-Siempre quisiste esto?!-
Preguntó el muchachito, luego de observar un detenido rato a su hermano mayor,
que le hacía caras y ruiditos extraños a su pequeño bebé.
-Más
que a nada en la vida!!- Respondió el joven, sin despegar la vista de su
adorado angelito recién nacido.
-Y cómo
es que tardaste tanto tiempo en conseguirlo?!- Sin dudas, ese tema era algo que
lo intrigaba. Siempre habían sido ellos dos solos. Desde el fallecimiento de su
padre y el abandono de su madre, Tomás sólo podía recordar que eran ellos dos
nada más. Tomás y su hermano mayor, León.
-Pues...-
León alzo la vista para centrar sus ojos celeste marino en los igualmente
celestes ojitos de su hermano- La respuesta es más que sencilla, sabes?! Tener
un hijo no es algo que tome de un día para el otro... Sí. Lo puedes hacer en
diez minutos jejej... Pero... verlo nacer es como ver nacer una nueva vida solo
para ti.
-Que
bien.- Respondió sin mucho interés el jovencito- Pero aún no respondes mi
pregunta.
-Ashh...
Qué impaciente eres! Si no lo conseguí antes era porque necesitaba a la persona
correcta a mi lado para tener la familia que siempre añoré. Ahora que tengo a
Lupita y ella me dio la dicha de tener a mi niño en brazos, lo tengo
todo.-
Tomás
hizo una mueca de asco ante las palabras de su hermano -Ay, hermano. Eres un
cursi.
-Y tú
un mocoso.- Le dijo León, sin dejar de sonreírle.
-No soy
un mocoso!- Contestó rápidamente Tomás, haciendo una especie de puchero que se
le vio tierno e infantil.
-Y yo
no soy cursi.- Arremetió Leo, sacándole la lengua a su hermanito.
-Ja! Sí
que lo eres.
-Y tú
no eres más que un crío. -León amaba tanto a su hermanito pequeño.
Prácticamente él lo había terminado de criar. Su padre...él había sido un
hombre maravilloso, y Leo esperaba ser aunque fuera una milésima parte de buen
padre y persona para su hijo y su hermano. En cuanto a su madre... era mejor
dejarla enterrada en el pasado.
-Tonto!-
Dijo Tomi, poniéndose un poco serio. Humor de adolescentes, pensó León.
-Mocoso.-
Leo siempre tenía la última palabra en las "discusiones".
-Grrr...
Le voy a decir a Lupita que estás haciendo el tonto en vez de cambiar el pañal
al bebé.- Hizo el amague de salir al pasillo.
-Hey.
Que es tu sobrinito. Bien podrías ayudarme no?!- León podría ser un hombre
maravilloso, lo era en verdad, digno hijo de su padre, pero los pañales no eran
su fuerte!
-Yoo?!-
La cara de desencajado que puso Tomás daba hasta un ataque de risa.
-Quién
más?!- Respondió casualmente - Que yo sepa eres el único tío de mi hijo que
vive en ésta casa...
-Estás
loco! Yo no voy a tocar un pañal en mi vida!!- La voz de Tomi sonó cabreada.
-Tomás,
no seas dramático, hermanito.
-Por
qué?! Yo no quiero un hijo.
-Y yo
tampoco quiero que los tengas ahora. Eres un niño aún...- Para Leo, Tomás
seguía siendo ese niño dulce que solía acompañarlo a clases mientras él
encontraba una buena niñera.
-Que no
lo soy- Azotó un piecito contra el piso.
-Shhhh...
El niño está empezando a dormirse.
-Cállate
tú, imbécil.
León le
dirigió una mirada de advertencia -Jovencito...
-No me
digas así. No soy tu hijo.- Tomás tenía las mejillas rojas. Al ser tan blanco,
sus cachetes colorados eran la primera señal de la proximidad de un berrinche.
-Entonces
compórtate.
-Sí me
comporto.
El
mayor de los hermanos suspiró. Se veía venir la pataleta, y él no quería tener
que reprender a su hermano. Odiaba dejarlo sin celular o sin salidas. Tomi
últimamente ponía objeción en todo y sabía que sería una lucha hacerlo cumplir
la penitencia. -Está bien, está bien.... Disculpa, sí?! Ahora, podrías
alcanzarme el talco y las toallitas húmedas, por favor?!
Aún con
la cara tensa y las manos apretadas en un puño, el muchacho caminó hasta el
estante donde Lupe tenía guardadas las cosas del bebé y cuando se dio la vuelta
con los productos en sus manos, vio cómo León besaba las manitos de su pequeño
Leoncito.
Tomás
no supo por qué, pero aquella imagen lo hizo rabiar tanto de celos.
León se
giró para mirar a su hermanito con una sonrisa en los labios que desapareció
ante la mirada de desprecio que le estaba lanzando el chico.
-Tomy?!
Qué sucede, hermanito?!- Preguntó desconcertado, pero su desconcierto se
transformó en sorpresa y más tarde rabia.
-Que te
odio... -Respondió entre dientes apretados - Los odio a los dos!! Los odio. Los
odio. - Dijo lanzando el paquete de las toallitas en dirección hacia el bebé lo
mismo que el pote de talco.
León
estaba alucinando. Qué demonios le ocurría a su hermano?! Cómo era
posible que le hablara de ese modo... y sin razón!!! Pero cuando vio que Tomás
arrojaba el pote y el paquete de las toallitas, reaccionó sin darse cuenta.
Haciendo
honor a su nombre, mostró habilidades felinas, y en cuestión de segundos atrapó
la caja y el pote del talco, antes que pudieran dañar a su hijito. Acomodó las
cosas a un costado del cambiador, muy cerca de su hijo y procedió a buscar a su
hermano.
-Suéltameeeee...
déjameeeee.... maldito.. maldito bastardo! Te ODIOOO!!! Los ODIOOOO... - En ese
momento, Lupita entró a la habitación del bebé, alertada por los gritos de su
joven cuñado. Apenas abrió la puerta, vio cómo León forcejeaba con su
hermanito, tratando de calmarlo al parecer. Pero Tomi estaba muy lejos de la
paz que siempre lo caracterizó.
-LOS
ODIO, LOS ODIO!- Gritaba- Por tu culpa... es todo culpa tuya....- Acusó cuando
vio a Lupe con lágrimas en los ojos.- León era MÍ hermano. Tú me lo quitaste, y
encima... encima....- A éstas instancias, Tomás lloraba desgarradoramente, y
cuando León pudo controlarlo, lo atrajo contra su pecho y lo abrazó con
fuerzas, enroscándolo en sus brazos.
-Shhhhhhhhh...
ya ésta. Ya está.... Shhhhhhhhh... -Decía tratando de acallar el llanto que
tanto lo angustiaba.
Lentamente,
Leo fue arrastrando a su hermano hacia la cama que había instalada en la
recámara del bebé. Se sentó en el borde del colchón y lo acomodó sentado sobre
sus piernas- Shhhhhh.. shhhhh.... Qué fue eso, pequeño?! Por qué hiciste eso,
cariñito?! Podrías haber lastimado al bebé y sé que eso nunca lo harías. Qué
pasó, mi niño?! Cuéntame, sí?! Shhhhhhhh... -Murmuraba León, sosteniendo la
cabeza de su hermanito apretada contra su pecho, susurrándole al oído. Él
estaba temblando igual o más que el propio niño, pero trataba de ser fuerte.
Necesitaba averiguar qué fue lo que había desencadenado la reacción tan
violenta de Tomás.
-L-los
qui..quieres m-más a e- ellos que a..a míii.... buaaaa- Sollozó, perdiéndose
más en los brazos de su hermano mayor.
-Ohhh!-
Exclamó León, abrazando con más fuerzas a su hermanito- Pero qué tonterías
dices, mi cielo?! Sabes que eso no es verdad. Tú eres mi hermanito adorado.
Jamás, jamás, jamás podría dejar de quererte...- Dijo con una solemnidad que a
Tomás no le quedó ninguna duda. Sabía que su hermano mayor jamás le mentiría- Y
te amo como te amé toda mi vida desde el momento en que supe que vendrías a
éste mundo.... No puedo creer que lo dudes, hermanito!.... Te pusiste celoso?!
Uhm?! Fue eso?- León le hablaba como si Tomi fuese un niño de cinco
añitos.
Ante el
silencio y el sollozo que le siguieron a la pregunta, León entendió que todo se
había tratado de un arrebato de celos. Suspiró, dándole algo de razón a su
hermanito.
Desde
hacía tanto tiempo, sólo habían sido ellos dos y nadie más. Hasta que Guadalupe
llegó a su vida. En el instante en que la vio, se enamoró perdidamente de ella.
Y en tan sólo un año habían hecho lo que a muchas parejas les toman una vida.
Se declararon amor eterno, se casaron y hasta tuvieron a su primer hijo. Pero
León estaba tan feliz y enamorado, que no se detuvo a pensar en cómo lo tomaría
su hermanito. Había sido todo culpa suya!
-Te
quiero tanto, mocoso atolondrado.
Lupita
sonrió ante las escena. Ella, al casarse con León había adoptado internamente
al hermanito de su marido como su propio hermanito menor, y así lo amaba y
consentía. Respiró con pesadumbre al comprender que la pataleta de su cuñadito
había puesto en peligro la vida de su niño y porque sabía que su esposo no iba
a dejar pasar aquello sin castigo. Y ella nada podía hacer para evitarlo, por
lo que tomó al niño entre sus brazos y salió de la habitación, dejándoles algo
de privacidad.
-Perdón!-
Dijo Tomás, entre sorbos cuando se hubo calmado un poco.
-Está
bien, Tomatito!- Le dijo con tanto cariño, que Tomás sólo pudo llorar más
fuerte, sintiendo todo el remordimiento oprimiéndole el pecho.
-Lo
sientoooo!!! Buuuu... No quería... no sé.. no sé por qué lo hice... snif
snif... Yo no quería lastimar a Leito. Lo juro! Perdón, perdón, perdón! No..
snif snif... no me eches de tu lado, por favor!!- Suplicó con lágrimas cayendo
incansables de sus ojos.
-Shhh...
Nunca en mi vida te echaría de mi lado, mocoso! Eres mi hermanito. Lo único más
valioso que papá me dejó y yo jamás te abandonaré. NUNCA! - Le aseguró, dándole
un beso en la frente- Sin embargo... Te acuerdas lo que hacía papá cuando eras
pequeño y te daban éstas pataletas cuando te ponías celoso de los juguetes que
yo tenía?!- La carita de sufrimiento de Tomás se remplazó de inmediato
por una llena de vergüenza.
-S-sí...
-Qué
pasaba?!
-Leóoooonnnn....-
Gimoteó.
-Qué
pasaba, Tomi?!- León lo pensó muy bien. Él no permitiría que su tesoro mayor
lastimara a su tesoro indefenso, por lo que decidió tomar cartas en el asunto,
pero inmediatamente.
-Papá
me daba palmadas- Respondió al fin, con las mejillas teñidas de rojo.
-Exacto.
Y creo que eso es lo que mereces ahora mismo, Tomás. -Le dijo, haciendo que se
parara de su regazo.
-Quiero
que te quites los pantalones y te pongas boca abajo sobre mis rodillas-
-Quéee?!!
Tú... tú quieres... golpearme?!!
-No voy
a golpearte... bueno, sí, pero... peroo...-Cómo diablos explicárselo?!- No es
porque quiero lastimarte, cariño. Pero mereces una reprimenda por lo que acabas
de hacer. Tu sobrinito es muy pequeño aún. Un golpe con esa cosa podría haberlo
lastimado considerablemente, y eso no lo voy a permitir! Por eso voy a
castigarte en la cola, como hacía papá cuando alguno de los dos nos portábamos
mal.
-Pero
yo no quiero que me pegues...- Dijo Tomi, con un puchero en su boca.
-Yo
tampoco quiero hacerlo, cariño. Y papá tampoco quería hacerlo, pero esto te
servirá de lección, así si hay próxima vez, en vez de aventar cosas y gritar lo
que gritaste, hablas conmigo, ok?! Que así se resuelven los problemas:
hablando. - León miró con angustia la lágrima que resbalaba por la mejilla del
niño, y decidió que debía terminar pronto con aquello sino no lo haría nunca.
Él mismo le bajó los pantalones y lo acomodó sobre sus rodillas.
-Te
quiero mucho, hermanito.- Susurró, acariciando la espalda del muchacho antes de
dejar caer su mano por todo el trasero cubierto por el finísimo calzoncillo,
que en nada lo protegía de la manota pesada de su hermano.
PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!
PLASS!!- La mano de León coloreó la nalga izquierda con gran energía.
-AUUUUUUUuuu...
ayyyyyy.. auuuuuauauuauauuu... -Gritaba el niño, retorciéndose en el regazo de
su hermano. Hacía muchísimos años que no se llevaba ni una sola palmadita y
ahora?! su hermano estaba poniendo en fuego su retaguardia.
PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!
PLASS!!- Estos chirlos fueron a parar en el glúteo derecho, dejando la piel
igual de roja que la nalga izquierda.
-Buaaaaaa...
Leoooooo.... buaaaaa.... bastaaaaaauuuu... bas... bastaaaaa... buaaaaa!!!
Dueleeee.. snif snif... duele m-muchooo!! Cof cof!- Se quejaba y lloraba
sentidamente. Pero ni aún así, su hermano aplacó la fuerza que ponía en cada
una de las nalgadas.
PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!!
PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!! -León repartía cadenciosamente las palmadas, dejando un
estela de fuego debajo de cada una de ellas, provocando sollozos llenos de
arrepentimiento de su hermanito.
-Auuauauauuauauuuuuu...
ayyyyyyy... ayyyyyyyYYYYY... YAAAAA... LEÓN, LEÓN... LO SIENTOOOO!! BUAAAA...
LO SIENTOOOOOUUUUU... BUAAAA PERDÓNNNN....AUAUAUUUUU...
León le
bajó el calzoncillo y elevó un poco su pierna. La cola de Tomás estaba
totalmente roja y caliente. Por lo que decidió dar los últimos chirlos en la
parte baja de las nalgas y un poco en los muslos. Sabía que le dolería, pero no
quería dejar huellas en la parte ya castigada.
PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!!
-Aiiiichhhhh...
auauauauuauuuuu... BUAAAAA!!! BWAAAAA!!!! Buaaaaa....
PLASS!!PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!!
PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!!
-Buaaaaa.....
auuauauuuuu... no mássss, no más, hermanitoooo... buaaaa!!!
PLASS!!PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!!
-Ayayayayayyyyyy...
Ayyyyy... dueleeee... paraaaa... buuuu... paa.. paraaaa...
PLASS!!PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!!PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!- León sólo lloraba a la
par de su hermanito. Pensar en las veces que había mentido por el niño para que
su papá no lo castigara y ahora saberse él el culpable absoluto de sus
lágrimas, lo hacían sentir miserable.
Cuando
sólo se escuchaban los sollozos entre medio de las sinceras disculpas, León dio
por finalizado el castigo.
Con
mucho cuidado -el mismo que ponía en su bebé- fue subiendo el calzoncillo a la
vez que sacaba el pantalón de jeans de uno de los piecitos de su hermano.
Cautelosamente,
lo dio vuelta y lo acunó en su regazo. Su hermanito necesitaba sentirse seguro
y amado, y él era el único que podía proveerle esas dos cosas.
-Te
amo, mi hermanito! Eres el mejor juguete -Sonrió ante la risita de Tomás- que
papá me hizo en la vida. Nunca jamás dejaré de quererte ni de cuidarte. Estás
metido aquí- Dijo señalando su pecho- para siempre!
Tomasito
se apachurró contra su hermano. y se dejó mimar y mecer hasta que sus ojitos
fueron pesando cada vez más y Morfeo lo fue llevando al país de los dulces
sueños.
Me fascina esta nueva continúala pronto por favor.
ResponderBorrarDefinitivamente tus relatos me encantan, son muy tiernos :3 y esa hermandad me fascino ;)
ResponderBorrarSobretodo León n _ n
Te quedo de lujo Ariane!!!
ResponderBorrarme gusto mucho esa relación!! y los celos más que compendibles!!
Espero la continues!!!
Graciassss, chicas!!!! Me dan una alegría sus palabras!!! Me regalan su tiempo y eso lo aprecio mucho!! :D
ResponderBorrarcelos, tontos celos jjj
ResponderBorrarMarambra
Hay mas caps de este?
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