CAPITULO
10: PRIMERA SESION
A
la mañana siguiente la pareja Burke se sorprendió de la cooperación que mostró
Neal para ir a la cita con el psicólogo, ni una protesta ni argumento negativo
para ir a dicha cita, es más, hasta se podría decir que el positivismo de ir
saltaba por sus poros.
Peter
se encontraba muy contento por comenzar así el día, aunque le sopesaba que la
buena actitud del muchacho sea debido a la nalgada que obligatoriamente tuvo
que darle anoche para que no siga berrincheando por tener que ir a las sesiones
con el doctor, se encontraba feliz, tener que ser firme con su compañero era
duro pero estar a cargo al 100% de su C.I era una responsabilidad que no iba a
tomar a la ligera, y por tres grandes razones; primero: se lo debía a Neal por
la enorme amistad que los unía, segundo porque el muchacho tenía que responder
a su situación legal con el FBI que aunque por el buen acuerdo que había
logrado no lo deslingaba de toda la responsabilidad que aún debía al bureau y
tercero porque sentía que ya le había fallado al dejar que las cosas llegaran a
este extremo en su vida, él ya no sería un espectador de las malas decisiones
que tomara Neal, ahora el agente se involucraría por completo aun cuando esa
participación implique causarle un dolor en el trasero para que actúe
correctamente.
Elizabeth
hubiera querido acompañar a Neal a su
cita pero la responsabilidad para con su empresa no se lo permitía además que
su esposo debía presenciar física y visual que Caffrey entraba a las sesiones,
era una responsabilidad extra que debía informar mediante un reporte a Hughes,
un papeleo por demás burocrático pero que la alta gerencia exigía a Burke.
No
obstante a Peter esta “obligación” extra le venía muy bien, así se aseguraba
que Neal no faltara a las sesiones, además que al terminar el doctor tendría
las palabras sobre su avance, o, sobre
su no avance.
Y
para sumar porque su carácter protector hacia el muchachito no lo dejaría
tranquilo si lo dejaba ir solo, después de todo el papel de papá le quedaba a
medida perfecta.
-Nos
vemos a la hora del almuerzo cielo.
-Está
bien mamá.
-Y
recuerda poner todo de tu parte en la sesión.
-Ok…haré
lo que pueda.
Neal
dijo un poco desanimado por lo que El le dio en beso en la cabeza cuando pasaba
por su lado, Peter le revolvió el pelo y con la expresión le indicó que era
hora de irse.
Conversaron
mientras caminaban al vehículo.
-Cada
día una hora verdad?
-Sip.
-Y
si me aburro?
-Dudo
que lo hagas, las sesiones, después de todo, son para ayudarte a recordar eso
no puede aburrirte.
-Tendrías
que estar en mi lugar.
-A
que te refieres?
-Que
me cansé de todo eso en el hospital no veía la hora de salir y estar tranquilo
sin doctores que me estén analizando o preguntando de mi pasado como si fuera
un animalito de experimento o una bomba a punto de estallar.
-Ya
me lo has dicho pero ellos sólo hacen su trabajo, trata de entender que es
importante que vuelvas a la realidad.
-Realidad?
-Por
así decirlo, no tienes curiosidad por saber quién eras, qué hacías?
Neal
miró ofendido a Peter.
-Sé
quién soy.
Peter
rodó los ojos.
-Además
de tu nombre.
-Sí,
claro que quiero saber, pero no quiero que me presionen no me gusta que me
obliguen hacer algo que no quiero, no me gustan sentirme perseguido.
‘Digno de ser tú, Neal Caffrey’
Peter
pensaba al tiempo que sacaba una media sonrisa, él más que nadie sabía que si
se perseguía a Neal Caffrey –en cualquier sentido de la palabra- por instinto,
huiría.
-Nadie
te está persiguiendo o presionando para que recuerdes.
-Eso
no es cierto.
Neal
miro incrédulo a Peter y se sobo dramáticamente el trasero, acusando la fuerte
nalgada del día anterior.
-Eso
no es presionarte para que recuerdes, es hacerte obedecer una orden explicita y
directa del médico…PLASSS!!!...adentro.
Ahora
la mirada era una de consternación ante otra nalgada sorpresiva para anunciarle
que suba al vehículo.
-Auuuuuuu
papáaaaa.
Peter
ignoro la queja y se subió al tauro para dirigirse al consultorio.
‘Vamos Neal no quiero estar dándote palmadas
cada momento para que obedezcas, no me obligues a darte más de una palmada’
Peter
pensaba interiormente mientras se dirigía a su destino, llegaron exactamente
después de 25 minutos y aunque no hablaron durante el trayecto el agente sabía
que debía decir unas palabras.
-Dale
un intento a estas sesiones, no es pedirte demasiado verdad?
-Uhmm
supongo que no.
Neal
dijo derrotado, muy triste, puso su mirada de cachorrito apaleado haciendo que
el agente Burke se sienta vulnerable ante él, era difícil para Peter lidiar con
el nuevo Neal, muy cambiante por todo lo que estaba pasando.
-Pediré
que una agente te lleve a una de tus cafeterías favoritas luego de la sesión,
te gustaría eso?
-Creo
que sí, ehhh me gusta el café?
-Si
Neal, te encanta, sobre todo el Starbuks de la calle 9.
-Y
puedo tomarlo?
Peter
lo miró intrigado, a lo que el muchacho respondió:
-Digo,
ya que estoy bajo órdenes de cuidarme por completo, la cafeína se me esta permitida?
O mi niñera tendrá que probarla primero?
Neal
dijo de lo más sarcástico acusando el exceso sobreprotector por tener que
caminar con esa agente del FBI.
-Sé
que no quieres te vigile las 24 horas del día pero que te acompañe la agente
Berrigan a casa no está a discusión.
Bajaron
del vehículo y Neal caminaba con el peor humor que Burke había visto hasta
ahora, frustrado porque su intento para que el muchacho cambiara su actitud
fallaba tuvo que recurrir a otra acción más certera.
-Y
será mejor que cambies esa actitud PLAS!!!
-Auuuu
ya déjame, siempre eras así de gruñón y salvaje?!
Peter
rodó los ojos e iba a contestarle que sí al igual que él era el mismo dramático
de siempre pero la recepcionista los interrumpió.
-Buen
día.
-Buenos
días.
-Llegan
a tiempo para la cita por favor tomen asiento enseguida Neal podrá pasar.
La
rubia ofreció una sonrisa coqueta al tiempo que escaneaba a Caffrey con la
mirada, como era obvio, Neal olvido por completo la nalgada que acababa de
recibir y devolvió la misma sonrisa coqueta para flirtear con la recepcionista
y Peter volvía a rodar los ojos.
‘Será por dios que este chico ni siquiera
cuando pierde la memoria se olvida de ser un galán?!’
El
doctor Sanders interrumpió sus pensamientos.
-Buen
día, buen día…haber…cómo esta uno de mis pacientes más tranquilos?
-Igual
que todos los días, sin recordar nada.
El
tono rayaba toda faltaba de respeto.
-Veo
que estás de mal humor Neal.
-No
lo admite pero está molesto por venir.
-Sí
lo admití, lo dije desde el principio.
-Neal!
-Pero
es cierto, dije que es insulso venir.
Peter
estaba que chispeaba por la boca rápida que tenía su amigo/hijo pero el doctor
supo intervenir y más bien sino habría más plas plas en medio de la recepción.
-Está
bien Peter, déjalo tranquilo, no demoraremos mucho Neal pero vamos hacer la
sesión, es por tu bien.
-Eso
escucho seguido, por varios.
Dirigió
una mirada de odio hacia Peter.
-Ok,
eso me parece muy bien porque quiere decir que muchas personas están
preocupadas por ti y que le importas demasiado como para obligarte a venir, lo
que me parece muy mal, ya eres lo suficientemente consciente de que tu estado
no es un juego y tu más que nadie tiene que poner de su parte para recordar.
Neal
bajó la mirada y se sintió pequeño, muy pequeño, ante el regaño del doctor.
-Ok,
nuestro tiempo es escaso así que comencemos.
Peter
se sentó en el loby al tiempo que el doctor Sanders ofrecía un guiño para que
este tranquilo, aun así, se sentía tan nervioso como cuando alguna vez fue a
parar a la oficina del director en sus tiempos colegiales. Lo último que
visualizó fue la mirada chispeante de Neal y su pulgar levantado en positivo,
una actitud completamente diferente a la que mostró hace minutos, el agente
Burke respiro hondo, Caffrey lo volvería loco por sus repentinos cambios de
humor.
WC
Luego de la
hora cumplida el jovencito salía del consultorio, tranquilo, ocupo el lugar en
el que Peter estaba sentado y el hombre adulto entró para el informe que
tendría listo el doctor.
-Doctor, cómo
esta Neal?.
-Como dije al
principio, demasiado tranquilo.
-Lo sé, no
entiendo por qué no le preocupa su estado.
-La mayoría
de los pacientes sienten ansiedad, depresión por encontrarse en este estado,
incluso pueden sufrir paranoia pero Neal no muestra ninguno de esos signos,
debido a su historial se podría pensar en que está engañándonos para no
enfrentar el caso Mentor.
-No lo está
haciendo, usted lo sabe, por eso luche por este acuerdo.
-Lo sé Peter
y no digo que este mintiendo pero si creo que esta auto obligándose a no
recordar lo que le pasó.
-Por qué lo
haría?
-Para auto
protegerse, claro.
-Sin estar
consciente de ello?
-Sí, él está
consciente que debe recordar pero por razones de su subconsciente interior no
lo quiere hacer, simplemente porque no quiere.
Peter de
pronto se sintió frustrado.
-Así es Neal.
-A qué se
refiere?
-Nunca hace
nada cuando lo obligan, mi C.I. tiene la mala costumbre de resolver todo a su
manera, me gustaría decir que es fácil cambiar su actitud pero no lo es.
-Lo sé
Peter y sé que debe ser difícil para
Elizabeth y para ti fingir ser sus padres pero no cambio mi opinión, la
confianza que demuestra hacia ustedes es lo más valioso en este momento.
-Ayer recordó
cuanto ama el arte, le gusto las pinturas que Elizabeth le mostró.
-Como te dije
esa confianza que tiene hacia ustedes es lo mas valioso que tenemos, no me dijo
nada sobre eso pero supe sacarle palabras mostrándole pinturas que traje en
postales.
El doctor
señaló hacia la mesa del centro.
-Por qué Neal
no dijo nada sobre las pinturas que pusimos en su habitación?
Peter estaba
extrañadísimo y por un microsegundo pensó que el muchacho sí estaba
estafándolos.
-Te repito
Peter que Neal tiene un comportamiento sociópata, no puede controlar el mentir
o engañar.
El agente
Burke sentía terrible, el doctor hablaba de su compañero con palabras clínicas,
justo las que tenía en su expediente de cuando estaba en prisión, sintió
soledad e impotencia al pensar que en este tiempo Neal no se había reformado.
-Pero
como te digo tenemos avances aunque él no los quiera tener, las pinturas de las
postales que traje son de sus falsificaciones y él recuerda haberlas pintado.
-Ok, eso es
bueno, es muy bueno.
-Sí lo es,
pero necesito que para el viernes organices una ida a su antiguo y verdadero
hogar.
-Donde June.
-Sí, avanzare
con él y sus recuerdos delictivos mostrándoselos en físico como las pinturas en
postales pero necesitamos ser más drásticos con él.
-Esta bien,
pero esto le ayudara?
-Quiero
apostar a un sí, como te digo él está auto reprimiéndose el recordar pero
visitando poco a poco los lugares habituales y hablando con personas que conoce
pronto tendremos más avances.
-Y… no será
devastador cuando se entere que lo engañamos con esto de la paternidad?
-Para eso ya
estará consciente de que lo hicieron para ayudarlo, sino estaría en una
fría celda en prisión sin gozar de la
comodidad de tu hogar, te digo que la presencia de ustedes le ayuda bastante,
emocionalmente hablando, responde a los avances que yo le pongo en su frente,
le parece normal y eso es bueno, muy bueno para él, tarde o temprano va a
digerir que es un delincuente condenado que perdió al amor de su vida y que
está involucrado en un caso del que sólo podría ir otra vez a prisión, cuando
sepa eso poco le importará la paternidad falsa.
Peter hizo
una mueca de disgusto, dicho de esa manera era demasiado duro para ese
muchachito que no perdía la sonrisa, para ese chico que no paraba de decirle
papá.
-Sólo debemos
encaminarlo a la dirección correcta.
Peter sentía
que los doctores sólo enredaban más las cosas pero no podía más que darle la
razón, no quería que Neal volviera a prisión, menos en este estado, y si tenía
que fingir ser su padre, lo haría.
-Vendrán
10 minutos antes para que tú entres primero y me digas si tuvo avances en casa,
así no tendré sorpresas al final de la sesión.
-Está bien.
El doctor
entregó el reporte de la sesión y Peter salió del consultorio.
-Nos
vemos mañana Neal.
-Hasta
mañana.
Se
despidieron y al salir el muchachito preguntó:
-Lo
hice bien?
Peter lo
observó, sus ojos, toda su compostura; Neal no mentía.
-Muy
bien, hijo, muy bien.
Ya al medio
día le preguntaría en detalle de por qué no le dijo al médico su tarde de ayer.
-Hola
jefe, Neal cómo estás?
Al salir se
encontraron con Diana quien no tardó en saludar a Peter y también a Neal, ante
tanta espontaneidad el muchacho la recordó.
-Diana,
verdad?
Tanto Peter
como la agente Berrigan estaban sorprendidos pero no lo demostraron con
efusividad.
-Si,
así es Neal, hola.
-Tu y yo
salimos juntos?
Peter
ensanchó sus ojos pero a Diana le causó gracia.
-No
Neal, no salimos.
La sonrisa
traviesa del chico se descubrió y respondió con naturalidad:
-Lo
sé, trabajamos juntos verdad?
Ahora sí
Peter sonrió con ganas y tanto Diana como él estaban con la boca abierta.
-Sí,
así es Neal, trabajamos juntos, que más recuerdas?
-Soy
consultor del FBI.
-Así es!
Peter y Diana
estaban entusiasmadísimos.
-Lo
sé, me lo dijo el doctor y me gusta mucho el arte, asesoro en White Collar, soy
muy inteligente pero creo que eso ya lo sabía.
Diana se rió
y Peter lo abrazo, era bueno saber que las sesiones eran efectivas.
-Ok,
Neal nos vemos al medio día en casa, pórtate bien.
Neal lo miro
ofendido, sabía que era un adulto y que trabajaba y que era responsable de
muchas obligaciones y aún así su padre lo
trataba como a un niño, en repetidas ocasiones.
-Bien.
-Adiós jefe,
volveré pronto en cuanto lo deje sano y salvo y seguro y bajo llave.
Neal volteó
los ojos, ese humor de agentes del FBI le era molesto.
Cuando Peter
se fue Diana y Neal se fueron al Starbucks de la calle 9 y sutilmente la
inteligente agente le daba detallitos de casos a Neal para hacer saltar su
perspicacia para resolver los casos, tuvo el efecto que quería porque el
muchacho estaba más y más curioso de lo que Berrigan contaba.
Mientras
Diana pedía los cafés Neal esperaba sentado en una de las mesas, todo estaba
bien cuando de pronto un barullo con el cajero distrajo a todos los que estaban
en el Starbuks sobre todo a Diana que tenía que poner un poco de orden siendo
agente del FBI y al tiempo que Neal intentaba observar que pasaba se le acerco
una persona muy peculiar a su mesa, que lo sorprendió demasiado.
-Neal
que me muera si no me recuerdas.
El muchacho
lo observo con detenimiento y sin poder evitarlo su conciencia apareció de
nuevo, para advertirle sobre esa persona.
‘Sólo te
traerá problemas, no le hagas caso’
Ignorándola,
como siempre, Neal siguió observando a esa persona mientras de reojo veía que
Diana seguía ocupada.
-Neal!
no me recuerdas!!!?
El murmullo
de su voz se convirtió en un sonido chillón que al muchachito le causo gracia.
-Soy yo, tu
mejor amigo… Mozzie.
Neal agrando
los ojos ante la revelación y Mozzie sonrió con ganas, su amigo parecía haberle
reconocido.
Continuala pronto por favor.
ResponderBorrarUfff casi creí que si su conciencia no iba a participar esta vez... Que recuerdos y en que líos lo meterá mozzi.. me encantó el capi
ResponderBorrarCarlitaaa es bueno saber que continuas escribiendo!!
ResponderBorrarCada historia tiene algo especial!!
Ya me tienes atrapada al 100 con esta!!
Pero porfis no olvides las demás!!
Me encanta lo que escribes amiga!!!