Capítulo
treinta y tres
Volver
a casa... no siempre es lo que esperabas
Evan a los pocos días esquiva
como el resto de los chicos, tenía un talento innato, para todos los deportes, el
general no volvió a castigarlo ni a Steve, pues lo chicos se portaron como
ángeles no querían ser avergonzados delante de sus novias.
Por fin estaban en casa
extrañaban a sus padres más de lo que deseaban admitir, pero llegar a casa fue
reconfortante, aunque no fue como esperaban, Kirk estaba con cara de pocos
amigos Sean estaba enojado gritando como un loco pidiendo reclamándole a Ángela
por a verlos llamados.
“Sean te estás pasando”
“no papá tú te pasas, sabes estoy
harto, harto me deslomo trabajando y tú te crees con el derecho a quitarme todo
cuando se te da la gana, es mi trabajo”
“eres mi hijo”
“pues desearía que no lo fueras”
“papá” le grito Steve
Sean se tapó la cara.
“largo de aquí, largo sácalos de
aquí” Sean no quería que sus hijos lo vieran así.
Karen tomo a los niños y los
encerró en la pieza, salió a buscar a Ángela para que se quedara con ellos, ella
debía estar con su hijo, mientras esperaban que el médico llegara, Sean había
colapsado en el trabajo, discretamente habían llamado a Ángela para que fuera
por él, Sean se negaba a dejar el trabajo, por lo que tuvo que llamar a sus
suegros, el doctor de turno le inyecto un cálmate que lo hizo dormir, cuando
despertó se encontró en su cama rodeado por sus padres, alterado perdido en el
tiempo espacio enfadado, odiando al mundo solo queriendo terminar el trabajo, se
sintió traicionado acarralado por lo que arremetió contra su padre pues hasta
en esos momentos sabía que Kirk era su roca.
Al parecer con todo esto
olvidaron que los niños llegarían hoy y se encontraron a su padre en plena
crisis, Ángela se encargaría de sus hijos y Kirk y Karen de Sean, el médico
llego en pleno berrinche de Sean que gritaba tiraba todo, hasta golpeo un par
de veces a Kirk, con Karen era la única persona con quien se calmaba, donde se
le tiraba a los brazos y lloraba para luego gritar a Kirk.
“es mi trabajo, mi empresa, porque
me haces eso porque me quieres robar soy tu hijo” le gritaba
“hijo”
“no, porque quieres robarme todo”
Por fin llego el médico, diagnostico
con una fuga disociativa, le inyecto un sedante para que durmiera cuarenta y
ocho horas seguidas luego un mes de descanso y estaría como nuevo, y lo más
importante es que debía reducir las horas de trabajo y los viajes, mucha paz y
tranquilidad.
Los niños estaban advertidos de
no alterar a su papá, en cuanto despertó Sean se fueron todos a casa de los
opas, ya que era la única forma de poder cuidarlo.
La primera semana fue perfecta, todos
disfrutaban de la compañía de los Opas, los abuelos de Sean dejaron el retiro y
decidieron que se encargarían de los negocios de América al fin ya estaban
cansados de descansar, eso molesto a Sean pues él prefería tomar a su familia e
irse a vivir al otro lado del charco, pero no, eso estaba fuera de discusión
Kirk no se separaría de su tigrecito ni ahora ni nunca.
“ya puedo volver al trabajo”
“no hijo en tres semanas” le dijo
Kirk con calma.
“no es justo”
“Sean, tesoro sabes que no puedes,
recuerdas lo que paso”
“si papá” se quejó, pero se fue
su pieza, pero Sean tenía otra idea, cuando sus padres se relajaron se metió a
la oficina de papá para poder trabajar, estaba dando instrucciones a diestra y
siniestra como amaba su trabajo pero lo que no amo nada fue sentir como la
sesión de internet se cerró y la cara de ogro de su padre, quien al menos tuvo
la decencia de pagar todo antes de sacarlo del escritorio jalando su oreja y
fue dándole nalgadas todo el camino hasta su habitación.
“Sean Hyuga te sorprendo mirando
mi oficina o un computador y te daré la zurra de tu vida” dijo dándole quince
fuertes nalgadas.
“Au papá me duele, papi me duele
mucho”
“un mes o te dejo otro mes aquí
castigado” sentencio Kirk pues sabía que esa amenaza era la única forma de que
su hijo se comportara.
“haré caso papá, es difícil pero
lo haré”
“lo sé mi sol, pero estas con tus
papás con Ángela y tus dos cachorros no crees podrás estar ocupado sin pensar
en números, hijo hacer dinero no es todo en la vida”
“lo sé, pero me gusta”
“lo sé, tesorito de mi corazón”
dijo abrazándolo como cuando era chiquito, porque Sean era su hijito, el mismo
chiquito que no tuvo una adolescencia ni juventud, en algún momento tenía que
pasar y el estaría ahí para cuidarlo.
Los tigrecitos hicieron todo para
cuidar a papá, daba gusto ver como se esforzaban en cuidarlo, las zapatillas de
levantar, las películas, hasta darle la comida en la boca, cuál se esforzaba
más, cuál era el mejor hijo, quién se portaba mejor, quien le daba el último
pedazo de pastel y precisamente ese último pedazo de pastel fue el que hizo
estallar primera guerra intergaláctica porque fue con todo dos tigres arañando
mordiendo tirando pelos y gruñendo.
“Chicos que les pasa” grito Karen,
pero no tuvo respuesta “basta” y nada, por lo que debió a recurrir al remedio
más antiguo para estos casos, un buen par de nalgadas. “sepárense ahora” y
entiendo porque Dios le había dado dos manos, para tomarle una oreja a cada uno
“no se pelea” dijo tirando de ellas.
“Aaaaaa oma duele”
“grandma no”
“que es OMAaaaaaaaaa” y volaron
los manotazos.
Por lo que unas fuertes nalgadas
cayeron en los traviesos traseros.
“que estaba pasando”
“él me quito el pastel que yo le
llevaba a papá” dijeron a coro
Karen los soltó a la vez tomo a
Evan y le dio quince nalgadas bien fuertes y le dijo “quieto mientras trato con
tu hermano” y luego le dio dieciséis nalgadas a Steve.
“no es justo enano” se quejó
Steve porque Evan recibía menos, y Evitan le saco la lengua.
“no me tientes que estas de
cumple dentro de poco” le dijo Karen, pues Evan Hyuga pronto cumpliría los
dulces dieciséis y no quería los partiera con dolor en el trasero.
“quiero que tomen ese pastel se
sienten y se lo coman ustedes, porque a su papá lo han hecho subir como cinco
kilos con tanto mimo” dijo la Oma
La idea les gustó mucho a los
chicos, pero llego Sean y se les unió y tuvieron que compartir el pequeño trozo
de pastel.
Kirk sonreía desde lejos se
acercó a Karen para abrazarla por la espalda para contemplar a sus niños.
Oh... ME GUSTO MUCHO MUCHO a los tiegrecitos mas mi tigrecito STEVEN, LADY, mucha gracias y te lo devo. Son mi amores, la familia, quiero tanto <3
ResponderBorrarA me olvide de pode mi nombre, soy Aye
BorrarFeliz cumpleaños, Aye!!!!!! Pásalo genial!!!
ResponderBorrarLadyyyyyy.... Te quedó súper fabuloso!!! Los extrañéeee!!! Extrañé tanto a ésta jauría de gatitos y sus travesuras, ejejje!!!! Son hermosos!! Ojalá ya estés pensando en los próximos capis, por fis!! =D
Camila
Jjjjj pobre Sean un mes de retiro voluntario y uno obligado jajajajajajja, que sean los dos por favor, asi Kirk lo cuida como debe ser, nalgada de paso encima jajajajja
ResponderBorrarlinda capitulo Lady
aww lindo capitulo lady......... 1 trozo de pastel para 3 chicos..... creo que cuando se lo acaben sera otra pelea por quien comió mas y quien menos :)
ResponderBorrarLady que bien!!! Los tigres me encantan.....
ResponderBorrarmmm que chicos tan mas compartidos
Yo tambien quiero pastel!!! jeje
continua porfissss!!!!
Mi Sean necesitaba descansar :D pero el muy cabezota se llevo al limite
ResponderBorrar