Quisiera empezar diciendo lo mucho que me emociona contar esta historia…no
porque sea un cuento de hadas donde todo es amor y felicidad, si no porque es la
historia de un corazoncito lleno de esperanza…de esperanza pura y sin límites, porque
únicamente la esperanza de que escuchará a alguien susurrarle al oído “yo te amo y te prometo hacerte feliz”
es lo que mantiene vivo al protagonista del relato, a quien simplemente
describo como el ser que más amé en toda la tierra.
Creo que todo comenzó aquella noche fatal, hace un par de años…la verdad es
que el tiempo es algo irrelevante para mí ahora así que dejaré de lado los
dolorosos recuerdos, pero de lo que sí estoy segura es que el hoy es el día más
importante de nuestra historia, hoy es “ese día” en el que mi pequeño conocerá por
quien reza durante cada noche de soledad antes de irse a la cama, hoy se cumple
el deseo de su pequeño corazón, bueno creo que el de varios corazones a la
vez…y también hoy es curiosamente el día en que debo marcharme de su lado.
El patio de un pequeño y humilde orfanato se convierte en el escenario inicial
de mi historia y para ser más específica, quiero transportarles al área de
juegos. Un jardín nada ostentoso y en mi
opinión tampoco acogedor igual que el resto de las instalaciones, que si no
contara con las alegres risas de los niños que jugueteaban en los rincones,
sería un lugar completamente frío y sin vida.
La pareja llegó puntual a la cita
que les dio la asistente de servicios sociales. El nerviosismo era evidente en
ambos personajes y eso me hizo sonreír un poquito ya que parecía como si no pudiesen controlar tanta
emoción que sentían en el pecho… pero supongo que es algo normal ya que éste sería
un día muy especial en sus vidas…hoy se convertirían en padres.
Ella era una dama hermosa y elegante y no sé si es posible pero juraría que
me estremecí al sentir su vibra tan llena de ternura. El caballero, por otro
lado, aparentaba ser duro y severo, su semblante cargado de autoridad y firmeza
ponían a temblar a cualquiera…a cualquiera menos a mí y no porque yo fuese muy
valiente que se diga, si no porque le conocía desde…desde…podría decirse que
desde hace unos meses atrás. Me había tomado un tiempo encontrarlos pero al
fin, ahí estaban…tan cerca de mí y tan lejos a la vez.
Dieron un par de pasos, ambos tomados de la mano, iban rumbo a la oficina
del director cuando un pequeñín en especial capturó la atención de la dama y yo
me deleité al notar el amor creciendo sin control en su mirada. El niñito
estaba llorando…sus compañeros le habían golpeado…o través.
Ella y él se acercaron lentamente y vi como le consolaban, ella limpiaba
sus rodillas y él secaba sus lagrimitas…El niño les sonrió y sé que ellos igual
que yo amaron su simpática sonrisa desde el primer momento en que le vieron…
No sé exactamente cuantos minutos pasé hipnotizada observándoles, pero de
lo que si estoy segura es que no me importaba si hubiesen sido horas, de ser
posible, yo podría pasarme el resto de mi existencia enteros contemplándoles…Pero
para mi desgracia, el Director del orfanato interrumpió la escena y les llamó a
su despacho…yo me quedé junto al niño viendo cómo todos se alejaban dejándolo
solo y lleno de aguda tristeza.
Deseaba quedarme ahí, a su lado por…por toda la eternidad… pero no podía…yo
también le abandoné y seguí a la pareja.
Entré a la ofician sin tocar, no necesitaba hacerlo y noté de inmediato
como la dama mantenía su mirada fija en aquella ventana desde donde se podía
observar perfectamente el patio. En completo silencio me senté su lado, ella ni
se inmutó pero yo me sentí complacida al descubrir que sus ojos se centraron en
buscar con interés aquel chiquillo de
hermosos cabellos negros que acababa de conocer.
Ambas escuchábamos a lo lejos las palabras y demás recomendaciones que el
director decía, pero decidimos por votación unánime, dejar al caballero
encargarse de todos el papeleos legales y continuamos observando al niño … “¿Qué edad tendrá?” ...le oí preguntarse
en un susurro que solo yo pude escuchar…Cuatro
años y tres meses…iba a contestarle cuando interrumpió sonriendo… “Se encuentra bajo de peso, pero sigue muy
atractivo…Seguro que es el más popular y asediado por las niñas del lugar”…Yo
tampoco pude evitar sonreír ante la observación, que de más está decir era
totalmente cierta.
Iba a expresar orgullosa mi agradecimiento a la elegante señora cuando…
-Cariño…¿Deseas dar un recorrido por la sala
cuna?...el esposo le preguntó con dulzura y yo empecé a sentirme
inquieta.
-¿Sala cuna?...ella repitió sin despegar ni un segundo la vista del niño, parecía como si
tuviera miedo que desapareciera y no volviera a verlo jamás…y aunque piensen
que soy paranoica, le doy la razón de sentir ese temor, créanme que esas cosas
pueden pasar…a mí me pasó…en un segundo sostenía a mi pequeñín en mis brazos y
al siguiente todo fue una total oscuridad.
-Si…la sala cuna…vamos cariño…vamos por
nuestro bebé…Escuché a su esposo responderle poniéndose en
pie…yo también hice lo mismo y no porque me lo pidiesen, sino más bien porque
debía detenerlos, tenía que decirles que su búsqueda había terminado y que su
hijo les esperaba afuera, llorando en el patio de juegos…
Ella pareció notar mi agonía y volteó su cabeza hacia el Director que
esperaba junto a la puerta de la oficina con cara de aburrimiento.
-No es necesario visitar la sala cuna, mejor acompáñame
al patio de atrás… la
dama dijo en tono alegre mientras jalaba la mano de su esposo para que le
siguiera a toda prisa… me muero por
decirle a nuestro hijo que lo amo y prometerle que será feliz…
Al escuchar esas palabras, mi ser completó se infló de emoción sintiendo
una incontrolable alegría y sin el menor deseo de ocultarlo, sonreí a
carcajadas ante la mirada curiosa que ambos caballeros dedicaban a la dama que
nombré como “mi digna suplente”.
-¿Dime qué ocurre?¿A dónde me llevas?..el caballero preguntó dejándose guiar por mi amiga, aunque noté que estaba
un poco alarmado por el extraño comportamiento de su esposa. Era evidente que
él la conocía muy bien, casi como la palma de su mano, no en vano llevaban
varios años casados y no podía negar que eran los años más felices de su
vida...aunque les faltaba algo para que todo fuera absolutamente perfecto...un
hijo…
Yo simplemente les seguí hasta el patio, estaba muda, en completo silencio,
escuchando su conversación privada…
-Uhmmm...bueno es solo...ella
respondió titubeante...es que...que...me
impresionaron los ojos de ese pequeño…Dijo señalando discretamente al niño
que habían conocido al llegar y que ahora les observaba con una mezcla de
tristeza y curiosidad.
El hombre también le observó un rato
y se encontró igualmente hipnotizado que su esposa…¿Los ojos?...A mí me impresionó más su sonrisa.”…Declaró medio
minuto después.
-¿Pero cuál sonrisa si está llorando?... Ella
le preguntó con el ceño fruncido y cruzando los brazos en jarra…y les confieso
que si tuviese un cuerpo yo también hubiese adoptado la misma pose.
-La sonrisa que visualicé en su rostro,
cuando le llevemos a casa y vea que su nueva habitación hace juego con el
impresionante color de sus ojos azules...el hombre
respondió apretando la mano de la hermosa mujer y guiándola para conversar con el
niño.
No soy capaz de describir la paz que sentí en aquél momento…creo que porque
es una paz sobrenatural, algo que sobrepasa todo entendimiento humano y que a
menos que se encuentren fuera de todo rastro terrenal podrían comprender.
En un inicio les comenté que el tiempo era algo irrelevante para mí y lo es
porque yo ya no estoy con vida…la perdí una noche en un trágico accidente donde
un conductor ebrio chocó contra mi coche. No tenía más familia que aquel
pequeñito que se anidaba en mi vientre…escuché que alguien dijo que llamaría al 9-11 y sentí cuando me trasladaban
al hospital.
No sé cuántos minutos esperé debatiéndome entre la vida y la muerte pero al
llegar a la clínica, tuve las fuerzas suficientes para rogar al doctor que
salvara la vida de mi bebé… Mi cuerpo y corazón hicieron hasta lo imposible
para mantenerse en vida durante la operación de cesárea y siendo sincera no
recuerdo muchos detalles pero sí el más importante de ellos…salvé a mi hermoso
hijo.
-Es un varón…escuché a una mujer
gritar.
Yo contemplé orgullosa el pequeño cuerpecito tan frágil que se revolvía en
los brazos de la enfermera y fue imposible no pensar en el padre de mi hijo.
Éramos tan jóvenes cuando nos conocimos, tan llenos de sueños…sueños que ahora
ya no podré realizar…
-Señora, ¿Cómo desea llamarle?... De inmediato el doctor me preguntó sabiendo que no me quedaba mucho tiempo
en esta tierra…
Volví mi rostro hacia mi niño, él era ser que más amé en esta tierra y con
miles de recuerdos recorriendo mi cerebro me decidí por un nombre en especial y
dije en un último suspiro… “NEAL”…
Desde que dejé este mundo me dediqué a cuidar de mi hijo como tantos
ángeles que cuidan a sus amores terrenales, me negaba a abandonarle hasta que
encontrase alguien que pudiera amar a mi pequeño Neal tanto como yo lo amé…y lo
encontré.
Yo sabía que la joven pareja Burke deseaban con ansias un pequeñín que
corriera por la casa, quebrara los objetos de porcelana y llenara de lodo la
fina alfombra de la sala...ambos deseaban un hijo y ese era el motivo de su
presencia en aquél lugar….sabía que el cielo les había enviado para que le
hicieran feliz por mí.
Observé complacida como Elizabeth se acercaba, sonriendo, mientras Peter le
preguntaba algo a mi hijo…uhmmm… pienso que llegó el momento en que ya no debo llamarlo
“mi hijo”…Ahora será Neal Burke, hijo de Peter y Elizabeth Burke…uhmmmm…¿Qué
opinan?...a mí me gusta mucho como suena.
Sonrío pensando en los jóvenes padres que tendrán que armarse de paciencia,
amor y aunque me duela decirlo, una mano
de hierro para poner en cintura a mi
bultito de travesuras…o mejor dicho, al que de ahora en adelante, será su
bultito de travesuras…
Creo que me llegó la hora de despedirme…mi misión ha terminado y no se
sientan tristes por mí, que yo complacida y en paz cedo mi lugar a Elizabeth,
quien puedo asegurar se convertirá en la “mamita” por la que mi niño me reza
cada noche antes de dormir…
Aquí los dejo mis amigos porque yo ya no tengo nada más por escribir…el
resto de la historia ya no me pertenece…le pertenece a él…a ese hermoso niño
que heredó mis ojos azules y creo que también un poco de mi terco y picaresco carácter…por lo que apuesto que el
cabello de Elizabeth pronto se llenará de canas verdes, mientras que Peter se
queda calvo…y mi adorable pequeñín se acostumbra a dormir boca abajo por hacer
enojar a papi y a mami…
Así que ahora es el momento justo
para decir “adiós” pero les aclaro que éste no es el final, sino más bien el
inicio de la verdadera aventura…una aventura donde quiero que rían, lloren y
disfruten tanto como yo de la vida de mi Neal…
Cassy un verdadero honor coescribir contigo… bucha que te hemos estrujado betando las historia y haciendo que queden capítulos maravillosos y mas encima te quito tiempo para coescribir.
ResponderBorrarChicos disfruten de la lectura
Por Dios de donde sacan esa magia para escribir? Se los juro estoy con un nudo en la garganta y bebiendome las lagrimas esta historia es excelente Lady, Cassy lo juro cada vez me vuelvo mas fanatica de ustedes saben es increible la forma que tienen de manejar nuestros sentimientos pasar de la alegria, la emocion, el enojo cuando nuestros chicos hacen de las suyas al dolor de corazon que se llena de amor o tristeza, las felicito sinceramente este prologo es fantastico y me muero por esperar las historias que de aqui en adelante escribiran continuen por favor que en mi siempre tendran un fan fiel que aunque no escribe mucho no deja de leerlas nunca ¡¡¡FELICITACIONES A AMBAS!!!
ResponderBorrarMuchas gracias nos a encantado escribir esta historia y nos alegra mucho que te haya gustado.
BorrarChicas! aquí me tienen lagrimeando! cómo lo hacen? esta historia es magia total! gracias por compartirla con nosotros... Las quiero mucho! cariños! Marta.
ResponderBorrarEsa era idea que sintieran todas las emociones de esa pequeña bolita de deseos.
BorrarPero que sorpresa mas grande!!!! Cassy , Lady que maravillosa historia apenas va a comenzar y ya tengo lágrimas en los ojos por lo indefenso que está Neal y ahora que termino de leer este capi, lloro pero de alegría porque el pequeñito va a tener a los mejores padres del mundo!
ResponderBorrarCarla
Las lagrimas pasaran pronto solo serán alegrías para la pequeña bolita.
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