La
Historia de André Cap. II
Hola de nuevo, ya llevo tres semanas
viviendo con mi papá y su familia, y bueno no está tan mal, aunque han ocurrido
algunas cosas dignas de mencionarse. Todos se desviven en atenciones y
realmente parecen preocuparse por hacerme feliz. Extraño mucho a mamá, aunque
entiendo que no la veré jamás me hace mucha falta, hay noches en las que lloro
hasta caer rendido, tengo miedo de que mi papá se canse de mí, de que su
familia solo esté fingiendo por darle gusto a él, no sé qué va a pasar conmigo,
necesito a mi mamá.
Ay ya perdón basta de dramas, ya
tengo quince y soy un hombre. Les cuento que me comunico con mi tía todas
las noches y siempre le digo que estoy bien, solo contando los días para irme
con ella y cada vez está más cerca. Por supuesto no le conté lo que pasó
el primer día que estuve en la casa de mi padre, ella se habría angustiado,
además al final no pasó a nada, no sé qué le dijo Estela a mi papá pero cuando
Juan Fernando entro al cuarto de Juan, nos regañó a los tres, nos dio un beso a
cada uno y nos ordenó que bajáramos a comer.
Al día siguiente era sábado y me dijo
que me vistiera para ir a visitar a mis abuelos, le pregunté si iríamos todos,
pero me dijo que no que solo él y yo, no comenté nada, pero me pareció extraño,
y ahora que lo pienso en casa de mis abuelos nadie menciona jamás a Estela ni a
sus hijos, y nunca participaron en reuniones familiares, es como si no
existieran. Cuando estuve listo bajé me despedí de todos y me fui con papá en
su auto, hicimos todo el trayecto en silencio papá se veía muy preocupado pero
no me atreví a preguntarle por qué.
Mis abuelos son súper cariñosos y
consentidores con todos sus nietos, me recibieron llenándome de besos como de
costumbre, de inmediato me enviaron arriba con mis primos y solo se quedaron
mis abuelos y mi papá en la sala, no pasaron ni diez minutos cuando escuche la
voz del abuelo gritándole a papá.
-COMO PUDISTE LLEVARLO A VIVIR CON
LOS HIJOS DE ESA MUJERCITA
-SON MIS HIJOS PAPÁ Y SON LOS
HERMANOS DE ANDRE ENTIENDELO DE UNA VEZ….. ANDRE BAJA QUE NOS VAMOS YA
Salí disparado hacia la sala y mi
abueli me atrapó de inmediato entre sus brazos
-André no permitas que ni esa mujer
ni sus hijos te humillen, no aguantes nada de ellos, cuando quieras
puedes tomar tus cosas y venir a vivir con nosotros.
-Gracias ab…- no pude terminar la
frase porque mi padre me tomó de una brazo y de un tirón me puso a su lado
-Mamá, no quiero que le metas ideas a
mi hijo, déjanos ser felices, vámonos André- y asiéndome
fuertemente del brazo me arrastró hasta el auto, prácticamente me arrojó sobre
el asiento y cerró la puerta con furia, se sentó en el asiento del piloto
encendió en auto y salimos disparados, se detuvo a unas pocas cuadras.
-PONTE EL CINTURON- yo me frotaba el
brazo que estaba muy rojo y me dolía un poco, cuando me gritó lo miré asustado.
-Perdón hijo, perdón. No debí
tratarte así, perdóname si?- se veía sincero así que solo asentí y él me beso
en la frente- Vamos al parque no quiero que ni Estela ni tus hermanos me vean
así.- yo solo volví a asentir, nos bajamos del auto y caminamos hasta el parque
que tenía un riachuelo y un bosque de eucaliptos, papá se sentó sobre un gran
árbol caído y yo me acerqué al riachuelo aquel que por ser invierno
estaba sucio y corrientoso.
- No te acerques tanto, ten cuidado hijo
-No te preocupes, no pasa nada- le
dije acercándome un poco a él
-En verdad la amas, lástima que no
pudieras amar así a mi madre, ella te adoraba. Sufrió mucho cuando te fuiste y
más cuando se enteró de lo Estela.
-Amor hay cosas que ni yo mismo
entiendo porque suceden pero suceden simplemente, yo amé a tu madre y te amo a
ti.
-Nunca amaste a mamá
-Me case con ella
-Porque mis abuelos no soportan a
Estela y tú fuiste un aprovechador que usaste a mamá para no perder tu
herencia- estaba loco por decírselo desde hacía mucho tiempo ya
- Comprendo que estés afectado por la
muerte de tu madre pero eso no te da derecho a………
-Afectado? No, no estoy afectado solo
estoy siendo sincero. Utilizaste a mamá para engañar a los abuelos, eres un
maldito hipócrita- le dije con toda la rabia que tenía acumulada
-No tienes derecho a
cuestionarme
-Y tú no tenias derecho de engañar y
hacer sufrir a mamá, a dejarla estando enferma
-Si lo hubiese sabido no la habría
dejado
-No necesitaba tu lástima ni la de
nadie, ninguno de los dos te necesitó. YO NO TE NECESITO. NO TE QUIERO- las
lágrimas bajaban sin control por mis mejillas me daba rabia no poder
controlarme frente a él – PREFIERO ESTAR CON ELLA DONDE QUIERA QUE ESTE A TENER
QUE FORMAR PARTE DE TU ESTÚPIDA FAMILIA- y salí corriendo hacia el río, no
logré ni mojarme los pies pues papá me agarro de ambos brazos con fuerza, me
llevo hasta el bosque y de un tirón me puso frente a él.
-QUE DIABLOS TE PASA- gritaba
mientras me sacudía violentamente por los hombros
-SUELTAME TE ODIO- le grité mientras
trataba de soltarme, lo cual era inútil porque papá mide 1.85 y es muy fornido,
pero bueno el peor intento es el que no se hace jajaja, ahora puedo reírme de
eso pero en su momento no fue nada gracioso. Empecé a darle de patadas,
de verdad quería alejarme de él, correr hasta no poder más sin importar a
donde, pero papá me levantó como si tuviera cinco años, no sé bien cómo pero lo
siguiente que recuerdo es que estaba viendo la hierba, boca abajo sobre
su regazo con mi ropa interior por las rodillas y la manota de mi padre
estrellándose una y otra vez en mi pobrecito…..bueno ustedes saben. Maldita la
hora en que decidí utilizar un pantalón deportivo. Me negaba a llorar no
quería darle el gusto así que mordí el borde mi chaqueta y les juro que aguanté
todo lo que pude pero el muy imbécil no paraba, nunca imaginé que algún día mi
papá me castigara así yo ya no era un niño, no lloraría por unas palmaditas.
Pero en la palmada veinte ya no aguanté más, Juan Fernando pega fuerte me
dolía mucho, las lágrimas cayeron por si solas no pude hacer nada trate de no
llorar lo juro. Cinco palmadas más y empecé a pedirle que parara.
-Ya no Juan Fernando. Ya no más. –
- Estás tranquilo ya?
-Estoy tranquilo, estoy
tranquiloooo—respondí, me dio cinco palmadas mucho más fuertes que las
anteriores que me hicieron gritar de verdad y se detuvo, para entonces yo
solo lloraba, ya ni siquiera pataleaba.
Sentí su mano acariciar mi espalda y
lo único que logró fue que llorara más, nunca me había castigado ¡nunca! y
ahora lo acababa de hacer, me sentía humillado quería salir corriendo y
alejarme, pero me dejó extremadamente claro, transparente vaya, que no era
buena idea.
Después de unos minutos me sentó
sobre sus muslos cuidando en que nada rozara la zona afectada, como dicen los
vulcanólogos, porque de verdad era fuego lo que sentía y me ardía cantidad,
ayayayacito, duele de solo recordarlo.
Bueno la verdad es que me abrazó
hasta que dejé de llorar y aunque no me gustó para nada que me castigara
así, me sentía seguro y protegido entre sus brazos, no sé cómo explicarlo pero
me sentí más unido a él. Tomó mi quijada con una de sus manos y me obligó a
mirarlo a los ojos
-Jamás vuelvas ni siquiera a pensar en
quitarte la vida, me muero si algo malo te pasa
-NOO, yo no quería suicidarme, yo
solo quería escapar- se que no era la mejor excusa del mundo pero mis neuronas
no estaban centradas en la conversación precisamente.
- Bueno pues escapar también te
llevará directo a mis rodillas-me dijo en tono severo pero de inmediato sonrió
y me dio un beso en la frente, me gustaba cuando lo hacía- Vamos a casa.
-Aaaauuuuu me pegaste - le reclamé
mientras me acomodaba la ropa.
-Era eso o romperte los dientes,
tenías la madre de las pataleta- me dijo divertido, la verdad yo no le encontré
la gracia
- Pataleta?- respondí
indignado- tengo 15 años- sonrió y me revolvió el cabello.
No había estado llorando en las
piernas de papá desde que tenía como 9 años, que fue la última vez que mamá me
pegó con la odiosa regla de madera, tenía una de 60 cm, por salir de casa sin
permiso y aunque esa vez papá estaba en casa la que me castigó fue mamá como
siempre, Juan Fernando entró a mi cuarto de inmediato, me tomó del regazo
de mamá y con mucho cuidado me puso sobre sus piernas, me abrazó con
fuerza y me llenó de besos hasta que dejé de llorar, era muy extraño que lo
hiciera porque casi nunca estaba en casa y mamá la verdad después de un castigo
nunca me consolaba de inmediato se iba y yo me quedaba llorando en mi
habitación, luego de unos pocos minutos entraba nuevamente y entonces sí me
tomaba en sus brazos y me llenaba de besos hasta que me calmaba.
Espero de verdad que esta sea la
primera y la última vez que me pega porque no es una experiencia que quiera
volver a repetir. Además estoy seguro que sus hijos se dieron cuenta porque en
cuanto me senté al almuerzo di un pequeño brinco y no paré de moverme, y aunque
no comentaron nada los dos me miraban entre apenados y divertidos. Aún no estoy
seguro si debo odiarlos o no. Por supuesto esto tampoco le conté a mi tía
porque ahí sí que regresaba a pelear por mi custodia y la verdad yo quiero paz
para todos los que me quieren.
Al pasar los días me di cuenta que la
vida de Juan Fernando y su familia era bastante distinta de la que llevábamos
con mi madre. Yo crecí con una nana y mamá era profesora en una de las más
prestigiosas universidades del país y si bien no pasaba todo el día fuera, pues
no se ocupaba de la cocina ni de las tareas de la casa, para eso contrataba a
alguien más. En casa de papá las cosas eran distintas Estela trabajaba en
la mañana y en la tarde pasaba en la casa ocupándose de los chicos y de las
cosas de la casa, Juan y Fernando tenían asignadas tareas como lavar los platos,
se ocupaban de arreglar sus cuartos y de poner su ropa en la lavadora. No había
empleada nadie que ayudara a Estela en la casa. Así que claro el miércoles por
la tarde papá me pidió que bajara a la sala, allí estaba Estela.
-Hijo ya que vivirás con nosotros
tenemos que decirte que de ahora en adelante compartirás las tareas de esta
casa, sin descuidar las obligaciones del colegio.
-Qué quieres decir?
-Que te deberás encargar de mantener
limpia y ordenada tu habitación y tendrás turno de lavar los platos al igual
que tus hermanos, deberás también encargarte de meter tu ropa en la lavadora,
estamos de acuerdo?
-Por qué no contratan a alguien que
lo haga?
-Porque no lo considero necesario-
dijo Estela – ya están grandes y deben aprender a hacer las cosas por ustedes
mismos eso les ayudará a ser más organizados y les ayudará en la vida.
-Iré a la universidad, seré un
profesional, no me ubicaré de doméstica en una casa- le dije mirándola con
desprecio.
Juan Fernando iba a levantarse de
inmediato pero Estela lo detuvo poniendo su mano sobre la pierna de papá.
-Servir en una casa porque no tienes
donde quedarte y necesitas dinero para terminar la universidad no tiene nada de
malo- no entendía, acaso ella no era una simple domestica?- Si
André soy abogada y mi mayor crimen fue nacer una familia que no tenía el
suficiente dinero para que su única hija estudiara en la universidad. El
aprender a hacer las cosas por mí misma me ha ayudado mucho a ser responsable
con mi vida y con mi trabajo.
-Con tu trabajo puede ser, pero dime
cuanta responsabilidad demuestras con tu vida al estar por tantos años de
amante de un hombre casado. ¡Lindo discurso!.
-Basta André- rugió mi padre,
levantándose como si tuviera un resorte en……bueno, dio dos pasos hacia mí y
retrocedí de inmediato, tengo bastante afinado mi instinto de conservación y
más aún estando fresquecita en mi memoria la trágica experiencia del parque.
-No Juan Fernando déjalo- Estela lo
tomó de la mano sin darle tiempo a papá a hacer nada más- él necesita saber
algunas cosas, está viviendo con nosotros, así será más fácil para todos- yo
solo la miré con odio, pero la verdad estaba bastante interesado en lo que
tenía que decirme, nunca me contaron nada en concreto y cuando preguntaba
siempre obtenía la misma respuesta,- no te preocupes, todo estará bien,
los dos te amamos, eres muy chico para entender muchas cosas- solo tenía
pedazos de conversaciones que había logrado escuchar casualmente o a
escondidas.
- André, tus abuelos nunca me
perdonarán el haber sido empleada en su casa, no importa cuánto ame a tu padre
y cuanto me supere. No los culpo, ellos siempre tuvieron todo a manos llenas y
eso les impide valorar el esfuerzo, la lucha por conseguir las cosas por uno
mismo. Cuando tus padres se casaron yo hace más de un año que me fui a otra
ciudad intentando rehacer mi vida, o al menos de olvidar a tu padre, pero
estaba embarazada de Juan, decidí callar y hacerme cargo de mi hijo sola,
cuando supe que se casó pues no te digo que me alegré pero me dio esperanza de
realmente poder empezar de nuevo. Hasta pensé que lo lograría, pero en la
empresa donde trabajaba me enviaron a un curso de actualización y allí uno de
los conferencistas era tu padre, una cosa llevo a otra y bueno quedé embarazada
de Fernando. Regresé a mi trabajo y al darme cuenta de mi embarazo, decidí
continuar sola, no fue algo planeado, no quería dañar a nadie, él tenía
una familia y yo debía respetar eso. No lo volví a ver hasta cuando el Fer
tenía un poco más de 7 años, nos encontramos en un litigio yo era la
abogada de la parte acusadora y él el abogado de la defensa, el juicio duró
algunos meses y en una ocasión cuando salía de la corte mi auto no encendía y
tu padre se ofreció a ayudarme, no pudo hacer nada, la verdad nunca fue bueno
para esas cosas, así que se ofreció a llevarme a lo que me negué rotundamente,
ya que tenía que pasar por mis hijos al colegio y no quería que conociera a los
niños, así que tomé un taxi, no conté con que me seguiría, en cuanto los
vio se dio cuenta que eran suyos, Juan José tiene la nariz de tu abuela y su
color de cabello y Fer los ojos de tu abuelo igual que tú y tu padre. En cuanto
los dejé en casa salí nuevamente hacia el auto tu padre estaba estacionado en
la esquina, me acerqué rápidamente a él, estaba llorando sobre el volante, al
verme solo dijo – son mis hijos – lo sabía, era una afirmación, nos
abrazamos y lloramos juntos. Ese mismo día reconoció a los niños en el registro
civil y empezó a visitarlos periódicamente. Tus abuelos se negaron a
conocerlos, eso por supuesto no me sorprendió. No regresamos hasta que él se
divorció de su madre y nos casamos seis meses después, ellos tenían problemas
desde hace algunos años yo no te diré las causas pero te juro por mis hijos,
que en eso no tuve nada que ver.
-Lo siento, no lo sabía, yo ..- no
sabía que decir nunca me hubiera imaginado algo así, que complicado era ser
adulto, tenía muchas ganas de llorar había sido muy injusto con Estela y con mi
padre.
-Tranquilo André, tu madre y yo
siempre nos respetamos era una gran mujer, hablamos en varias ocasiones, era
una mujer muy noble- dijo Estela con brillo de lágrimas en sus ojos.
-Gracias- le respondí, la verdad no
sabía que más decir, para entonces yo estaba llorando jamás me imaginé que
ellas fueran algo así como amigas ni que dijera algo tan lindo de mamá…..-mamá
cuanta falta me haces-, empecé a llorar convulsivamente, mi padre me abrazó
pero no lograba calmarme, quería a mamá. Al ver que no me calmaba Estela se
acercó y me acarició suavemente la mejilla, fue tan lindo sentir su contacto,
su calidez me recordó a mamá, lentamente y con suavidad me saco de los brazos
de mi padre y me aprisionó en los suyos, me fui calmando de a poco mientras me
besaba la cabeza de vez en cuando, es extraño pero en ningún momento sentí que
traicionaba a mamá.
conti please¡¡¡¡
ResponderBorrarHola Cath :)
ResponderBorrarNo había podido comentar en tu primer capítulo pero dejame te digo que la historia Es genial :3 y aunque en el primer capitulo Juan Fernando umm no me convencía mucho jajaja ya me cae mucho mejor y el discurso de Estela me encantó :3 quiero muchos muchos mas capítulos por favor por que este niño es simplemente genial :D
Saludos
La espera valió la pena, pero quiero más, me he hecho adicta a esta nueva familia
ResponderBorrarHola CathBlu esta historia esta genial, me encanto Estela, y JuaFer no parece tan malo despues de todo,
ResponderBorrarGata roja azul me gusta la historia, adoro a este niño y la perspectiva de familia que se forma, pero digas lo que digas, odio a su padre, no por bruto, cruel, violento, sino por cobarde... y a ella tambien, ambos se muestras como victimas, pero no son mas eu victimas de su propia cobardia...
ResponderBorrarella puede decir que no es responsable, pero quien se quita el calzon y se acuesta con hombre casado si es responsable de lo que pueda pasar sea con ella misma, con el hombre que engaña y se hace la digna cuidando a dos hijos a los que priva un padre, a un niño que sabe que existe y una mujer que ocupa el lugar que ella quiso siempre, ambos son un par de descarados irresponsables, me gusto lo que le dijo ANdre a su padre, utilizo a un mujer, el podia negarse a casarse y punto y luchar por el amor de Estela, pero no, tomo el camino facil para su conveniencia, herencia o no de por medio a sido un pepele, asi qeu niña linda, por todo ese picante, todo ese exotico condimento que pusiste en esta historia has creado ambivalencia en mis emociones, y disfrutare leyendote, porque quiero renegar un poco, disfrutar mucho sufrir tambien, y protestar como ahora, porque en situaciones como esta son los niños los paga platos rotos y para colmo tiemen que portarse bien sino llevan encima, me diras que no es injusto?
pero ahi estoy yo desde ahora defensora d Andre, haga lo que haga, porque lo aue haga no se comprara con el sufrimiento vivido directa o indirectamente, lo mismo que sus hermanitos
asi que guapa un GUANTAZO CON GUANTE DE HIERRO PARA AMBOS... estan en mi lista negra de los que van la paredon jajajajjajajaj
no te atrases que quiero saber con que voy a renegar a futuro
JJJ
FUERA DE BROMA, PRECIOSO CAPITULO
Menos mal que te gusto, que si no......jajajaja
BorrarLa verdad estoy de acuerdo con Marambra, los dos tienen sus pecados, pero quien no???? Me enca
ResponderBorrarLa verdad es que estoy de auerdo con Marambra los dos tienen sus pecados pero quien no?????? Excelente Cath, por fa no tardes
ResponderBorrarHermoso Cath actualiza pronto
ResponderBorrarHanna
te quedo genial Nena eres super continua Plissss
ResponderBorrarestrella
Gracias a tod@s por sus comentarios
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