lunes, 5 de enero de 2015

Los años perdidos (Joseph Kinsley)



Los años perdidos (Joseph Kinsley)
Septiembre 1987
Damon había mirado el reloj por undécima vez, solo tenía que ser un par de pizzas. Y ya eran casi las cuatro de la madrugada, volvió a taparse con las sabanas, aunque no tenía frío. Había dado tantas vueltas a la cama esa noche que iba a tener que comprar otro colchón, lo que no había logrado más de 100 mujeres lo iba a lograr un maldito mocoso.
Stella respiró hondo y agarró su almohada y una manta y se fue al sofá a dormir ya no podía más, Joseph no  iba a regresar esa  noche, eso ya se lo había dicho ella, pero Damon parecía que no quería simplemente irse a dormir. Y tras los escarceos amorosos, en vez de quedarse dormidos abrazaditos, Damon había optado por comenzar a refunfuñar y dar vueltas en la cama. Stella no era un vampiro, necesitaba dormir, así que harta ya de tanta mala sangre, intentó dormir aunque fueran tres horitas al sofá.
Al llegar la mañana, y como era de esperar todos estaban de muy mal humor, Stella prefirió desayunar en una cafetería cerca de su oficina y Damon solo se le agrio más el humor al ver que la cama de Joseph seguía sin deshacer. Ya tenía suficiente las 10 de la mañana y sin noticias de ese desagradecido. Damon se puso la cazadora, agarró las llaves de su coche y salió en búsqueda de Joseph.
Damon se movió por los sitios donde sabía que Joseph solía moverse, pero ni rastro del mocoso. Incluso se presentó en casa de Rose, una de sus amigas, pero Rose estaba con gastroenteritis y hacía más de tres días que no había visto a Joseph. Damon, dio un par de vueltas más, pero se sentía estúpido ¿qué hacía ahí fuera buscando a ese crío? Sino le recordase tanto a su hermano, seguro que hacía tiempo que lo hubiera puesto de patitas en la calle, pero Damon no iba admitir eso. Finalmente se dio por vencido, Stella tenía razón, ya aparecería, siempre acababa regresando, no es como si tuviera otro sitio a donde ir.
Al poner las llaves en la cerradura ya olió la esencia particular de Joseph, respiró aliviado, pero fue un alivio efímero, en seguida regresó el enfado que le había llevado a no pegar ojo y recorrer media ciudad. Damon abrió la puerta de la habitación de Joseph y entró como si fuera un tornado. Joseph estaba echado en la cama, vestido y calzado, durmiendo profundamente.
Solo unas pizzas ¿eh? dijo Damon agarrándolo por el brazo y levantándolo de un tirón. Joseph estaba medio grogui y solo pudo tambalearse y balbucear algo que parecía el nombre de Damon. Damon se enfadó aún más con el chico al comprobar que no tan solo había llegado a esas horas sino que encima venía fumado. Damon lo arrastró hasta la ducha, donde lo puso bajo la alcachofa y encendió el agua fría a toda presión.  “Solo unas pizzas” repetía entre dientes). Una vez despierto Joseph empezó a luchar con él por salir del plato de la ducha pero, Damon era mucho más fuerte que él.
Aún empapado de pies a cabeza Joseph fue conducido hasta la taza del retrete, Damon puso un píe sobre la tapa y colocó a Joseph sobre su rodilla y empezó a descargar su pesada mano sobre el trasero mojado. Joseph, se hubiera quedado con el asalto, pero Damon llevaba amenazándolo mucho tiempo. Y aunque Joseph solo se lo tomaba como una broma, había algo en la forma de hablar de Damon que le hacía estar receloso de que realmente fueran palabras vacías. Y ahora desgraciadamente lo estaba comprobando de la peor forma posible. En algún momento de la zurra Damon debió quitarle los pantalones y calzoncillos, porque cuando Damon lo tiró sobre su propia cama para que descansara estaba desnudo de cintura para abajo. En cuanto Damon cerró de un portazo la puerta, Joseph corrió a mirar su trasero en el espejo del armario, dios, estaba todo amoratado, imposible que se pudiera sentar en días. Y lo peor es que aquella noche lo había invitado a uno de los clubs más de moda de todo New Jersey y sabía que aquella chica tan sexy estaría allí.


4 comentarios:

  1. Ay, pobre Joseph... qué siga la historiaaaa, Dale Little! Está muy linda! :D

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  2. Bueno....ahi tiene por mentiroso jajajaja

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  3. Y eso que solo era un par de pizzas!!
    Pobre chico todo mojado se lo sonaron!!!
    Te quedo genial Little!!!

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