─────Dave────
─ ¿Diga? ─
Respondí desde el
teléfono de mi oficina, pegándomelo al cuello mientras con mis manos libres
terminaba de acomodar unos papeles sobre mi escritorio.
─ ¿Hablo con Dave
Hodgman?
─ Así es ¿Quién
habla? ─
─ Buenas tardes,
señor Hodgman, soy el orientador de su hijo Matthew ─
─ Ho. Buenos días
profesor Coleman ─ dije mientras alineaba los papeles sobre el escritorio ─
¿Ocurre algo? ¿Paso algo con Matt? ─
─ Ho no, de hecho,
yo quiero preguntar lo mismo ¿Le ha ocurrido algo a Matt? ─
Aquella pregunta
me descoloco un poco, aunque ya sabía más o menos porque línea iba.
─ No ¿De qué
habla? ─ deje los papeles sobre el escritorio.
─ Matt no se ha
presentado hoy a clases, en realidad, tampoco se presentó los últimos tres
días. Pensé que quizás estaba delicado de salud ─
Por su voz era
evidente que no pensaba que estaba delicado de salud. Era una forma delicada de
avisarme que mi hijo se ha ido de pinta.
─ ¿No se ha
presentado? ─
─ No ─
Resople con
cansancio.
─Pero si yo mismo
voy a dejarlo a la escuela en las mañanas ─
─ Tal vez debería
esperar unos minutos a verlo entrar por la puerta, señor Hodgman ─
Lo que el profesor
quiso decir fue "su hijo se ha estado burlando de usted en su propia cara,
señor Hodgman" Cerré los ojos, intentando reprimir todo pensamiento
homicida contra mi hijo.
─ Gracias por
avisarme otra vez, profesor Coleman. No sabía que ya ni si quiera se presentaba
a las instalaciones. Hablare con Matt al respecto ─
─ Es un buen chico
─ me dijo el profesor antes de despedirse ─ Pero es muy irresponsable. No creo
que su hijo sea un mal muchacho, solo un chico muy despreocupado ─
─ Gracias,
profesor ─
Nos despedimos y
colgué el teléfono frustrado. No era la primera vez que el profesor Coleman me
llamaba. Matt tenía la bonita costumbre de saltarse algunas clases, pero hay
una gran diferencia entre saltarse clases, a ya ni si quiera entrar al colegio.
Seguramente yo estaba haciendo algo mal como padre, porque había hablado con él
muchas veces hasta el cansancio acerca del tema, y aunque no lo parezca, hablar
siempre de lo mismo puede resultar muy cansado, sobre todo si se trata de tu
hijo. Creo que yo ya estaba cansándome de que Matt no me hiciera caso.
Llevaba apenas dos
meses viviendo conmigo y aunque tenía las mejores intenciones, no todo sale
bien a la primera, menos si estas oxidado después de haber estado tres años
medio ausente en la vida de tu hijo. El primer conflicto es que a veces no sé
si soy muy permisivo o exagerado, en realidad, creo que soy ambas cosas.
─ Dave ─ asomo mi jefe
la cabeza por mi oficina, despejando mis pensamientos ─ Tomate tu hora de
descanso ahora. La junta de hoy seguramente se va alargar y probablemente
salgamos más tarde ─ explico mirando el reloj de su muñeca ─ Tienes una hora
antes de que empiece la junta ─
Resople,
recordando la junta. Genial, más estrés.
De pronto comencé
a sentirme muy irritado. Y en un impulso, sin meditarlo si quiera o detenerme a
pensarlo unos segundos, tome las llaves del auto, decidido a manejar hasta la
casa y encontrar ahí a Matt.
Fue un impulso muy
estúpido, porque para empezar ¿Qué me hacía pensar que Matt estaría en casa? Si
se estaba saltando el colegio seguramente no era para quedarse en casa, sino
para irse a perder por ahí. De cualquier forma ya estaba manejando y a medida
que manejaba, me sentía más irritado con la idea de que tenía a un joven
desobediente como hijo ¿Cuántas veces le había advertido que no quería otra
llamada de la escuela? ¿Hablaba en chino acaso? No lo sé, pero si tenía muy
claro que Matt estaba pasando olímpicamente de mis órdenes y advertencias.
Creí que cuando
llegara a casa estaría más calmado, pero era todo lo contrario, estaba más
molesto. Sin esperar encontrar a Matt en casa me aventure a entrar por la
puerta sin hacer ruido. Mire la sala y no había nadie, tampoco en el comedor.
Eche un vistazo a la cocina y nada. Pensé que no estaba, hasta que fui al
segundo piso y ahí supe que si estaba en casa.
Lo escuche en su
cuarto, oyendo música bajito, sin preocupación alguna. Encima tenía puesto el
seguro de la puerta.
─ ¡Matt! Abre la
puerta ─ llame golpeando la madera para que me oyera ─ ¿Qué diablos haces a
esta hora en casa? ¿Por qué no estás en la escuela? ─
─ Nos dejaron
salir temprano ─ mintió, sin abrir la puerta.
Por su tono de
voz, ni si quiera se notaba sorprendido o preocupado por haber sido
descubierto. Aquello lo único que hizo fue molestarme todavía más.
─ Ho ¿Enserio? ─
pregunte con sarcasmo─ Tengo una llamada de tu orientador, chico listo ¿Sabes
lo que dijo? ─
─ ¿Qué soy un
chico listo? ─
Respire hondo.
─ No te hagas el
gracioso, Matthew ¿Por qué demonios no has ido a clases estos días? Abre la
puerta ahora mismo ─
─ No puedo, esta
con llave ─
─ Quítala ─
─ Hum... No, no lo
creo ─
¿Estaba retándome?
─ ¡Abre la puerta!
No estoy bromeando Matt ─
─ Te dije que no
puedo, le puse el seguro ─
─ ¡Pues quita el
seguro y sal de ese cuarto! ─
─ No quiero ─
A nadie le gusta
que pasen tan olímpicamente de ti y menos si se trata de tu hijo. A mi
especialmente no me gustaba hablar con una puerta de por medio.
─ ¡Matthew abre de
una maldita vez! Ya hemos hablado esto cientos de veces. Quita el seguro ahora
mismo ─
─Ya te dije que
no, papá ─
─ ¿Quieres colmar
mi paciencia Matt? Por qué lo estas consiguiendo ─
─ Me da igual ─
El horno no estaba
para bollos. El estrés, el cansancio, el enojo, todo eso fue igual a cero
paciencia.
─ ¿Sabes que Matt?
Se acabó, estas castigado ─ sentencie frustrado, hablándole a través de la
puerta ─ No vas a salir en todo un mes ¿me escuchaste? Olvídate de los
videojuegos, el celular, la computadora y de todo. Y tampoco vas a continuar en
ese colegio ¿Entendiste? Se terminó, te voy a cambiar de escuela ─
─ Ho, genial papá,
así siempre lo resuelves todo, asombroso ─
─ Tú te lo
buscaste Matt ¿me escuchas? Te lo ganaste. Yo no soy el que reprueba sus
materias y falta a las clases. Ya se terminó Matthew, ya habíamos hablado de
esto y te dije que si seguías así te cambiaria de escuela. Muy bien, lo
conseguiste, ahora es un hecho, te cambiare de escuela y eso es todo ─
─ Excelente papá,
lo que tú digas ─
─ Hablo enserio
Matthew. Te lo advertí muchas veces y ahora es un hecho. No hay más ¿me oyes?
No me importa si no quieres que te cambie, te lo buscaste─
─ Increíble papá,
es la mejor idea que se te pudo ocurrir. Impresionante ─
Cerré los ojos y
respire varias veces, intentando calmarme. Me quede estático unos segundos,
parado frente a su puerta, dudando si debía obligarlo a que me abriera, pero
ciertamente aunque quisiera hacerlo no podía, me había salido del trabajo en mi
hora de descanso y en 20 minutos tenía que estar de nuevo en la oficina para
comenzar con la junta, si me ponía a discutir con Matt, lo único que iba a
pasar es que nos enfadaríamos más y encima yo llegaría tarde, si de por sí ya
iba a llegar tarde.
Saque el aire de
mi boca y salí de la casa para dirigirme al auto y manejar hasta la oficina de
nuevo, con algo oprimiéndome el pecho. Me sentí realmente frustrado ¿Por qué
rayos creí que iba a estar mejor conmigo? Ahí estaba la muestra de que yo era
un fracaso como padre.
Conduje
sintiéndome como la mierda, con un montón de sentimientos encima, todos
frustrados.
Antes de cruzar la
carretera me toco un alto y me detuve... saque un cigarro y comencé a fumar
para calmar mi estrés y mi frustración. Mire por la ventana... había una mujer
que caminaba por la acera con su hijo, de unos 14 años más o menos y a su lado,
estaba lo que debía de ser su marido y el padre del muchacho. Se veían felices,
o al menos lo aparentaban. En esos momentos envidie mucho a esa familia, porque
mi familia hubiese podido ser como la de ellos, completos. Pero mi caso no era
ese. La jodida realidad es que Susan se había ido y que la extrañaba como nunca
en momentos así, en los que no sabía que hacer con nuestro hijo.
El alto pasó y de
nuevo comencé a conducir. El transcurso fue más rápido de a lo que yo estaba
acostumbrado, quizás fue porque todo el camino me la pase pensando y dándole
vueltas al asunto. El caso es que llegue rozando la impuntualidad, pero logre
llegar a tiempo.
Lo malo de ser
adulto y además de ser padre, es que debes aprender a desligarte de tus
problemas en el trabajo, aprender a apartarlos un momento para poder
concentrarte en lo que debes hacer y una junta definitivamente no es la
excepción. Intente olvidarme unos momentos de mis problemas y dirigí mi
atención a la junta y de alguna forma, eso me estreso más en cuestión al
trabajo, pero asombrosamente, me ayudo a calmar mi frustración como padre y a
pensar con la cabeza fría.
¿Realmente había
actuado bien? Definitivamente no, todo lo hice en un impulso. En realidad los
hijos reaccionan a como los padres los educan y si Matt era así de
irresponsable, es porque yo lo había estado permitiendo. Encima amenazarlo y
discutir con él no soluciona nada, al revés, la empeora. Todo este tiempo lo
único que había estado haciendo era regañarlo y amenazarlo con castigos
absurdos, cuando lo que tenía que hacer era sentarme a hablar con él y
apaciguar las cosas, sino, nuestra pequeña familia no iba a funcionar. No
quería limitarme a ser el típico padre gruñón que llega del trabajo y solo
pretende llegar dar órdenes y castigos. Tenía que mejorar mi relación con Matt,
después de todo solo éramos él y yo siendo una pequeña familia rota.
Cuando iba de
regreso a casa, estaba planeando toda una conversación, pero no tuve
oportunidad de expresarme como quería, ni si quiera pude decir nada.
─────Matt─────
Mi padre era un
idiota. Estaba cansado que se la pasara amenazándome con sus "te voy a
cambiar de escuela Matthew" ¿Para qué rayos me saco del internado en
primer lugar, a ver? Hombre, que buena idea "voy a sacar a mi hijo de un
internado para luego no hacer nada más que amenazarlo con cambiarlo de
escuela" Genial, enserio, que idea tan inteligente.
Lo peor es que no
podría odiar a mi padre aunque lo intentara, pero tampoco podía evitar sentirme
herido ante el hecho de que me dejo en un internado, justo cuando tenía menos
de seis meses que mamá había muerto ¿Tan difícil era hacerse cargo de mí? Unos
cuantos meses lo habría comprendido, pero me dejo ahí tres años y ahora quiere
volver como si nada hubiese pasado ¿Qué mierda cree que es esto? ¿Jugar a ser
papá? Vale, que no me dejo completamente solo, me iba a visitar ¿Pero qué
mierda le hizo pensar que con unas cuantas visitas iba a ser suficiente para
mí? Yo necesitaba a mi papá cuando mamá murió, no unas cuantas visitas al mes.
Con eso me dejo
claro que yo era un problema muy grande para él solo. Y ahora después de tres
años quiere volver a ser mi padre, como si los años anteriores que me dejo solo
pudiese compensarlos ahora.
Estoy consciente
de que quiero a mi padre, y que ese amor que le tengo, es el que precisamente
me hace sentir herido y con esa sensación de abandono, aunque interiormente yo
sepa que no era su intención, no puedo evitar sentirme resentido. Cuando eres
hijo es más fácil ser egoísta que ponerte en el lugar de tus padres. A veces no
hacer esa práctica empática de ponerte en el lugar de otro, es lo que termina
ocasionándote la clase de resentimiento que yo justo ahora sentía hacia mi
papá.
Y ahora para
echarle más leña al fuego, el jodido me había sentenciado a un mes sin
diversión y encima quería sacarme de mi escuela. Si papa estaba enojado, yo
estaba mil veces peor. Me sentía realmente molesto de que simplemente decidiera
cambiarme de escuela, exactamente de la misma forma en la que decidió irme a
dejar al internado ¿Por qué no puede hablar estas cosas conmigo? ¿Por qué tiene
que decidir sobre mi sin consultarme? Vale, que lo de la escuela llevaba
semanas amenazándome con cambiarme, pero eso ¿Por qué carajos tiene que usar
esa clase de amenazas? Lo de cambiarme de escuela es bajo y además injusto.
Definitivamente
tenía que despejarme. Salí a perderme por ahí un rato y regrese cuando creí prudente
la hora. Papá casi siempre regresaba a las cuatro de trabajar, aunque esta vez
no regreso a las cuatro, sino casi a las siete. Lo asocie con el hecho de que
tenía una junta.
Cuando llego creí
que iba a pasar a regañarme directamente, pero en lugar de eso paso a su
despacho a dejar sus cosas y entro a mi habitación. Me maldije por haber
quitado el seguro de la puerta y evite mirarlo.
─ Matt, tenemos
que hablar ─
Ya
"hablar" Si por hablar se refería a amenazarme con cosas bajas para
que haga lo que él quiere, entonces yo no tenía nada de qué hablar. Si su único
recurso que puede usar conmigo es el chantaje, entonces nunca debió haberme
sacado del internado.
─ No quiero hablar
contigo ─ respondí sin verlo ─ ¿De qué vamos hablar? ¿De a que nueva escuela me
vas a cambiar? Olvídalo. Tú siempre resuelves todo como a ti se te antoja ─
Suspiro.
─ Matt, solo
escúchame. Sé que todo este cambio ha sido difícil pero por eso vengo a charlar
contigo de lo que ha pasado en la mañana y...
─ Solo déjame de
nuevo en el internado y así no seré ya más tu problema ¿de acuerdo? ─
interrumpí ─ Ahórrate la "conversación" papá ─ respondí, dejándome
caer en la cama para sentarme.
─ Tú no eres un
problema para mí, Matt, eres mi hijo, no un problema ─
Papá tomo la silla
de mi escritorio y se sentó frente a mí.
─ Claro que lo
soy, no tienes por qué hacerme creer lo contrario. En primer lugar, si no lo
hubiese sido, no me habrías dejado ahí en el internado ─
─ No es eso, Matt,
es solo que para mí era difícil y... ─ saco el aire de su boca ─... eres muy
joven aún y hay cosas que todavía no entiendes ¿está bien? No tiene caso que
hablemos de esto, yo solo buscaba tu bienestar y creí que en el internado
estarías bien. Pero ahora ya estoy contigo Matt ─
De pronto me llene
de rabia, no sé exactamente bien porque. Creo que fue el hecho de que mi padre
estuviera admitiendo que no supo que hacer conmigo. Tres años la pase en un
internado de mierda y ahora que regreso, resulta que mi padre no sabe qué hacer
conmigo.
─ Yo no te pedí
que me sacaras de ese estúpido internado ─ espete molesto ─ Si no sabes que
hacer conmigo solo vuelve a abandonarme ahí ─
Sé que mis
palabras le dolieron, lo note enseguida al ver su mirada hundida y sé que el
también noto mi mirada cristalina.
─ Matt, yo no
quería abandonarte...no pretendía hacerte creer eso ─ me hablo con la voz
tomada y los ojos hundidos ─ Necesitaba tiempo para asimilar que tu madre
murió. Ya te dije que eres muy joven aún para entender algunas cosas ─
Otra vez...
creyendo que soy un idiota o una clase de animal retardado, porque hasta un
niño entiende lo que mi padre hizo.
─ Ho ¿Enserio?
¿Cómo que cosas? ─ respondí con sarcasmo ─ Al menos soy lo suficientemente
mayor como para entender que me dejaste tirado en un internado─
Papa suspiro y
negó con la cabeza.
─ No eres el único
que se quedó solo Matt...─
¿Qué quería decir?
¿Qué él también se quedó solo? ¡Él es el padre! ¡El debía que estar para mí! Me
irritaron sus palabras y simplemente no me contuve más.
─ No tienes por
qué venir a hacértelas de padre si no quieres serlo ¿de acuerdo? ─ le dije
cabreado con el ceño fruncido ─ Si te hace sentir mejor, te absuelvo de ser
padre. Dejaste claro que no querías serlo en el momento en el que me dejaste,
así que puedes irte con la consciencia tranquila ¿de acuerdo? Solo olvida que
se supone que soy tu hijo─
─ Ese ha sido un
golpe muy bajo ¿He? Te pasaste con esa Matt. Te cruzaste ─
─ ¡NO! ¡El que se
cruza eres tú! ─ grite ─ ¡Vete a la mierda! ¡Si fracasaste como padre no es mi
puta culpa! ─
En un instinto,
por simple reacción, papa me dio una bofetada, que me dejo con el aire en la
boca.
─ Soy tu padre lo
quieras o no Mathew ─ hablo con la voz quebrada, creo que poco le falto para
llorar, y a mí también─ Es verdad lo que dices, no sé cómo ser un buen padre
para ti, estoy hecho una mierda, pero eso no te da el derecho a tratarme así.
Al menos lo estoy intentando, quiero esforzarme y lo que recibo como respuesta
es a mi hijo tratándome con la punta del pie ─
Me llene de rabia
y me sentí muy herido por el hecho de que me había pegado. No quería verlo,
simplemente quería desaparecerlo de mi vista y como sabía que él no iba a salir
de mi habitación, decidí hacerlo yo. Vi como papa se levantó mientras yo salía
de la casa, porque no, no pensaba solo irme de mi habitación, yo necesitaba
aire.
Ya estaba
oscureciendo en las calles, aunque no tanto. Pensaba irme lejos, pero no me
dieron ganas de irme más allá del parque que estaba a unas cuadras de mi casa,
al que siempre solíamos ir los tres juntos, claro, cuando éramos tres.
Siempre me habían
gustado los columpios, así que me senté en uno y poco a poco, deje caer mi
mirada en el piso, mientras me columpiaba lentamente...
¿Por qué todo era
tan injusto? Es absurdo que al fin cuando mi padre regresa por mí, no sea lo
que esperaba y que en vez de tener un progreso, vayamos en retroceso... ¿Es que
nada podía salir bien? Yo lo único que quería era a mi padre... no a mi padre
regañándome diario.
Mi celular comenzó
a sonar como un loco desquiciado desde mi pantalón, donde lo tenía guardado.
Sabía que estaba marcándome papá, decidí ignorarlo pero al cabo de un rato
comenzó a vibrar otra vez y mejor lo apague al cabo de unas cuatro llamadas
perdidas. No quería hablar con nadie, solo necesitaba estar solo.
Creo que estar
solo ayudo a aclarar mi mente ¿Qué las cosas se estaban jodiendo?
Definitivamente sí ¿Qué yo me sentía molesto? También ¿Qué papá era injusto?
Igual. Pero, un momento ¿Y papá? Hasta ahora solo había estado pensando en mí
mismo, en cómo me siento yo y todo lo que se está arruinando en mi vida,
pero... ¿Papá? ¿Qué rayos pensaba él? Mi respuesta inmediata fue que yo solo
seguramente era un problema para él, pero... eso creía yo ¿Él realmente que
pensaba? ¿Qué carajos sentía? Por primera vez desde que me había sacado del internado,
me puse a pensar en lo que seguramente el sentía y ahí me di cuenta de que los
dos habíamos estado cometiendo un gran error: no ponernos en el lugar del otro.
Papá siempre me
lanzaba absurdas y estúpidas amenazas ante mis malos comportamientos, en vez de
ponerse a pensar que quizás lo único que yo necesitaba era hablar un rato
acerca de mis problemas, en lugar de amenazar con cambiarme de colegio. Y yo en
vez de ponerme a pensar en lo estresado y casando que debe sentirse al regresar
de trabajar, lo único que hago es juzgarlo y acusarlo de ser injusto, sin darme
cuenta quizás, que para él todo esto es casi nuevo, al verse solo y sin el
apoyo de una mujer. A diferencia mía, papá está intentando hacer un esfuerzo
por los dos y, en lugar de llegar a casa y pasar un rato con su hijo, lo único
que hace es llegar a regañarme por las llamadas de mi orientador. Hasta ese
momento admití que debe ser cansado para papá estar escuchando siempre
problemas, en lugar de escuchar buenas noticias de mi parte.
Encima yo fui
innecesariamente cruel con él, al decirle todas esas salvajadas, que
seguramente solo lo hicieron sentir como la jodida. Está bien, él me pego y eso
más que dolerme físicamente me hirió de una manera más sentimental, pero vale,
que yo con puras palabras acababa de hundirlo en la mierda, seguro lo hice
sentir terriblemente mal.
Tal vez él ha sido
injusto conmigo, pero también yo he sido muy egoísta. Los dos hemos estado
cometiendo errores.
No sabía cuánto
tiempo había pasado fuera, hasta que prendí el celular y vi que había pasado
una hora. No era tan tarde, apenas iban a dar las 8:30, pero para papá debió
ser una eternidad. Tenía veinte mil mensajes de él. Metí el celular en el
bolsillo de mi pantalón y comencé a caminar de nuevo hacia la casa.
Definitivamente ya me sentía mejor, tenía que decirle un par de insultos a mi
padre y luego arreglar la discusión que habíamos tenido. No sabía cómo iba
arreglar todo lo que le había dicho, pero al menos yo ya no estaba molesto,
solo esperaba no encontrarlo a él hecho una furia por mi pequeña escapada.
Cuando llegue me
quede mirando mi casa por fuera. Había cambiado todo mucho, seguía siendo la
misma casa, con los mismos muebles, pero ya no estaba mamá y creo que eso era
lo que a papá y a mi más nos dolía y por eso era tan difícil ahora solo vernos
los dos. Suspire, me arme de valor y finalmente entre.
Creo que de todas
las veces, jamás había visto a papá así. Estaba en su despacho, con los hombros
hundidos, checando papeles sin realmente verlos. Tenía un aspecto realmente
devastador.
─ ¿Papá? ─
No dijo nada ante
mi presencia, simplemente se quedó ahí, encorvado sobre la silla. Yo no sabía
que decirle, de pronto me quede mudo. Enserio no sabía que decir para
arreglarlo y como no supe que hacer, me di la vuelta y comencé a caminar, pero
la voz de papá hizo que me detuviera.
─ No me gusta
regañarte siempre, Matt... Extraño hablar contigo─ confeso en un susurro, con
una voz desgarradora, apenas audible ─ Extraño a tu madre... ─
La forma tan
intensa que dijo "extraño a tu madre" me dolió incluso a mí y me dejo
helado. Me voltee lentamente para mirarlo, sorprendido.
─ ¿Qué dijiste? ─
No respondió, solo
dejo salir el aire de su boca, lentamente, con cansancio y al mismo tiempo con
dolor. Vi como su mano se estiro un poco para servirle a su vaso un poco del
Ron que estaba sobre la mesa de su despacho. Me apresure en llegar y detenerle
la mano.
─ No papá ─ le
dije mientras tomaba la botella y la bajaba despacio─ No bebas más ─
Papá alzo la vista
y me miro con ojos cristalinos, con esos ojos hundidos. Solo en ese instante
fui capaz de darme cuenta de todo el dolor que guardaba.
─ Papá... ─
Suspiro.
─ Lo siento, Matt.
Lamento no ser un buen padre para ti ─
─ Yo... no
quería... es decir...─
─ No digas nada
Matt, está bien hijo, no pasa nada ─
Se levantó de la
silla y comenzó a caminar con pasos cortos hacia su habitación.
─ Papá... ─ llame,
mordiéndome el labio ─ Yo también extraño a mamá ─
Mi padre se quedó
quieto cuando hice aquella declaración y se giró poco a poco para verme.
─ ....Nos hace
falta a los dos... ─
Se acercó a mí
cautelosamente y me aplasto en un abrazo intenso, de esos abrazos de padre que
me hacen sentir que sus fuertes brazos han sido hechos para mí. Exactamente a
mi medida para abrazarme y protegerme de cualquier cosa, para hacerme sentir
seguro. Ese abrazo que solo mi padre puede darme, un abrazo de papá.
Aquella vez deje
salir las lágrimas silenciosamente y papá lo noto, sé que lo notaba porque
apretó más el abrazo y me contuvo ahí de pie, con él, fusionándonos en ese
momento, compartiendo dolores pero al mismo tiempo reconfortándonos, porque
éramos una familia y nos teníamos el uno al otro.
─ Papá, no quiero
estar solo ─
─ Hey, hijo ─ me
hablo zarandeándome un poco ─ Aún me tienes a mí, aquí estoy yo...─
─ Lamento haberte
tratado mal...─
─ Y yo lamento ser
un pésimo padre ─
─ No eres un mal
padre, solo tienes un hijo malo ─
─ No eres malo ─
replico ─ Pero si rezongón ─ añadió tras unos segundos ─ Escucha Matt... sé que
es doloroso para ambos aceptar que tu madre se ha ido, pero tenemos que
intentar adaptarnos. Yo voy a poner de mi parte de ahora en adelante, pero no
podré hacer mucho si tú no lo haces también... ─
─ No quiero que me
sigas amenazando con cambiarme de escuela... ─
─ No lo haré, ha
sido estúpido que lo haya estado haciendo ─ admitió ─ Pero Matt, no puedes
seguir faltando a mis espaldas y reprobando todo ¿Es que quieres repetir curso?
─
─ No, claro que
no... es solo que... no me gusta la escuela ─
─ ¿Alguien te
molesta? ─
─ No, que va... no
es eso... ─
─ ¿Entonces? ─
─ No lo sé papá...
solo no me gusta ─
Se separó un poco
de mí y con su mano revolvió mi cabello de forma cariñosa
─ ¿Es tu colegio
el que no te gusta? ¿O que es?─
─ En realidad
ningún colegio me gusta ─
─ ¿Y tus amigos? ─
─ Es lo único
bueno que hay en la escuela ─
Hizo una media
sonrisa y negó con la cabeza
─ Lo que tú
tienes, se llama flojera ─ diagnostico ─ Además de eso, sé que te distraes fácilmente,
me lo ha comentado tu orientador. Espero que sea por eso que no entregas las
actividades que les mandan ─
Alce los hombros,
un poco indiferente.
─ Supongo... ─
─ Pues tienes que
encontrar que te guste, Matt. No puedes estar faltando a las clases y reprobar
tantas materias ¿he? Sino vas a terminar repitiendo el año ─
─ Lo sé... ─
Me miro unos
instantes examinándome y luego pareció tener una idea.
─ Hagamos un trato
─ propuso ─ Si tu recuperas tus materias reprobadas, puedo recompensarte con
algo. Si quieres que te compre alguna cosa o... que hagamos algo juntos los
dos, no lo sé, ya tú pensaras en eso ─
─ ¿Me comprarías
un carro? ─ probé, a ver si funcionaba.
Papá comenzó a
reír a carcajadas
─ Tampoco te
pases. Quizás si sales en el cuadro de honor me lo piense... ─
Reí un poco.
Definitivamente eso estaba mejor a que me amenazara con cambiarme de colegio.
─ Pero solo hay
trato si recuperas tus materias ¿he? No quiero que vuelvas a faltar a clases o
a ni si quiera presentarte al colegio a mis espaldas ¿entendido? ─
─ Si pá... ─
─ ¿Qué voy hacer
contigo? ¿He? ─pregunto en tono mimoso, me gustaba cuando dejaba de ser tan
cascarrabias.
Tomo mi cabeza con
ambas manos y me dio un beso sonoro en la frente. Visto así, papá dejaba de ser
un ogro gruñón que solo llega a regañarme, me gustaba más esta versión, pero
luego se puso un poco más serio.
─ No puedo creer
que hayas tenido la cara dura de estar faltando tres días seguidos a la
escuela, en mis propias narices─
─ Lo siento...─
─ Claro que lo vas
a sentir ─
Hablo con un tono
firme, pero sin sonar molesto. Aquella última línea me indicaba que pretendía
algo.
─ ¿Me vas a
castigar? ─ pregunté, con una voz triste.
─ ¿Tú que
esperabas? Te advertí mil veces que no quería más llamadas, ni enterarme que
sigues saltándote las clases. Ahora pasaste de saltarte clases a ya ni si
quiera entrar al colegio, Matt. No te voy a cambiar de escuela pero tampoco voy
a quedarme de brazos cruzados ─
─ Pero si ya te
dije que lo siento... ─ proteste, sin ánimos de ponerme a discutir.
─ Sí, y yo también
siento tener que castigarte ─
Resople,
definitivamente no tenía ánimos para pelear.
Papá saco la silla
que estaba en el escritorio de su despacho y se sentó en ella. Al principio no
entendí para que, lo primero que se me vino a la mente fue que ya estaba viejo
y por eso se cansaba de estar parado, aunque en realidad tan viejo no está...
─ Ven aquí, Matt ─
dijo palmeándose la pierna.
Ahí si entendí
para que y me horrorice nada más imaginarlo. Di dos pasos atrás
involuntariamente.
─ ¿Qué? ¡No que
va! Si ya tengo 16 años ─
─ Sí y yo tengo
35, así que tira para acá, anda ─
Ya alguna vez lo
había hecho. Es decir, castigarme así, pero eso fue antes de irme al internado.
Mamá lo hacía también, y de eso ya había pasado una cantidad de tiempo bastante
considerable.
─ ¡No! ─ me
horrorice ─ ¡No quiero! ─
─ Ni yo ─ contesto
papá ─ Pero no vas a salirte con la tuya, Matt. Te saltaste el colegio tres
días seguidos en mi cara y encima te fuiste por una hora a la calle pasando de
mis llamadas ¿Enserio creíste que lo iba a dejar en una charla? ─
─ Papá esto es
ridículo ¿vale? No tienes ni por que intentarlo ─
─ ¿Sabes que es
ridículo? Que yo diario te voy a dejar a la puerta de la escuela y aun así
hayas faltado estos días, así que ya no protestes más─
No sé bien como,
pero papá termino arrastrándome hasta donde él estaba y me tumbo encima suyo
con un poco de esfuerzos. Quizás yo pude haber luchado más por soltarme, pero
lo cierto es que aunque yo era más joven que papá, el definitivamente tenía más
fuerza.
─ Papá, vale ya,
suéltame ─ le dije sintiéndome enormemente ridículo estando sobre sus piernas.
Definitivamente así me sentía muy vulnerable, yo ya estaba grande para estar
recostado en sus rodillas, sentí que podía caerme ─ Esto es absurdo ─
PLAS
─ ¡Ay! ─
Fue tan inesperado
que hasta di un brinco. Papa ya me había sujetado de la cintura, para impedir
que me cayera, y yo ya tenía mis manos sobre el piso para equilibrarme. Sin
esperar más tiempo, volvió a dejar caer su mano en mi trasero repetidas veces,
sin tregua y sin detenerse.
PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Al principio me
quede callado y estupefacto, sin saber realmente cómo reaccionar. Creo que
estaba procesando el hecho de que mi padre me estaba pegando como a un niño
sobre sus piernas, hasta que después el picor acumulado de los azotes al fin me
hizo darme cuenta de lo que estaba pasando y que papá estaba castigándome.
PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Au! ... ¡Joder
papá que ya no soy un crio!... ay ─ proteste, intentando no moverme demasiado
para no sentirme tan infantil ─ ¡Ayy! ¡Basta! ─
─ Ya sé que no
eres un crio, eres un chico de 16 años que creí que era lo suficientemente
responsable como para ir por sí mismo a clases ─
PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Auu!... ¡Te
dije que lo sentía! Au... ¡Au!... hm...─
Papá no me
respondió y solo continúo con su labor de castigarme, dando firmes golpes en
toda mi retaguardia, sin tregua alguna, que por supuesto estaban doliendo lo
suyo, no supe en que momento exacto había empezado a arderme con una mayor
intensidad.
PLAS PLAS...
Hmfs... PLAS PLAS PLAS ... ¡Au!... PLAS PLAS.. Hum... PLAS PLAS PLAS ¡Ayy!...
PLAS PLAS...Au ...
PLAS PLAS... Hmfs... PLAS PLAS... ¡Ay!... PLAS PLAS... ¡Auu!... PLAS PLAS
Me mordí el labio
para no quejarme tanto y resistir. No entendía como unos cuantos azotes podían
picar tanto ¿De qué coños estaba hecha la mano de papá? No recordaba que
doliera así, por un momento creí que era una estupidez y que apenas lo
sentiría, pero estaba realmente muy equivocado ¡Sí que me dolía! Ya podía
sentir ese molesto ardor punzante en mi parte de atrás y aquella sensación
estaba desesperándome. De forma involuntaria había comenzando a patalear, sin
ser consciente de en qué momento comencé a hacerlo. Solo sé que ya estaba
picando bastante y que mis ojos estaban comenzando a humedecerse y eso sí que
ya no lo iba a permitir ¡Con 16 años no me iba a poner a llorar por unos
cuantos azotes en el trasero! Apreté los puños e intente no derramar ninguna
lágrima.
PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
─ Au... ¡Au!... Ya
vale pá...hm... papá... ¡Ayy!... ¡Papa vale ya basta! ─
PLAS PLAS
─ ¡Au! ─
─ ¿Ya vas a entrar
al colegio? ─ pregunto y detuvo la mano un instante.
─ Sí, sí, sí. Ya
lo voy hacer ─ gruñí
─ Más te vale
hacerlo, Matt. También quiero que recuperes todas esas materias que llevas
reprobadas ─
─ Vale ya, que si
lo voy hacer ─ volví a responder, sintiéndome fastidiado.
─ Eso espero,
hijo, porque si me entero de lo contrario, esto te va a parecer un paseo por el
parque ─ dijo y volvió a alzar la mano solo para dar las últimas en los muslos.
PLAS PLAS PLAS
─ ¡Ayy! ─
PLAS PLAS
─ ¡Auch! ─
Papa entonces se
detuvo y froto mi espalda para indicarme que era todo ¡Esas ultimas sí que
dolieron más! ¿Qué carajos era esto? ¿Cómo un par de azotes podían dolerme así?
Estaba seguro que debía de tener algo rojo el trasero, lo sentía calentito.
Desde sus piernas
refunfuñe y tras haber checado con mi muñeca que no había soltado ni una sola
lágrima, me levante con cuidado.
─ Quiero que te
esfuerces en la escuela ¿he? ─
─ Vale, ya lo
entendí ¿sí? Que pesado... ─refunfuñe, mientras comprimía mi instinto de
frotarme.
─ Y agradece que
te deje el pantalón... ─
Casi se me cae la
mandíbula de indignación.
─ ¿Qué? ¡No te pases!
─
─ No, mejor tú no
te pases de listo, renacuajo ─ respondió papá y se levantó solo para abrazarme
─ Te has estado saltando clases y luego pasaste a ya ni si quiera entrar a la
escuela. No podías esperar menos, quejica ─
─ Con el regaño
bastaba ─ proteste
─ Yo no lo creo ─
sonrío papá y me dio un beso en la frente ─ Pero ya hemos hecho un trato ¿no?
Así que a estudiar, porque si no lo cumples esto se va a repetir muchas veces
más hasta que levantes tus notas ¿vale?─
Pero que toca
pelotas se había puesto... aunque no sonaba enfadado en absoluto.
─ Vale, vale ─
respondí sin protestar para que continuara mimándome.
─ Y discúlpame,
Matt ─
─ ¿He? ¿Por qué?
¿Por pegarme? Bueno, te perdono si aumentas mi mesada ─ bromee, pero papa solo
se limitó a sonreír un poco.
─ Lamento haberte
dado una bofetada y no haber intentado hablar contigo de esta forma antes...─
me dijo con vehemencia ─ Esto es un poco nuevo y complicado para mí, Matt, a
veces llego demasiado estresado, pero eso no es tu culpa y lamento si la pague
contigo. Voy a esforzarme por criarte y ser un buen padre para ti... no te
prometo ser perfecto, ni cambiar de la noche a la mañana, pero de verdad que
quiero esforzarme, porque eres lo más preciado que tengo, hijo y te quiero más
de lo que puedas llegar a imaginar─
Sonreí y me apreté
contra él, en un acto cariñoso, que viene a significar "te quiero"
─ Yo también te
quiero, papá y lamento haber sido tan egoísta contigo ─
Papá formo una
gran sonrisa en sus labios y me miro con bastante cariño, mientras acariciaba
con su mano mi cabello y enredaba sus dedos en él.
─ Hay mucho camino
que recorrer ¿no? ─ me dijo ─ Pero lo vamos a lograr juntos ─
Y yo esperaba con
todas mis fuerzas que así fuera. Seguramente nos esperaban muchas pruebas en el
camino, pero si estaba con papá, lo que se viniera no podía ser tan malo. Con
saber que él estaba conmigo bastaba. Solo con eso.
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Ya lo sé, lo
sé... soy una dramática xD Disculpen ustedes el dramatismo de esta historia,
pero no sé, me gustó la idea de un hombre normal que no sabe cómo ser un buen
padre para su hijo, quise hacerla un poco más realista, pero creo que me salió
más dramática que otra cosa ¡Ja! Solo espero que les guste y no vomiten
arcoiris con estos diálogos sacados de Disney xD
Y ya sé que
no preguntaron y que probablemente no les interese, pero posiblemente tarde en
actualizar, es más, ni si quiera sé si alguien quiera que actualice e.e Pero en
fin, en dado caso de que sí, aviso que voy a tardar por culpa de una señorita,
que decidió renunciar a su trabajo la muy gallita y ahora apenas va a entrar a
uno nuevo en el que fue timada, la pobre ilusa trabajara más horas de las que
ella planeaba (y encima tiene que estudiar, la muy tonta) pero no puede
quedarse mucho tiempo sin trabajo T.T Así que dispénsenla, plis. Si alguien tiene un
trabajo que pague bien, que le permita escribir, estudiar y tener vida social, comuníquese
con Aburiru, alias “la muy tonta” xD
¡Saludos y
abrazos a quien me lea! :D
si fueras de mi ciudad te llevaria si o si a mi trabajo xdd
ResponderBorrarYo amaría vivir en tu ciudad xD
BorrarMe encanto.
ResponderBorrarY yo siempre espero con ansias tus actualizaciones.
Si pudiera ofrecerte algo bueno te avisaría, pero en mi caso soy estudiante.
Graacias! Me alegra mucho que te haya gustado! Y agradezco tus intenciones :D yo igual espero que pronto actualices tus historias!
BorrarUn abrazo de oso!
A mí si que me gustó mucho tu historia!!
ResponderBorrarY disculpa la tardanza en comentar pero yo también tengo un trabajo sin vida social!! Así que pues hasta apenas tengo tiempo de visitar este blog!!
Y siii yo también espero con ansias tus actualizaciones...
Bueno cuando entro al blog espero encontrar tus historias
Espero que a estas alturas ya tengas trabajo con disponibilidad de horario para escribir!!
Suerte con eso amiga!!!
Es terrible ¿verdad? eso de tener mil cosas que hacer y no tener tiempo de nada :( Lamentablemente sigo esclavizada, todavia no encuentro algo con disponibilidad de horario, de hecho estoy escribiendo desde mi trabajo en mi descanso xD Pero tengo un capitulo a medio escribir entre manos para actualizar pronto! Agradezco mucho que siempre me comentes y que te agrade lo que escribo!! Mil gracias! Te mando un abrazo de oso!
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