Páginas Amigas

domingo, 12 de mayo de 2019

Darío, el comienzo de un joven padre.




Darío, el comienzo de un joven padre.
Darío tenía 15 años, cuando Paula debió viajar urgente a casa de sus padres durante la tarde después de recibir una llamada que le preocupó demasiado, su abuelo de 75 años había sufrido un accidente casero a consecuencia de su problemas a la vista, durante la madrugada y se enredó con una alfombra cayendo y golpeándose a un costado de las costillas con la punta de la mesa de centro. El abuelo de Paula era muy importante para ella ya que fue el primero que la apoyo y ayudó a confesar a sus padres junto a Darío que serían padres a los 14 años, Paula al recibir las noticia del accidente corrió a decirle a Darío, este le dijo que fuera pero a ella le preocupaba su pequeño Dante que acababa de cumplir los seis meses,
- Mi amor ¡ve! No hay ningún problema, me encargare de nuestro hijo.- Aseguro y beso la mejilla de su preocupada mujer. Paula al oírle se fue tranquila sabiendo que Darío no estaría solo es casa, estaba acompañado de Laura su suegra y cuñada.
Al día siguiente Laura la abuela del niño se había levantado temprano, el pequeño Dante lloraba ya que tenía apetito, esa noche había dormido con él porque Darío debía estudiar. El reloj dio daba las 7 AM cuando Darío fue despertado.
- Hijo despierta, tú hermana está enferma y debo ir con ella al médico ya que estuvo toda la noche con fiebre.
- Ok mamá, pero y mi prueba ¿Qué pasa con ella? ¿Cómo lo hacemos?... papá dijo que no falte y yo estudié demasiado tengo miedo... Papa dijo que me daría una gran Zurra si pierdo el año.- Recordó a su madre mientras la seguía por la casa con su bebé durmiendo en sus brazos.
- No te preocupes... ya hablé con tu papá y justificare tú falta.- Lo tranquilizo y beso la frente de su hijo y nieto.- hoy sólo preocúpate de nuestro pequeño bebé.-
Laura luego se dirigió al auto donde la esperaba su hija, Darío se despidió por la ventana, regreso a la cama y se durmió junto al pequeño Dante. Dos horas más tarde, Dante despertó y después de observar a su joven padre empezó a balbucear, pero Darío no lo escuchaba tenía demasiado sueño ya que no había dormido prácticamente por pasársela estudiado toda la noche, Dante al ver que su padre no despertaba comenzó primero tocándole los ojos... luego continuo dándole golpecitos en la cara, pero como Darío no reaccionaba empezó a desesperarse y a sollozar hasta que después Comenzó a llorar y ahí fue cuando Darío despertó, para luego alzarlo de la cama para que dejara de llorar dándole golpecitos en la espalda hasta que ya por fin dejo de llorar.
-Hola mi amor ¿Buenos días?- Saludo y Dante le regreso la mirada con los ojitos llenos de Lágrimas y esbozó una sonrisa
-Ya es tarde ¿verdad? ¿Eso me querías decir?- Pregunto a su pequeño para luego besarle el estómago a lo que Dante río a carcajadas- ¿Te parece si desayunamos?
Luego se levantó bajaron a la cocina y puso el hervidor para preparar leche caliente a su hijo, mientras este estaba listo subió a la habitación y se preocupó de cambiarle la ropita, primero le sacó el pequeño pijama y luego los calcetines, después de cambiar el pañal Darío comenzó a vestir a su hijo, primero los calcetines y el pantalón... pero a Dante no le gustaba así que constantemente movía los pies, cuando al fin lo logró continuo con la polera y esta le estresaba un poco, le costaba y su hijo te terminaba rojo y medio ahogado... Darío al hacerlo tuvo mucho cuidado, pero no evito que Dante terminara llorando como siempre. Cuando al fin su pequeño estuvo completamente vestido Darío lo llevó al sofá y ahí lo sentó. Dante seguía llorando y eso a Darío lo ponía nervioso
-¿Qué pasa mi amor?... ¿Papá te hizo llorar hijo?.. Por favor no llores.- Rogó. - Me muero cuando lo haces, Dante mi vida esta frío y debo vestirte o te enfermaras y si eso pasa, Primero me mata tu mamá y luego mis padres.
Una vez cuando logro calmar al pequeño empezó a jugar con su juguete, pero al cabo de cinco minutos Dante y Comenzó a llorar otra vez, Darío lo alzo preocupado ya no sabía que hacer hasta que recordó que Aun no le preparaba el desayuno a su hijo, una vez listo se aseguró que la mamadera estuviera a temperatura adecuada se la dio así bebé y este a medida que tomaba se durmió. Darío lentamente lo acostó en el sofá y estiró su brazo acalambrado, se dirigió al baño y mojo su rostro estresado no tenía mucha experiencia en eso.
Así pasaron las horas y cuando el reloj dio la una de la tarde, paso por la juguera la comida del pequeño y espero hasta que la temperatura estuvo apta y se sentó frente a Dante y comenzó a dar pequeñas cucharadas, a la tercera no se dio que venía un pedazo de carne a lo que el pequeño se ahogó y él no sabía cómo ayudarlo... desesperado le soplaba la carita sin darse cuenta que el niño no podía respirar, luego lo alzo de la silla y tomo ambas manitos y se las levanto, mientras Dante tosía y volvió a respirar otra vez. Darío alzo al niño y se sentó en el suelo a llorar junto al pequeño ya que había pasado el peor susto de su vida.
De pronto a lo lejos escucho un auto y se levantó emocionado pensando que era su madre, pero era Oscar su padre quien regresaba de un largo viaje.
-Hola, Darío ¿Que son eso gritos? ¿Por qué Dante llora?- Pregunto y le acaricio el rostro al bebé.
- No se papá, ha estado así todo el día.
- Debe tener hambre...hijo tal vez deberías de alimentarlo.- Aconsejo mientras acomodaba la maleta a un costado del sofá y se quitaba la chaqueta.
- ¡¡Olvídalo!!... hazlo tu papá, ha llorado toda la mañana y ya no sé qué hacer con él.- Dijo mientras entregaba al pequeño Dante a su confundido abuelo y se fue.
Oscar vio cómo su hijo mayor se retiraba y subía corriendo las escaleras, luego lo reviso y noto que debía cambiar el pañal una vez que estuvo listo subió con el pequeño a la habitación del joven padre y le encontró en su cama en un mar de lágrimas
-¿Por qué lloras mi amor?
-No puedo con él papaaa, llora y me desespera ...solo llora y yo ya no lo soporto, cuídalo tú...yaaa no soporto a mi hijo buaaaaaa.- Dijo llorando desconsolado, le dolía decir esas palabras, pero tenía sueño, susto y estrés al ver que Dante casi se muere. Darío había pronunciado esas palabras para que su pequeño no estuviera cerca de él... ya que como pintaba el día, pensaba que terminaría haciéndole un gran daño a hijito.
-Hijo, él bebé es tu responsabilidad... decidiste ser padre joven y no te cuidaste como debiste hacerlo, lo aceptaste y Ahora no puedes decir que no puedes, ya está con nosotros y debes a prender como ser un buen padre.
-Papi, pero yo no sé.- Aseguro derrotado.- ¿Me enseñaras? Yo quiero ser el mejor para mi bebé.- Aseguro muy ilusionado, pero después su semblante se entristeció.
- Si, yo te enseñare, pero primero levántate de esa cama, te lavas la cara y te tranquilizas, porque trasmites el nervio al Dante.
Cuando Darío estuvo listo y con su hijo en brazos listos para bajar a la sala, Oscar antes de salir lo tomo del brazo.
-Darío, hijo, sé que te desespera la situación, pero plaffff.- Comenzó con una palmada.- NO PLAFFF VOLVERAS A DECIR QUE NO PLAFFF PLAFF SOPORTAS A TU HIJO ¡¡caramba!!
- AAAyaaaa paaaapaaaaaa.- ¡no!- Regaño a su padre.- Se puede caer Dante de mis brazos.-
-Ok, luego seguiremos "conversando" ¡¡te voy a dar la paliza de tu vida!! Si es que no....- Comenzó a regañar, pero Darío salió corriendo del cuarto no quería que su Bebé escuchara lo que pasaría más tarde.

1 comentario:

  1. Jajajaja pobre que le tocó con su hijo en brazos..
    Pero como soy curiosa si quiero saber si le tocó o no?? Jajaja
    Que bien corto me encontré aquí amiga!!

    ResponderBorrar