Tía de mi corazón!
Hoy llegué a casa, bastante tarde y muy agotada. Había tenido
que rehacer el trabajo completo de toda una semana sólo porque a mi...
queridísimo jefe se le dio la regalada gana que lo hiciera!!!
Como todas las veces, apenas ingresé a mi departamento, me
acerqué hasta el teléfono para revisar la contestadora. Yo no uso celulares así
que si alguien quiere contactarme será por medio de mi teléfono fijo o el
de mi trabajo. Me sorprendí al ver que había sólo un mensaje, generalmente
solían haber como cinco. Escuché el mensaje. Era mi hermana menor invitándome a
su casa el domingo, a merendar.
De inmediato, acepté pensando en toda una lista de regalos que
salir a comprar.
Me encantaba poder visitarla, sobre todo porque de ese modo
tenía la excusa perfecta para llevar cosas dulces y ricas -a parte de los
regalos, claro- y mimar a mis queridos sobrinos, a los cuales quiero como si
fueran mis hijos. Y es que al ser soltera y por desgracia no poder tener bebés
debido a una enfermedad, los adopté a ellos como propios y ellos me adoptaron
como una segunda mamá.
Llegué a la casa quince minutos antes de lo acordado. No podía
esperar a ver a mis niños lindos... aunque Juan Pablo ya no era un niño sino un
encantador jovencito de 15 años, lleno de energías y en plena adolescencia.
Válgame Dios! Si aquella casa había sido un caos desde que ese chico cumplió
los 14!! Pero yo lo adoro igual... o más!
Toqué el timbre, a pesar de tener llaves. Mi hermanita Luana me
abrió a los pocos segundos.
-Coty!!- Me saludó con un abrazo. Siempre tan cariñosa ella.
-Hola, hermanita!- Le dije, devolviendo el gesto y dándole un
beso. Era casi 10 años menor que yo! Prácticamente la crié.
-Cómo has estado?! Te extrañamos!!- Me dijo, sin soltarme.
-Ufff... bien! Bastante ocupada, intentando no matar al idiota!
-El idiota es mi JEFE!-
-Ay, Coty! Por qué sigues trabajando?! No lo necesitas! Tienes
más que suficiente con lo que dejaron nuestros padres!- Y era cierto. No lo
necesitaba. Tenía de sobra con lo que mis queridos padres me heredaron. Pero...
si no trabajo ¡¿cómo hago para distraer mi mente de mi cruel destino?! Estoy
sola y eso no siempre es bueno. Así que por mi bien psíquico, prefiero seguir
aguantando al "idiota"!
-No te preocupes! Lo tengo todo controlado!- Le respondí,
guiñando un ojo.
-No lo dudo, hermanita!- Me dijo, haciéndome pasar a la sala.
-Y dónde están mis niños?!- Pregunté emocionada. Estaba cargada
de bolsas y cajas llenas de las mejores cosas para mis amores.
-Julián y Emi están en la cocina, terminando de preparar las
cosas para el té y... Juampi bajará en un momento. Está... está tratando unos
asuntos con su padre.- Explicó y yo entendí de inmediato a lo que se refería,
resistiendo las ganas de correr a auxiliarlo. Generalmente, cuando mi
cuñado trataba asuntos con mi nene, éste terminaba hecho un mar de lágrimas.
Ohh...- Dije, incapaz de articular más palabra.
-Sí... no sé qué pensar de Juan Pablo! Se porta tan mal! A veces
pienso que hasta que su papá no le da un escarmiento él no se queda tranquilo!
Hasta los pequeños no dan tanto problema como él.
-Ay, hermanita. Estás calumniando a mi niño! Si es un santo el
pobre...
-Já! Vaya santo el tuyo! Se la pasa sobre las rodillas de su
padre casi todos los días!! Y mejor ni te cuento cómo va en el cole! La paliza
que se está llevando ahora es por pelearse con uno de sus compañeros!
Yo estaba por decir algo en defensa de mi mocoso favorito cuando
escuchamos unos gritos más fuertes y los ecos de unos pasos retumbando por el
piso de arriba.
-Tiiiiiiiíaaaaaa!!! Buuaaaaaaa... Tiiiitaaaaa!!! Ayúuudameee!!!
Ayyyy... ayyy!! Ya papiiiii!!! Ya no másss!!! -Mi Pablito venía corriendo por
las escaleras, escapando de su padre que corría tras de él, sosteniéndose el
pantaloncito con sus manitas para que no se enredaran entre sus piernas.
Rápidamente me dirigí hasta la base de las escaleras, abriendo
mis brazos justo en el momento para que mi angelito se refugiara en ellos.
-Shhhhh, hijito de mi corazón! Qué pasó, bebé? Qué hiciste que papá está
enojado contigo, eh?!! Jorge García, más te vale que sueltes ese cinto en éste
instante! Que no voy a dejar que me lo castigues con eso! -Grité bastante
enfadada. Me lo iba a castigar con eso?!! Pero cómo se atrevía... Sí. Ya sé que
es el padre, pero Juan Pablo es MÍ BEBÉ!! Y no voy a permitirle que lo lastime
con eso!
-No voy a lastimarlo, Coty!- Vaya, ahora lee los pensamientos
éste sujeto?!!- Pero tu sobrino merece un escarmiento más severo ésta vez... Se
ha pasado todos los límites habidos y por haber!! Por qué no le cuentas a tu
tía lo que hiciste en el colegio, eh?! Dile lo que le hiciste a Martín y lo que
le respondiste a tu profesora... -La verdad, todo aquello me provocó
curiosidad. Sería posible que el angelito asustado, que lloraba acurrucado en
mis brazos se hubiera descarriado tanto?!
-Qué hiciste, Pablito?!!! Mm?! Anda, hijo. Cuéntale a la tía!-
Le insté, llevándomelo hasta el sofá de la sala, donde lo hice sentar juntito a
mí.
-Na-nada!! Buaaa!!! No hice n-na-nada, tí-aaa!! Buaaaa!! Papá no
me cree y... y... me peg-gó-o!!- Me decía entres sorbos y suspiros.
"...que no hizo nada... que no hizo nada" murmuraba en tono irónico
su padre. Yo lo miraba con un odio al pobre de Jorge... Pobre que lo agarre
yo!!
-Seguro que no hiciste nada?!! -Insistí, dándole un beso en su
manito. Mi niño me miró muy culpable.
-No te enojes tú también conmigo, tía linda, por favorcito!- Me
dijo, temblándole el labio en un gesto de aflicción que me encogió el
corazón.
-Nunca me enojaré contigo, bebé! -Le juré y le di un beso en la
nariz.
-Lo pro...snif..sniff... lo prometes?!!
-Claro, hijito. Te lo prometo. Pero cuéntame, sí?!
Sentí cómo mi chiquito se debatía entre contarme lo que
había pasado o no.... Yo sólo lo abracé más fuerte, aspirando el perfumito de
su piel.- Todo estará bien, cariño!- Y esas palabras terminaron por
convencerlo.
-Yo...yo le... le puse un laxante e..en la gaseosa...a..a
Martín!- Me contó despacito, en un susurro sólo para mi oído.
-Un laxante?!- Repetí.- Pero ¿Por qué hiciste eso? -No sé si
soné demandante o enojada, pero mi niño ocultó su carita entre sus manos. Lo
había asustado.
-Lo sientooo!! Nunca más lo volveré a hacer... lo juro,
tíiiaaaa... pero..pero no te enojeeees!!- Me pidió llorando.
-Shhhhhh, amor. Calma, tesoro. Sígueme contando, si?! Explícame
por qué hiciste eso a tu compañero... no es tu amigo él?!
-Es que... es que... él ya no es mi amigo!- Dijo con una nota de
odio en su voz. -Por su culpa la profe Elsa me quitó el examen y seguro voy a
desaprobar Matemáticas...- La cara de mi cuñado era igual a la de un perro
rabioso! Parece que no estaba enterado de eso! Y mi sobrino se dio cuenta de ello...
-Y eso por qué?!! Qué pasó?! - Ufff, si cada cosa que decía me
hacía un berenjenal!!
-Él estaba haciendo trampa, tía. Y..y cuando la profe se
acercó él me pasó el papel a mí... y...y ella creyó que era yo el que hacía
trampas... no es justo!!! Tía, no es justo!!
-Lo sé, amor. Lo sé! Hablaremos con tu profesora al respecto...
todo se solucionará. Ya verás... Por eso le pusiste laxante?! Para vengarte?! -
Juampi me hizo un puchero y asintió.-Lo siento!
-Eso no es excusa!!- Bramó Jorge- Pudiste haberle causado un
daño más severo a tu amigo! Le pusiste la mitad de un frasco, por Dios Santo!!
El pobre terminó deshidratado, con un dolor terrible en el estómago. Lo dejaron
internado para ponerle suero... eso no fue una broma cualquiera. Fue un acto
cruel. Y merece una buena paliza!!
-Basta, Jorge! El niño se equivocó y está diciendo que lo
siente....
-Pero lo va a sentir más! Nada más que ponga mis manos en su
trasero, lo va a sentir mucho más!!
-Buaaaaa.... nooo, papiiii... no más!!! Lo sientoo!! Nunca más
lo haré... yo me asusté mucho...no quería que Martín se pusiera tan mal! Nunca
más lo haré, pero no me pegues!! -Lloraba mi angelito. Estaba arrepentido y eso
se reflejaba en sus ojitos.
-Hijo, lo que hiciste estuvo muy mal. Pusiste en peligro la vida
de una persona... de tu amigo. En vez de pensar en vengarte, debiste acudir a
nosotros y contarnos lo que había sucedido con el examen... otra hubiera sido
la historia. Ahora en cambio debo castigarte y no creas que esa idea me
agrade... Yo te amo, Juan Pablo, eres mi niño, pero cometiste un error y ahora
hay que enfrentar las consecuencias... Anda, hijo. Terminemos de una vez.-
Jorge extendió su mano en dirección hacia mi sobrino.
Juampi me miró con tristeza pero no dijo nada. Se limitó a
obedecer a su papá, se puso de pie y se fue con él a terminar con su castigo.
Yo me quedé con el corazón en la mano, sufriendo de dolor pensando que mi bebé
se iba a llevar unos buenos azotes, pero entendiendo las razones que mi cuñado
tenía para reprenderlo. La verdad que Juampi había hecho muy mal en hacer lo
que hizo, pero estaba arrepentido. Eso debía valer de algo, no?!
Diez espeluznantes cintarazos con sus correspondientes gritos,
quejas, llantos y alaridos provinieron de la sala contigua, hasta que sólo se
escuchó silencio. Mi niño debía estar llorando en los brazos de su padre,
siendo consolado y perdonado.
Varios minutos después, la puerta se abrió y mi chiquito salió
lentamente, acompañado de su papá, aún con lágrimas en los ojos. Yo me acerqué
hasta él y lo abracé y besé hasta que al fin se calmó un poquito. Así lo llevé
hasta el sillón y me quedé mimándolo. No me gustaba que llorara, así que lo
consentí durante toda la tarde, hasta que al final quedó rendido. Con su
cabecita apoyada en mi regazo, se quedó dormidito y yo...yo simplemente
me dediqué a acariciar su cabecita, sintiéndome -a pesar de todo- muy feliz...
no tendré hijos, pero a cambio Dios me dio tres hermosos sobrinos!!!
Bello relato.
ResponderBorrarTaz
que tia mas simpatica se parece a mi ajjajajajja
ResponderBorrarlnda historia me gusto muchisimo Ariane, que bueno que regresaste al ruedo
awwww que tian mas bella.. ser tia es lo mejor solo tienes que mimar al sobrino ya que es responsabilidad de los padres criarlos ;) o por lo menos es lo que hago yo con mi pequeño piojito
ResponderBorrarmuyyy lindo Ariane!!
Si realmente ser tia es muy bonito.....pero criar correctamente a tus hijos eso si que no es tarea facil
ResponderBorrarVale que yo no tengo sobrinos buuaaa no se vale!!!
ResponderBorrarPero bueno tengo hermanitos chiquitos y pues son mi adoración!!! Así que la entiendo!!
Que tía tan más genial!!
Lo siiento por la demora, pero me encanto!!
BUaaaaaaaa pobre chiquito... ni su tiita lo pudo salvar
ResponderBorrar