Ansias de libertad
‡ Para
asegurar el máximo efecto de la corrección la vara debe ser aplicada con la
menor cantidad posible de ropa. Los jeans, boxers y otro tipo de ropa que
suelen usar hoy en día los adolescentes limitan mucho la efectividad de la
vara. Lo más recomendable es aplicar la vara directamente sobre la piel desnuda,
pero como mínimo los pantalones de tela gruesa deben ser removidos antes del
castigo. ‡
Extraído
del artículo: Los adolescentes y la vara de la corrección. Escrito por el
pastor Enrique.
Capítulo 5: La doble mo…destia
Luis POV
«Al ser hijos de los elegidos, y
sobre todo siendo los mayores, se espera que sean el ejemplo de los más chicos,
y que se estén preparando para servir a la iglesia como sus padres, pues muy
pronto tendrán el privilegio de aspirar a ser miembros de esta institución
eterna.»
Estábamos
en la reunión, y ya que el pastor estaba diciendo puras cosas que no me
interesaban en lo más mínimo, me puse a observar el lugar. Me parecía un poco
extraño que separaran a los chicos de las chicas, de hecho se me hizo bastante
discriminatorio, pero no nos quedaba de otra más que seguir las normas del
lugar. «… es muy importante que sean modestos, y está de más decir que es inaceptable
que anden por ahí con ropa indecorosa o provocativa…» Hacía un poco de calor y
seguramente no le vendría mal un sistema de aire acondicionado, seguramente que
dinero no faltaba pues hasta donde había sabía realmente se recaudaba mucho
dinero de las ofrendas y todo eso, y Daniel me había contado que solamente
nuestros papás daban varios miles de pesos al mes. «… Es increíble que la gente
no se da cuenta de lo inadecuados que son esos trajes de baño que usa…» Mire de
nuevo a la fila de chicas que estaban en el lado opuesto, casi no tenia
oportunidad de conocerlas porque en esta iglesia no fomentaban la comunicación
entre nosotros. Además tenía otras opciones dónde conocer chicas muy guapas y
sin las miradas de censura que te daban aquí. «… mucha gente se pregunta porqué
hay tanta infidelidad y tantos problemas en los matrimonios o en las relaciones
de noviazgo, pero no se dan cuenta de que esto lo causan ellos mismos…» Todas
las chicas usaban falda o vestido, al menos siempre en la iglesia. Yo había
pensado al principio que era por formalidad, pero después me fui dando cuenta
que era por imposición de los líderes y supuestamente de la Biblia, aunque
jamás había escuchado al cura, las pocas veces que lo había oído, dar
interpretaciones tan exageradas a la Biblia. «Sé que ya se nos está acabando el
tiempo y que nos estamos desviando un poco del tema, pero era importante, ya
después retomamos lo demás. Además tenemos algunos jóvenes nuevos en la iglesia
y esto es algo que deben saber. Ahora queremos dejar espacio para algunas
preguntas.»
Así que ya se iba a acabar esta pesadilla. Fui
recuperando mi atención y empecé a escuchar lo que decían. Alcancé a ver que mi
pobre hermano intentaba inútilmente encontrar una posición cómoda para su
maltratado trasero.
Después
de un par de preguntas un chico de en frente levantó la mano.
«’Bueno,
yo quisiera preguntar respecto a algo. Es que, a veces cuando vamos a casa de
mis tíos me quedo a dormir con mis primos, y pues ellos no usan pijamas, osea
se duermen en bóxer.’» Todos los chicos y chicas se rieron como si estuviera
diciendo algo muy chistoso. Y el pastor de jóvenes le respondió por el
micrófono. «Bueno, que bueno que lo comentas, realmente es mucho más pudoroso
dormir con ropa, y estar con gente que no sigue las normas de modestia no es
para nada la mejor de las ideas. Yo creo que la próxima vez dile a tus primos
que mejor te vas a quedar en el cuarto con tus papás, y con el tiempo tu
ejemplo debe llevar los a darse cuenta de sus errores, para eso estamos
precisamente los elegidos en este mundo, para dar un ejemplo diferente en este
mundo podrido.»
No sé
porqué lo hice, pero supongo que estaba acostumbrado a hacer lo que se me venía
a la cabeza. Y es que además no hacía ningún sentido lo que estaba escuchando. Levanté
la mano. Y alcancé a ver la mirada confundida de mi hermano y una sonrisa en la
cara del pastor.
«Bien,
una pregunta de uno de los nuevos jóvenes, me da gusto. ¿Qué duda tienes, hijo?»
“¿Por
qué estaría mal dormir en bóxer pero al mismo tiempo estaría bien que un papá
le baje los pantalones a su hijo para corregirlo y le pegue solo sobre los
boxers.”
Alcance
a escuchar varios murmullos entre los chicos, y vi que la sonrisa del pastor se
enrarecía.
“Bueno,
hijo, es un poco diferente, de hecho es bastante diferente. Aquí estás hablando
de tus padres, no de personas ajenas a la familia. Además hay un propósito en
la corrección.”
“Pero yo
no estoy hablando de si la corrección es buena o mala, estoy diciendo que creo
que promover la modestia con los primos que son familia y al mismo tiempo promover
violentarla con el papá que también es familia es muy difícil de lograr sin
caer en una contradicción.”
“Ehh…
Bueno, no es tan así. Estoy seguro de que hay razones…” Empezó a trabarse
porque no sabía que contestar, y se acercó uno de los esbirros del pastor a
decirle algo.
“Es como
una inyección, hay momentos en los que por un bien mejor – la corrección de un
hijo rebelde – se puede hacer una excepción.” — dijo después de una pausa, pero
era obvio que alguien había tenido que salvarlo. E inmediatamente pasaron a la
siguiente pregunta y después de unos minutos más se acabó la reunión.
Yo me
quería ir ya a nuestra casa e iba a decirle a Dani que pidiera el Uber cuando
noté que mi papá había llegado, seguramente a recogernos, pero también me
percaté de que estaba hablando con el pastor de jóvenes y que ambos me miraban
suspicazmente. Así que alcance a Daniel.
“Vamos
por un poco de agua, ¿no?”—por lo menos al final de algunas reuniones ponían
garrafones de agua de sabor y podías tomar agua libremente para refrescarte.
“OK.”—y
ya cuando nos habíamos alejado tantito de los demás grupitos de personas
platicando me dijo en voz baja: “Tienes razón en lo que dijiste, hay muchas
contradicciones en este grupo religioso.”
Nos
servimos agua de horchata, pero no pude ignorar que varias personas se me
quedaban viendo. Definitivamente que lo que había dicho no era común que
alguien lo hiciera.
Noté que
mi papá se nos acercaba junto y el pastor también aunque a cierta distancia y caminamos
hacia donde venía.
“¿Ya nos
vamos, Pa?”— le preguntó Dani.
“Ya
casi, pero necesito hablar con tu hermano.—y se volteó hacia mí — ¿por qué
dijiste esas cosas, Luis?”
“Porque
creo que son ciertas, ¿no crees Pa?”
“Mira
Luis, no está mal que hagas preguntas, comentarios o des opiniones, pero tienes
que ser respetuoso con la autoridad, especialmente con la autoridad de la
iglesia. Así que por favor discúlpate con el pastor para que nos podamos ir ya.”
“Pero no
es mi culpa que la gente se ofenda por lo evidente.”
“¿Un
rebelde sutil?” dijo el pastor irónicamente entrometiéndose en nuestra
conversación.
“¿Por lo
menos coherente tal vez?”
“LUIS”—Me
dijo mi papá fuertemente — “deja de ser irrespetuoso y pídele disculpas al
pastor. Que estas a punto de ganarte un castigo.”
“Pero
¿por qué? Si no he hecho nada malo, a menos que hablar este mal.”
“Última
oportunidad”—“Tienes diez segundos”
Pero yo
no podía pedir perdón por algo tan absurdo. Así que simplemente me quedé ahí
sin hacer nada. Estaba seguro de que en el camino a la casa podía convencer a
mi papá de que no me merecía ningún castigo.
“Al lado
de esa higuera está una pequeña oficina con un sillón.” Volvió a intervenir el
pastorsucho ese. Creo que nunca en mi vida había odiado tanto a alguien.
Y mi
papá entendió la indirecta.
“Espéranos
un momento, hijo. — se dirigió a Dani y luego a mi—tu ve entrando a la oficina
que yo ya voy.”
Decidí
que lo mejor era no hacer mucho drama para no llamar la atención, pero varias
miradas de curiosidad y compasión me siguieron cuando me dirigí hacia el lugar
y entré.
Era un
espacio como el de una recepción pequeña, estaba bien iluminada, las ventanas
estaban cubiertas por unas cortinas grises, había un sillón de piel falsa en el
centro y unos libreros al fondo. Había también otras dos puertas, una daba a
una oficina con más libros, documentos y varias cosas, mientras que la otra
daba a un pequeño baño. Me di cuenta de que estaba solo, lo que fue un gran
alivio.
Pero en
ese momento entró mi papá, y entonces pude ver porque se había tardado tanto.
Traía una vara como de 30 cm recién cortada y sin hojas de la higuera que
estaba afuera. En ese momento sentí que se me subía la adrenalina, aunque no
sabía si era por la preocupación del doloroso castigo que me esperaba, la
posibilidad de que todos lo hubieran visto cortar y preparar la vara, o la alta
probabilidad de que oyeran y se enteraran de mi castigo.
Mi papá
cerró la puerta con seguro y se fue hacia el sillón.
“Por
favor bájate el pantalón hijo e inclínate aquí”—me dijo señalando el
apoyabrazos del sillón.
“Pero
papá, por favor no, y menos sin pantalón, todos me van a oír, además no he
hecho nada malo.“ —traté de suplicarle
“Lo
siento hijo, te tengo que castigar porque me desobedeciste abiertamente y en
público.”
Cuando
vi que no tenía alternativa me desabroché el cinturón del jeans, y después de
deshacer el cierre y el botón lo dejé caer y quedé planamente en boxers. Entonces
me incline y traté de cerrar los dientes y los puños lo más fuerte que pude
para no gritar con los varazos.
JUAS Mgggh
—hice todo lo posible para aguantarme el primero y el segundo JUAS
JUAS—Aaayy!
—no pude evitar gritar de dolor el tercero, pues el dolor que se acumulaba en
mi trasero por los varazos era insoportable.
JUAS
—AAAYY! PA, POR FAVOR, PARA YA, POR FAVOR
JUAS —
AUUU! YAAAHH POR FAVOR —Le dije con esa voz que comienza a quebrarse en llanto,
y afortunadamente se detuvo. Después de unos instantes me levanté y me limpie
con la manga un par de lágrimas que se me estaban escapando.
Cuando
me había compuesto un poquito mi papá me dijo: “Hijo, créeme que esto tampoco
me gusta a mi, pero es por tu bien que aprendas a obedecer cuando todavía estás
a tiempo. Ahora solo te pido que vayas y le pidas una disculpa al pastor hijo,
y ya después nos vamos. “
“ Pero
papá, todos me van a —snif—ver llorando. Además, —snif—ni siquiera hice nada
malo, no tengo que pedirle perdón. “
“Hijo,
no empieces otra vez. Solo hazme caso por favor. “
“No Pa,
es en serio, no tengo porque hacerlo, el más bien debería pedirme perdón a mi.
“
“Bueno,
veo que el castigo no ha sido suficiente.”—me dijo con voz calmada y me dio un
escalofrío. —ponte otra vez.
“No Pa,
otra vez no por favor.”
“Hazme
caso Luis, no lo voy a repetir.“
Y
sollozando me volví a poner, pero esta vez, después de colocarme, sentí que
agarraba el elástico del bóxer y me lo bajaba de un tirón.
¡NO! —Exclamé,
pero no sirvió de nada porque me sujetó contra el sillón cuando intenté pararme
para subírmelo.
JUAS Aaayy!
—esta vez el ardor fue insoportable desde el primer varazo. Si sobre el bóxer
dolía horrible, desnudo ardía como fuego.
JUAS —
Aaaauuu. YAAAAA!
JUAS —
Por! Favor! Pa! YA!
JUAS
—No! más! —Era tal el dolor que no podía pensar en ninguna otra cosa, y
realmente era como si me estuviera ahogando en dolor y lágrimas
JUAS Aaaghuu!
Por! FAVOR! BUAAAH!
Ya no
podía controlarme, pero en ese momento mi papá detuvo el castigo, aunque yo
seguí llorando incontrolablemente un rato. Después de calmarme un poco mi papá
me dijo:
“Hijo,
por favor ahora sí hazme caso. Discúlpate y ya. “
“Bueno,
pero —sniff —llámalo —sniff —aquí.”—Le dije entre lágrimas.
Está vez
había ganado, no pensaba dejar que mi padre me siguiera moliendo a varazos por
su culpa, pero ya tendría oportunidad de cobrarle todas después.
Mientras
mi papá se iba a llamarlo me enjuague la cara y me soné la nariz en el bañito
que había ahí.
Cuando
llegó y entró con su sonrisa de hipócrita me dieron ganas de darle una
bofetada, pero me contuve y le dije:
“Perdón
señor “
“¿Por
qué hijo?”
“Perdón
por no tratarlo respetuosamente”
“Esta
bien hijo, agradece que tienes el privilegio de ser educado por un padre
elegido”—yo solamente me quedé callado. Y se fue después de despedirse de mi
papá. Yo destruí la vara y la eché por el excusado, el daño de reputación ya
estaba hecho, pero no había porque añadirle pruebas tangibles.
Salimos
y mi hermano estaba esperándonos cerca. Había menos gente porque muchos se
habían ido ya, pero los que quedaban no disimulaban sus miradas hacia nosotros.
Supongo que incluso en este grupo un evento de castigo así de público no era
tan común, porque seguramente habían escuchado todo.
Mi papá había
traído la camioneta grande en consideración a mi hermano, y yo también lo
agradecería. Nos subimos a la parte de atrás de la camioneta sin despedirnos de
nadie y esperamos a que mi papá terminará de despedirse de la gente. Cuando se
subió nosotros fingimos estar dormidos para no tener que hablar con él, y si se
dio cuenta o no, decidió ignorarlo, porque manejó en silencio hasta la casa.
No sé qué religión será pero lo que no ve el padre que está perdiendo a sus hijos, sigo está historia me gustaría que actualizaras más seguido
ResponderBorrarHola. Está basado en experiencias similares a esto: https://www.educasectas.org/doce-tribus-2/
BorrarQué bueno que te gusta la historia. Creo que es una forma de desahogo esribir esto. Pero a veces no tengo el tiempo para hacerlo. Gracias por el comentario, anima mucho a seguir escribiendo.
Disculpa pero me pregunto si es un poco autobigrafico esto, no se que religión sea pero si es un poco absurdo que la violencia sea empleada para someter, las creencias deben ser libres y tener coherencia no imposisción, lamento si tuviste que vivir sometido a creencia ajenas y absurdas.
ResponderBorrarMe gusta la historia, pero el padre no se da cuenta que eso es más una secta que una iglesia?? Que su mujer le a comido el coco y que si sigue así va a perder a sus hijos?
ResponderBorrarMe gusta la historia
ResponderBorrarPero como odié a ese pastor por entrometido!!
No puedo creer que ese padre prefiera ver a sus hijos con tal de ver feliz a otros!!
De verdad espero te des tiempo de continuar tus historias!!