DAMIAN WAYNE
Bruce Wayne caminaba por las calles de Gotham, vestido
con su traje armadura que le daba su identidad de Batman, el caballero oscuro.
Caminaba sin mirar, cegado de odio, dolor, indignado
solo buscaba a una persona que se escondía en lo más oscuro de los callejones
de Gotham, al ver la figura estilizada de la mujer vestida de negro se entregó
a la caza de su presa.
Selina Kyle miraba al hombre murciélago caminar
directamente hacía ella, le gustaba su juego pero esta vez era diferente, el
hombre la agarro un brazo con fuerza y emitió un gruñido.
- Tenemos que hablar – dijo Batman, cualquier ser
humano hubiera temblado de miedo ante semejante ser, sin embrago Selina no era
un ser humano cualquiera.
Selina solo asintió y camino a su lado primero intentó
zafarse de su carcelero, pero el agarre del hombre era más fuerte.
Al llegar a su refugio el murciélago soltó a la gata y
ambos se quedaron mirando.
Batman se sacó la capucha para convertirse en Bruce y
Selina hizo lo mismo, dejando ver su hermoso rostro, se acomodó su pelo y se
sentó en un raído sofá, segura de sí misma.
Bruce no estaba para esperar explicaciones así que sin
pensar muy bien sus palabras, perdiendo el control casi se lanza sobre la
hermosa mujer.
- Que significa esto – gritó Bruce lanzando una hoja
de un periódico, a la cara de Selina.
La mujer con toda su calma desdoblo el papel para
mirar su fotografía en la portada del periódico local – No sabía que leías
estos chismes.
- Ray Palmer!! en serio Selina, ese imbécil – Bruce le
gritó a la cara.
Selina dejó que Bruce hablara, gritara, gesticulara
mientras caminaba de un lado a otro del pequeño cuarto, luego se paró para
quedar peligrosamente delante de él, tan cerca que podía olerlo.
- Estas pidiéndome explicaciones? – dijo muy
serenamente.
Bruce se la quedó mirando, todavía enojado, claro que
le pedía explicaciones, Selina era de él, siempre lo había sido, era un acuerdo
no escrito.
Ambos sintieron la tensión, ese imán que eran sus
cuerpos cuando estaban juntos, esa atracción que ninguno controlaba.
Pero esta vez algo era distinto, Selina pudo salir del
embrujo que era Bruce Wayne para ella y lentamente se alejó de él – No te pertenezco
Bruce, no te debo ninguna explicación de con quien salgo o con quien dejo de
salir.
Bruce no pudo ocultar su dolor, que había cambiado tan
radicalmente para que Selina saliera públicamente con otro hombre, ellos
llevaban una relación abierta eso era cierto, Bruce salía con otras mujeres y
ocasionalmente sabía que Selina tenía otros hombres, pero nunca ella había
cruzado esa barrera invisible que ahora estaba cruzando.
Bruce era el mejor detective de Gotham, así que solo
tenía pensar en que había pasado y solo
un nombre se le vino a la cabeza Talia, Selina sabía lo de Talia.
- Estas celosa de Talia? – y Bruce por primera vez ese
día esbozó una sonrisa.
- Todo siempre tiene que girar alrededor de Bruce
Wayne – esta vez fue Selina quien sonrío.
- Ella es solo una amiga……
- Nunca pensé decir esto, pero eres un idiota Bruce,
ella es la hija del demonio, jamás será tu amiguita.
Bruce se quedó callado, sabía que Selina no bromeaba –
Ella solo quería una cosa de ti y ya la tiene, por eso desapareció o es que contesta
tus llamadas?
- De que estas hablando?
Ahora era Selina quien caminaba de un lado a otro sin
quitarle la vista a su presa – Talia es hija de Ra’s al Ghul, que lo único que
quiere es un heredero digno para que continúe con la Liga, hasta donde sé, te ofreció el cargo pero tú te negaste,
ahora dime Bruce que crees que vino a hacer su hija a Gotham.
Selina tenía razón era un idiota, nunca pensó en esa
probabilidad, solo se dejó seducir por una mujer bonita y ahora debía
localizarla.
Bruce volvió a la mansión, pensando en que debía
viajar a Nanda Parbat lo antes posible, pero no era el viaje lo que le
molestaba sino dejar a sus hijos, Dick y Jason estarían bien pero Tim recién se
estaba adaptando a su nuevo hogar y se había apegado tanto a él, que Bruce
despertaba casi todas las noches con un bultito pegado a su costado.
Y luego estaba el hecho de que tenía otro hijo, un
bebé que debía ser un recién nacido, fruto de su irresponsabilidad, como le diría
eso a sus hijos, él que había intentado darles el mejor ejemplo.
Bruce camino por la mansión necesitaba ver a sus
hijos, Tim dormía como angelito, Jason era un revoltijo de mantas finalmente su
Dick, él siempre intentaba mantenerse despierto hasta que Bruce llegara.
- Buenas noches, pajarito – dijo Bruce mientras
arropaba al mayor de sus hijos.
- Papá, atrapaste al Joker – dijo el niño medio
dormido.
- Duerme pequeño, es tarde y mañana hay escuela.
- Cuando podré ir a patrullar contigo.
Bruce quería decir nunca, pero sabía que no podía –
Pronto, pajarito, pronto.
El niño sonrió y se quedó dormido rápidamente.
Bruce se dirigió a la cocina, necesitaba hablar con
Alfred aunque sabía que esa sería una charla que más se parecería a un sermón,
pero se lo merecía.
Se sentó en una de las sillas e inmediatamente Alfred
le sirvió una taza de té, y luego de terminar de limpiar la cocina Alfred tomó
su taza de té y se sentó frente al que consideraba su hijo.
- Debo viajar de urgencia, saldré hoy mismo – dijo
Bruce tomando un sorbo de la taza humeante de té.
Alfred solo tuvo que levantar una ceja en forma de
advertencia para hacer que Bruce volviera a tener 12 años.
Bruce suspiro mirando fijamente su taza – hace un
tiempo atrás tuve una relación con Talia as Ghul, no fue nada serio – todo esto
lo decía sin poder mirar a la cara a Alfred – solo que parece tuvieron una
consecuencia que no estaba en mis planes.
Alfred que era no solo una persona muy intuitiva sino
que conocía a Bruce como nadie – Me está diciendo Señor, que va a viajar a
Nanda Parbat y que dejara a los Señoritos a mi cargo.
- Si, Alfred – dijo Bruce en voz baja – eso es
precisamente.
Alfred termino de tomar de su taza de té – Será mejor
que sea un viaje corto, los Señoritos necesitan de Usted.
- Lo será Alfred, no más de una semana – dijo Bruce
parándose de la mesa.
- Ah, Señor debo recordarle que todas las generaciones
de la familia Wayne se han criado en esta mansión, así que es mejor que no
vuelva solo, tendré preparada la habitación para la llegada del nuevo Señorito
Wayne.
Demás está decirle que estoy muy desilusionado de su
comportamiento, creía que ya habíamos superado esa etapa lamentable de su
adolescencia y que ahora que es padre de 3 niños su comportamiento sería
intachable.
Bruce miraba el piso sin poder levantar la vista,
Alfred tenía toda la razón – Lo siento, Alfred – fue todo lo que pudo decir
antes de preparar un bolso y llamar al piloto para que preparara el jet que lo
llevaría a uno de los lugares más extraños y peligrosos que conocía.
Nanda Parbat era el hogar de uno de los grupos más
letales de asesinos “La Liga de los Asesinos”, recibían ordenes de un solo
hombre Ra’s al Ghul al cual llamaban la
cabeza del demonio, un hombre que era en sí mismo un peligro difícil de
cuantificar, incluso para Batman.
En una pelea cuerpo a cuerpo era muy difícil saber
quién podría ganar, pero dentro de Nanda Parbat solo podría haber un ganador y
ese era Ra’s al Ghul. Eso lo sabía perfectamente Bruce por lo que esa era una
misión diplomática sin contar que se trataba de una de las hijas de Ra’s, su
hija preferida.
Aunque no le gustaba, se presentó a las puertas de
Nanda parbat como Bruce Wayne, no sacaba nada con usar su armadura Ra’s al Ghul
sabía su identidad, es más lo había
investigado como posible sucesor de su legado.
Los integrantes de la Liga eran hombres y mujeres que
no tenían voluntad propia, solo obedecían a Ra’s, ellos eran sordos y ciegos
por lo que su secreto estaba a salvo ahí.
Bruce fue dejado en una de los muchos cuartos de
visitas en espera de la audiencia con el líder de la Liga.
No tuvo que esperar mucho, fue llevado al fastuoso
hall central de audiencias, la fortaleza por fuera parecía muy antigua pero por
dentro contaba con todo el lujo de la modernidad y el dinero podía
proporcionar.
Ras’al Ghul era un hombre con el poder de hacer arder
el mundo, si se lo proponía, tenía la sabiduría que le daba vivir una vida de
cientos de años, quizás más, ayudado por Los Pozos de Lázaro y rituales muy
antiguos.
Pero el tiempo pasa hasta para ellos y la cabeza del
demonio sentía que su tiempo ya se terminaba como líder de la Liga, sin embargo
debía buscar a un heredero digno y lo había encontrado en Bruce, un hombre
fuerte, inteligente, preparado física y mentalmente para completar todo el
entrenamiento que significaba ser Ras’al Ghul.
Pero Bruce había declinado la invitación y luego había
luchado contra Ra’s por su libertad,
tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para vencer a Ra’s en un duelo y lograr
que lo dejaran en paz.
No había ponderado a su enemigo, y ahora estaba de
nuevo en Nanda Parbat sin saber cómo iba a salir de todo esto.
- Bruce Wayne, pensé que no lo vería nunca más en Nanda
Parbat, no lo tome a mal es un placer volver a saber de Usted, viene a
reconsiderar mi oferta?
Bruce sonrío – Lamentablemente no, gracias por
recibirme Ras’al Ghul.
- Oh sigue siendo una pena, un gran desperdicio de sus
cualidades.
- Necesito hablar con su hija, Talia si me lo permite.
Ra’s sonrío, sabía que de alguna manera Bruce Wayne
volvería a Nanda Parbat y ahora tenía
algo que él quería – Necesitas hablar con Talia o conocer a la próxima Cabeza
del Demonio.
Se abrió un puerta para dejar entrar a dos mujeres
llevando un carrito de bebé, Bruce no pudo evitar caminar hacia el carrito, las
mujeres miraron a Ra’s con preocupación pero él solo hizo un gesto para que
dejaran al extranjero ver a su nieto.
El bebé dormía plácidamente en su cochecito, era un
verdadero angelito, solo debía tener meses.
Bruce sintió algo en el estómago, era su hijo quien
estaba conociendo – Puedo? - dijo y sin
esperar respuesta alzo al bebé en sus brazos haciendo que el pequeño abriera
sus ojos, se miraron y pudo verse en ellos, inmediatamente Bruce lo supo, si
tenía que luchar nuevamente con Ra’s al Ghul para llevarse a su hijo, lo haría
sin pestañar.
- Bruce Wayne, conoce a mi heredero Damian al Ghul, la
cabeza del demonio – sonrío Ra’s
- Es mi hijo – dijo Bruce mientras apretaba la
mandíbula, nadie llamaba a su hijo demonio, ni siquiera Ra’s al Ghul.
- Es mi nieto, y mi heredero – dijo Ra’s.
- Yo puedo darle la vida que nunca podría vivir en
Nanda Parbat, necesitas un heredero, lo entiendo pero además necesitas
actualizar la liga y para eso necesitas un heredero acorde a tus exigencias,
mírame dijiste que era un digno sucesor, si yo crío a Damian él será educado,
entrenado y tendrá el mundo a sus pies, no lo negaré sus raíces para cuando
esté preparado.
Bruce solo buscaba salir de Nanda Parbat con su hijo,
ahora podía ofrecer todo lo que Ra’s
quisiera para ganar tiempo, pero algo si tenía claro, ahora más que
nunca debía acabar con la liga, ya no tenía opción. Jamás dejaría que la Liga
ni Ra’s al Ghul pusiera una mano sobre su hijo.
Llegaría el tiempo en que debía matar a Ra’s al Ghul.
Talia entró en la sala de reuniones – Padre no
pensaras entregar a tu heredero?
A Ra’s no le gustaba ser cuestionado en ninguna de sus
decisiones, y la oferta de Bruce era justamente lo que buscaba, quería tener un
lazo que lo uniera al multimillonario de Gotham, tarde o temprano, Damian
crecería y él se encargaría de mostrarle quien era y a donde pertenecía y si el
niño resultaba no ser lo que esperaba entonces sería una buena arma que usar
para convencer a Bruce Wayne de convertirse en el heredero de la Liga de los
asesinos.
Tiempo era lo que le sobrara a Ra’s al Ghul, así que no
quería que Talia se involucrara en el asunto – Talia as Ghul, él es mi
heredero, no crees que se lo que es mejor para mi nieto.
Talia puso mala cara – Ese niño fue un regalo,
sacrifique mucho para obtenerlo.
Bruce no podía creer lo que escuchaba, esa mujer era
un monstruo, nunca estuvo interesada en el bebé, ni siquiera se había acercado
a verlo.
Ra’s hizo un gesto a Talia, conocía el temperamento de
su hija preferida – Bruce Wayne dejo a tu cargo a mi heredero con la condición
que llegado el momento lo traerás a mí para que conozca su herencia, si Damian
está de acuerdo tomará su lugar a mi lado, sino es su destino podrá seguir
siendo un Wayne.
Bruce Wayne solo asintió con la cabeza y tomó al bebé
para salir lo más pronto de Nanda Parbat, sabía que todo había sido muy fácil,
por lo que muy pronto tendría noticias de Ra’s al Ghul, tendría mucho cuidado
ahora con todos sus hijos, reforzaría la vigilancia, contrataría el doble de
guardaespaldas para que sus hijos no fueran blanco de la Liga de los Asesinos.
Bruce Wayne nunca estuvo más agradecido de llegar a
casa sano y salvo, su nuevo hijo era un bebé muy tranquilo, no era de llorar ni
de quejarse, se mantenía tranquilo mientras su recién conocido padre lo cargaba
en brazos.
La reacción de los niños fue muy positiva, aunque leyó
en los ojos de Dick que buscaba respuestas, mientras que Tim se había tomado
muy bien tener un hermanito menor.
Jason en cambio no le presto mayor atención.
Ya instalado Damián en una cunita en la habitación de
Bruce, porque de solo pensar en levantarse a cada hora para ver a su bebé,
prefirió cortar por lo sano y cambiar por completo quizás lo último que le
quedaba de su pasado de play boy millonario, su habitación.
Alfred lo miraba, también pedía una explicación más
detallada de su viaje, Bruce se dio una ducha viendo que Damián dormía
profundamente, fue a hablar con sus hijos.
Dick estaba como era su costumbre estudiando en su
habitación, mientras que Jason tenía su consola de videojuegos y Tim jugaba con
sus legos en el piso de la habitación de Jason, los llamo para que juntaran en
la habitación de Jason que por alguna razón era en donde estaban más a gusto,
quizás por el desorden que siempre imperaba o porque a Jason no le importaban
mucho las cosas materiales.
Bruce tomo aliento, que se le podía decir a los niños,
no quería que tomaran su ejemplo, es más estaba seguro de que haría cualquier
cosa porque no lo hicieran, tomo la decisión de que ninguno de sus hijos
tendría una novia hasta que fueran mayores de edad y si podría retrasar más ese
acontecimiento entonces mejor.
Dick, Jason y Tim estaban en la habitación de Jason,
Tim seguía jugando mientras Jason y Dick pensaban en que cosa podría querer su
padre mientras los miraba seriamente.
- Niños, sé que esto es un imprevisto pero Damián va a
ser su hermano a partir de ahora – dijo Bruce rogando para que no hubiera
preguntas.
Pero sus niños ya no lo eran tanto – Padre, quieres
decir que Damián es tu hijo? - dijo Dick
- Papá tienes novia? – dijo Jason, mientras Tim poco
le importaba el tema de las novias al pequeño solo le interesaba saber que
desde ahora tenía un hermanito menor.
- No tengo novia Jason y si Dickie Damián es mi hijo
tanto como lo eres tú o tus hermanos.
- Pero entonces es adoptado como nosotros? – dijo
Jason, por alguna razón le divertía el hecho de que el mismísimo Bruce Wayne se
mostrara tan vulnerable.
- No, digo si – dijo Bruce
Dick y Jason abrieron los ojos, nunca habían visto a
su padre titubear - Damián es mi hijo
biológico.
Los chicos abrieron la boca, ambos sorprendidos – Papá
tienes novia!!
- No niños ya les dije que no tengo novia.
- Y entonces – dijo Jason – Como?
- Damián es hijo de Talia as Ghul y mío.
- Tuviste relaciones con Talia, la hija de Ra’s al
Ghul – dijo Jason casi no creyendo lo que papá le había dicho.
Dick se quedó en silencio, su padre que siempre le
había dicho lo peligroso que era Ra’s al Ghul y lo importante que era no
subestimar a los malos y en este caso muy malos como lo era la cabeza del
demonio.
- No he venido a hablar de quien es la madre de
Damián, ahora es vuestro hermano y mi hijo es todo lo que tienen que saber –
dijo lo más autoritario posible, quizás unos años atrás a los niños les hubiese
bastado con esas explicaciones, pero Dick era un chico muy inteligente y Jason
uno muy curioso.
Cuando se estaba disponiendo a salir una vocecita lo
freno – Papi, si no eres novio de Talia entonces tuviste una cita con ella, o
fue solo sexo casual – Dijo Jason mientras que Dick lo miraba atónito.
Bruce Wayne muy pocas veces dio una explicación a
nadie, salvo a Alfred cuando era menor de edad y por lo general aceptaba el
castigo sin dar alguna excusa por sus
actos. Pero ahí estaba junto a sus hijos sin saber que decir, cuando pudo sacar
la voz solo le quedo defenderse.
- Jovencito de adonde sacas esas ideas, que sabes del
sexo casual?.
- En la escuela tenemos charlas sobre sexo, tú mismo
firmaste el consentimiento para que asistiéramos – dijo Dick ahora muy
interesado en lo que podría decir su padre.
- Pensé que hablarían de biología reproductiva no de
sexo ni seguro ni casual, mañana mismo voy con ustedes a la Academia, no quiero
que ustedes sepan nada de sexo casual, ni nada de sexo hasta que sean mayores
de edad – dijo Bruce señalando claramente a los dos chicos.
- Pero Papá – dijeron dos voces al unísono - No nos respondiste, si Talia no es tu novia
entonces como es que eres el padre biológico de Damián? – Jason no pudo evitar
sonreír al ver la cara de Bruce.
Bruce suspiró, como tenía razón Alfred algún día tendría
que dar explicaciones y ese día había llegado – Damián es mi hijo porque si
tuve una relación con Talia, fue algo breve pero en ningún caso sexo casual,
solo que no resultó como pensaba.
Los chicos Wayne se quedaron pensativos, esta era una
información que guardarían para el futuro, como dicen no hay peor vara que por
la que eres medido.
- Ahora quiero que bajen a cenar y luego a la cama,
mañana hay clases y tendremos que ir más temprano para tener una charla con sus
profesores sobre las clases de biología.
Jason y Dick rieron en cuanto Bruce salió más que
rápido para dirigirse a la cocina, no sin antes escuchar como sus lindos
angelitos se reían, al llegar solo lo esperaba la mirada seria de Alfred
- Puedes hablar Alfred, sé muy bien que me lo merezco
– un abatido Bruce se sentaba en la mesa de la cocina mientras el mayordomo
ponía una taza de café delante del que consideraba su hijo.
- No voy a decir que no se lo había advertido, los
Señoritos necesitan un modelo al cual seguir y en usted recae tan pesada tarea, su conducta Señor
debió ser intachable – dijo el mayordomo
seriamente – Ahora el daño está hecho, solo debe esperar que los Señoritos no
sigan ese ejemplo.
Bruce abrió los ojos espantado de solo pensar que Dick
o Jason podrían ser como él en su adolescencia, tendría que poner candados en
las puertas y ventanas de las habitaciones de sus hijos, si quería volver a
dormir tranquilo.
- NO Alfred por ningún motivo dejaré que Dick o Jason
sigan mis pasos – dijo Bruce mientras Alfred levantaba una ceja interrogante –
Bueno…. Tu sabes no fui un niño modelo.
- Ni adolescente modelo tampoco, pero creo que el uso
de la vara le dejo clara las cosas – Bruce se acomodó en la silla, cada vez que
Alfred decía la palabra vara, Bruce recordaba el dolor en su trasero, como
odiaba la vara de Alfred.
- Clarísimas Alfred, dime todavía tienes esa cosa?
- La vara, Señor esta guardada en mi habitación,
cuando la necesite solo tiene que pedirla.
- Espero que nunca Alfred, pero es bueno saberlo.
Ay lindo Gloria y por fa que no sea solo un cortito pido continuacion
ResponderBorrarHola Glorita que bueno saber de ti sobre tpdo tras una larguisima ausencia.
ResponderBorrarNos tienes abandonadas malvadita jeje
A ver ahora a lo serio decirte que este Bruce. Esta fabuloso y espero como Cat que. No sea solo un capitulito de antojo... Asi qie por favor ponte las pilas y continua pronto
Me ha encantado de verdad
Marambra
Gloriaaaaaa.... qué HERMOSO FIC.... Me encantóoooo.... Ya sabes de sobra que me encanta tu forma de escribir! Lo haces Genial! Aunque no me gusta que Bruce se vea débil ante Alfred! :-S Pero el resto de la historia estuvo súper interesante!!!
ResponderBorrarBIENVENIDO AL PEQUEÑO DAMIAN!!!