Capítulo 33 “Las reservas”
RYAN
El día estuvo aburridísimo. Atendí a 15 pacientes repartidos entre la
mañana y por la tarde y a eso de las 6 de la tarde por fin pude salir de la
consulta.
Estaba agotado, pero le había prometido a James que saldríamos a comer
por su primer día de clases.
Agarré el coche y me fui en dirección a la academia de arte en la cual
el chico estaba en este momento.
Fue un acierto de Phill proponer inscribirle en la academia. Desde que
comenzó a ir, el ánimo de James había mejorado considerablemente y se le veía
más emocionado cada día. De alguna manera estaba recuperando su antigua
esencia.
Llegué justo a las 7 que era la hora de salida de James y le encontré
en la salida esperando.
Se subió de inmediato al coche y partimos en dirección a una de mis
hamburgueserías favoritas.
Ryan: ¿Por qué estás tan callado? No piensas contarme como te fue en el
instituto- estuve todo el día nervioso por eso, no me gustaría que James la
pasase mal en clases, pero debía admitir que por su historial, notas y por el
hecho de que le expulsaron del instituto anterior, no teníamos muchas opciones
para matricularle.
James: fue genial- eso me ayudó a respirar, no era un bien o estuvo normal,
era un genial.- pude elegir todas mis clases y la verdad es que había mucha
variedad. Y ya conocí mucha gente nueva, no estuvo mal como pensé- punto
positivo, menos mal que no había ocurrido nada malo.
Ryan: no sabes cuanto me alegra escuchar eso peque, ¿a qué clases te
inscribiste?- me comenzó a contar y las clases que tendría este año serían:
historia del arte, dibujo, francés, fotografía, pintura, matemáticas, historia
y literatura.- no pudiste escaparte de mates ¿eh?- sabía que James odiaba las
matemáticas y la verdad es que mi yo de la escuela le entendía perfectamente.
No podía entender como Keith, Sam y el tío Shaun les gustara tanto la materia.
James: lo intenté pero era obligatoria… ¿tío?- estaba dudoso de
preguntarme, pero apenas le miré siguió hablando- ¿te molesta que no haya
elegido biología o química?- ahí estaba de nuevo ese miedo de que yo hubiera
preferido que estudiara medicina, como si alguna vez le hubiera dicho algo al
respecto.
Ryan: no pasa nada Jamie, es tu futuro el que está en juego, debes
escoger lo que te haga feliz y si tu eres feliz con eso pues yo seré más feliz
aún- su respuesta fue una sonrisa y por fin llegamos al lugar de comida.
SHAUN
Dormir con un crio de 15 años era una tortura. Sobre todo si ese crio
se movía más que una culebra durante la noche.
La alarma sonó a las 6 de la mañana y la verdad es que sentía que no
había dormido en toda la noche.
Abrí justo los ojos para ver a Lydia salir del cuarto de baño con la
cara descompuesta, seguramente había estado devolviendo.
Shaun: cariño ¿te encuentras muy mal?- le ayudé a volver a la cama y le
arropé.
Lydia: no es nada muy grave, incluso es hasta normal las nauseas
matutinas amor, no te preocupes ¿vale?- le sonreí y le di un pequeño beso en
los labios- ¿Por qué tenemos un polizón en nuestra cama cariño?- al nombrarle
miré a Kyle que seguía dormidito a su lado.
Shaun: nuestro pequeño tuvo una pesadilla ayer por la noche y le traje
para que pudiera dormir tranquilo con nosotros.- mientras le contaba lo que
había sucedido a Lydia yo comencé a alistarme con mi ropa del trabajo.
Lydia: mi pobre bebe- ella le dio un beso en la coronilla y le
apachurró a su lado- a todo esto ¿qué pasó con Sammy anoche?- al nombrarme a mi
hija mi cara se descompuso, no quería tener que enfrentarme a ella tan
temprano.
Shaun: la encontré volviendo a la 1 de la madrugada con Cassie, al
parecer se escapó para ir a la Premier de una película o algo parecido. Se
comportó muy insolente, la verdad es que no sé que haré con ella ahora.- ya no
estaba enfadado, pero si decepcionado de la relación que estábamos formando con
mi hija.
Lydia: no te preocupes cariño, ya se arreglarán ustedes dos, es solo la
adolescencia haciendo presencia en la personalidad de tu princesita, debes ser
paciente- paciencia… sinceramente eso era algo que no abundaba en mi.
Shaun: lo intentaré, pero esa niña saca lo peor de mi a veces- le volví
a besar y me dirigí a mi lado de la cama para comenzar a despertar a Kyle.- mi
niño, abre los ojos ya se hizo de día.- le abracé y besé su cabecita mientras
trataba de espabilarle.
Kyle: nooo papá, 5 minutos más por favor- como podría negarme a
aquello.
Shaun: solo 5 minutos Kyle, de reloj- le di un beso al tiempo que el
crio se daba la vuelta para abrazar a su madre y de manera inconsciente
acariciaba su pancita de embarazo.- voy a terminar comiéndome a este niño antes
de que se haga adulto Lydia, te aviso.- mi esposa me sonrió mientras le hacia
cariño a Kyle.
Lydia: no si es que yo lo hago primero, anda ve a despertar a Sam y más
vale que te apresures que hoy te toca a ti preparar el desayuno y ya va tarde
profesor Adams.- me encantaba cuando me decía profesor, en su boca y con su
acento era simplemente excitante.
Dejé a dos de mis amores en mi habitación y me dirigí a la habitación
de mi princesa. La casa no era muy grande, por lo que las habitaciones estaban
relativamente cerca, así que no me tomó más de un segundo darme cuenta de lo
que estaba sucediendo. Sobre todo al leer el papel que estaba pegado en la
puerta de Samantha.
“No dormí bien, no iré a clases hoy, no molestar.”
Sinceramente no llegaba a los 42 años, me iba a dar un infarto, esta
niña me iba a provocar un infarto.
Entré sin delicadeza a la habitación de mi hija, quien con el ruido del
golpe de la puerta despertó desorientada.
Sammy: ¡Shaun! Que no leíste el papel que puse en la puerta- no
respondí, y es que ella sabía sacarme muy bien y fácil de mis casillas, solo me
acerqué a su cama, la saqué sin ninguna delicadeza y la recosté en mi regazo- ¡ay!
papá ¿qué haces?, nooo- ahora si que se había recordado que yo era su padre.
Shaun: ¿es que ahora soy papá? Quien te crees para llamarme por mi
nombre ¿eh? Eres una malcriada, sinceramente hija, no sé que diantres está
ocurriendo últimamente contigo, pero si es que deseas llamar mi atención pues
¿Qué crees? Ahora la tienes.- sin decir nada más comencé a repartir unas
cuantas palmadas. No pensaba castigarle, solo esperaba que se diera cuenta de
su actitud y se disculpara.
PLAS PLAS auu papa noo PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS lo siento papi, no más. PLAS
Había sido severo, pero la verdad es que después de todo este tiempo de
malos tratos y malas caras no sabía que más hacer. Lo he intentado todo,
conversaciones, castigos, ignorar sus actitudes pero nada funcionaba.
Levanté a mi hija de mi regazo y la acuné para poder consolarle a pesar
de que no lloraba.
Shaun: ¿Qué pasa contigo princesa? ¿Por qué odias tanto a papá?- al
decir aquello Sammy abrió grande los ojos sin entender lo que decía.
Sammy: no te odio papi, te amo mucho, lo siento… es solo que no puedo
decirte que pasa- entonces si que pasaba algo- no estoy lista aún.- eso me
había preocupado, ¿le habría pasado algo malo? Por eso no podía contarme. Que
difícil era esto de ser padre.
Shaun: yo igual te amo Sammy, eres mi princesita y siempre estaré aquí
para ti, cuando estés lista para contarme que te sucede aquí estaré ¿vale?-
ella asintió- pero eso no significa que yo pueda permitirte que nos trates de
esa manera, menos que me desobedezcas.
Sammy: lo siento… pero eso también tiene que ver con que ya soy mayor papá,
ya no puedes controlar todo lo que hago.- pero que sinvergüenza era, si yo
apenas les controlaba un poco, era más permisivo de lo que aparento.
Shaun: eres menor de edad Samantha y ni digas que ando controlándote
que es una vil mentira y lo sabes- ella suspiró y dio a entender que ya se
quería levantar de mi regazo. Yo le di un ultimo beso en la mejilla y la deje
levantar.- ya princesa, no discutamos más por hoy ¿vale? Tengamos paz por lo
menos un día, no quiero enfadarme contigo.
Sammy: yo tampoco quiero pelear contigo papi- ella me devolvió el beso
y comenzó a hacer su cama- ¿puedo llevarme el coche hoy?- yo ya me estaba yendo
de la habitación para comenzar con el desayuno.
Shaun: no abuses Samantha, estás castigada y lo sabes muy bien- ella
desistió y yo salí.
Estaba decidido a saber que ocurría con ella.
KEITH
Jamás en la vida volveré a prestarme para algo parecido a lo de hoy.
Phill ayer por la noche me había avisado que este lunes iba a estar
todo el día fuera en conferencias, reuniones y proyectos, volvería por la
noche. Por consecuencia, yo debía hacerme cargo de 10 niños y adolescentes
solo, tenía que llevarlos y recogerlos de clase y además preparar almuerzos y
meriendas. Vamos que yo cocinaba, pero era complejo tener que cocinar y a la
vez asegurarse de que todos estén haciendo los deberes y además cuidar de Julie
y Noah que últimamente estaban vueltos unos verdaderos terremotos. Además si le
sumamos mi poca paciencia lo único que podríamos encontrar sería una erupción
volcánica inminente.
Phill se fue temprano por la mañana, por lo que también me tocaba
despertarles a todos y hacer el desayuno. Por suerte para mi, tenía un hijo de
17 años que podría ayudarme en todo, claro si es que lograba sacarle de la cama
a tiempo.
Keith: Samuel ya, necesito tu ayuda hijo- no había caso, y tenía la
leve sospecha que no podía despertarle por que apenas si había dormido, su
laptop se sentía caliente aún del uso.- si no estás fuera de la cama en 2
segundos te castigaré Samuel- fue decir eso y que el chico se levantara como un
resorte de la cama- que tenga que amenazar para que me hagas caso enano.- se le
veía enfadado, pero su enojo era más tierno que amenazador.
Samuel: es que tú eres un gruñón papá, solo quería dormir un poco más,
estoy cansado- que sinvergüenza, ni que fueran las 6 de la mañana, era ya casi
7:30 y es que por suerte todos entraban a clases a las 9 am por lo que tenía
mucho tiempo para prepararlos a todos.
Keith: que te quejas si ya era tu hora de despertar, seguramente no dormiste
nada anoche, es que ¿tengo que quitarte la laptop y el móvil cada noche para
que puedas descansar?- él al escucharme negó efusivamente mientras se colocaba
una camiseta.- necesito que me ayudes con tus hermanos, Phill no estará hoy y
la verdad es que si lo hago yo solo me volveré loco.- normalmente con Phill nos
encargábamos de todo en casa y cuidando a todos los chicos, por ende Sam o
incluso Joe nunca han tenido que comportarse de manera más adulta ni han tenido
que ayudar de manera obligada a cuidar a los más peques.
Samuel: está bien papá, no tengo problema en ayudarte, pero de los
gemelos te encargas tú que esos no obedecen ni a cristo- en eso Sam tenía
razón, que de un tiempo a esta parte los gemelos se habían vuelto aún más
tremendos que antes y me sacaban de quicio bastante seguido.
Keith: yo me encargo de ellos, tú solo encárgate que tus hermanos
pequeños se vistan y estén listo a las 8:00 am en la cocina para desayunar.-
Sam asintió y yo me acerqué a darle un abrazo- que grande estás, incluso ya
casi me alcanzas en estatura.- nuestra familia era de gran estatura, mi padre y
sus hermanos medían entre el 1,88 y 1,90, por lo que nosotros salimos bastante
grandes. Yo por mi parte rozaba el metro 89 y a Sam ya le faltaba bastante poco
para alcanzarme.
Samuel: no seas cursi papá, además debes saber que seré más grande que
tú, saqué los mejores genes, a diferencia de Joe que está más bien chiquito-
igual y estaba exagerando, Joe mide un metro ochenta, seguía por sobre el
promedio del país.
Keith: anda, tira a despertar a tus hermanos que si no, sí que nos hará
tarde.
Sam fue una gran ayuda, a las 7:50 de la mañana casi todos estaban
listos y sentados a la mesa, pero como todo en la vida y sobre todo en esta
familia nada es perfecto.
Keith: Matthew Adams tienes 2 segundos para calzarte y estar comiendo
que si no te voy a dar jovencito, lo digo en serio- últimamente había tratado
de tener más paciencia con los niños, pero había ocasiones en las que
simplemente la paciencia se acababa y solamente quedaba gritar.
Matt: ¡noo!- no podía creer que ese crio tenía 14 años, si no lo
conociera y viera como se estaba comportando en este momento juraría que no
tenía más de 6, y ni siquiera Maddie que tenía seis hacía tales berrinches.
Keith: ¿no? Escúchame Matt, cuento hasta 3 y si cuando llegue al número
no estás listo con zapatos y tomando desayuno me vas a conocer.- Phill ¿por qué
tenías que irte justo hoy?, justo cuando nuestro crio de 14 años se estaba
comportando de esa manera.
Matt: ya te conozco tonto, 14 años conociéndote- ¿había escuchado
bien?, lo siento Phill, te juro que lo intenté, fui paciente, le di una
oportunidad, pero este mocoso me buscó y me acaba de encontrar.
Me acerqué rápidamente y al parecer fui un poco brusco en mis movimientos
ya que al acercarme el chico se espantó y trato de salir corriendo, pero le
atrapé.
Matt: no, no papá, lo siento, ya me colocaré los zapatos, lo juro- al
parecer si que estaba cambiando, ya que en vez de descargar toda la lección que
definitivamente le hubiera dado hace unos meses, me senté en el sofá y le
coloqué frente a mi para hablarle claro.
Keith: no tengas miedo peque, no te haré daño, si me enfadé pero es que
tu no lo pones para nada fácil, pero no debes tener miedo de mi ¿vale?- Matt
asintió y yo le sequé las lágrimas que habían caído de sus ojos.- te propongo
un trato enano, ponte los zapatos y ve a desayunar ahora y nos olvidamos de
todo ¿vale?- él asintió energéticamente lo que me provocó una carcajada, mi
hijo era un amor- anda, vamos a desayunar para que podamos salir a tiempo, así
papá no me mata por la noche.
Una vez todos estuvimos sentados lo complicado fue que toda la comida
terminara en la boca de todos y no desperdigada en la mesa por alguna pelea o
por que los más pequeños no quisieran comer.
Joe: papá, necesito que me des 30 dólares- al nombrar aquella cifra le
miré asombrado, era una gran cantidad y no es que yo les anduviera dando a mis
hijos todo el dinero que me pidieran.-
es para pagar la entrada y el transporte de la salida de fin de
trimestre, iremos al teatro por la clase de literatura.
Sam: si, lo había olvidado yo igual necesito lo mismo- no podía hacer
nada, saqué mi billetera de les pasé el dinero a cada chico.
Keith: ese instituto me dejará en la quiebra, ¿alguno de ustedes
necesita dinero para la escuela?- todos negaron, bueno, casi todos.
Noah: yo, “ninero”- las palabras del peque hicieron que todos en la
mesa se carcajearan.
Keith: pequeño bribón, que “ninero” ni que nada, anda bebe comete la
fruta- cuando estaba Phill en el desayuno nos repartíamos a los niños, para que
cada uno quedara con la cantidad justa de niños malos para comer y los que
comen relativamente bien. Ahora yo tenía que lidiar con los 10 yo solo.- Maya
cielo, debes terminarte tu plato de comida, hoy te serví poquito- la nombrada
me miró como solo ella sabía hacerlo pero mantuve mi postura y mirada, por lo
que terminó asintiendo.- chicos, yo iré por ustedes hoy, así que nada de
quedarse charlando de más, apenas toquen para la salida se salen.
Nicole: pero papá, había quedado con unas amigas de ir a por unos
helados después de las clases- traté de escarbar en mi mente si es que Phill me
había comentado algo parecido, pero la verdad es que ni idea de que Nicole iba
a salir hoy.
Keith: y de casualidad nos pediste permiso antes de hacer tus planes
Nicole- la pregunta le sorprendió y luego de unos segundos negó- entonces lo
lamento cariño, no podrás salir hoy, para la otra recuerda pedirnos el permiso
con anticipación.
Nicole: pero papá, ya quedé con mi amiga, no puedo negarme a último
minuto- como quería evitar todo tipo de conflictos, solo le miré seriamente
hasta que ella supo que era correcto darse por vencida- no es justo.
Terminamos de comer y por fin pude ponerme en marcha con todos a
clases. Como no cabíamos todos en el coche grande que teníamos, Joe tuvo que
manejar y llevar a sus hermanos mayores. Llevaba apenas unos meses con el
permiso para conducir, por lo que igual me daba un poco de ansiedad el que él
fuera el que llevara el coche.
Dejé a todos en clases y me pude dirigir a la oficina, hoy trabajaría
solo medio día para poder alcanzar a preparar el almuerzo y llegar a tiempo a
buscar a todos.
Apenas llegué me puse con los pendientes que tenía y cuando pude
encontrar un hueco libre en la mañana reservé los boletos y el hospedaje en
Cancún. Nos iríamos el viernes por la noche y volveríamos el viernes siguiente
de madrugada.
Con todo listo ahora solo tenía que encontrar a la pobre alma que
cuidaría a mis pequeños y no tan pequeños demonios. Y justo en ese momento
entraba por la puerta una posible víctima.
Allan: Keith, ¿llamaste a tu hermano hoy? Estaba demasiado nervioso por
le primer día de clases de James, ni siquiera tu madre pudo calmarlo- ups, lo
había olvidado por completo, luego le compensaría.
Keith: no he podido siquiera tomar el móvil hoy, estoy solo con los
niños y te prometo que ha sido una mañana bastante ajetreada.- mi padre solo se
rio, él disfrutaba siempre que yo sufría cuidando a tanto niño.
Allan: justicia divina solamente muchacho, debiste llamarme, yo pude ir
a ayudarte temprano.
Keith: puedo encargarme yo papá, además necesito que Phill confíe en mi
con esto, desde que nos mudamos juntos casi ni atiende mucho su trabajo por
estar cuidando a los niños y sé que eso le molesta- era cierto, me había
propuesto a dejar de solo importarme mi trabajo para ayudar a Phill a que pueda
hacer el suyo.
Allan: así es como funciona el trabajo en equipo, ya te acostumbrarás-
justo en ese momento mi padre se sentó frente a mi y pudo ver la impresión de
las reservas que anteriormente había hecho.- anda que es esto, parece que le
harás caso a tu madre y se irán de vacaciones.
Keith: a Phill le ilusionó mucho lo del viaje y la verdad es que desde
que estamos juntos jamás hemos tenido la oportunidad de hacer cosas en pareja
solos.
Allan: pues mucho que te habías tardado, esperaremos a los niños el
viernes por la tarde ¿te parece?- mis ojos se abrieron bruscamente, no había
sido para nada fácil el encontrar niñeras- le diré a tu hermano que se pase ese
día y los lleve al aeropuerto.
Keith: papá, te lo agradezco, pero son 10 críos, ¿no crees que son
demasiado?
Allan: de que hablas, no hay ningún problema, además con tu madre
tenemos experiencia en trabajo en equipo y no somos para nada viejos aún, así
que me traes a todos mis nietos que se quedarán en casa. además si nos vemos
sobrepasados también esta Ryan y tengo 2 hermanos menores que me pueden ayudar,
puedo planear una salida familiar, tú tranquilo, ve y disfruta de tu novio y la
playa para que cuando vuelvas yo pueda tomarme unas vacaciones ¿te parece?
Keith: eso haré papá, eres el mejor…
Allan: lo sé.
Ahora solo quedaba avisarle a Phill y a los niños.
¿Qué podría salir mal?
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