EL INTRUSO EN BAKER STREET
La puerta del 221B de Baker Street sonaba insistentemente, uno y otra
vez los golpes se hacían cada vez más fuertes tanto que fueron imposibles de
pasar por alto para el dueño de casa que lentamente como si quisiera evitar lo
inevitable se acercaba a abrir la puerta que tan urgentemente tocaban.
Como un huracán Mycroft entró sin saludar ni pedir permiso seguido
de un muy malhumorado jovencito que llevaba un bolso con lo que suponemos eran
sus pertenencias.
-Por dios santo!, Sherlock porque no contestas mis llamadas?!.
-Porque mi respuesta es no, no puedo cuidar a Sherrinford estoy en medio
de un caso muy interesante - dijo Sherlock sin quitar la vista de su celular
mientras sus dedos se deslizaban por la pantalla touch a una velocidad
alarmante.
-No te lo estoy pidiendo hermanito - dijo con ironía -Tengo cosas, a
diferencia de ti, de verdad urgentes que hacer, es imposible que pueda cuidarlo
y nuestros padres están de viaje.
Sherrinford se sentó o más bien se dejó caer en el sofá de la sala,
mirando curioso la discusión pensando en quién iba a ganar, seguro Mycroft, él
había intentado persuadirlo para que lo dejara salir por ahí pero fue imposible
su hermano mayor era un verdadero dictador incluso amenazó con encerrarlo adolorido
en su habitación por el resto de las vacaciones y algo le dijo que no era una
amenaza vacía así que Sherrinford dejo esa pelea para otra ocasión cuando su
libertad y su trasero no estuvieran tan amenazados.
Sherlock no quitaba la vista de su celular ignorando completamente a
Mycroft - Ahora no puedo Mycroft ya te dije tengo un caso.
Mycroft no tenía mucha paciencia y digamos que Sherrinford ya había
agotado mucha de ella, así que no dudo en arrebatarle el celular a Sherlock,
una vez en su mano le echó un vistazo - Estabas mandando un Twitter!-
revisando una y otra vez la pantalla del teléfono celular.
-Estoy trabajando Mycroft!- Sherlock dijo indignado.
-Claro que no, acabas de mandar un twitter sobre el clima- Mycroft dijo más
indignado.
-Y si así fuera qué?- Sherlock se plantó frente de su
hermano, muy gallito retándolo.
-Pues nada, este- mostrando el celular- se queda conmigo -
y se lo guardó en el bolsillo.
-Que me lo devuelvas Mycroft!- Esta vez Sherlock grito tan fuerte que
Mycroft hizo un gesto.
-Cállate Sherlock! o te lo confisco toda la semana.
Mycroft no dudó en mantener la calma pero bajo una amenaza bastante
infantil, incluso el mismo lo reconoció cuando se escuchó a voz alta, por
supuesto Sherlock se encolerizo por el regaño y mostró su enfado en la
expresión de su rostro, expresión que Mycroft también puso, y así de simple,
ambos hermanos estaban a punto de irse a los golpes.
-Chicos, no tienen por qué pelearse, yo puedo quedarme con unos amigos
que viven cerca……..
-NO!! - gritaron Sherlock y Mycroft - Tú te quedas donde estas!! - dijo
Mycroft y Sherrinford volvió a su puesto de espectador de la escena- Y en
cuanto a ti vamos a tener una buena conversación respecto a lo que quieres o
debes hacer - Mycroft se cruzó de brazos sin apartar la vista
autoritaria sobre Sherlock.
Sherlock estaba dispuesto a pelear con Mycroft y hubiese sido otra
gran pelea de los hermanos Holmes de no ser por otra intromisión de Sherrinford
pero esta vez fue una risa estrepitosa, una risa tan alta que hizo que
salieran de su burbuja de pelea, que no está por demás decir era el santo grial
de todos los días cada vez que estaban juntos.
-jajajajajaajjajaja jajajajjajajajajaj y en serio piensas que él puede
cuidarme? jajajajajjajajaja si acabas de regañarlo como hace papá cuando juego
con la Play jajajjajajajjajajajajajajja - dijo el chico - Y después dicen
que yo soy el niño.
Sherlock aprovechó la situación en la que Mycroft se distrajo un
microsegundo y le arrebató el celular, cambió la clave (por milésima vez) se
sentó en su distinguido y característico sillón, todavía muy indignado dijo a
voz alta.
-Tiene un punto, de verdad crees que puedo cuidarlo? yo creo que no, es
más, es un abuso de tu parte pedírmelo, lo mejor será que te lo lleves.
Entre la risa incontrolable de Sherrinford y el constante reclamo
para no cuidarlo de Sherlock, Mycroft estaba a punto de estallar, tenía unas
ganas terribles de agarrar ese par de hermanos que tenía por las orejas y
aporrearlos para que se comporten como un Holmes debía comportarse (según él)
pero como bien se caracteriza el mayor de los Holmes, Mycroft
mantuvo la compostura y muy tranquilo puso las opciones que cada uno de
ellos tenía.
-Está bien, si eso es lo que piensan, está bien. Sherlock no tienes que
cuidar a Sherrinford y tu Sherrinford no tienes que quedarte esta semana con
Sherlock.
-En serio??, de verdad??
Tanto Sherrinford como Sherlock hablaron al mismo tiempo y en cuanto
terminaron su frase ambos se miraron extrañados por la coincidencia de sus
palabras.
-Sí, hablo en serio.
Mycroft puso una sonrisa falsa y se puso a caminar lentamente alrededor
de sus hermanos.
-Sólo te digo Sherrinford que si no te quedas con Sherlock entonces
deberás ir donde nuestros padres para que estés bajo su supervisión y te
refresco la memoria de que ellos están vacacionando celebrando su aniversario
así que te esperan interminables horas junto a ellos renovando sus votos.
-Que!!! No!, eso no.
Sherlock se contuvo de reír a carcajadas y aunque tenía una gran sonrisa
burlona en el rostro, por supuesto, Mycroft se la quitó de inmediato.
-Y quién lo va a llevar a donde están padre y madre serás tú Sherlock,
yo no puedo debido al importante trabajo que debo hacer, así que lo llevas tú y
sabes perfectamente que estás destinado a la misma suerte horas y horas y horas
al lado de ellos con todo el itinerario romántico planificado.
Sherlock se levantó de su sofá como si de pronto hubiese sentido los más
afilados clavos pinchándole el trasero.
-De ninguna manera voy a llevarlo ahí!, yo lo cuidare!, lo haré!
-Me quedo con Sherlock!, me quedo con Sherlock!
Ahora sí Mycroft tenía una autentica sonrisa en el rostro, nada más
satisfactorio que salirse con la suya, era algo disfrutaba mucho.
-Muy bien, me alegra que tengamos un acuerdo- miró su reloj y puso
una expresión de alarma- debo irme de inmediato el gobierno no puede esperar
más- Pero antes les dio una última advertencia a sus hermanos - Ustedes
dos, es mejor que se comporten o habrá consecuencias - dijo en un tono muy
serio y se fue.
Sherrinford se retorció en su asiento pues sabía por corta experiencia
que esas consecuencias eran muy dolorosas para su trasero, Sherlock rodó los
ojos indignado por la soberbia amenaza que acababa de escuchar.
Así sin más quedaban los dos en Baker Street, Sherlock se quedó mirando
a su hermanito, no sabía que decir, la verdad es que no conocía muy bien a
Sherrinford, su mente fue hacia atrás para recordar al pequeño bebé Sherrinford
que tenía en sus brazos sólo porque su madre lo había obligado a cargarlo.
El bebé lloraba sin consuelo ante la mirada
frustrada de Sherlock que por instinto comenzó a acunarlo pero el bebé no
paraba de llorar incluso lo hacía cada vez más alto, Sherlock desesperado para
que su hermano dejara de llorar comenzó a hablarle sobre su pequeña aventura
por la tarde (jugaba a los piratas con redbeard) y de a poco el bebé se
fue calmando hasta encontrar la paz y quedarse dormidito, Sherlock no se
atrevió a moverse para no molestar a ese pequeño ser.
-Traes mucho contigo?- Atino a preguntar Sherlock, saliendo
de sus recuerdos.
-Sólo esto- Sherrinford le mostró la obvia mochila que cargaba.
-Genial, acomódate en el piso de arriba, en la habitación de John.
-Qué?! No voy a compartir mi habitación con un extraño! y menos con tu
amigo!
Sherlock le molestaba ese tono de queja eterna que tenían los
adolescentes de hoy en día y en especial cuando ese tono venía de Sherrinford,
de algún modo pensó que el bebé llorón del pasado había vuelto.
-John ya no vive aquí, se casó con Mary hace más de un año, sé que es
difícil para tu generación retener algo tan trivial como la felicidad ajena
pero haz un intento mientras estés acá.
-Como sea- Sherrinford se encogió de hombros, no le importaba la felicidad de
nadie, sólo no quería dormir en sábanas usadas por otra persona.
-Bueno, creo que al acomodarte te llevará un par de horas, debo salir
así que ponte cómodo.
-Qué?! Pero Mycroft dijo…
-Qué? qué dijo Mycroft?
-Qué ...qué debías cuidarme…
Sherrinford puso una cara cómica de no entendimiento, la verdad sonaba
muy absurdo lo que acababa de decir, por supuesto Sherlock permaneció
imperturbable.
-No eres un bebé al cual hay que cambiarle los pañales no?
-Claro que no! - dijo muy enojado
-Exacto, es mi punto, puedes cuidarte solo.
Sherrinford volvió a sacudir los hombros, total que más le daba ya había
intuido que esta semana sería la más aburrida de su vida.
-Me da igual.
-Es el resumen de las palabras de tu generación.
Sherlock seguía mensajeando en su celular, de pronto se dirigió a la
puerta y la abrió de par en par dejando a la vista la figura de Molly Hooper.
-Justo a tiempo Molly.
-Oh, ...ho...hola, si, tu mensaje decía urgente.
Como siempre un poco apenada Molly dio su propia introducción.
-Que tal, soy Molly yo estaré a tu cargo, digo, quise decir, te haré
compañía mientras Sherlock hace lo que tiene que hacer siempre, todos los
días y a cada minuto.
La sonrisa nerviosa de la chica se profundizó e incluso un tono suave
rosáceo se expandió por sus mejillas cuando Sherlock le tocó el hombro para que
se calmara, pues los nervios como siempre la estaban traicionando.
-Dijiste que no necesitaba niñera!
-No necesitas una niñera, creí que eso ya estaba claro.
-Entonces para que le llamaste a esa!
Sherlock se alarmó por el grado de insolencia en el tono de su hermano
por lo que no dudó en acercarse a él y a su manera impulsarlo a controlar sus
hormonas de adolescente malcriado.
-”Esa?” NUNCA, su nombre es Molly Hooper y me está haciendo el favor,
como ella dijo, de hacerte compañía mientras no estoy, mucho cuidado por cómo
te expresas con las damas Sherrinford pero sobre todo mucho cuidado con tu
comportamiento en presencia de Molly, puede que yo no aparente tener fuerza o
experiencia pero puedes preguntarle a ella lo bien que manejo la fusta con los
cadáveres de la morgue.
Sherrinford se quedó boquiabierto.
-Eso mismo quería oír.- Sherlock se puso su característico
saco largo.
-Pero no dije nada.- Sherrinford estaba confundido.
-Exacto, eso mismo quería oír: Nada. Gracias Molly, te debo una.
-Oh, ok.- Molly no dejaba de mirar a Sherlock como si fuera la última persona
en el planeta tierra.
Bajando las escaleras Sherlock se dispuso a salir de Baker Street, no
sin antes dirigirse a distancia a la dueña del lugar.
-Señora Hudson! vuelvo tarde, prepáreme una cena fría para mi vuelta.
-Sherlock Holmes! no soy tu ama de llaves!
-Se me olvidaba tengo un par de visitas, que sea cena para tres.
-Visitas? tres?!
El sonido fuerte de la puerta remarcaba la salida del gran y famoso
detective de Londres, lo que significaba para la señora Hudson que tenía luz
verde para curiosear de quienes se trataba su visita.
Sherrinford se quedó en silencio mientras examinaba a Molly, el menor de
los Holmes también tenía cierto don para catalogar a la gente y aunque a simple
vista Molly parecía una mujer demasiado simple y aburrida tomó toda su atención
ante lo importante que parecía para Sherlock, así a simple vista podría decir
que Sherlock la tenía en muy alta estima cosa que hacía de la chica un ser
humano muy especial.
-Lo siento Srta. Hooper, lamento esa primera impresión sobre mi persona,
a veces mi hermano hace aflorar lo peor de mí, pero quiero que sepa que jamás
quise faltarle el respeto - dijo Sherrinford lanzando la mejor sonrisa a
Molly que inmediatamente se ruborizó.
-Acepto tu disculpa, también sé que Sherlock puede ser muy difícil si se
lo propone
-Difícil - y Sherrinford lanzó una carcajada - es que usted no sabe lo
que es vivir con él bajo el mismo techo, por lo menos nunca viví con Mycroft él
ya se había marchado cuando yo nací.
-Puedo tener una idea- Molly sonrió con añoranza pero de
inmediato hizo negativas con su cabeza- tienes razón, no sé lo que es vivir
con Sherlock y tampoco con Mycroft pero por lo que he podido presenciar tus
hermanos son de carácter especial, pero más Sherlock.
Sherrinford tenía esa mirada pícara que lo caracterizaba, ya no tenía
dudas de los pensamientos tempranos que estaban en su cabeza, notó que a ella
le importaba su hermano y mucho y no sólo eso sino que Molly estaba
perdidamente enamorada de su hermano, eso solo lo pudo deducir en esa simple
conversación y por lo poco que conocía a Sherlock él idiota no le prestaba
mayor atención, acaso era verdad lo que decían algunos tabloides amarillistas
sobre el más grande detective de Inglaterra y Sherlock era Gay?. Sacudió ese
pensamiento de su mente, total, mucho no le importaba lo que haga su hermano
con su vida privada, excepto en este momento que podía sacar provecho de este
acontecimiento peculiar de estar siendo acompañado por Molly.
La puerta sonó para interrumpir los pensamientos de sus dos habitantes
- Querida venía a traerles una taza de té - dijo la Sra. Hudson
-Gracias señora Hudson, ya conoce a Sherrinford?
-Oh vaya, si, lo conozco ya pasó unos días por acá.
- Sra. Hudson es todo un placer volver a verla - Sherrinford se
levantó para saludar a la amable Señora, mostrando toda su caballerosidad, sin
duda alguna Sherrinford tenía un don con las mujeres que no tenía ninguno de
sus dos hermanos.
-Es diferente a los otros verdad?- la señora Hudson estaba con una
sonrisa de oreja a oreja por el trato.
-Si lo soy- Sherrinford quito de las manos de la señora Hudson la bandeja en que
llevaba el té y se dispuso a seguir siendo galante- es un cumplido que diga
que soy diferente a ese par de brutos.
-Oh cariño, otra vez te portaste mal? por eso estas aquí?- La señora Hudson
pregunto con inocencia pues sabía un poco de las andadas del hermano menor.
Sherrinford puso cara en circunstancias pero supo qué decir de
inmediato.
-No creas todo lo que te cuenten por favor Srta. Hooper.
Y Molly sonrió -dime Molly por favor.
-No te dejes engañar por esa cara de ángel Molly, querida Sherrinford es
todo un galante pero también es un niño muy travieso, sino pregúntale porqué es
que no lo dejan quedarse sin supervisión.
-Señora Hudson…
Sherrinford tenía puesta en marcha uno de sus mejores pucheros porque lo
estaba avergonzando.
-Esa es la verdad cariño, eres muy travieso, pero si vale mi experiencia
ustedes los Holmes son de armas tomar.
-Sra. Hudson no es justo, usted sabe que nada de lo que hice fue tan
grave - dijo Sherrinford con cara de inocencia - dime Molly acaso es tan
grave querer salir a conocer el mundo que nos rodea, acaso querer tomar
unas vacaciones antes de afrontar mi primer año en la universidad no es algo
normal?
-Jovencito!! No es solo por el viaje sino porque no le dijiste a nadie a
donde ibas y tu pobre madre casi murió de la desesperación y hasta Sherlock se
preocupó!
Los rostros de Molly y Sherrinford fue de incredulidad suprema por lo
que la Sra. Hudson decidió que era momento de marcharse.
-Debo comprar unas cosas, vuelvo mas tarde, y Molly no le quites un ojo
a Houdini
Quedando solos Molly aprovechó para hablar un poco con el adolescente,
por el rostro que tenía la había pasado fatal con la conversación de la Sra.
Hudson.
-Ya que lo mencionas, yo también viaje antes de mi primer año de
medicina y fue una de las mejores experiencias que tuve.
-En serio? adonde fuiste?
-Fui a Grecia, tu sabes Atenas la cuna de la democracia.
-Yo quería ir a Santorini pero no alcance…..
-No entiendo...
-Bueno Sherlock y Mycroft me alcanzaron antes, estaba en las Islas
Cayman y me trajeron de vuelta a casa.
-Imagino lo difícil que fue para Sherlock ir a las Islas Cayman por
cuenta propia, estoy segura que sólo iría por un familiar, al parecer uno al que
tenía que rescatar.
-Fue todo un espectáculo ver al estirado de Mycroft caminar por la arena
y al raro de Sherlock tras de él, aunque él parecía feliz.
-Raro? tu hermano es de un carácter peculiar no raro.
-Claro, lo que pasa es que no me acostumbro a estar tanto tiempo con
ellos, pero básicamente por eso me tratan como a un maldito niño!
-No es que no diste motivos, pero estoy segura que el viaje valió la
pena.
-Sí conocí muchos lugares y eso es más de lo que pueden decir mis
hermanos, a mi edad ellos no habían salido de Londres.
-En eso se parecen los tres, les gusta competir entre ustedes.
-Es algo nato.
Molly dio un sorbo a su té gustosa de hablar con el muchacho y conocer
detalles familiares que Sherlock jamás comentaba, si solo hace un par de semanas
sabía que tenía un hermano menor.
-Puedo hacerte una pregunta?
-Supongo que si.
-Sabes si Sherlock sale con alguien?
Molly hizo su mejor esfuerzo por no atorarse con el té y tratar de estar
impasible ante la pregunta del adolescente.
-La verdad no lo sé, creo que no - dijo dudosa la verdad es que sabía
muy poco de la vida íntima de Sherlock.
-Yo creo que sí, he notado su comportamiento las otras veces que vine y
el de ahora.
-Sherrinford tu hermano sale cuando le da la gana, es su estilo de vida
no necesariamente implica que esté saliendo con alguien.
-Tengo sospechas más contundentes que sus salidas.
Molly trataba de estar tranquila pero su corazón bombeaba a mil por
hora, sería verdad? el chico sabía algo que ella anhelaba saber, pero no podía
averiguar si era cierto, no era correcto, pero por otro lado si no lo
averiguaba ahora probablemente se le perdería la oportunidad.
Sherrinford se puso serio - Al principio pensé que Sherlock era gay -
Molly casi le dio un ataque cardiaco ahí en medio de la sala de Baker Street-
pero ya sé que no lo es - dijo en tono conciliador al ver la reacción de la
mujer.
-Sherrinford no está bien fisgonear la vida privada de tu hermano, si
sale o no sale con alguien es cosa suya.
Molly se levantó con la taza de té y lo llevó a la cocina con la
esperanza de que el chico deje el tema. El adolescente puso cara crítica porque
su plan no estaba resultando como quería, al parecer Molly no era la chica
soñadora que aparentaba, tenía valores morales y no jugaría al investigador por
él para “capturar” a Sherlock, debía cambiar de táctica.
Entonces Sherrinford cambió su estrategia a algo más directo, soluciones
simples a problemas complicados.
-Disculpa si te incomodé Molly, no quería…..
Molly lo miró curiosa - No querías que?
-Bueno es obvio que estás enamorada de Sherlock.
-Creo que estás siendo demasiado presuntuoso- Molly trataba de
desviar la mirada no podía mantenerla fija.
-Puede que Sherlock sea el detective de la familia, pero yo también soy
un Holmes y puedo leer lo que está a mi vista, como cierta tartamudez cuando
mencionas su nombre, el rubor de tus mejillas cuando él está presente….
Molly se levantó indignada pero antes de que lo regañara - Lo siento,
enserio no puedo evitarlo - dijo el chico con cara de inocente corderito.
-Pero no entiendo porque nunca te ha invitado a salir, acaso mi hermano
es ciego respecto a las mujeres? es obvio que se preocupa por ti como nunca he
visto que se preocupe por nadie.
Molly estaba muy molesta pero esas palabras bajaron sus decibeles de
enojo y empezó a prestar más atención a lo que decía el maquiavélico
adolescente.
-Conozco a mi hermano y en serio créeme cuando te digo que se preocupa
por ti, y eso solo puede significar que le gustas.
Molly se quedó sin palabras en parte quería creer todo lo que
Sherrinford había dicho pero su ser racional, ese que hacía que se contuviera
cada vez que veía a Sherlock cerca de ella, hizo que no le diera más alas a
Sherrinford con el tema.
-Pues eso lo definirá tu hermano, no yo y menos tú así que haz el favor
de lavarte los dientes y prepararte para la cama.
Así de fácil Molly bajó al adolescente de su pedestal de “cupido”,
Sherrinford estaba por hacer un berrinche por no haberse salido con su gusto
pero fue justo en ese momento que la puerta de Baker Street se abrió para dar
paso a Sherlock y John Watson - Ya oíste a Molly, vete a la cama Sherrinford
y sin berrinches.
-Qué! cómo sabes?...Sherlock!... ustedes...ustedes escucharon? desde que
hora están tras la puerta?
-Oímos todo el chantaje- El doctor Watson no dudó en responder
con la verdad.
-Chantaje? - Molly se cruzó de brazos y miró muy molesta a Sherrinford pero sólo
para dar énfasis al contexto, ella ya había intuido lo que planeaba el chico al
intentar convencerla de que Sherlock gustaba de ella.
-Sherrinford a la cama no voy a repetirlo dos veces- Sherlock rodeó los
ojos.
Sherrinford dio una patada en el suelo, frustrado de no haber logrado
que la amiga de su hermano ocupara el tiempo de Sherlock y así él pudiera
hacer lo que más le gustaba, ósea salir por la noche en Londres. Sherrinford
miró a Sherlock pero bajó la vista, reconocía que esta batalla la había perdido
- Buenas noches Molly, Dr. Watson - y se dio la vuelta sin despedirse de su
hermano.
-Niños - dijo Sherlock dando un suspiro
-Tienes todo un paquete ahí- Molly apuntó a la puerta de la
habitación de Sherrinford.
-Lo prefiero de bebé, aunque lloraba mucho se calmaba al escuchar mi voz.
John miró con una sonrisa a Sherlock por lo que acababa de decir, al
igual que Molly, ambos pensaron que de seguro se trataba de alguno de los
recuerdos guardados en la mente de su amigo.
-Gracias otra vez Molly por cuidar del monstruito.
-Te oí Sherlock! te oí! - Sherrinford salió con cepillo de
dientes en mano y la boca llena de espuma blanca.
-Sino estás dormido en cinco minutos voy a llamar a Mycroft o mejor a
mamá - del segundo piso solo se escuchó silencio
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