EL HOMBRE DETRÁS DEL PERSONAJE
CAPÍTULO
1: Y el ganador del Globo de Oro es…
Escucho
al anfitrión decir mi nombre, escucho unos cuantos aplausos, el grito de Simon
y me doy el lujo de sonreír tranquilo aunque realmente no lo este...’Sólo
iremos a divertirnos, sólo a pasarla bien’...recuerdo las palabras que le dije
a mi esposo antes de salir de casa y hasta las deletreo para creérmelas por
completo, es muy difícil no estar nervioso cuando hay muchas personas
observándote y esperando el resultado por el premio pero mi agonía terminara
pronto porque dentro de segundos anunciaran al ganador...’No es tuyo, No lo
es’...estoy convenciéndome de lo inevitable porque el porcentaje para que gane
está en mi contra, tengo que ser realista, después de todo, es mi primera
nominación.
Y
el ganador del Globo de Oro es…
MATT
BOMER… por The Normal Heart
No
puedo creerlo, la sorpresa invade a cada persona presente y me incluyo en toda
la multitud, creo que el único que no se sorprende es mi marido, él siempre lo
supo, siempre me lo dijo:
“Yo
creo en ti Matthew…” Amo
cuando me dice Matthew, logra que me derrita ante él. Dejo a un lado las
siempre palabras en confianza de mi mitad más inteligente y me concentro en lo
que estoy viviendo, es muy rápido, los aplausos no tardan en llenar el
auditorio, la alegría que irradia el elenco de la película se plasma en sus
sonrisas y el orgullo sincero, puro y real de mi esposo lo siento en su cálido
beso.
“No
puedo creerlo...Oh dios mío….No puedo creerlo” Le digo suave al oído cuando lo abrazo
y él me dice que disfrute el momento, soy un idiota, aun no me lo creo, mis
pensamientos de un sui generis que creí perdido no me dan crédito a lo que
estoy viviendo en este momento; el reconocimiento, este sin duda es el
reconocimiento que tanto anhelé y que por el cual me exigí al ciento por ciento
y más, camino hacia el podio saludando a quienes se paran a felicitarme y no
puedo evitar tomarme un momento, un segundo, para recordar todo el esfuerzo, el
largo camino que recorrí para llegar a este lugar… y... debo reconocer que el
esfuerzo no fue solo mío, jamás lo habría logrado sin mi familia… a quienes les
debo todo...recuerdo los días en la que el hambre dominaba todos mis sentidos…
Tengo
mucha hambre, tengo mucha hambre… Dios...en verdad tengo mucha hambre, si
pudiera comer una hamburguesa del tamaño de una torre Eiffel me la como, pero
no puedo, lo único que evita no pensar en comida es dormir o fumar, pero odio
el cigarrillo y además si Simon me descubre fumando me mata, literalmente me
mata, por lo que solo me queda dormir y dormiría todo el día si pudiese pero
Simon vendrá dentro de poco con los niños… los extraño… no sé cómo voy a hacer
para poder jugar con ellos si no tengo fuerzas ni para levantarme, Simon no me
dejara seguir así, tengo hambre, tengo tanta hambre y siento que no puedo que
ya no puedo… Respira Matt respira, un paso a la vez... me digo y me auto
obligo a levantar mi apoltronado trasero del sofá, estoy decidido a que Simon
no me vea así y no pierda otra vez la cabeza, fue suficiente con un episodio de
preocupación extrema, no puedo dejar que me obligue a comer como el otro día.
Es
sólo una película Matthew Staton no es tu vida entera… Lo escuchó como si estuviera al lado
mío, cómo no recordarlo cuando comencé una pelea de la nada, el hambre me
estaba matando y los chicos querían salir a comer, A COMER YO ME ESTABA
MURIENDO DE HAMBRE Y A NADIE PARECÍA IMPORTARLE, claro que no puedo exigir nada
a mis niños, sólo son niños, y si le reclamaba algo a Simon, de seguro me
ganaría sus líneas favoritas: Matthew, si tienes hambre pues come es sólo
una película no es tu vida entera… Aun tirito de solo recordar cuándo por
esa maldita frase comencé a tirar toda la comida al suelo… yo no soy así… pero
es verdad esto del monstruo del hambre.
“QUE
SABES TÚ DE MI VIDA…”
le grité lleno de furia dejando a los niños en silencio, me quise morir, no sé
en qué momento llegue al piso junto con el brócoli y la quinua que pensaba
comer.
“Más
que tú en estos momentos, sé que estás a un paso de desmayarte…” me dijo frío como es cuando se
enoja, seguro molesto por reaccionar así frente a los niños y obvio por la
caída junto a la comida, estaba muy débil para estar mucho tiempo en pie.
“Voy
a llamar un taxi me voy a un hotel” dije para irme, no podía mirar a mi marido, no
podía mirar a mis hijos a la cara tenía que alejarlos, no quería que me vieran
así… son unos niños dulces… no merecen pasar por esto… no merecen ver al
irresponsable de su padre torturarse y estar enojado por no comer, lo admito,
no puedo estar con ellos, no ahora. Esta película es mi vida y Simon parece no
querer entenderlo, saco fuerzas de no sé donde para ponerme de pie y con
dificultad caminar unos cuantos pasos, me detengo, y no porque quiera sino
porque mi esposo me sujeta del brazo derecho y me dice que me quede quieto
sentándome en una de las sillas de la cocina.
“Simon
no quiero pelear… por favor deja que me vaya…” le ruego… “no quiero que los niños
me vean así…” me mira confundido y no tiene que decirme a voz alta lo que
piensa, sé que me está recriminando con la mirada diciéndome: ¿Y está bien
que te vean irte?
“QUE
QUIERES QUE HAGA”
le gritó de nuevo… maldición no puedo ni controlar mi tono de voz… “Que
renuncie a todo?… dímelo Simon… quieres que elija?” le desafié “Tu
dijiste que me apoyarías… dijiste en las buenas y en las malas Simon Halls EN
LAS BUENAS Y EN LAS MALAS… si quieres que lo deje lo haré… pero no te lo
perdonaré jamás” dije sin pensar y sin sentir, me puse de pie… dispuesto a
todo y a nada… podía dejarlo, realmente podría, Dios tengo tanta hambre que no
me deja ni pensar le he dado un ultimátum y si me deja? y si se cansa de mi?
Dios, qué hecho?… yo no estoy dispuesto a renunciar a mi familia ni por el
papel de mi vida ni por nada que está pasando conmigo quiero llorar de hambre,
de impotencia de vergüenza principalmente de hambre, nunca creí en esa
expresión de llorar de hambre hasta ahora que la estoy viviendo... Simon,
ayúdame... doy un grito mudo dejando caer las cosas que quedan sobre la mesa,
solo ruego que no me deje que no renuncie a mi… Simon me sorprende y se aleja
de mí, va a dejarme, comienzo a hiperventilar, mi esposo va a dejarme, son unos
segundos agónicos en los que creo que literalmente voy a morir, pero luego veo
que va donde los niños y les pregunta qué película quieren ver, les dice que
estoy gruñón por lo que no los acompañaré, Kit se reí de mí y segundos después
los gemelos también salen disparados a la sala audiovisual mientras gritan
felices que habrá pizza, ahí recién comprendo que era privacidad lo que él
buscaba, no me dejara, aun me ama y yo en vez de correr a sus brazos y rogar su
perdón le doy una mirada de odio a Simon porque amo la pizza y sé que la ha
pedido sólo para irritarme más, una vez solos, me dice:
“Primero
te calmas y respiras” me
obligó a calmarme, con la amenaza de llamar a un médico para que cortara el ataque
de ansiedad que me había auto provocado luego comenzó a regañarme y yo solo
escuchaba recordando respirar pausado “Solo tú, Matthew Staton Bomer eres
capaz de reclamarme eso, en realidad piensas que te pediría algo así como dejar
la película?” no deja que le responda a ninguna pregunta “Quieres apoyo
Matthew? bien, tú mismo lo has dicho, en las buenas y en las malas, ahora mismo
yo catálogo esto como malo, muy malo, pero para tu eterna sorpresa no voy a
dejar que te hundas” Agarra un plato vació y saca del refrigerador otra
porción de comida para reponer la que yo había botado… en el refrigerador
teníamos mis porciones aparte que era lo mínimo que me exigía comer la
nutrióloga... me prepara un plato presentable incluso lo decora con una carita
feliz y me lo pone al frente y dice “come” lo miró perplejo y me vuelve
a repetir “come” no le respondo porque Simon no es un maldito tirano
para hacerme esto… pero lo está haciendo…”Por amor de Dios Matt si tengo que
meterte la comida yo mismo, lo voy hacer” suspira profundamente consternado
y él mismo agarra la cuchara poniendo una buena porción de quinua y pavo y me
la mete a la boca, masticó y saboreo por qué es lo que desesperadamente
necesitaba, vuelve a repetir la acción y de pronto he terminado el plato, con
una sonrisa de alivio me dice: “Si esto no demuestra que te apoyo entonces
no sé qué hacer” lo miro a los ojos y caigo que he sido un idiota, estoy
profundamente avergonzado y se lo digo “lo siento Simon, no sé que me paso”
me hace esa cosa con la nariz que me vuelve loco “Estas hambriento Matt, es
sólo eso” es verdad, es el hambre “Sé que valdrá la pena amor, por favor
entiende que es muy importante para mí, aunque no lo creas es el papel de mi
vida, he esperado esto desde muy joven” Da negativas con su cabeza “Te
entiendo Matt, lo hago, pero también te veo y el hambre te estás torturando” sé
que tiene razón “Prometo que no volverá a pasar” le sonrió y le digo
mimoso “y ya puedo ir a ver la película o ¿sigo castigado?” lo que me
responde no me lo esperaba “con gusto te mando a dormir si lo necesitas”
me dice con su tono enojado que le pone a los niños cuando se han portado mal
para luego sonreír haciéndome saber que estamos bien.
“No
sé… si mi marido me acompaña… no me molestaría ser enviado a dormir” le sonrió lascivamente… cuanto extraño
a mi marido… “vamos Simon ¿me enviaras a la cama?” me miró con ojos de
deseo… pero luego sentimos a nuestros hijos reír… ambos supimos la respuesta…
Antes que me levante de la silla me mira fijo y me amenaza “Una vez más Matt
Bomer y te doy lo que mereces porque no quieres comer lo mínimo que dijo el
doctor debías comer” le miro extrañado porque Simon no acostumbra hablarme
así y para rematar me dijo “Hablo en serio Matthew”... rodé los ojos… no
quería pelear con él… pero es que Gruuu, decidí resguardar mi dignidad… “olvida
la propuesta” le dije… ya no está de humor para arrumacos… o al menos no a
iniciarlos yo… vamos que mi marido me había amenazado innecesariamente y no es
para tanto es un desliz todos cometemos errores, las risas de los niños vuelven
a oírse y nos movemos juntos, claro, él me ayuda a mí, vimos Toy Story 3… bueno
yo no vi mucho porque me quede dormido a los minutos… solo recuerdo a ver
despertado en nuestra cama y a Simon observándome con amor y preocupación.
“Debes
cuidarte Matt ¿qué hago yo si te pasa algo dime Matthew qué hago yo sin mi
mejor mitad?” mis
ojos se llenan de lágrimas de emoción, cuánta suerte tengo de tener a mi lado a
quien me ama tanto como yo a él.
“Me
cuidaré Simon lo prometo”
le digo y no solo para él, es una promesa que me obligare a cumplir.
No
puedo evitar inquietarme ante ese recuerdo, fue muy humillante que me hiciera
comer, no deseo repetir otro episodio de pelea entre nosotros, no cuando mis
hijos han venido a verme, después de todo gane la gran batalla de alquilar este
lugar para adentrarme más al papel.
Sé
que están a punto de venir, casi los imagino correteando por las escaleras
peleándose entre ellos para quien llega más rápido... mis niños, son tan
activos... pero otra vez mi estómago está delatando el hambre que siento todo
el tiempo, pero es que siento que si como no podré parar… y Simon no me
permitirá no acompañarlos a la cena fue tajante por el teléfono, “Hoy comes
porque comes, no discutas más”...Ya los escucho venir… tengo ganas de salir
corriendo a su encuentro a quien entra primero por esa puerta y me pregunto si
se asustaran de ver a papá tan delgado, sé que los preparamos bien pero que tan
impactante será para ellos encontrarse con medio papá?
“Papi!!!!!!”...Sin lugar a dudas el primero en entrar
es Kit, gritando de felicidad y los gemelos corren hacia mí me quieren
derrumbar, me pregunto ¿cuándo crecieron tanto?, los niños tienen mucha fuerza
y Simon corre para ayudarme y entre risas les regaña para que tengan más
cuidado conmigo.
“Pero
papiii dijiste que podríamos jugar con el papá… no nos regañes” se quejó Henry.
“Si
lo prometiste… no se vale cambiar de opinión” dijo Walker.
“Además
no esta tan flaco” le
dijo a Simon, luego me miro y añadió “Papi pensé que estarías muuuuuuy
flaco, no te pareces a Flat Stanley.” Se quejó Kit porque no me parecía al
personaje de su libro favorito un niño llamado Stanley que es accidentalmente
aplastado y quedó tan flaco como un papel, mi hijo ha logrado que yo ría y muy
alto, le digo revolviéndole el pelo: “Hey, voy paso a paso amigo, tranquilo
que pondré más esfuerzo.”...Los niños se ríen pero a Simon no pareció
causarle ni una gracia, “No te enfades” le digo dándole un beso. “Como
quieres que no me enfade Matt si has bajado más de lo que acordamos” me
regañó, “¿Para eso querías venirte a un departamento solo? cariño me
preocupas.”
Me
dice acariciando mi mejilla le doy otro beso de piquito y preguntó a voz alta: “¿Que
haremos hoy?”...Los niños comienzan a gritar como locos “Comer PIZZA
PIZZA y papá prometió que tú te comerías una rebanada mira que siempre comemos
pizza los jueves…” me recriminaron.
Miro
a Simon un poco enojado por las falsas promesas y él me da un beso de piquito y
dice: “A comer todos” ruedo los ojos porque no puedo salir de esto.
Finalmente
ordenamos pizza pero me rehusó a comer firmemente, los niños saborean en el
comedor cada rebanada de deliciosa y olorosa pizza napolitana y yo miro a Simon
con odio y él literalmente se relame la boca para enfadarme más o torturarme
más para que yo ceda de una vez y coma un poco, yo en un acto de berrinche
total me paro voy al refrigerador y saco un pote de quínoa, y me siento en el
aparador de la cocina y comienzo a comer mirándolo con rabia. Se me acerca e
hipócritamente me da un beso “Vamos Matt una no te hará nada, cariño te dará
fuerzas y extraño a mi marido…” trató de convencerme así el muy
chantajista.
Aprovechando
que los niños se fueron a ver un poco de tv aparto el bote de quinua y con
puntería logro que llegue al basurero cometo la misma acción con los restos de
pizza y abro el refrigerador y empiezo a botar la comida que hay dentro en un
acto de total desenfreno. Simon avanza hacia mí en dos pasos y me toma del
brazo para que me detenga.
“Basta
Matt, basta, deja de botar la comida” me gritó mientras sigo botando todo…”Que te
detengas Matthew, basta de hacer lo que haces” pero no me importa sigo
botándolo todo “¡He dicho basta! COMER... PLAF!!!...Ensancho los ojos
pero no tanto en sorpresa sino en dolor, me dolió mucho, me dio una nalgada muy
fuerte.
“SIMON!!!”
le grito y me sobo el trasero “Cállate
Matthew, ahora vas a escucharme muy bien”...me vuelve a sentar en una de
las sillas de la cocina y me niego rotundamente a quedarme quieto, intento
volver a pararme, sólo lo intento, porque de nuevo me da muy fuerte ….PLAF!!!...
“Simon
que rayos, te has vuelto loco”… no me lo creía mi marido acababa de darme dos
nalgadas.
“He
dicho que vas a oírme Matt, he recibido una llamada de tu médico y adivina que
me dijo de tus últimos resultados”.
“Lo
de siempre”.
“No,
una GRAN diferencia”
“Y
porque mi médico te llama a ti… es mi médico, donde está la confidencialidad
médico paciente lo podría demandar… lo voy a demandar”.
“Si
hazlo, demándalo, en el momento que lo hagas te juro que no te vuelves a sentar
en tu vida”.
“Simon
estás loco, ¿por qué me dices todo eso?”
“Por
los resultados que has estado ocultándome a propósito, por estos resultados”.
Saca
los resultados de los análisis del bolsillo de su chaqueta y me los muestra, yo
no puedo creer lo que veo, me enfurezco porque tengo todos los motivos del
mundo para estar enojado.
“Es
que no tendrías porque saberlo…” le dije aun mas enojado.
“Cuando
vas a entender que me preocupo por ti, cuando te va a entrar en la cabeza que
estás extralimitándote con este papel”.
Veo
a mi esposo fijamente a los ojos y veo que está preocupado, profundamente
preocupado.
“Ya
falta poco amor, falta poco… me cuidaré más Simon lo prometo.”
“Eso
ando escuchando hace semanas.”
“Esta
vez es en serio.”
“Oh,
sí que lo es.”
Ahora
lo veo muy molesto, pocas veces lo he visto así.
“No
te entiendo… cada vez que nos vemos lo único que hacemos es pelear… todo lo que
hago te disgusta.”
“Todo
lo que haces es disgustarme, ¿te das cuenta que acabas de botar a la basura
comida perfectamente saludable y en buen estado?, lo botaste todo sólo porque
estas molesto y no te da la gana de comer y los niños y yo tenemos que
aguantarnos tus berrinches y arrebatos cuando te da la gana.”
“Tu
molestaste primero”
“Tus
hijos vinieron a verte, a jugar contigo llevan semanas preguntándome ¿cuando el
papá comerá con nosotros?… papi… me gustaba más el papá cuando comía… ahora
está siempre gruñón… ya no ve pelis con nosotros… ya no tenemos los jueves de
pizza… y sí Matthew esa película es importante pero tu familia es más
importante y tú eres más importante.”
“NO
me chantajees con eso Simon, además no creo que el médico haya llamado creo que
tu lo llamaste porque solo quieres controlarme.” me sentía acorralado y le ataco con lo
primero que se me viene a la cabeza.
“¡Y
ahora tú serás el ofendido!, ¿pero qué demonios te pasa?”
“Eso
te pregunto ME HAS PEGADO Simon ¿qué demonios te pasa a ti?”
“A
mí me pasa que ya no voy a pasar por alto todo tu descuido con tu persona
porque te haces daño y de paso a los niños, qué ¿crees que pensarían los
pequeños si te hubiesen visto lanzando todo a diestra y siniestra?”
“Claro
ahora soy un mal padre” le
grito.
“Tú
mismo respondiste esa pregunta.” me dice con una frialdad que no reconozco.
“LARGO
DE AQUÍ…” le grité indicando
la puerta
“De
acuerdo me voy, pero antes de irme voy a cumplir lo que te había dicho el otro
día”.
Me
dolió el estomago de solo pensar en que pretendía hacer.
“Simon…
vete… no hagas las cosas más grandes”
“No
lo voy hacer Matt, en cuanto termine veras que lo que hago es cortar por lo
sano, cortar todo tu descuido de salud”.
“¿Qué
pretendes hacer Simon…?” le
dije con un poco de miedo, ¿acaso?, ¿acaso otra vez? oh no, no puedo ni pensar
en eso.
“Qué
te dije que haría si esto volvía a pasar”.
“Que
me darías lo que merezco por no comer lo que mínimamente debo comer” conteste en modo automático, utilizo
el mismo tono que usaba con mi papá antes de un castigo.
“¿Y
qué has hecho?” me
retó y yo sentí que empequeñecí dos metros y fui pillado en una travesura
premeditada, riesgosa y para variar entiendo que lo que me dice mi esposo es
verdad y eso sólo me avergüenza más, no tengo cara para contestarle.
“No
te entiendo Matt… ¿cómo descuidar tanto tu salud?… pero si no quisiste entender
por las buenas lo harás por las malas…” me levantó del asiento… “No pensaras pegarme”
le grité pero sin prestarme atención me hizo agachar en el mesón de la cocina e
inmediatamente me dio una respuesta no verbal a esa pregunta.
¡ZAS!
no pretendo Matthew lo voy hacer ¡ZAS! ¡ZAS! por irresponsable ¡ZAS! ¡ZAS!
¡ZAS! por no cuidar tu salud ¡ZAS! ¡ZAS! Y por estar botando comida al piso ¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! me ocultaste tus exámenes ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
Cada
azote ha dolido, la mano de mi esposo es muy fuerte pero sus palabras me han
dolido más que otra cosa, sobre todo porque sé que es verdad, porque esto esta
saliéndose de control ya que peso 15 kilos menos de lo normal.
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¿Te tomaste las vitaminas que te mando el médico?
“No”, le digo y comienzo a sollozar,
escuchando a voz alta sus regaños, dicho así parece que en verdad quiero
hacerme daño, ¿cómo no tome las vitaminas? estoy débil, muy débil, y hambriento
podría darme neumonía ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! No aguanto más y estoy
llorando con ganas, pasa un tiempo muy largo en la que solo siento palmadas
fuertes y no me doy cuenta en qué momento ha parado.
“¿Por
qué Matt?, ¿por qué no te las tomaste?”… me dijo dándome vuelta para tomarme la cara y
verme preocupado, lo veo, y veo en sus ojos, a mi esposo, tan devoto a mí y yo
ahí menospreciándolo por cómo actúa conmigo.
“No
lo sé, lo olvidé, lo siento, lo siento en verdad lo siento”. Me muerdo un labio y le confieso “estaba
demasiado cansado para ir por ellas.”
“Mi
vida… tesoro este papel no puede quitarte la vida… chiquito mío, ¿por qué
Matthew? ¿Por qué no me llamaste?”.
“Ya
haces suficiente con cuidar a los niños por mí, no puedo cargarte el peso de
que veles por mi también no es justo Simon no es para esto que te casaste”
“Como
que no Matt Bomer, me casé contigo en las buenas y en las malas amor mío”
Me
abraza y me besa me da fuerzas y me apoya, pasan como diez minutos y por fin me
atrevo a decirle uno de mis grandes temores, no puedo ocultarle nada, es mi
esposo.
“¿Y
si todo esto es en vano? ¿Y si hago todo mal? ¿Y si no vale la pena nada de mi
esfuerzo porque nadie entiende la película, nadie entiende lo que es tener un
corazón normal?
Simon
me mira un poco shockeado por lo que le he dicho pero no pasa ni un minuto. Sin
dudar me dice.
“Mi
Matt tu le enseñaras al mundo lo que es un corazón normal… amor tu eres mi
orgullo tu Matt Bomer cambiaras vidas… tocaras el alma de todo aquel que te vea
actuar… te he visto actuar pero con Félix Turner te he visto vivir y morir…”
Sonrió…
me pone feliz, no solo eso, me llena el alma, entiendo que no necesito un gran
cartel que diga todos los días Tu puedes Matt, Lo harás bien Matt, Sigue
exigiéndote Matt, no, no necesito eso, él es suficiente para mí no pensare en
el arduo camino a recorrer ni en las repercusiones, ni siquiera en dejar de
seguir comiendo, lo he comprendido y tiene razón.
“Comenzarás
con las vitaminas… tus padres se ofrecieron a cuidar a los niños… llevárselos
de vacaciones… yo traspase mis clientes y me tome las vacaciones… Estoy contigo
amor en las buenas y en las malas… y Matt Bomer yo creo en ti” Dijo secando mis lágrimas, sus palabras
son el motor que necesito, soy muy tonto por olvidarlo. “Lo sé y si llego a
dudarlo me lo recordaras, ¿verdad? le digo ahora sí quejándome por las palmadas.
Se
ríe y me vuelve a abrazar y en el oído bajito me dice.
“Nunca
lo olvides, baby blue eyes…”
Luego
de unos segundos caí en cuenta de algo terrible
“ME
HAS ACUSADO A MI PADRE…”
le reproche preocupado
“¿Tú
qué crees mi amor?”
“Oh,
Simon, no, ¿por qué lo hiciste?”
“Porque
no te estabas cuidando… y Matthew les debes una llamada a tus padres”
“¿En
serio les dijiste a mis padres? no puedo creerlo, no puedo creerlo”.
“Tu papá estuvo a punto de
venir pero le prometí que me haría cargo de cuidar a mi marido”.
“Nadie tiene que hacerse cargo
de mí”.
“Já...esa debe ser la mentira
del año, sabes muy bien que en este momento tu solito no puedes hacer nada, así
que tranquilo, les llamas y les dices que todo va bien y que te estás cuidando”.
“Es fácil para ti decirlo no estarás sometido al inquisidor de mi
padre y a la histeria de mi madre… si me gritan… te acuso que me
pegaste” dije sacándole
la lengua “Así que más te vale defenderme”.
“En
las buenas y en las malas Matt” Le rio con un poco de fastidio, eso es en
definitiva un sí.
Walker
aparece de la nada y me llama con su manito para que corra con él seguro hizo
algo espectacularmente travieso y quiere espectadores para ello, ambos nos
reímos y lo seguimos, entramos a la sala audiovisual y vemos a Henry totalmente
cubierto con papel higiénico Kit está haciendo la presentación oficial de la
momia en la casa y a todos nos da un ataque de risa….veo a mis hijos reírse y
cada uno atacando a Simon con papel higiénico, será la próxima momia viviente,
los veo, y no dejo de pensar lo bendecido que estoy porque ellos están junto a
mí, los amo y me dan fuerza para seguir adelante en este proyecto… porque
gracias a todos los que lucharon hoy tengo el derecho de tener la familia que
llena mi vida… y eso no puedo olvidarlo… y es por eso que hoy estoy aquí dando
cada paso hacia el podio para dar las gracias… porque este premio es la muestra
de que logre mostrarle al mundo que tengo un corazón normal… por eso … miro al
hombre que amo y que me ayudó a llegar aquí.
“...
A mi esposo Simon Halls y a nuestros tres hijos Kit, Walker y Henry los amo,
gracias por estar conmigo cuando pesaba 130 libras y muy enojado cuando comían
pizza frente a mi…” lo
veo sonreír y sé que todo valió la pena...
Oh por Dios que buena historia se aventaron!!!
ResponderBorrarMuy buena Carla y Lady!!
les quedo increible!!!
wiiiii si se merece ese triunfo!!!!
Gracias por la lectura y el coment y sip en eso concordamos totalmente Matt se merecía el premio :D
BorrarMuchas Gracias Estrella
BorrarCarlaaaaaaaaa un verdadero honor escribir de nuestro Mathew... gracias por hacer este proyecto realidad
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