con ella, no quiero que eso te pase, por eso, solo estando yo la podemos prender, tu solo no.
Mario: papá pero no tengo cinco años.
Franco: ni yo los tenía cuando me queme.
Me acorde de esa ves,  el muy… había prendido los cuetitos cuando yo no estaba,  en esa ocasión él tenía 15 años y yo 12 no eran muchos años los que nos llevábamos pero siempre vi a Franco como lo más súper que podía haber  en el mundo, me defendía y en ocasiones se echaba  la culpa para que papá Salvador no atentara contra mi pobre traserito. Papá Salvador siempre fue de carácter fuerte por lo que realmente ni yo ni mi hermanos fuimos muy apegados, en cambio mamá Ana era muy cariñosa, no por ello queríamos menos a papá solo que era más difícil hablar con él. El día que Franco encendió los cuetitos lo hiso en el patio este era amplio, se encendió algunos arbustos que estaban algo secos y papá Franco al tratar de apagarlos se quemó, mamá Ana (abuela) lo llevo al médico a que le hicieran las curaciones y en la noche que mi padre Salvador se enterara…. uuuy ni recordarlo, yo estaba en mi cuarto y solo pude escuchar el cinto y a mi hermano llorar a mí también me hubiera gustado dar la cara por él, pero me hice chiquito y solo me puse a llora porque no podía hacer nada, en cambio el muchas veces se culpaba y se llevaba una paliza.
Mario: creo que tienes que acomodar tus papeles otra vez –le dije tratando de olvidar aquello-
Franco: creo que sí, anda  pararte.
Mario: vamos a ir a la casa de los abuelos???.
Franco: si vamos a ir hijo. Anda no te preocupes.
Mario: me vas a devolver mis cuetitos? –esperaba que dijera que si o que los prenderíamos después-
Franco: quieres que te de otras nalgadas con el calzoncito abajo?
Mario: no.
Franco: a bueno. Anda fuera y ya no te portes mal.
Me salí corriendo algo apenado por la forma en que papá dijo aquello, no era un niño pequeño, no sabia de nadie al que se lo nalguearan así… bueno algunos de mis primos sí, así que deje de preocuparme por eso y me fui a mi cama.


4 comentarios:

  1. Me encantóoooooooo!!!!! Hace tanto tiempo que esperaba por una continuación de esta hermosa historia y me has hecho feliz con este lindísimo capítulo, pero quiero que hayan más, por faaa!! Me gusta todo lo que escribes y espero ansiosa por la continuación de tus otros fics!! :D

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  2. Jajaja ni sus precauciones le ayudaron!!...
    Que bien volver a leer de ellos!!..

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  3. Estoy perdida no se quien es quien, no entendí mucho quien es franco ni porq al principio dice q es hijo único y después habla de sus hermanos. Quizás deba buscar el primer capítulo.

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  4. Jejeje ahora si! Leí el primero y ahora todo cierra y me encanta! Aunque es muy triste lo que paso hace de esta historia algo unico

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